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viernes, 19 de junio de 2020
ORACIONES DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Oración al Sagrado Corazón de Jesús en la dificultad.
Sagrado Corazón de Jesús, ante tu corazón traspasado yo acudo con toda mi fe para rogarte por el consuelo que necesita mi alma en este momento. En esta difícil situación que enfrento no me abandones, oh amado Jesús. En este tiempo de crisis, angustia y dificultad que vivo, permanece a mi lado y dame fuerzas para avanzar.
Abre puertas en dónde no puedo ver salida, construye caminos en donde yo veo gigantescos muros. Que tus brazos poderosos se abran y derramen esas bendiciones que necesito para que me des la tranquilidad que tanto deseo.
- Mencione aquí su petición -
Refúgiame en el fuego ardiente de tu Sagrado Corazón y líbrame de las dificultades que me atormentan. Socórreme, extiende tu mano, ponme en el cruce de tus brazos, recostado sobre tu pecho santo, escuchando los dulces latidos de tu corazón.
Ven a mí dulce Señor, recibe esta humilde súplica. No dejes de luchar por mí, sé que me amas, que soy una perla preciosa ante tus ojos y no dejarás que nada malo me pase.
Sagrado Corazón de Jesús, sé mi protección y amparo. Sé mi luz y mi fuerza, Sé mi refugio y mi resguardo seguro.Amén.
Repite esta oración por 9 días consecutivos, junto con la oración de la confianza que a continuación puedes rezar.
Oración de confianza al Corazón de Jesús.
Esta oración de Confianza en el Sagrado Corazón de Jesús, fue escrita por Santa Margarita Alacoque, una humilde monja francesa que recibió revelaciones y numerosas visiones de Jesús en las que la instaba a difundir la devoción a su Sagrado Corazón. En una de sus visiones, Santa Margarita, vio al Sagrado Corazón de Jesús ardiendo en llamas, rodeado de espinas, coronado por la Cruz, tal como lo vemos en las imágenes que actualmente tenemos en nuestros hogares.
Esta oración de confianza en nuestro Señor es un consuelo poderoso para aquellos que atraviesan dificultades, pues va directamente a su Sagrado Corazón. Recemos ahora...
Jesús, creo en tu amor personal por alguien tan pecador e inútil como yo.
Después de cada una de las siguientes frases, repita lo siguiente:
"Corazón de Jesús, pongo mi confianza en ti"
Creo que tu amor por mí es de toda la eternidad y que es tan tierno como el amor de una madre.
Creo que has planeado con amor y sabiduría todo lo que me sucederá.
Nunca buscaré el placer prohibido por Ti y nunca perderé el ánimo en mis esfuerzos por ser bueno.
Aceptaré las cruces de la vida como acepto sus alegrías, con un corazón agradecido, y siempre rezaré, "Que se haga tu santa voluntad en todas las cosas".
HOY VIERNES 19 DE JUNIO LA IGLESIA CELEBRA LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Hoy la Iglesia celebra al Sagrado Corazón de Jesús
Redacción ACI Prensa
La Iglesia universal celebra hoy la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, a pedido explícito del mismo Cristo a Santa Margarita María de Alacoque.
San Juan Pablo II decía que “esta fiesta recuerda el misterio del Amor que Dios alberga por los hombres de todos los tiempos”.
“Te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”, expresó el Señor a Santa Margarita en junio de 1675.
“También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute”, añadió.
Más adelante Santa Margarita con el jesuita San Claudio de la Colombiere, su director espiritual, propagarían los mensajes del Sagrado Corazón de Jesús.
Posteriormente, el Beato Pío IX en 1856 extendió oficialmente la Fiesta del Sacratísimo Corazón de Jesús a toda la Iglesia. En 1899, el Papa León XIII publicó la encíclica “Annum Sacrum” sobre la consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús, que se realizó ese mismo año.
Asimismo Pío XI en 1928 escribió la “Miserentissimus Redemptor”, encíclica que trata de la reparación que todos debemos al Sagrado Corazón. Mientras que el Papa Pío XII en 1956 publicó la encíclica “Haurietis Aquas” en referencia al culto al Sagrado Corazón.
San Juan Pablo II en su pontificado estableció que en la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se realice la Jornada Mundial de Oración por la santificación de los sacerdotes.
Muchos grupos, movimientos, órdenes y congregaciones religiosas, desde antiguo, se han puesto bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús. En Roma se encuentra la Basílica del “Sacro Cuore” (Sagrado Corazón) construida por San Juan Bosco por encargo del Papa León XIII y con donaciones de fieles y devotos de varios países.
NARDO Y MEDITACIÓN DÍA 19 - SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Nardo del 19 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón Misericordioso!
Meditación: El viento arrecia, parece que la tierra se pone desierta, todo se oscurece...se va la Luz del mundo, y te escucho decir: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen..." y de repente se oye un grito desgarrador: "Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu". Mi Dulce Jesús ha muerto, mi Dios ha muerto...lo hemos matado. De nuestro corazón aún hoy lo arrancamos, la tierra tiembla...por eso nuevamente están aquí las tinieblas. Tu Cuerpo Santo cuelga inerte, pero a pesar del temor, un soldado con la lanza abre Tu Costado, y brotan de Él Tu última gota de Sangre, y Agua. La Sangre de la Redención, el Agua del Perdón. Así la Luz de Tu Misericordia nos baña en los sublimes Sacramentos que dejaste en Tu Iglesia Santa. Señor, mi Jesús amado, mi Redentor, me atrevo a pedirte a Vos que me liberes hoy y me enseñes a pedir perdón, para mi sanación, bañándome con los Rayos de Tu Misericordioso Corazón. Que goce así de la Nueva Jerusalén que algún día veré.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla: Recemos la coronilla a La Divina Misericordia dada por el mismo Jesús a Sor Faustina Kowalska.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
19.-SED HUMILDES DE CORAZÓN
Cuando el Corazón de Jesús quiso enseñarnos algo de sí mismo, lo dijo con una sola frase: "Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón". Debe tener, pues, un gran valor esta humildad si Jesús la estimó de tal manera hasta anteponerla a todas las demás virtudes. Él recomienda la castidad, la caridad, la obediencia, pero ninguna de estas virtudes da el privilegio que da a la humildad con estas palabras: "Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón".
Los santos comprendieron bien esta sublime doctrina y no buscaron la santidad sino por medio de la humildad, persuadidos de que la humildad es el fundamento de todas las virtudes, el principio de toda gloria. La misma Virgen confiesa haber recibido insignes favores del Señor porque Él vio " la humildad de su esclava".
¿CÓMO ES EL CORAZÓN DE JESÚS?
¿Cómo es el corazón de Jesús?
Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. (Mateo 11, 29)
Por: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant | Fuente: Catholic.net
La Fiesta de “El Sagrado Corazón de Jesús”, no invita a mirar a Cristo y a aprender de su ejemplo; “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mateo 11, 29), Nuestro amor cristiano puede ser de diversas maneras, pero cuanto más nos acerquemos al de Cristo, será mas transparente y cristalino. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. (Mateo 5,8)
El Corazón, símbolo y parábola de nuestra Personalidad
Lucas escribe en su Evangelio: “María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón” (Lucas 2,19), también refiriéndose a María dice que: conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. (Lucas 2, 51). En muchos versículos Lucas se refiere a los sentimientos que tenían los hombres como sentimientos que nacían y se cuidaban en el corazón, es así como también escribe: “porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. (Lucas 12). Todos estos versículos, nos ayudan de buena manera a comprender de algún modo la interioridad de María y de Jesús, junto con la de los protagonistas de los relatos evangélicos, como por ejemplo en este relato; “Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, y les dijo: El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor. (Lucas 9,47).
En otras palabras, podemos afirmar, que tanto en las Sagradas Escrituras como en los escritos de la vida cotidiana, todo aquel que desee describir como son los sentimientos de alguien determinado, se refiere al corazón, por lo que este órgano humano es todo un símbolo y parábola de nuestra personalidad y allí se atesoran las cosas buenas; “porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Lucas 12,34), después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia. (Lucas 8,15) o allí se manifiestan nuestros miedo; ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? (Lucas 24,38)
El Corazón de los hombres
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, (Lucas 6,45) El corazón representa algo muy importante en el ser humano, podríamos incluso decir que el corazón personifica en su integridad al hombre, y es porque es el centro único y excepcional de la persona humana, un hombre sin corazón, es un ser sin vida de amor, no tiene con que amar y no puede cumplir lo que Jesús nos ha pedido: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” (Lucas 10,27), por tanto el corazón es el centro de nuestro ser, la fuente de nuestro temperamento, allí se anida la virtud de la mansedumbre, de la humildad y es el sitio preferido de la misteriosa acción de Dios.
Y por cierto, al Señor le gusta el hombre de corazón puro, porque es un corazón que sabe amar: “Amaos intensamente unos a otros con corazón puro” (1 Pedro 1,2), y no solo le encanta, sino que a los puros de corazón les bendice; Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. (Mateo 5,8). No obstante, sabemos también que hay dureza en el corazón y en el puede existir el bien y el mal, es así como los hay traicioneros; Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, (Juan 13,2), “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas”(Marcos 7,21), pero a pesar de estos corazones enrarecidos, Jesús tiene confianza en que los hombres pueden transformarse en hombre de buen corazón y les pone como ejemplo el corazón suyo: “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. (Mateo 11,29)
El Corazón de Jesús
Al cristiano, le enternece hablar desde el corazón, del Corazón de Jesús. En efecto, a todos nos conmueve y nos emociona profundamente, porque sabemos que esta figura nos habla de un amor dotado de hermosura, porque no nos cabe ninguna duda que el Corazón de Jesús, es para nosotros el mas bello emblema del amor. Su corazón fue colmado de amor total al Padre y a los hombres. Es tan importante en todos nosotros, que para aprender a amar a los demás de gran forma, tratamos de de comprender algo del amor de Cristo Jesús a todos los hombres.
Los Evangelios, nos hablan del corazón de Jesús, mostrándonos un corazón humano y al mismo tiempo con el misterio de un amor humano-divino. El corazón humano de Cristo está unido a su divinidad, es así como podemos decir que el amor de Dios se ha encarnado en el amor humano de Cristo y el nos pide; “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” (Lucas 10,27),porque el es “El Señor, nuestro Dios, es el único Señor” (Marcos 12,29), y cuando el “escriba” le dijo a Jesús, “El es único y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazón, (Marcos 12, 32), le dijo que; “No estás lejos del Reino de Dios”. (Marcos 12, 34)
Con todo, Jesús, tuvo también un corazón muy humano y sensible, como lo demuestra en el relato de la resurrección de Lázaro; “Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente…..y Jesús se echó a llorar. (Juan 11, 33-35). Luego de que Jesús entregó su espíritu en la cruz, el Corazón de Jesús se detuvo y cesó de latir, y luego al resucitar, “no ha cesado nunca, ni cesará ya jamás de palpitar con un apacible e imperturbable latido”. (HA 28). Como lo demuestra Juan, quien sintió su latidos al reposar sobre el pecho (el Corazón) de Jesús, cuando escribe el amoroso dialogo de amor entre Pedro y su Maestro; “dice Jesús a Simón Pedro: Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?” (Juan 21,15)
El Corazón de Dios, amor hacia los hombres
El amor de Dios hacia el hombre existe desde siempre y para toda la eternidad; “De lejos el Señor se me apareció y me dijo; Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti”. (Jeremías 31, 2). Es así, como San Juan Evangelista que conoció a Jesús íntimamente descansando sobre el pecho (corazón) de Jesús, tanto que fue el discípulo amado, exclama; “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.” (Juan 3, 16-17), es decir, un amor extremo, que llevo a su propio Hijo a la Cruz por amor a los hombres, revelado el mismo Jesús; “Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos” (Juan 15, 12-13).
Esto nos revela el gran corazón de Dios; “mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Romanos 5,8) así como también Jesús nos muestra su gran corazón, su sufrimiento y muerte en cruz son una muestra de su amor por nosotros, como lo declara San Pablo; “y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2,20)
Las fuentes de la fiesta del sagrado corazón de Jesús
Una vez concluida la fiesta de Pentecostés la Iglesia durante un día viernes, después de la fiesta de Corpus, celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Esta es un fiesta relativamente nueva, no obstante la idea de celebrar tiene muchos años, y la fuente esta en las misma Sagradas Escrituras. Dios nos amado siempre, “Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados”. (1 Juan 4, 8-10). Por eso, lo que celebramos en esta fiesta, es el amor de Dios revelado en Cristo Jesús y manifestado sobre todo en su pasión. El símbolo de ese amor es el corazón de Cristo herido por los pecados de los hombres.
Es así entonces, que la devoción al Sagrado Corazón es devoción a Cristo mismo, y hacia El se dirige nuestra oración: "Venid, adoremos al corazón de Jesús, herido por nuestro amor".
Una monja, Margarita María Alacoque, de la orden de la Visitación, en Francia, fue quien impulsó la idea que se concretaría en una nueva fiesta en el calendario litúrgico. Los antecedentes son que entre 1673 y 1675 tuvo santa Margarita María, en su convento de Paray-le-Monial, una sucesión de visiones en las que Jesucristo le habló pidiéndole que se ocupase por la institución de una fiesta del Sagrado Corazón, que debería celebrarse el viernes después de la octava del Corpus Christi. Luego en 1856, el papa Pío IX la hizo extensiva a toda la Iglesia.
TRES ARMAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS PARA LA LUCHA ESPIRITUAL
Tres armas del Sagrado Corazón de Jesús para la lucha espiritual
Redacción ACI Prensa
La vidente del Sagrado Corazón de Jesús, Santa Margarita María de Alacoque, recibió del Señor “tres armas” para la lucha espiritual en este mundo.
Estas armas espirituales permitieron que ella fuera creciendo en santidad y que poco a poco Jesucristo le revelara algunos deseos de su corazón.
En sus escritos, ella dejaría como legado el siguiente mensaje: “Solo el corazón humilde puede entrar en el Sagrado Corazón de Jesús, conversar con Él, amarle y ser amado de Él”.
Aquí presentamos las tres armas espirituales:
1.- Intenciones rectas para rechazar la tibieza y cobardía
Santa Margarita confesó que nada le era más doloroso que ver a Jesús incómodo por alguna falta que ella había cometido.
Cierto día Jesús le dijo: “Sabed que soy un Maestro santo y enseño la santidad. Soy puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en mi presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura”.
“Pues no puedo sufrir el menor desvío, y te daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a ser tu Maestro para enseñarte y formarte en mi manera y según mis designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus infidelidades”.
2.- Obediencia para rechazar la acción del demonio
Jesús reprendía severamente a Santa Margarita por sus faltas a la obediencia a sus superiores o a su regla.
Una vez, al corregirla le dijo: “Yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría más verla gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia".
En otra ocasión, Cristo le reveló la acción del demonio con los indisciplinados. “Oye hija mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás está rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno sobre los obedientes".
3.- Aferrarse al amor y a la cruz de Cristo
Un día la santa vio una gran cruz cubierta de flores y Jesucristo le manifestó que “poco a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de mi amor para soportar el sufrimiento”.
Más adelante, la santa llegaría a decirle: “Nada quiero sino tu Amor y tu Cruz, y esto me basta para ser Buena Religiosa, que es lo que deseo”.
7 DATOS SOBRE LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
7 datos sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Redacción ACI Prensa
Desde los primeros tiempos y en la actualidad, el Sagrado Corazón de Jesús es venerado y honrado por los fieles.
Especialmente en junio, millones de católicos se acercan con especial cariño al Sagrado Corazón de Jesús. A continuación presentamos siete datos sobre esta popular devoción.
1. Su día coincide con la Jornada Mundial de Oración por la Santificación por los Sacerdotes
San Juan Pablo II, que tenía gran cariño por el Sagrado Corazón de Jesús, ordenó que el día de su fiesta se realice la Jornada Mundial de Oración por la Santificación por los Sacerdotes. También declaró la fiesta del Inmaculado Corazón de María como obligatoria para toda la Iglesia.
2. La fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra al día siguiente
El Papa Pío XII estableció en 1944 que la fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebre al día siguiente de la del Sagrado Corazón de Jesús, ya que ambos corazones son inseparables.
3. Varias encíclicas hablan del Corazón de Jesús
En 1856, a partir de la extensión oficial para toda la Iglesia de la fiesta del Sagrado Corazón, se escribieron las siguientes encíclicas sobre esta devoción: “Annum Sacrum” con León XIII, “Miserentissimus Redemptor” de Pío XI y “Haurietis Aquas” por Pío XII.
4. Su himno más antiguo se llama “Summi Regis Cor Aveto”
“Summi Regis Cor Aveto” es el himno clásico al Sagrado Corazón de Jesús, que expresa un saludo solemne al corazón del rey altísimo, tomando un sentido bíblico profundo. Se considera obra de San Herman Joseph, un místico proveniente de Colonia, Alemania.
5. Santa Margarita María de Alacoque recibió revelaciones sobre esta devoción
A los cuatro años Santa Margarita rezó inspirada al Señor, diciendo: “Oh Dios Mío, os consagro mi pureza y hago voto de perpetua castidad”. A los 14 meses de profesa, con 26 años, recibió un mensaje de Jesús mientras rezaba ante el Santísimo Sacramento.
“Te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”, fue el mensaje.
6. Otros santos también tuvieron visiones del Sagrado Corazón
Otros santos que han tenido visiones sobre el Corazón de Jesús son: Santa Lutgarda, Santa Matilde, Santa Angela de Foligno, Santa Juliana de Norwich, Santa Verónica Giuliani.
7. Es una tradición muy antigua
La tradición apostólica del Corazón de Cristo proviene desde los primeros tiempos. San Agustín, Padre y Doctor de la Iglesia, un día escribió que San Juan, que reclinó la cabeza sobre el pecho de Cristo en la última cena, bebió de los “secretos sublimes de las profundidades más íntimas del Corazón de Nuestro Señor”.
EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 19 DE JUNIO DE 2020 - SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Undécima Semana del Tiempo Ordinario
Viernes 19 de junio de 2020
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
“ Hemos conocido el amor que Dios nos tiene ”
Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio 7, 6-11
Moisés habló al pueblo diciendo:
«Tú eres un pueblo santo para el Señor, tu Dios; el Señor, tu Dios, te eligió para que seas, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad.
Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió, no fue por ser vosotros más numerosos que los demás, pues sois el pueblo más pequeño, sino que, por puro amor a vosotros y por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó el Señor de Egipto con mano fuerte y os rescató de la casa de esclavitud, del poder del faraón, rey de Egipto.
Reconoce, pues, que el Señor, tu Dios, es Dios; él es el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman y observan sus preceptos, por mil generaciones.
Pero castiga en su propia persona a quien lo odia, acabando con él. No se hace esperar; a quien lo odia, lo castiga en su propia persona.
Observa, pues, el precepto, los mandatos y decretos que te mando hoy que cumplas».
Salmo
Sal 102 R/.
La misericordia del Señor dura siempre, para aquellos que lo temen
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
el rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R/.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-16
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios Y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.
Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros:
en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
Reflexión del Evangelio de hoy
Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él
De muchas maneras podemos denominar a nuestro Dios: El Todopoderoso, el Altísimo, el Creador del universo… pero la descripción más certera nos la da san Juan: “Dios es amor”. Y esa es también la mejor manera para saber quién es Jesús, el que es Hijo de Dios, el que es igual al Padre y, por lo tanto, también es amor. Dios Padre y Jesús no saben más que amar. La mejor manera de demostrarnos lo mucho que Dios Padre nos quiere es “que mandó al mundo a su Hijo único”. El que también, después de su muerte y resurrección, nos envió al Espíritu Santo. Somos morada de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo habitan en nosotros. Dios ha llenado nuestro corazón de su presencia y de su amor.
Jesús es para nosotros el más cercano de los tres, puesto que se ha hecho uno igual a nosotros, ha vivido como hombre, ha amado como hombre, ha sufrido como hombre, nos ha hablado como hombre… vivió su estancia terrena como uno de nosotros y pensando en nosotros gastó y desgastó su vida para indicarnos el camino del sentido, de la esperanza, de la felicidad tan deseada.
La lección que nos quiere dar Jesús en esta fiesta de su Sagrado Corazón es clara: Tenéis que amar a los demás como yo os he amado. Que vuestro corazón, al que he inundado de mi amor, no haga más que amar. Que todo lo que hagáis en la vida nazca del amor.”Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él”.
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)