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lunes, 13 de mayo de 2019

PAPA FRANCISCO: NO ENSUCIÉIS LA EUCARISTÍA CON INTERESES MEZQUINOS


El Papa a los nuevos sacerdotes: “No ensuciéis la Eucaristía con intereses mezquinos”
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco pidió a los 19 nuevos sacerdotes a los que ordenó este domingo 12 de mayo en la Basílica de San Pedro del Vaticano que no ensucien la Eucaristía con “intereses mezquinos”.

“Por favor, no la ensuciéis con intereses mezquinos”. “El Señor ha querido salvarte gratuitamente. Él mismo os ha dicho: ‘Dad gratis aquello que gratis habéis recibido’. La celebración de la Eucaristía es el sumun de la gratuidad del Señor”, señaló.

Los nuevos sacerdotes ordenados este IV Domingo de Pascua, día en que se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, son: 1 de Seminario Romano, 8 del seminario Redemptoris Mater, 8 de los Hijos de la Cruz, 1 de la Diócesis de Hinche y 1 de los Discípulos de Cristo.

El Santo Padre recordó a los nuevos presbíteros que al ejercer el Ministerio de la Sacra Doctrina “seréis partícipes de la Misión de Cristo, único Maestro”. En este sentido, subrayó que el orden sacerdotal “no es una asociación cultural, no es un sindicato. No. Hoy seréis partícipes del Ministerio de Cristo”.


“Dispensad a todos aquella Palabra de Dios que vosotros mismos habéis recibido con alegría, y para eso leed y meditad asiduamente la Palabra del Señor, para creer aquello que habéis leído, enseñar aquello que habéis aprendido en la fe, vivir según aquello que habéis enseñado. Nunca se puede hacer una homilía, una meditación sin oración con la Biblia en la mano”.  

El Papa también les pidió que “sea también vuestra doctrina alimento para el pueblo de Dios. Cuando viene del corazón, cuando nace de la oración, es muy fecunda. Sea alegría y sostengo de los fieles de Cristo, perfume de vuestra vida, hombres de oración, hombres de sacrificio. Porque con la Palabra y el ejemplo edificáis la casa de Dios, que es la Iglesia”.

De ese modo, “continuaréis la obra santificadora de Cristo. Mediante vuestro Ministerio el sacrificio espiritual de los fieles se vuelve perfecto”.

“Estad atentos en la celebración de la Eucaristía”, recomendó Francisco. “Reconoced siempre aquello que hacéis, imitad aquello que celebráis, porque participando en el misterio de la muerte y resurrección del Señor lleváis la muerte de Cristo sobre vuestros hombros y camináis con Él en unidad de vida”.

“Con el Bautismo agregaréis nuevos fieles al pueblo de Dios. Con el sacramento de la penitencia, perdonaréis los pecados en nombre de Dios, de Cristo, de la Iglesia. Y por favor, aquí os pido que no os canséis de ser misericordiosos, como el Padre, como Jesús ha sido misericordiosos con nosotros. Con el santo óleo daréis alivio a los enfermos. Perded el tiempo en visitar a los enfermos”.


El Papa continuó: “Conscientes de ser santos elegidos entre los hombres y constituidos en su favor para atender a las cosas de Dios, ejercitad con alegría y caridad, con sinceridad la obra sacerdotal de Cristo. Tratad únicamente de agradar a Dios, y no a vosotros mismos. La alegría sacerdotal sólo se encuentra sobre este camino, tratando de agradar a Dios, que te ha elegido”.

“En fin, participando en la Misión de Cristo, cabeza y pastor, en comunión filial con vuestro Obispo, comprometidos en unir a los fieles en una única familia. Esta cercanía propia del sacerdote: cercano a Dios en la oración; cercano al Obispo, que es vuestro padre; cercano al presbiterio, a los otros sacerdotes, como hermanos; y cercano al pueblo de Dios”.

El Papa finalizó su homilía pidiendo a los nuevos sacerdotes que tengan “siempre delante de los ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino para servir y para salvar aquello que se había perdido”.

HOY 13 DE MAYO CELEBRAMOS A LA VIRGEN DE FÁTIMA


Hoy celebramos a la Virgen de Fátima
Redacción ACI Prensa





Cada 13 de mayo se celebra en todo el mundo la Fiesta de la Virgen de Fátima, en memoria de su primera aparición en las colinas de Cova de Iría (Portugal) en 1917.

Este año el Papa Francisco viajó a Fátima por los 100 años de las apariciones y la canonización de los pastorcitos Francisco y Jacinta Marto.

“No tengáis miedo. No os hago daño”, dijo la Virgen María el día de la primera aparición a Lucía, Jacinta y Francisco, los niños pastores que contemplaban a una señora vestida de blanco, más brillante que el sol.



Después de decirles, entre otras cosas, que era del cielo y de pedirles que volvieran a ese lugar seis meses seguidos el día 13 a la misma hora, la Madre de Dios les preguntó:

“¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?"


Los pequeños le respondieron que sí querían. A lo que la Virgen les advirtió que tendrían que sufrir mucho, pero que la gracia de Dios los fortalecería.

La Señora abrió sus manos y les comunicó una luz que los invadió. Cayeron de rodillas y repitieron humildemente: “Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento”.

La Virgen de Fátima finalmente les dijo: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. Luego se elevó.

Los siguientes meses los niños acudieron las veces que la Virgen los llamaba, pero tuvieron que pasar por burlas, calumnias, amenazas y la cárcel por la incomprensión de la gente. Poco después Francisco y Jacinta fallecieron con dolorosas enfermedades.

Con el tiempo la Iglesia reconoció las apariciones milagrosas y la devoción a la Virgen de Fátima se expandió por todo el mundo.

San Juan Pablo II consagró Rusia al Inmaculado Corazón de María, tal como había sido el pedido de la Madre de Dios y beatificó a los videntes Jacinto y Francisca en el 2000 con la presencia de Sor Lucía, quien falleció en el 2005.

Oraciones que la Virgen de Fátima enseñó a los niños

Sor Lucía cuenta en la “cuarta memoria” que la Virgen, en la aparición del 13 de julio de 1917, les recomendó:


“Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.

Luego María insistió:

“Cuando recéis el rosario decid, al final de cada misterio: Oh Jesús mío, perdonadnos, libradnos del fuego del infierno, llevad al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia”.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 13 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 13



La imagen de María se nos sugiere siempre con los ojos entrecerrados y las manos recogidas en el pecho, guardando la intimidad que con Dios tiene en su Inmaculado Corazón. Pero también podemos pensar en María elevando sus ojos al cielo, como desprendiéndose de la tierra y aspirando a las cosas de las celestiales alturas.

Esa es la doble dimensión o vertiente que debe regir toda nuestra vida: la intimidad personal por la que gozamos de la presencia del Dios Uno y Trino en lo más recóndito de nuestro espíritu y la elevación sobre la oquedad de la tierra, anhelando siempre el azul de los cielos, la morada de Dios, el reino de María Inmaculada.
Madre, que nos diste al Esperado de los tiempos, guíanos en la búsqueda de un nuevo amanecer para la tierra.


* P. Alfonso Milagro