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sábado, 3 de agosto de 2019

PELEA DE HERMANITOS

Pelea de hermanitos



Mañana recordaremos al patrono de los curas párrocos, san Juan Vianney. Un hombre humilde que a duras penas pasó los exámenes antes de ser ordenado sacerdote. Durante décadas multitudes acudían a venerarlo como a una reliquia. Eran personas de toda clase y condición que deseaban confesarse con el carismático Cura de Ars.

Juan Vianney poseía un Rosario que apreciaba mucho. A su hermanita, a quien superaba en dieciocho meses, le agradó también y quiso apoderarse de él. Hubo una escena violenta entre los hermanitos: gritos, pataleo y un amago de combate... El niñito corrió hacia su madre, entristecido. «Hijo mío, dale tu Rosario, le dijo con voz dulce, pero firme; sí dáselo por amor de Dios». Y al instante el niño le alargó sollozando el Rosario. Notable sacrificio de un niñito de cuatro años. Para consolarlo la madre le dio una pequeña imagen de madera de la Virgen María. Quedó muy contento. «Cuánto amaba yo aquella imagen, nos dirá pasados setenta años. No podía separarme de ella ni de día ni de noche. La Santísima Virgen es mi mayor afecto; la amaba aun antes de conocerla». 

Un día de 1829, después de la oración de la tarde, el Cura de Ars acababa de subir a su habitación. De repente, un recio puñetazo conmueve la puerta del patio. Después de dos o tres sacudidas a cuál más violenta, el Cura se decide a bajar y abrir. Un carretero le está aguardando. Ha dejado los animales delante de la iglesia. “Venga, le dice, es un asunto delicado; quiero confesarme y enseguida”. Mañana haz una oración por tu párroco en su día.



* Enviado por el P. Natalio

COMENTARIO DEL EVANGELIO DEL DOMINGO 4 DE AGOSTO DE 2019

CONTRA LA INSENSATEZ


Cada vez conocemos mejor la situación social y económica que Jesús conoció en la Galilea de los años treinta. Mientras en las ciudades de Séforis y Tiberíades crecía la riqueza, en las aldeas aumentaba el hambre y la miseria. Mientras los campesinos se quedaban sin tierras, los terratenientes construían silos y graneros cada vez más grandes.

En un pequeño relato, conservado por Lucas, Jesús revela qué piensa de aquella situación tan contraria al proyecto querido por Dios, de un mundo más humano para todos. No narra esta parábola solo para denunciar los abusos y atropellos que cometen los terratenientes, sino para desenmascarar la insensatez en que viven instalados.

Un rico terrateniente se ve sorprendido por una gran cosecha. No sabe cómo gestionar tanta abundancia. «¿Qué haré?». Su monólogo nos descubre la lógica insensata de los poderosos que solo viven para acaparar riqueza y bienestar, excluyendo de su horizonte a los necesitados.

El rico de la parábola planifica su vida y toma decisiones. Destruirá los viejos graneros y construirá otros más grandes. Almacenará allí toda su cosecha. Puede acumular bienes para muchos años. En adelante, solo vivirá para disfrutar: «túmbate, come, bebe y date buena vida». De forma inesperada, Dios interrumpe sus proyectos: «Insensato, esta misma noche, te van a exigir tu vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?».

Este rico reduce su existencia a disfrutar de la abundancia de sus bienes. En el centro de su vida está solo él y su bienestar. Dios está ausente. Los jornaleros que trabajan sus tierras no existen. Las familias de las aldeas que luchan contra el hambre no cuentan. El juicio de Dios es rotundo: esta vida solo es necedad e insensatez.

En estos momentos, prácticamente en todo el mundo está aumentando de manera alarmante la desigualdad. Este es el hecho más sombrío e inhumano: «los ricos, sobre todo los más ricos, se van haciendo mucho más ricos, mientras los pobres, sobre todo los más pobres, se van haciendo mucho más pobres» (Zygmunt Bauman).

Este hecho no es algo normal. Es, sencillamente, la última consecuencia de la insensatez más grave que estamos cometiendo los humanos: sustituir la cooperación amistosa, la solidaridad y la búsqueda del bien común de toda la Humanidad por la competición, la rivalidad y el acaparamiento de bienes en manos de los más poderosos del Planeta.

Desde la Iglesia de Jesús, presente en toda la Tierra, se debería escuchar el clamor de sus seguidores contra tanta insensatez, y la reacción contra el modelo que guía hoy la historia humana. Así lo está haciendo repetidamente el papa Francisco.


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (12,13-21)

LECTURAS BÍBLICAS DEL DOMINGO 4 DE AGOSTO DE 2019


Lecturas de hoy Domingo 18º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
Hoy, domingo, 4 de agosto de 2019


Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiastés (1,2;2,21-23):

¡Vanidad de vanidades!, —dice Qohélet—. ¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!
Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave dolencia.
Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol?
De día su tarea es sufrir y penar; de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 89

R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

V/. Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R/.

V/. Si tú los retiras
son como un sueño,
como hierba que se renueva
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.

V/. Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.

V/. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses
 (3,1-5.9-11):

Hermanos:
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

EN aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro, dije a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo:
«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo:
“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
Pero Dios le dijo:
“Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.
Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios».

Palabra del Señor

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SÁBADO 3 DE AGOSTO DE 2019


Lecturas del Sábado de la 17ª semana del Tiempo Ordinario
 Sábado, 3 de agosto de 2019



Primera lectura
Lectura del libro del Levítico (25,1.8-17):

El Señor habló a Moisés en el monte Sinaí: «Haz el cómputo de siete semanas de años, siete por siete, o sea cuarenta y nueve años. A toque de trompeta darás un bando por todo el país, el día diez del séptimo mes. El día de la expiación haréis resonar la trompera por todo vuestro país. Santificaréis el año cincuenta y promulgaréis la manumisión en el país para todos sus moradores. Celebraréis jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y retornará a su familia. El año cincuenta es para vosotros jubilar; no sembraréis ni segaréis el grano de ricio ni cortaréis las uvas de cepas bordes. Porque es jubileo; lo considerarás sagrado. Comeréis de la cosecha de vuestros campos. En este año jubilar cada uno recobrará su propiedad. Cuando realices operaciones de compra y venta con alguien de tu pueblo, no lo perjudiques. Lo que compres a uno de tu pueblo se tasará según el número de años transcurridos desde el jubileo. Él a su vez te lo cobrará según el número de cosechas anuales: cuantos más años falten, más alto será el precio; cuantos menos, menor será el precio. Porque él te cobra según el número de cosechas. Nadie perjudicará a uno de su pueblo. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 66

R/. oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben

el Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia, 
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,1-12):

En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús, y dijo a sus cortesanos: «Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas».
Es que Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Filipo, porque Juan le decía que no le estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque quería quitarle la vida, tenía miedo a la gente, porque creían que Juan era un profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. 
Ella, aconsejada por su madre, le dijo: «Dame, ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó degollar a Juan en la cárcel. Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.
Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio del sábado, 3 de agosto de 2019
 CR
Queridos amigos:

En la historia de la Iglesia hay varias parejas de esposos canonizadas o beatificadas: aparte de san Joaquín y santa Ana, podemos señalar a san Isidro Labrador y santa María de la Cabeza, o los esposos Martin, padres de Teresa del Niño Jesús, o el matrimonio italiano Luigi y Maria Beltrame. Ellos, y tantos más, han sido recíprocamente signo y estímulo para vivir el evangelio, mediación del amor de Dios.

Pero en la historia se han dado también influencias en sentido contrario. No es el caso de Herodías el primero que narra la Escritura sobre el influjo negativo de la mujer del rey sobre la decisión del monarca. Baste evocar la historia de Ajab y Jezabel a propósito de la viña de Nabot. Jezabel urde una red de complicidades (ancianos, notables y un par de canallas) y provoca la ejecución de Nabot. Ajab, libre ya de todo escrúpulo, podrá por fin apoderarse de la viña.

También hallamos un poderoso influjo en el terreno de la amistad: mencionemos, por solo citar historias luminosas, la de Francisco y Clara de Asís o la de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Apuntamos una algo más reciente: la Madre Magdalena de Jesús Sacramentado, pasionista, ejerció una influencia muy positiva sobre el P. Juan Arintero, dominico y director espiritual suyo; en cierto modo podemos decir que la dirigida se volvió directora, punto en que se manifiesta un rasgo admirable del “genio femenino”.

Hay otro aspecto en la historia de hoy: Herodías influye en la decisión de Herodes por tercero interpuesto: su propia hija. La madre ha sabido aguardar el momento y, entre bastidores, mueve los hilos de un drama que se consuma en la muerte del Bautista. El evangelista denuncia la red de complicidades que se dan en esta muerte y anticipa la que se tejerá en torno a la muerte de Jesús. La cuestión que se plantea es esta: ¿en qué sentido encauzas tu ascendiente sobre otras personas?, ¿en qué sentido ejerces tu influencia sobre los más cercanos a ti?

EL PAPA FRANCISCO A LOS JÓVENES: EL SMARTPHONE MÁS NUEVO NO LES DARÁ LA ALEGRÍA DE AMAR Y SER AMADOS


El Papa a jóvenes: El smartphone más nuevo no les dará la alegría de amar y ser amados
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Daniel Ibáñez / ACI.




Al recibir esta mañana en el aula Pablo VI del Vaticano a los jóvenes scouts participantes del encuentro internacional “Euromoot”, el Papa Francisco les alentó a entregarse a los demás y no quedarse en las posesiones materiales, pues ni “el último teléfono inteligente” ni “el auto más rápido” serán capaces de brindarles “la alegría de sentirte amado y también la alegría de amar”.

En el encuentro participaron jóvenes de entre 16 y 21 años de 20 países. El Euromoot se realizó a través de Italia del 27 de julio al 3 de agosto.

El Santo Padre les señaló a los jóvenes que “la libertad se conquista en el camino, no se compra en el supermercado”, y les precisó que “la libertad no viene de estar encerrado en una habitación con un teléfono móvil o de drogarse para escapar de la realidad. No, la libertad viene en el camino, paso a paso, junto con otros, nunca solo”.

“En su viaje ha tenido cinco etapas, cinco encuentros con grandes santos que han viajado por toda Europa en diferentes épocas: Pablo de Tarso, Benito de Nursia, Cirilo y Metodio, Francisco de Asís, Catalina de Siena. Estas personas, estos santos, ¿qué tenían en común? No esperaron algo de la vida o de los demás, sino que confiaron en Dios y arriesgaron, se pusieron en juego, en camino para realizar sueños tan grandes que después de siglos también nos han hecho bien a nosotros, a ustedes, a todos”.

El Papa Francisco les dejó luego “cinco palabras”. “Han tenido cinco encuentros, me gustaría dejarles cinco palabras. No mías, sino del Evangelio que les acompañó en el viaje y que les invito a que siempre les acompañe, como su navegador -el Evangelio es el verdadero navegador para el camino de la vida-, y a abrirlo todos los días, porque el Evangelio es el mapa de la vida”.

“Aquí están las cinco palabras de Jesús, son cinco palabras, fáciles de recordar: ‘Da y se te dará’”

Para el Santo Padre, estas cinco palabras son “un programa de vida. Palabras simples que marcan un rumbo claro. Da y se te dará”.

El Papa lamentó que en la actualidad “inmediatamente pensamos en tener. Muchos viven con el único propósito de poseer lo que les gusta. Pero nunca están satisfechos, porque cuando tienes una cosa quieres otra y luego otra y así sucesivamente, sin fin”.

“No hay saciedad de tener. Tener más provoca más hambre, más deseo de tener, sin encontrar aquello que haga bien al corazón”.

“El corazón no entrena con tener, sino con el dar. El tener engrosa el corazón, lo hace pesado, lo hace mundano. Dar lo hace ligero”, aseguró.

El Papa Francisco animó a los jóvenes scouts a que “por favor, no dejen la vida en la mesita de noche, no se conformen con mirarla en la televisión, no crean que la próxima aplicación para descargar será la que los haga felices”.

“Dios los acompaña en este viaje y Los anima a dar lo mejor de ustedes”, señaló, para luego prevenirles del peligro de “la alienación”.

“Pierdes tu originalidad y te convertirás en una fotocopia. Pero Dios creó a cada uno original, con nombre propio. No hagamos de nuestra originalidad, como dijo aquel joven de 16 años Carlo Acutis, una fotocopia”.

“Cuántos jóvenes hoy, es triste, son una fotocopia, han perdido su originalidad y copian la identidad de cualquier otra originalidad”, lamentó.

El Santo Padre animó a los jóvenes a dar confiando en Jesús. “Confía en Jesús. Después de decir que des, agrega: y se te dará. Dios es Padre y te dará más de lo que imaginas. Dios no te deja con las manos vacías”.

“Cuando parece quitarte algo, es solo para hacer espacio y darte más y mejor, para que progreses en el camino. Te libera de las falsas promesas de consumo para liberarte por dentro. Jesús te hace feliz por dentro, no por fuera. ¡Jesús no te hace el maquillaje, no: te hace la realidad por dentro, te hace bello desde dentro, te hace bella desde dentro! No desde afuera”.

Dios, insistió, “te da lo que nada puede darte. Porque el último teléfono inteligente, el auto más rápido o el vestido de moda, además de nunca ser suficiente, nunca te darán la alegría de sentirte amado y también la alegría de amar. Esta es la verdadera alegría: sentirse amado y amar”.