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miércoles, 29 de enero de 2020

OTRA PÁGINA EN TU VIDA


Otra página en tu vida 


Tu has escrito ya muchas páginas 
en el libro de tu vida; 
unas son tristes y otras alegres; 
unas limpias y claras, 
otras borrosas y oscuras. 

Pero aún queda una página en blanco, 
la que vas a escribir este día. 
Te falta por llenar la página de hoy, 
piensa y quiere que esta sea 
la página más bella y la más sincera. 

Cada mañana al despertar, 
recuerda que aún has de llenar 
la mejor de tus páginas, 
la que dirá lo mejor 
que estás escribiendo con tu propia vida. 

Piensa que siempre te falta por escribir 
la página más bella.

VIVE CON SABIDURÍA



Vive con sabiduría


Vivir es vibrar a cada instante ante la emoción de percibir las maravillas de la creación que nos rodea. Vivir es entender que cada minuto que transcurre no volverá. Es atraparlo intensamente, porque forma parte del tiempo, que sabemos ha quedado en el ayer. Vivir es saber dar lo mejor de nosotros, llevando a su máxima expresión nuestra capacidad de ser.

La vida es una oportunidad: aprovéchala. La vida es belleza: admírala. La vida es un sueño: hazlo realidad. La vida es un reto: afróntalo. La vida es un deber: cúmplelo. La vida es un juego: juégalo. La vida es preciosa: cuídala. La vida es riqueza: consérvala. La vida es amor: gózala. La vida es un misterio: descúbrelo. La vida es tristeza: supérala. La vida es un himno: acéptalo. La vida es una tragedia: domínala. La vida es una aventura: vívela. La vida es felicidad: merécela. La vida es la vida: defiéndela (Madre Teresa de Calcuta).

Vivir es gozar los momentos bellos, y desafiarse a sí mismo ante las adversidades. Vivir es contemplar la alegría de un niño, escuchar al adolescente y aceptar sus inquietudes sin protestar, acompañar con gratitud al anciano en su soledad. Vivir es aprender más cada día, es evolucionar para hacer de ti un ser mejor que ayer.  Vive con sabiduría.


* Enviado por el P. Natalio

ORACIÓN A SAN JOSÉ


Oración a San José 


Bienaventurado San José,
acudimos en nuestra tribulación;
y, después de invocar
el auxilio de vuestra Santísima Esposa,
solicitamos también
confiadamente vuestro patrocinio.

Por aquella caridad que
con la Inmaculada Virgen María,
Madre de Dios, os tuvo unido,
y por el paterno amor
con que abrazasteis al Niño Jesús,
humildemente os suplicamos
volváis benigno los ojos
a la herencia que
con su Sangre adquirió Jesucristo,
y con vuestro poder
y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo
Custodio de la Sagrada Familia,
la escogida descendencia de Jesucristo;
apartad de nosotros
toda mancha de error y corrupción;
asistidnos propicio, desde el Cielo,
fortísimo libertador nuestro
en esta lucha
con el poder de las tinieblas;
y, como en otro tiempo
librásteis al Niño Jesús
del inminente peligro de su vida,
así, ahora, defended
la Iglesia Santa de Dios
de las asechanzas de sus enemigos
y de toda adversidad,
y a cada uno de nosotros
protegednos con perpetuo patrocinio,
para que, a ejemplo vuestro
y sostenidos por vuestro auxilio,
podamos santamente vivir
y piadosamente morir
y alcanzar en el Cielo
la eterna felicidad.

 Amén



CATÓLICOS EN LA PARROQUIA DE KOBE BRYANT REZAN POR ÉL Y SU HIJA


Católicos en la parroquia de Kobe Bryant rezan por él y su hija
Redacción ACI Prensa
Noticias por email
 Crédito: Keith Allison (CC BY-SA 2.0)




Algunas horas antes de su muerte ocurrida el domingo, la superestrella del básquet, Kobe Bryant, asistió a Misa en la parroquia Our Lady Queen of Angels (Nuestra Señora Reina de los Ángeles) en Newport Beach, en California. Los fieles que asisten a esa iglesia rezan ahora por su alma y la de su hija Gianna.

Según informa NBC 4 Los Ángeles, el lunes 27 de enero se ofreció una Misa por el alma de Bryant, Gianna y las demás víctimas del accidente de helicóptero del 26 de enero.

Los fieles también se han reunido para rezar el Rosario por todos los fallecidos en el trágico accidente.

Henry Russell, una ministra extraordinaria de la Eucaristía, recordó que darle la Comunión a Kobe era siempre algo un poco complicado.

“Cuando le daba la Comunión tenía que estirar mi brazo y empinarme para poder llegar hasta él. Eran gente muy sencilla, ¿sabe?”, dijo Russell a NBC.

Kobe Bryant tenía 41 años y era padre de cuatro hijos, una de las cuales era Gianna, de 13 años, que jugaba básquet como su padre y tenía la intención de jugar en la University of Connecticut. Ambos fallecieron el domingo en un helicóptero cuando se dirigían a un torneo juvenil.

Tras el anuncio de su muerte, más de uno compartió la experiencia de haberlo visto con su familia asistiendo a Misa en distintas partes de California, donde Kobe jugaba para Los Angeles Lakers; y en distintos lugares de Estados Unidos.

La cantante Cristina Ballestero publicó en su cuenta de Instagram un relato sobre la vez que vio a Kobe Bryant en Misa en la Holy Family Cathedral en Orange County. “Cuando hacíamos la fila para la comunión (Bryant) esperó a que yo pase. Si creces en la Iglesia Católica, sabes que esta es una forma que asumen los hombres para mostrar respeto hacia las mujeres. Él me dijo también que tengo una bella voz”, contó Ballestero.

“Su rasgo más inspirador fue su decisión de volverse a Dios y recibir su misericordia para ser un mejor hombre luego de una decisión equivocada”, agregó.





Kobe Bryant asistió a Misa y recibió la Eucaristía horas antes de morir
Redacción ACI Prensa




Horas antes de su muerte la superestrella del baloncesto, Kobe Bryant, asistió a Misa y recibió la Eucaristía, así lo reveló el P. David Barnes, director del Catholic Newman Center (Centro Católico Newman) de la Universidad de Boston, Estados Unidos.  

El jugador retirado de la NBA, Kobe Bryant y su hija, Gianna, murieron en un accidente de helicóptero el domingo 26 de enero por la mañana cuando se dirigían a un torneo juvenil. En total hubo siete víctimas mortales.

Según el P. Barnes, Bryant asistió a la parroquia Our Lady Queen of Angels Catholic Church (Iglesia Católica Nuestra Señora Reina de los Ángeles), en Newport Beach, unas horas antes de su muerte. El P. Jeremy Daniel Paulin, párroco de St. Mary’s en la ciudad de Alton, Illinois, compartió la publicación completa del P. Barnes.


“Triste por la muerte de Kobe, Un amigo me envió un mensaje de texto hoy para decirme que su amigo, que asiste a la misma iglesia católica que Kobe, lo vio esta mañana en la Misa. No puede haber nada más consolador para aquellos que lloran que saber que un ser querido adoraba a Dios justo antes de su muerte, porque adorar a Dios es lo que es el cielo”, fueron las palabras del P. Barnes según la publicación en Facebook del sacerdote en Illinois.

El P. Paulin añadió: “Gracias, P. David Barnes, por compartir esto. Que Kobe, su hija y todos los que murieron en el accidente descansen en la paz de Dios”.

La portavoz de la Iglesia Católica Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Julie Hermes, también confirmó que “la leyenda del baloncesto se retiró [de la Misa] por la parte posterior... y se fue temprano para evitar molestar a los otros feligreses”.

“Asistió a la Misa de las 7:00 a.m. antes de ir al aeropuerto John Wayne del Condado de Orange. Me imagino que fue directo al aeropuerto, porque la Misa era de 7 a 8 de la mañana. Fue muy discreto. Él entraba y se quedaba atrás, y su familia también, y luego solía irse un poco antes del final de la celebración”, dijo Hermes . 

“Era muy querido en la iglesia y muy devoto, muy dedicado a su fe”, añadió.

La Misa a la que asistió Bryant fue presidida por el P. Anthony Vu, un vicario parroquial de origen vietnamita .

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 29 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Miércoles de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 29 de enero de 2020



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (7,4-17):

En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta hoy, no he habitado en una casa, sino que he viajado de acá para allá en una tienda que me servía de santuario. Y, en todo el tiempo que viajé de acá para allá con los israelitas, ¿encargué acaso a algún juez de Israel, a los que mandé pastorear a mi pueblo Israel, que me construyese una casa de cedro?" Pues bien, di esto a mi siervo David: "Así dice el Señor de los ejércitos: Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo; si se tuerce, lo corregiré con varas y golpes como suelen los hombres, pero no le retiraré mi lealtad como se la retiré a Saúl, al que aparté de mi presencia. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."»
Natán comunicó a David toda la visión y todas estas palabras.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 88,4-5.27-28.29-30

R/. Le mantendré eternamente mi favor

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.» R/.

«Él me invocará: "Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora";
y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra.» R/.

«Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable;
le daré una prosperidad perpetua
y un trono duradero como el cielo.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,1-20):

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla.
Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»
Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
Él les dijo: «A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que, por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen."»
Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 
29 de enero de 2020
Severiano Blanco, cmf



Queridos hermanos:

Como en días anteriores, el libro de Samuel nos ofrece cristología davídica. Jesús, el definitivo heredero de David, o David en su plenitud, será el auténtico hijo de Yahvé y el que reúna en torno a sí a muchos hermanos, los hijos en el Hijo. Ese conjunto de los hermanos será el auténtico templo de Dios, el ámbito donde se experimente su presencia. La tarea histórica de Jesús fue la de “reunir a los hijos de Dios dispersos” (Jn 11,52).

Jesús comienza por convocar un grupo de seguidores y seguidoras que quiere esperanzados, llenos de ilusión, acogedores de los pequeños signos del Reino que despunta. La parábola del sembrador impertérrito perteneces a las denominadas de contraste: a una serie de fracasos parciales (siembras malogradas) sigue una cosecha muy superior a lo que se esperaría.

Sin duda, alguna vez los discípulos trataron a Jesús de ingenuo: estaba viendo cuántas miserias y envidias se daban entre ellos y seguía convencido de que, a pesar de todo, los valores del Reino de Dios se implantarían y de que ellos mismos serían luz del mundo y sal de la tierra. Con las parábolas de contraste (la insignificancia de la levadura, del grano de mostaza…) intentaba despertar en ellos altura de miras.

En el conjunto de la narración encontramos sin embargo algo aparentemente escandaloso: al parecer, Jesús hablaría en parábolas ininteligibles para cortar a algunos el acceso a la salvación. Nada más lejos de su intención; las parábolas son el lenguaje más sencillo y pedagógico, “según podía entenderle” (Mc 4,33). Quizá la traducción que tenemos no es la mejor; quizá debiera decir: “así se cumple la Escritura (que dice): ven pero no entienden, salvo que se conviertan y se les conceda el perdón”.

Probablemente el dicho “problemático” originariamente no se refiere solo a las parábolas, sino a toda la acción y predicación de Jesús: a quienes la contemplan solo a distancia, en actitud escéptica, situándose deliberadamente fuera (¿con aire de superioridad?), “todo les resulta un enigma” (mejor que “todo se les da en parábolas”). Jesús lamenta las reservas de los sabios frente a él, la posición de los que solo optan por la crítica o por un descomprometido “ya iremos viendo”. Él desea corazones sencillos, abiertos a su novedad; y, una vez renovados, tendrán que estar vigilantes: que ni las zarzas, ni los cardos, ni la sequedad del terreno (y todo esto recibe nombres muy concretos: los afanes cotidianos, amor al dinero, cobardía ante rechazos) ahoguen la semilla, que está llamada a crecer lozana y frondosa en sus corazonwes.

Vuestro hermano

Severiano Blanco cmf