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jueves, 8 de octubre de 2020

PISA FUERTE Y DEJA HUELLAS



 Pisa fuerte y deja huellas


El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás. encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.

Pisa fuerte el que sabe lo que quiere, lo que busca, lo que espera. Pisa fuerte el que encontró un sentido a su vida, una razón de vivir, un por qué a cada una de las cosas y de los hechos de la vida. Pisa fuerte y muy fuerte, el que en los momentos de dolor o de angustia no se deja aplastar, ni desorientar, sino que en esos precisos momentos levanta más alto su cabeza, clava su mirada en el Corazón del Padre celestial y apretando los dientes, las manos tensas y los ojos nublados por las lágrimas, o el corazón lleno de pena, no disminuye su marcha a la meta, ni la desvía; sino con paso firme y resuelto se va acercando a Dios. Y porque pisa fuerte en la vida, va dejando huellas luminosas que servirán de ruta para muchos otros.

Triste suerte la del hombre que sólo trabaja para vivir, pero no sabe para qué vive. Triste suerte la de quien ha hecho del "tener y retener" el objetivo de su vida. Dichoso, más bien, el que, mientras gana su pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de servicio al prójimo, cooperando con el proyecto de Dios Creador, para hermosear al mundo.


* Enviado por el P. Natalio

LA BONDAD: EL PRIMER VALOR


La bondad: el primer valor



Cuando de alguien se dice, “es una buena persona”, así simplemente, se la está calificando con la nota más excelente: la bondad. Ser bueno es ser de nobles sentimientos, honrado, servicial, respetuoso con todos, amable, generoso. La bondad sintetiza aspectos muy valiosos de la personalidad, que generan en los demás, aprecio y admiración. 

La primera persona a quien has de convencer de tu bondad eres tú mismo. Tu conciencia no te engañará. Y cuando ella te diga que eres bueno, cuando esa voz de adentro te lo afirme, tu corazón desbordará de gozo. Porque tú serás dueño de decidirte entre muchos oficios y profesiones y adquirirás, acaso, una habilidad especial que te destaque; pero nada hay en el mundo que supere a la bondad. Cuando dicen de un hombre: "Es un gran ingeniero", de otro que es un herrero muy hábil, de otro: "Es un pintor famoso", queda por saber lo principal: si es bueno. Ser bueno es la gran tarea, la más noble profesión, el tesoro inagotable, la mayor sabiduría, el mejor negocio, la verdadera gloria, la felicidad suprema.

Para lograr esta meta moral hay que orientarse por los principios fundamentales de la buena conducta. En el libro de Tobías, el padre da preciosos consejos a su hijo para que lleve una vida honesta y feliz. Por ejemplo: “Si vives conforme a la verdad, te irá bien en todas tus obras”, y “No hagas a nadie lo que no te gusta a ti”. La palabra de Dios sea luz en tu sendero.


* Enviado por el P. Natalio 

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS

 



Oración por las vocaciones sacerdotales y religiosas


Señor Nuestro Jesucristo, Tú dijiste a tus Apóstoles: "la mies es mucha pero los obreros pocos; rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su campo". Humildemente te suplicamos que envíes a tu Iglesia numerosas y santas vocaciones sacerdotales y religiosas. Te lo pedimos por la intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, y por la de nuestros Santos Patronos y Protectores, que con su vida y merecimientos santificaron nuestro suelo. Amén.


ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA - JUEVES EUCARÍSTICO


 ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


“Jesús, tu que moriste en la cruz de calvario por todos nuestros pecados, te pido que me ayudes a purificar mi alma, necesito interfieras ante tu padre, mi padre amado para que me ilumines seas mi salvador, quiero conocer más de ti, enamorarme de tus buenos deseos de todas las oportunidades que me has dado.

Agradezco a Dios y a la virgen María por darnos la dicha de disfrutar de tu presencia, quiero pedirte de todo corazón que me enseñes a servirte como te lo mereces, que seas tú el que domine todos mis pensamientos y me haga cada día una mejor persona.

Quiero pedirte padre santo que derrames tu bendición sobre la iglesia, sobre todas las almas consagradas, los sacerdotes, sobre el papa, los obispos y sobre todo tu cuerpo señor, bendícenos señor, hazme digna de tu divinidad, muéstrate ante mi como en la eucaristía, quiero sentir tu presencia a mi lado, ilumíname Jesús sacramentado, te necesito.

Quiero entregarte toda mi fe, para que pueda recibir el vino y el pan como la limpieza de mi alma, quiero sentirme libre de pecado por eso te pido que intercedas con tu padre, el Dios de los dioses, el grande entre los mas grande, para que me perdone por todos los pecados que he cometido, quiero que sepa que me arrepiento de todo corazón.

Jesús mío, Jesús de mi corazón, te necesito, ayúdame por favor, no desprecies mis suplicas, no me dejes solo(a) en ningún momento, sin ti a mi lado estaría perdida en las tinieblas, quiero que me guíes, no me dejes sola nunca, necesito de ti, tu poder y tu amor para poder seguir adelante y sentir que si vale la pena enfrentar cualquier dificultad para poder estar a tu lado, amen.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 8 DE OCTUBRE DEL 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 27ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, jueves, 8 de octubre del 2020



Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (3,1-5):


¡Insensatos gálatas! ¿Quién os ha embrujado? ¡Y pensar que ante vuestros ojos presentamos la figura de Jesucristo en la cruz! Contestadme a una sola pregunta: ¿recibisteis el Espíritu por observar la ley o por haber respondido a la fe? ¿Tan estúpidos sois? ¡Empezasteis por el espíritu para terminar con la carne! ¡Tantas magníficas experiencias en vano! Si es que han sido en vano. Vamos a ver: Cuando Dios os concede el Espíritu y obra prodigios entre vosotros, ¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley o porque respondéis a la fe?


Palabra de Dios



Salmo

Lc 1,69-70.71-72.73-75


R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha visitado a su pueblo


Nos ha suscitado una fuerza de salvación

en la casa de David, su siervo,

según lo había predicho desde antiguo

por boca de sus santos profetas. R/.


Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos

y de la mano de todos los que nos odian;

realizando la misericordia

que tuvo con nuestros padres,

recordando su santa alianza y el juramento

que juró a nuestro padre Abrahán. R/.


Para concedernos que, libres de temor,

arrancados de la mano de los enemigos,

le sirvamos con santidad y justicia,

en su presencia, todos nuestros días. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,5-13):


En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle.” Y, desde dentro, el otro le responde: “No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos.” Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»


Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 

8 de octubre de 2020

CR

Queridos hermanos:


En el Evangelio de hoy nos dice Jesús que pidamos con confianza lo que necesitamos a nuestro Padre celestial. Y que confiemos en que él nos va a dar lo que verdaderamente necesitamos. 


El problema viene a veces con lo que pedimos. Porque muchas veces lo que le pedimos a Dios es que nos arregle la vida, es que nos haga lo que es de nuestra responsabilidad. Un ejemplo. ¿Cuántas veces de jóvenes pedimos que nos ayudase a aprobar un examen? Se nos olvidaba que Dios nos había regalado el mejor instrumento para eso: nuestra inteligencia y tiempo. Y que es cuestión nuestra sentarnos y trabajar. Él ya ha hecho su parte. Ahora nos toca a nosotros. Dicho en otras palabras: Dios no es una especie de remedio para todo mediante el cual nos podemos tumbar a la bartola libres de responsabilidades porque él nos va a sacar de todos los apuros. 

Podemos poner otros ejemplos. Si tenemos problemas en la familia, en la relación de la pareja o con los vecinos, hay que rezar pero también hay que aplicar los remedios que Dios mismo ha puesto a nuestro alcance: nuestra inteligencia, nuestro coraje, nuestra capacidad de diálogo, nuestra capacidad de perdón y reconciliación... todo eso es lo que Dios nos da y nos regala. Todo eso es su respuesta a nuestra oración. Todo eso lo tenemos que poner a trabajar para resolver los problemas. En ningún caso es cuestión de que podamos cerrar los ojos y en un momento Dios va a hacer el milagro, de tal manera que, cuando abramos los ojos, ya estará todo resuelto. 

Dios nos da su Espíritu Santo. Dios nos da su fuerza y su gracia. Dios ha puesto el Evangelio en nuestras manos. Nos ha hecho libres y capaces de tomar decisiones. Le tenemos que pedir que nos ayude a ser más libres, a madurar como personas, a ser más responsables de nuestras vidas, a incrementar nuestra capacidad de perdón. Todo eso le podemos pedir con la seguridad de que nos lo dará. Lo que seguro que no va a hacer es el examen por nosotros.


CONOCEMOS A SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE, APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS , 16 DE OCTUBRE


 Santa Margarita María Alacoque

Conmemoración: 16 de Octubre


Margarita nace el 22 de julio de 1647 en el pequeño pueblo de Lautecour en Francia. Su padre Claudio Alacoque, juez y notario. La mamá Filiberta Lamyn. Los hijos son cinco. La menor es Margarita. El párroco, Antonio Alacoque, tío suyo, la bautiza a los tres días de nacida. Ella dice en su autobiografía que desde pequeña le concedió Dios que Jesucristo fuera el único dueño de su corazón. Y le concedió otro gran favor: un gran horror al pecado, de manera que aun la más pequeña falta le resultaba insoportable. Dice que siendo todavía una niña, un día en la elevación de la Santa Hostia en la Misa le hizo a Dios la promesa de mantenerse siempre pura y casta. Voto de castidad.

Aprendió a rezar el rosario y lo recitaba con especial fervor cada día y la Virgen Santísima le correspondió librándola de muchos peligros. La llevan al colegio de las Clarisas y a los nueve años hace La Primera Comunión. Dice “Desde ese día el buen Dios me concedió tanta amargura en los placeres mundanos, que aunque como jovencita inexperta que era a veces los buscaba, me resultaban muy amargos y desagradables. En cambio encontraba un gusto especial en la oración”.

Vino una enfermedad que la tuvo paralizada por varios años. Pero al fin se le ocurrió consagrarse a la Virgen Santísima y ofrecerle propagar su devoción, y poco después Nuestra Señora le concedió la salud.
Era muy joven cuando quedó huérfana de padre, y entonces la mamá de Don Claudio Alacoque y dos hermanas de él, se vinieron a la casa y se apoderaron de todo y la mamá de Margarita y sus cinco niños se quedaron como esclavizados. Todo estaba bajo llave y sin el permiso de las tres mandonas mujeres no salía nadie de la casa. Así que a Margarita no le permitían ni siquiera salir entre semana a la iglesia. Ella se retiraba a un rincón y allí rezaba y lloraba. La regañaban continuamente.

En medio de tantas penas le pareció que Nuestro Señor le decía que deseaba que ella imitara lo mejor posible en la vida de dolor al Divino Maestro que tan grandes penas y dolores sufrió en su Pasión y muerte. En adelante a ella no sólo no le disgusta que le lleguen penas y dolores sino que acepta todo esto con el mayor gusto por asemejarse lo mejor posible a Cristo sufriente.

Lo que más la hacía sufrir era ver cuán mal y duramente trataban a su propia madre. Pero le insistía en que ofrecieran todo esto por amor de Dios. Una vez la mamá se enfermó tan gravemente de erisipela que el médico diagnosticó que aquella enfermedad ya no tenía curación. Margarita se fue entonces a asistir a una Santa Misa por la salud de la enferma y al volver encontró que la mamá había empezado a curar de manera admirable e inexplicable.

Lo que más le atraía era el Sagrario donde está Jesús Sacramentado en la Sagrada Hostia. Cuando iba al templo siempre se colocaba lo más cercana posible al altar, porque sentía un amor inmenso hacia Jesús Eucaristía y quería hablarle y escucharle.

A los 18 años por deseo de sus familiares empezó a arreglarse esmeradamente y a frecuentar amistades y fiestas sociales con jóvenes. Pero estos pasatiempos mundanales le dejaba en el alma una profunda tristeza. Su corazón deseaba dedicarse a la oración y a la soledad. Pero la familia le prohibía todo esto. El demonio le traía la tentación de que si se iba de religiosa no sería capaz de perseverar y tendría que devolverse a su casa con vergüenza y desprestigio. Rezó a la Virgen María y Ella le alejó este engaño y tentación y la convenció de que siempre la ayudaría y defendería.

Un día después de comulgar sintió que Jesús le decía: “Soy lo mejor que en esta vida puedes elegir. Si te decides a dedicarte a mi servicio tendrás paz y alegría. Si te quedas en el mundo tendrás tristeza y amargura”. Desde entonces decidió hacerse religiosa, costara lo que costara.

En el año 1671 fue admitida en la comunidad de La Visitación, fundada por San Francisco de Sales. Entró al convento de Paray-le=Monial. Una de sus compañeras de noviciado dejó escrito: “Margarita dio muy buen ejemplo a las hermanas por su caridad; jamás dijo una sola palabra que pudiera molestar a alguna, y demostraba una gran paciencia al soportar las duras reprimendas y humillaciones que recibía frecuentemente”.

La pusieron de ayudante de una hermana que era muy fuerte de carácter y ésta se desesperaba al ver que Margarita era tan tranquila y callada. La superiora empleaba métodos duros y violentos que hacían sufrir fuertemente a la joven religiosa, pero esta nunca daba la menor muestra de estar disgustada. Con esto la estaba preparando Nuestro Señor para que se hiciera digna de las revelaciones que iba a recibir.

El 27 de diciembre de 1673 se le apareció por primera vez el Sagrado Corazón de Jesús. Ella había pedido permiso para ir los jueves de 9 a 12 de la noche a rezar ante el Santísimo Sacramento del altar, en recuerdo de las tres horas que Jesús pasó orando y sufriendo en el Huerto de Getsemaní. De pronto se abrió el sagrario donde están las hostias consagradas y apareció Jesucristo como lo vemos en algunos cuadros que ahora tenemos en las casas. Sobre el manto su Sagrado Corazón, rodeado de llamas y con una corona de espinas encima, y una herida. Jesús señalando su corazón con la mano le dijo: “He aquí el corazón que tanto ha amado a la gente y en cambio recibe ingratitud y olvido. Tú debes procurar desagraviarme”. Nuestro Señor le recomendó que se dedicara a propagar la devoción al Corazón de Jesús porque el mundo es muy frío en amor hacia Dios y es necesario enfervorizar a las personas por este amor.

Durante 18 meses el Corazón de Jesús se le fue apareciendo. Le pidió que se celebrara la Fiesta del Sagrado Corazón cada año el Viernes de la semana siguiente a la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus).
El Corazón de Jesús le hizo a Santa Margarita unas promesas maravillosas para los que practiquen esta hermosa devoción. Por ejemplo “Bendeciré las casas donde sea expuesta y honrada la imagen de mi Sagrado Corazón. Daré paz a las familias. A los pecadores los volveré buenos y a los que ya son buenos los volveré santos. Asistiré en la hora de la muerte a los que me ofrezcan la comunión de los primeros Viernes para pedirme perdón por tantos pecados que se cometen”, etc.

Margarita le decía al Sagrado Corazón: “¿Por qué no elige a otra que sea santa, para que propague estos mensajes tan importantes? Yo soy demasiado pecadora y muy fría para amar a mi Dios”. Jesús le dijo: “Te he escogido a ti que eres un abismo de miserias, para que aparezca más mi poder. Y en cuanto a tu frialdad para amar a Dios, te regalo una chispita del amor de mi Corazón”. Y le envió una chispa de la llama que ardía sobre su Corazón, y desde ese día la santa empezó a sentir un amor grandísimo hacia Dios y era tal el calor que le producía su corazón que en pleno invierno, a varios grados bajo cero, tenía que abrir la ventana de su habitación porque sentía que se iba a quemar con tan grande llama de amor a Dios que sentía en su corazón (¡Ojalá Dios nos diera a nosotros una chispita de esas!)


Nuestro Señor le decía: “No hagas nada sin permiso de las superioras. El demonio no tiene poder contra las que son obedientes”.


Margarita enfermó gravemente. La superiora le dijo: “Creeré que sí son ciertas las apariciones de que habla, si el Corazón de Jesús le concede la curación”. Ella le pidió al Sagrado Corazón que la curara y sanó inmediatamente. Desde ese día su superiora creyó que sí en verdad se le aparecía Nuestro Señor.

Dios permitió que enviaran de capellán al convento de Margarita a San Claudio de la Colombiere y este hombre de Dios que era jesuita, obtuvo que en la Compañía de Jesús fuera aceptada la devoción al Corazón de Jesús. Desde entonces los jesuitas la han propagado por todo el mundo.

Margarita fue nombrada Maestra de novicias. Enseñó a las novicias la devoción al Sagrado Corazón (que consiste en imitar a Jesús en su bondad y humildad y en confiar inmensamente en Él, en ofrecer oraciones y sufrimientos y misas y comuniones para desagraviarlo, y en honrar su santa imagen) y aquellas jóvenes progresaron rapidísimo en santidad. Luego enseñó a su hermano (comerciante) esta devoción y el hombre hizo admirables progresos en santidad. Los jesuitas empezaron a comprobar que en las casas donde se practicaba la devoción al Corazón de Jesús las personas se volvían mucho más fervorosas.

El Corazón de Jesús le dijo: “Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí”.

Antes de morir obtuvo que en su comunidad se celebrara por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

El 17 de octubre de 1690 murió llena de alegría porque podía ir a estar para siempre en el cielo al lado de su amadísimo Señor Jesús, cuyo Corazón había enseñado ella a amar tanto en este mundo.


Digamos de vez en cuando las dos oraciones tan queridas para los devotos del Sagrado Corazón: “Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo”. Sagrado Corazón de Jesús. En voz confío.

CONOCEMOS A SAN JOSÉ DE CUPERTINO, PATRÓN DE LOS ESTUDIANTES -18 DE SEPTIEMBRE


San José de Cupertino, patrón de los estudiantes

Nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino

Ordenado sacerdote en 1628

Conmemoración: 18 de Septiembre



Martirologio Romano: En Osimo, en la región Picena, en Italia, san José de Cupertino, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Conventuales, célebre, en circunstancias difíciles, por su pobreza, humildad y caridad para con los necesitados de Dios (1663).

José nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre cobertizo pegado a la casa, porque el papá, un humilde carpintero, no había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían embargado.-

A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído. Dejaba caer los platos cuando los llevaba para el comedor. Se le olvidaban los oficios que le habían puesto. Parecía que estaba siempre pensando en otras cosas. Por inútil lo mandaron para afuera.-

Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven “no era bueno para nada”, y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La mamá no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante “inútil”, y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que lo recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos.-

Sucedió entonces que en José se obró un cambio que nadie había imaginado. Lo recibieron los padres como obrero y lo pusieron a trabajar en el establo y empezó a desempeñarse con notable destreza en todos los oficios que le encomendaban. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.-

Lo pusieron a estudiar para presentarse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa todo y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: “Bendito el fruto de tu vientre Jesús”. Estaba asustadísimo pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: “Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tiene que explicar”. Y salió precisamente la única frase que el Cupertino se sabía perfectamente: “Bendito sea el fruto de tu vientre”.-

Llegó al fin el examen definitivo en el cual se decidía quiénes sí serían ordenados. Y los primeros diez que examinó el obispo respondieron tan maravillosamente bien todas las preguntas, que el obispo suspendió el examen diciendo: ¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?” y por ahí estaba haciendo turno para que lo examinaran, el José de Cupertino, temblando de miedo por si lo iban a descalificar. Y se libró de semejante catástrofe por casualidad.-

Ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia. Sabía que no tenía cualidades especiales para predicar ni para enseñar, pero entonces suplía estas deficiencias ofreciendo grandes penitencias y muchas oraciones por los pecadores. Jamás comía carne ni bebía ninguna clase de licor. Ayunaba a pan y agua muchos días. Se dedicaba con gran esfuerzo y consagración a los trabajos manuales del convento (que era para lo único que se sentía capacitado).-

Desde el día de su ordenación sacerdotal su vida fue una serie no interrumpida de éxtasis, curaciones milagrosas y sucesos sobrenaturales en un grado tal que no se conocen en cantidad semejante con ningún otro santo. Bastaba que le hablaran de Dios o del cielo para que se volviera insensible a lo que sucedía a su alrededor. Ahora se explicaban por que de niño andaba tan distraído y con la boca abierta. Un domingo, fiesta del Buen Pastor, se encontró un corderito, se lo echó al hombro y al pensar en Jesús, Buen Pastor, se fue elevando por los aires con cordero y todo.-

Los animales sentían por él un especial cariño. Pasando por el campo, se ponía a rezar y las ovejas se iban reuniendo a su alrededor y escuchaban muy atentas sus oraciones. Las golondrinas en grandes bandadas volaban alrededor de su cabeza y lo acompañaban por cuadras y cuadras.-

Sabemos que la Iglesia Católica llama éxtasis a un estado de elevación del alma hacia lo sobrenatural, durante lo cual la persona se libra momentáneamente del influjo de los sentidos, para contemplar lo que pertenece a la divinidad. San José de Cupertino quedaba en éxtasis con mucha frecuencia durante la Santa Misa, cuando estaba rezando los salmos de la S. Biblia. Durante los 17 años que estuvo en el convento de Grotella sus compañeros de comunidad presenciaron 70 éxtasis de este santo. El más famoso sucedió cuando 10 obreros deseaban llevar una pesada cruz a una montaña y no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con cruz y todo y la llevó hasta la cima del monte.-

El Papa Benedicto XIV que era rigurosísimo en no aceptar como milagro nada que no fuera en verdad milagro, estudió cuidadosamente la vida de José de Cupertino y declaró: “Todos estos hechos no se puede explicar sin una intervención muy especial de Dios”.-

Los últimos años de su vida, José fue enviado por sus superiores a conventos muy alejados donde nadie pudiera hablar con él. La gente descubría donde estaba y corrían hacia allá. Entonces lo enviaban a otro convento más apartado aún. El sufrió meses de aridez y sequedad espiritual (como Jesús en Getsemaní) pero después a base de mucha oración y de continua meditación, retornaba otra vez a la paz de su alma. A los que le consultaban problemas espirituales les daba siempre un remedio: “Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que pide, recibe”.-

Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años. Que Dios nos enseñe con estos hechos tan maravillosos, que Él siempre enaltece a los que son humildes y los llena de gracias y bendiciones.-


 San José Cupertino

 Oración 

Confesamos, Señor, que solo tú eres santo y que sin ti nadie es bueno, y humildemente te pedimos que la intercesión de San José Cupertino venga en nuestra ayuda para que de tal forma vivamos en el mundo que merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo.-

PAPA FRANCISCO: LAS MUJERES SON PROTAGONISTAS DE UNA IGLESIA EN SALIDA


 Papa Francisco: Las mujeres son protagonistas de una Iglesia en salida

Redacción ACI Prensa

 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



El Papa Francisco destacó que “las mujeres son protagonistas de una Iglesia en salida, a través de la escucha y la preocupación que muestran hacia las necesidades de los demás, y con la marcada capacidad de mantener dinámicas de justicia en un clima de ‘calidez doméstica’, en los diferentes entornos sociales en los que operan”.

Así lo indicó el Santo Padre en un mensaje que dirigió a las participantes del seminario “Las mujeres leen a Francisco: lectura, reflexión y música”, iniciativa promovida por la Consulta femenina del Pontificio Consejo de la Cultura.

En su mensaje escrito, el Pontífice destacó que este seminario, que está formado por una serie de encuentros, inició con el tema de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium y que el itinerario de lectura continuará con la Encíclica Laudato si y el Documento de la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, escritos que indicó son “elecciones significativas en las que se refleja el espíritu de la Consulta, una rica diversidad que sabe trabajar buscando en el diálogo los puntos de acuerdo y armonía”.

En esta línea, el Papa destacó que “por primera vez un Dicasterio involucra a un grupo de mujeres haciéndolas protagonistas de los proyectos y líneas culturales que está desarrollando, y no solo para abordar las cuestiones de la mujer” sino que la Consulta “está formada por mujeres comprometidas en diferentes sectores de la vida social y portadoras de visiones culturales y religiosas del mundo que, si bien diferentes, convergen hacia el objetivo de trabajar juntas con respeto mutuo”.


Santa Hildegarda de Bingen

Además, el Santo Padre señaló que este seminario se realiza bajo el estandarte de Santa Hildegarda de Bingen, “una gran mujer” proclamada Doctora de la Iglesia en 2012.

Al hablar de Santa Hildegarda el Papa subrayó que “unificó el conocimiento científico y la espiritualidad; y durante mil años, como verdadera maestra, ha estado leyendo, comentando, creando y enseñando a mujeres y hombres” y añadió que “rompió el molde de su tiempo, que impedía a las mujeres estudiar y entrar a la biblioteca y, como abadesa, también lo pidió a sus hermanas” así como también “aprendió a cantar y a componer música, que para ella era una ola capaz de llevarla a Dios. La música para ella no era solo arte o ciencia, también era liturgia”.

“Ahora ustedes, con este encuentro, quieren crear un diálogo entre el intelecto y la espiritualidad, entre la unidad y la diversidad, entre la música y la liturgia, con un objetivo fundamental, que es la amistad y la confianza universal. Y lo hacen con una voz femenina que quiere ayudar a sanar, en un mundo enfermo”, advirtió el Papa.

Por ello, el Santo Padre dijo que este itinerario de lectura “podrá ofrecer una visión particular sobre el tema de la confrontación social y cultural como aporte a la paz, porque la mujer tiene el don de traer una sabiduría que sabe curar heridas, perdonar, reinventar y renovar”.

Asimismo, el Papa recordó que en la historia de la salvación “es una mujer la que acoge el Verbo; y son también las mujeres que mantienen la llama de la fe en la noche oscura, las que esperan y anuncian la Resurrección” por lo que agregó que “la realización gozosa y profunda de la mujer se centra en estos dos actos: acogida y anuncio”.

“Escucha, meditación, acción amorosa: son los elementos constitutivos de una alegría que se renueva y comunica a los demás, a través de la mirada femenina, en el cuidado de la creación, en la gestación de un mundo más justo, en la creación de un diálogo que respete y valore las diferencias”, afirmó.

Finalmente, el Santo Padre deseó que puedan ser “portadoras de paz y de renovación” y las animó a “ser una presencia que, con humildad y valentía, sepa comprender y acoger la novedad y generar la esperanza de un mundo fundado en la fraternidad”.

SACERDOTE QUE ATIENDE A ENFERMOS DE COVID: TODOS LOS DÍAS VIVO UN PEQUEÑO MILAGRO

 


Sacerdote que atiende a enfermos de COVID: “Todos los días vivo un pequeño milagro”

Redacción ACI Prensa

Crédito: Ayuda a la Iglesia Necesitada.



El P. Grzegorz Draus atiende a los enfermos de COVID-19 en un hospital en la ciudad de Lviv (Ucrania), para ello se viste cada día con un traje de protección para evitar el contagio del coronavirus que contiene 14 elementos diferentes.

Desde hace 9 años vive Lviv (Ucrania), uno de los centros culturales, científicos e industriales más importantes del país. Tan sólo en esta región hay más de 3 mil infectados, 700 internados y casi 100 fallecidos por el coronavirus. 

Por eso desde el inicio de la pandemia en Ucrania visita a los enfermos de COVID-19 en el hospital dos veces por semana. “Desafortunadamente, debido a otros trabajos parroquiales, me es imposible visitarlos con más frecuencia,” comenta a la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada.

En el hospital, siempre sobre el traje de protección, el P. Grzegorz se pone la estola que “simboliza, con toda su fuerza, la vocación del sacerdote: pastor que si es necesario lleva a sus ovejas sobre sus hombros y guía que conduce a las almas hacia la vida eterna”, apuntan desde esta fundación pontificia.

Según explica el sacerdote pasa más de 8 horas dentro de este “uniforme”, y cuando pasa de una unidad del hospital a otra debe cambiar parte del equipamiento y desinfectarse con un líquido especial.

Y es que en el hospital, todos los que trabajan con pacientes con COVID-19 están sometidos a grandes medidas de seguridad, también el P. Grzegorz ya que se pretende evitar lo que sucede en otros hospitales que sufren “muchos contagios también entre los médicos porque no tienen tantas medidas. Pero no se puede bajar la guardia, la enfermedad está en todas partes. Me hice la prueba dos veces y gracias a Dios: estoy sano”.

“Para mí, lo más difícil es trabajar a pesar de la humedad y el sudor porque se empaña todo y casi no se ve nada. No puedo imaginar cómo trabajan las enfermeras en tales condiciones, no es fácil. Sin embargo, tienen que hacer su trabajo, como poner inyecciones”, explica el sacerdote.

Por su parte, visita “cada habitación, les bendigo, hablo con los enfermos e intento dar buenas noticias. Les hablo del amor de Dios”.

“Los enfermos tienen una fe fuerte. Les digo que Jesucristo está muy unido a ellos en la cruz, sufrió los mismos síntomas que sufren los que padecen esa enfermedad como las dificultades para respirar” y también intenta animarles porque “lo más difícil son las consecuencias y los problemas que conlleva y afectan a los demás: hospitalización, aislamiento. Algunos pueden sentirse culpables”.

El Padre Grzegorz escucha las confesiones de los que quieren y distribuye la sagrada comunión. Sin embargo, por las regulaciones sanitarias no puede consumir el resto de las formas consagradas ni guardarlas o conservarlas en ningún sitio pero, según afirma, “todos los días vivo un pequeño milagro, la cantidad de personas que participan en la comunión es igual a la cantidad de hostias que traigo conmigo”.

Este sacerdote también asegura que siempre tuvo claro que seguir la llamada de Dios al sacerdocio iba a ser una actividad fascinante y recuerda las palabras de un amigo cuando le dijo que quería ser sacerdote “para sacrificarse para servir a los pobres”.  A lo que su amigo le contestó: “Dios no necesita tu sacrificio, sino tu amor”.

Asegura también que desea seguir el ejemplo de santa Teresa de Calcuta “que solo dormía 4 o 5 horas porque estaba llena de ardor en su actividad, ella amaba lo que hacía. Yo también quiero amar lo que hago de esa manera, hasta el final.”

Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) sostiene a sacerdotes ucranianos durante la pandemia de coronavirus a través de la campaña “Las víctimas invisibles de la pandemia” con la que envían equipos de protección necesarios como máscaras, guantes, antiséptico, etc. a 3.478 sacerdotes, 92 seminaristas y 1.000 miembros de comunidades religiosas para que puedan protegerse adecuadamente y evitar la diseminación de la infección.