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miércoles, 2 de septiembre de 2020
21 RAZONES BÍBLICAS POR LAS CUALES DIOS NOS ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN
21 Razones Bíblicas por las cuales Dios no escucha nuestra oración.
¿Por qué si hay fe, no somos escuchados?
Por: Lic. Manuel Mondragón Lechuga | Fuente: ApologeticaSiloe.net
Aunque Dios es un Padre Amoroso y su misericordia sobrepasa aún nuestros pecados. (Sal 86, 15 ) y Jesús nos dice “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá . Porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y Al que llama se le abre” (Mt 7, 7-8). De la misma manera el Pbro. Juan del Rizzo atinadamente (Famoso por su Devoción al Divino Niño) dice que hay que “Pedir milagros, aunque no seamos santos, porque lo que obtiene milagros no es la santidad sino la fe”. Y esto es cierto, ya que el primer elemento de la oración : es la FE , y muchas veces se da, por ello entre el Pueblo de Dios se oye decir “Yo tengo mucha fe… pero Dios no me escucha” ¿Por qué si hay fe, no somos escuchados? Sencillo porque la Fe se traduce en la Obediencia (Mat 7, 21; Stg 2, 24).
La Biblia menciona que hay mínimo 21 casos donde el Señor no responde la Oración:
1) Si en nuestra oración pedimos mal o tiene motivos personales y egoístas: “Si piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo consiguen porque lo derrocharían para divertirse”. (Santiago 4,3) Muchos pedimos cosas malas: la amante o el amante “la muerte del esposo(a), el violador encontrar una víctima, el delincuente que no sea descubierto” Dios NUNCA responderá eso, porque Él da lo mejor. “Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del Cielo dará espíritu santo a los que se lo pidan” (Lucas 11, 13).
2) Porque no es el tiempo oportuno. Abraham tuvo que esperar 40 años, para recibir la promesa que Dios le había dado. Génesis 18; 14; “Pues hay para cada cosa un tiempo y un criterio” (Ecle 8,6)
3) Cuando oramos sin fe. “Pero hay que pedir con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar que están a merced del viento. Esa gente no puede esperar nada del Señor, son personas divididas y toda su existencia será inestable.” (Santiago 1, 6-8).
4) Si al pedir oramos guardando maldad en nuestros corazones: “Si hubiere visto maldad en mi corazón, el Señor no me habría escuchado”. (Salmo 66, 18).
5) Porque oramos, pero permaneciendo en el pecado: “Sino que los pecados de ustedes han cavado un abismo entre ustedes y su Dios. Sus pecados han hecho que Él vuelva su cara para no atenderlos” (Isaías 59,2); Jn 9, 31 dice: “Es sabido que Dios no escucha a los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha”.
6) La oración de los que NO obedecen o niegan la Ley de Dios: “El que se niega a escuchar la Ley, hasta su oración indispone a Dios” (Pro 28,9) “Pero ellos no quisieron que les hablara, me volvieron la espalda y se tapaban los oídos para no escucharme;” endurecieron el corazón como el diamante. Rechazaron la Ley y los mensajes que Yahvé de los Ejércitos les mandaba por medio de los antiguos profetas, a los cuales inspiraba. Yahvé se enojó mucho con esto, y se les dijo: Si ustedes no le hacen caso cuando él los llama, también ustedes gritarán sin que Él los atienda” (Zacarías 7, 11-13).
7) Si cuando oramos, servimos indignamente a Dios: “Miren, ustedes presentan sobre mi altar alimentos impuros. Ustedes seguramente replicarán: “¿En qué te hemos profanado?” Lo han hecho cuando han pensado que la mesa de Yahvé no merece respeto. Cuando ustedes traen para sacrificarla una bestia ciega, o cuando presentan una coja o enferma, ¿creen que actúan bien? Llévasela al gobernador a ver si queda contento o si te recibe bien, dice Yahvé de los ejércitos. Así es como ustedes piden a Dios sus favores. Pero, ¿creen ustedes que los atenderá?” (Malaquías 1, 7-9)
8) La Oración de los que se han apartado de Dios: “Esto dice Yahvé respecto de este pueblo: ¡Cómo les gusta correr de acá para allá, si no paran un momento! Yahvé no los quiere, pues se acuerda ahora de sus crímenes y del castigo que merecen. Y añadió Yahvé: No ruegues por la felicidad de este pueblo. Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque me presenten holocaustos y ofrendas, no los aceptaré. Al contrario, me preparo para acabar con ellos por la espada, el hambre y la peste” (Jeremías 14, 10-12) También el Señor en el Libro de los Proverbios nos dice: “¿Se van a rehusar cuando los llamo, no van a poner atención cuando les tiendo la mano?, ¿No quieren hacer caso de mis consejos y rechazan mis advertencias?. Yo también me reiré de su miseria, me burlaré cuando el miedo los domine, cuando les llegue el huracán del terror y se los lleve el torbellino de las desdichas, cuando queden bajo el peso de la miseria y de la angustia. Entonces me llamarán pero no responderé, me buscarán pero no me hallarán” (Proverbios 1,24-25.28).
9) La oración de los que hacen sus oídos sordos al clamor del pobre o del que sufre: “El que pone oídos sordos al grito del afligido, cuando llame no le responderán” (Proverbios 21, 13).
10) La oración de los que son violentos , asesinos, mentirosos y calumniadores: “Cuando rezan con las manos extendidas, aparto mis ojos para no verlos; aunque multipliquen sus plegarias, no las escucharé, porque veo la sangre en sus manos”. (Isaías 1,15) o porque “Los pecados de ustedes han cavado un abismo entre ustedes y su Dios. Sus pecados han hecho que él vuelva su cara para no atenderlos. Pues las manos de ustedes están manchadas de sangre, y sus dedos, de crímenes, sus labios pronuncian la mentira y su lengua murmura la falsedad”. (Isaías 59, 2-3)
11) Porque la persona que ora, está bajo juicio. Las personas que están bajo juicio, van de problema en problema, de dificultad en dificultad hasta que Dios les levanta el juicio, cuando tienen un arrepentimiento sincero delante de Dios; todo esto no fue castigo de Dios, sino consecuencias de su pecado. “No se engañen, nadie se burla de Dios: al final cada uno cosechará lo que ha sembrado” (Gálatas 6,7a). Las consecuencias del pecado de David, la sufrieron sus hijos, lo que les trajo muerte y violencia, por más que digamos: “Señor, escucha mi oración, atiende a mis plegarias, respóndeme, tú que eres fiel y justo. No llames a juicio a tu siervo pues no hay quien sea justo en tu presencia” (Salmo 143, 1-3) pero el Señor no la responderá.
12) Porque la persona que ora, está bajo prueba. “Busqué al Señor en el momento de la prueba, de noche sin descanso hacia él tendí mi mano y mi alma se negó a ser consolada” (Salmo 77, 2) ¿Por qué Dios nos prueba? “Se prueba la plata en el fuego, se coloca el oro en el crisol: cada uno debe probar a los que lo aman” (Proverbios 27, 21)
13) La oración de los que le rinden culto a los ídolos o a Satanás (Brujerías): “Por eso, así habla Yavé: Les voy a mandar una catástrofe de la cual nadie podrá escapar. Y aunque me pidan auxilio, no los ayudaré. ¡Que vayan, entonces, las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén a clamar a los dioses a los que quemaban incienso! Estos dioses no les darán ningún socorro cuando les pase la desgracia. ¡Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, Judá! E igual al número de las calles de Jerusalén es la cantidad de altares que ustedes han levantado para ofrecer incienso a Baal. En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, ni eleves por él súplicas ni oraciones; porque no los voy a oír cuando me llamen en el momento de la desgracia” (Jeremías 11, 11-14) “Me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre? Todavía verás abominaciones mayores que éstas.» Me condujo luego al atrio interior de la Casa de Yahveh. Y he aquí que a la entrada del santuario de Yahveh, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres que, vuelta la espalda al santuario de Yahveh y la cara a oriente, se postraban en dirección a oriente hacia el sol. Y me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre? ¿Aún no le bastan a la casa de Judá las abominaciones que cometen aquí, para que llenen también la tierra de violencia y vuelvan a irritarme? Mira cómo se llevan el ramo a la nariz. Pues yo también he de obrar con furor; no tendré una mirada de piedad, no perdonaré. Con voz fuerte gritarán a mis oídos, pero yo no les escucharé” (Ezequiel 8,15-18)
14) Las oraciones con hipocresía o sólo por cumplimiento: “Entre tanto se habían reunido miles y miles de personas, hasta el punto de que se aplastaban unos a otros. Entonces Jesús se puso a decir, especialmente para sus discípulos: “Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. Lucas 12,1.
15) Las oraciones de los Soberbios u Orgullosos: “Pero Dios tiene mejores cosas que dar. Y la Escritura añade: Dios resiste a los orgullosos, pero hace favores a los humildes”.(Santiago 4,6).
16) Las oraciones donde falta perdonar. “Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas” (Marcos 11, 25-26)
17) Las oraciones de los que no se sujetan a los presbíteros (sacerdotes): “También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Presbíteros. Traten de rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes”. (1 Pedro 5, 5)
18) Las oraciones de los que maldicen a sus padres: “¿Ha maldecido a su padre y a su madre? Su lámpara se apagará en el lugar más oscuro” (Proverbios 20,20) y “El que deja sin nada a su padre y echa a su madre es un hijo infame y desnaturalizado” (Proverbios 19, 26). ¡Y vea Marcos 7,10!
19) Cuando el marido no da honor a la mujer: “Y ustedes, maridos, sean a su vez comprensivos en la vida en común. Sabiendo que sus compañeras son seres más delicados, y que ambos comparten la gracia que lleva a la vida, eviten las amenazas. Este será un buen medio para que Dios escuche lo que ustedes le pidan” (1 Pedro 3,7).
20) Los que oran auto justificándose: “El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano, Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas. Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador”. Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido.” (Lucas 18, 11-14).
21) La oración de los que maltratan el Pueblo de Dios: “Haces que mis enemigos den la espalda, y a cuantos me odiaban aniquilo. Aunque griten, nadie los salvará, claman al Señor, pero no les responde” (Salmo 18, 40-41) “Ustedes descueran vivos a los de mi pueblo y les arrancan la carne de sus huesos. Ustedes pueden comerse la carne de mi pueblo, partir sus huesos y echarlos a la olla, pero cuando me llamen no les haré caso, sino que les ocultaré mi cara por sus malas acciones” (Miqueas 3, 2-4).
¿TE SIENTES SOLO? ¿SOLO? NUNCA
¿Te sientes solo?
¿Solo? NUNCA
Por: Redacción | Fuente: la-oracion.com
¡Me siento tan sola! ¿Cuántas veces me he aferrado a este pensamiento? ¿Cuántas veces me he auto-compadecido por no tener a alguien a mi lado?
La “soledad” en que me encuentro ha sido utilizada como justificación para mis ratos de amargura e incluso también por el enemigo como un pretexto para colocarme en situación de pecado.
No, no es fácil vivir solo, decidir solo, enfrentar todo solo. El deseo de compañía está plantado en lo más profundo del corazón.
Pero todo ese sentir puede ser erradicado con simplemente abrir los ojos y cambiar el foco para que la verdad salga a relucir.
No quiero estar solo… pero no lo estoy. ¡Nunca lo he estado!
Anhelo ser amado y… lo soy. ¡He sido amado hasta el extremo!
Cada noche, al terminar con mi última tarea del día, cuando siento deseos de platicar con alguien, ahí estás tú, mirándome de frente y dispuesto a escuchar desde el icono colgado en mi pared. (Esto dice Yahvé: en el momento preciso te escuché.. Is 49,8)
Cuando estoy triste y busco consuelo, cierro mis ojos y me imagino abrazada a tu costado o sostenida por la palma de tu mano. (…Este es mi consuelo en mi miseria: que me da vida tu promesa… Que tu amor sea mi consuelo como prometiste a tu siervo. Sal 119,50, 76)
Cuando el desánimo y el miedo inundan mi corazón, te veo siguiendo el camino de la cruz y diciéndome: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y agobiados por la carga y yo os aliviaré” (Mt 11,28)
Cuando mi corazón añora simplemente cariño, te oigo decir “¡Permanece en mi amor!” (Jn 15,9)
Todo esto es don. Es obra tuya, a través del Espíritu Santo, que en otro acto de amor supremo, quisiste dejar en mí y de tu palabra “viva y eficaz” que está siempre a mi disposición.
PAPA FRANCISO CONVOCA A UNA JORNADA DE ORACIÓN Y AYUNO POR LÍBANO
Papa Francisco convoca a una Jornada de Oración y Ayuno por Líbano
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 2 de septiembre, el Papa Francisco convocó a los creyentes de todo el mundo a una Jornada de Oración y Ayuno por el Líbano.
El Santo Padre dijo “deseo invitar a todos a vivir una Jornada universal de Oración y de Ayuno por el Líbano el próximo viernes 4 de septiembre”.
Además, el Papa anunció que ese día enviará a Beirut en su representación al Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin para “expresar mi cercanía y solidaridad”.
“Ofrezcamos nuestra oración por todo el Líbano y por Beirut. Seamos cercanos con el compromiso concreto de la caridad, como en otras ocasiones similares”, pidió el Papa.
En esta línea, el Santo Padre invitó también “a los hermanos y hermanas de otras confesiones y tradiciones religiosas a asociarse en esta iniciativa en los modos que considerarán más oportunos, pero todos juntos”.
El Pontífice pronunció estas palabras en el patio de San Dámaso del Vaticano ante aproximadamente 500 personas al lado de un sacerdote libanés, P. Georges Breidi de la Congregación de los misioneros libaneses maronitas, quien participaba en la Audiencia General y llevaba una bandera del Líbano.
“A un mes de la tragedia que golpeó la ciudad de Beirut, mi pensamiento va todavía al querido Líbano y a su población particularmente afectada. Y este sacerdote que está aquí ha traído a la audiencia la bandera del Líbano”, dijo el Papa.
El Pontífice recordó que “San Juan Pablo II dijo hace 30 años, en un momento crucial de la historia del país, que de frente a los repetidos daños que cada uno de los habitantes de esta tierra conoce nosotros tomamos conciencia del peligro que amenaza la existencia misma del país: el Líbano no puede ser abandonado en su soledad”.
En este sentido, el Papa señaló que “durante más de 100 años el Líbano ha sido un país de esperanza” y añadió que “incluso en los periodos más obscuros de su historia los libaneses han conservado su fe en Dios y han demostrado la capacidad de hacer de su tierra un lugar de tolerancia, de respeto, de convivencia, único en la región”.
Además, el Santo Padre destacó que “Líbano representa algo más que un Estado, el Líbano es un mensaje de libertad, es un ejemplo de pluralismo, tanto para el Oriente que para el Occidente” por lo que “por el bien mismo del país, pero también del mundo, no podemos permitir que este patrimonio se pierda”.
“Animo a todos los libaneses a continuar a esperar, a recuperar las fuerzas y las energías necesarias para repartir. Pido a los políticos, a los líderes religiosos, comprometerse con sinceridad y transparencia en la obra de reconstrucción dejando caer los intereses de partes y mirando al bien común y al futuro de la nación. Renuevo la invitación a la comunidad internacional a sostener el país para ayudarlo a salir de la grave crisis sin ser involucrado en las tensiones regionales”, advirtió.
En modo particular, el Papa Francisco se dirigió a los habitantes de la capital del Líbano, Beirut, para que “recuperen el coraje” y agregó que “la fe y la oración sean su fuerza, no abandonen sus casas ni su herencia, no dejen caer el sueño de quienes han creído en el futuro de un país bello y próspero”, pidió.
Además, el Santo Padre expresó a los “queridos pastores, obispos, sacerdotes, consagrados, consagradas, laicos: continúen a acompañar a los fieles” y los obispos, sacerdotes: “les pido celo apostólico, les pido pobreza, nada de lujo, pobreza con su pobre pueblo que está sufriendo, den ustedes el ejemplo de pobreza y de humildad”.
“Ayuden a sus fieles y a su pueblo a realzarse y a ser protagonistas de un nuevo renacimiento, sean todos trabajadores de concordia y renovación en el interés común, de una verdadera cultura del encuentro, del vivir juntos en la paz, de fraternidad, aquella palabra tan querida a san Francisco: fraternidad”.
De este modo, el Papa añadió que “esta concordia sea una renovación en el interés común” ya que “sobre este fundamento se podrá asegurar la continuidad de la presencia cristiana y su inestimable contribución al país, al mundo árabe y a toda la región” y agregó “en un espíritu de fraternidad entre todas las tradiciones religiosas que hay en el Líbano”.
Finalmente, el Santo Padre invitó a confiar a María, Nuestra Señora de Harissa, “nuestras angustias y esperanzas” y pidió que “Ella sostenga a quienes lloran a sus seres queridos e infunda ánimo a todos los que han perdido sus casas, y con ellas parte de su vida, que interceda ante el Señor Jesús para que la tierra de los cedros florezca y difunda el perfume del vivir juntos en toda la región del Medio Oriente” por lo que invitó a los presentes “a ponerse de pie en silencio y a rezar juntos por el Líbano”.
EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 2 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Lecturas de hoy Miercoles de la 22ª Semana del TO
Hoy, miércoles, 2 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,1-9):
Hermanos, no pude hablaros como a hombres de espíritu, sino como a gente carnal, como a niños en Cristo. Por eso os alimenté con leche, no con comida, porque no estabais para más. Por supuesto, tampoco ahora, que seguís los instintos carnales. Mientras haya entre vosotros envidias y contiendas, es que os guían los instintos carnales y que procedéis según lo humano. Cuando uno dice «yo soy de Pablo» y otro, «yo de Apolo», ¿no estáis procediendo según lo humano? En fin de cuentas, ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Ministros que os llevaron a la fe, cada uno como le encargó el Señor. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien hizo crecer; por tanto, el que planta no significa nada ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios. El que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada uno recibirá el salario según lo que haya trabajado. Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 32,12-13.14-15.20-21
R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres. R/.
Desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones. R/.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,38-44):
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.
De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.
Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.
Pero él les dijo: «También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.»
Y predicaba en las sinagogas de Judea.
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 2 de septiembre de 2020
Fernando Torres, cmf
Siempre me ha llamado la atención la actitud de la suegra de Pedro. Está en la cama con fiebres. Jesús la cura. Vale. Lo lógico habría sido montar una fiesta o descansar o irse a visitar a las amigas. Algo así. Pero lo que hace es otra cosa: se levanta y se pone a servirles, a Jesús y a los discípulos, que han llegado a su casa. La hospitalidad es lo primero. Y ella está para servir.
La suegra de Pedro es todo un modelo de vida cristiana. De los que han venido para servir y no para ser servidos. Paremos por un momento a pensar cómo nos iría en la vida si todos nos colocásemos en esa posición: en la del que sirve. Podemos imaginar la vida de en familia, la vida en las empresas, en los partidos políticos, en los grupos de amigos. ¿A que sería diferente?
Cuando era seminarista, nuestro formador nos comentaba que la vida de comunidad era como un carro que llevábamos entre todos. Era posible que en algún momento uno de los miembros de la comunidad se subiese al carro por la razón que fuese (enfermedad, debilidad, cansancio...). No importaba los demás seguirían tirando y, aunque con un poco más de dificultad, el carro seguiría adelante. Para los que tiran la dificultad va en aumento según son más los que se suben al carro y son menos los que tiran. El momento imposible es cuando todos o la mayoría deciden subirse al carro. En ese momento ya no se avanza más. Incluso se retrocede en el caso de que el carro estuviese subiendo una cuesta. Más complicado todvía es si los que tiran no están unidos y cada uno tira para un lado.
Conclusión: vivir juntos implica siempre una actitud de servicio. Y un cierto grado de consenso o unidad para tirar todos en la misma dirección. Si empezamos a hacer partidos y cada uno busca su propio interés el carro/comunidad no va para ninguna parte. Es lo que dice Pablo en la primera lectura, entre que unos eran de Pablo y otros de Apolo, el grupo de los corintios no iba para ningún lado. Que no se nos olvide que todos somos de Cristo, que todos estamos al servicio unos de otros y que los primeros de la comunidad son los más débiles. Con estos sencillos criterios, un poco de generosidad y algo de capacidad de sacrificio, seguro que nuestra comunidad termina siendo presencia del Reino para todos los que se acerquen a ella.
SANTORAL DE HOY 2 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Pedro Jacobo María Vitalis y 20 compañeros, Beatos
Mártires de Francia, 2 de septiembre
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Juan María de Lau d'Allemans y 94 compañeros, Beatos
Mártires de Francia, 2 de septiembre
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Salomón Leclerc, Santo
Religioso Lasallista y Mártir, 2 de septiembre
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Justo y Viator, Santos
Obispo y Monje, Septiembre 2
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Juan Franquesa Costa, Beato
Sacerdote y Mártir, 2 de septiembre
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Gonzalo (Fortunato) Barrón Nanclares, Beato
Sacerdote y Mártir 2 de septiembre
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Antonio Franco, Beato
Sacerdote, 2 de septiembre
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Ingrid Elofsdotte de Skanninge, Beata
Religiosa, Septiembre 2
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Antolin de Pamiers, Santo
Mártir, 2 de septiembre
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Teodora de Alejandría, Santa
Penitente, 2 de septiembre
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