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miércoles, 3 de octubre de 2018

EL PADRENUESTRO DE DIOS


El Padrenuestro de Dios



Por devoción a Cristo, que nos enseñó el Padrenuestro, éste ha de ser tu oración preferida entre todas las oraciones. Es bueno profundizarla, recitarla con frecuencia, venerarla. Pero mejor que recitarla, es recrearla y meditarla. Es la oración de los discípulos de Jesús. En el Catecismo de la Iglesia Católica se le dedica un amplio espacio para explicarla con detención.

Hijo mío que estás en la tierra, preocupado, solitario, tentado. Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio como santificándolo, porque te amo. No, no estás sólo, sino, habitado por mí, y juntos construimos este reino del que tú vas a ser el heredero. Me gusta que hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que tú seas feliz. Ya que la gloria de Dios es el hombre viviente. Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy, no te preocupes, sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos. Sabes que te perdono todas tus ofensas antes incluso de que las cometas. Por eso te pido que hagas lo mismo con los que a ti te ofenden. Para que nunca caigas en la tentación, tómate fuerte de mi mano y yo te libraré del mal, pobre y querido hijo mío (José Luis Martín Descalzo).

Acabas de leer una recreación del Padrenuestro desde el punto de vista de Dios. Visión refrescante que da nueva luz a esta oración tan antigua y repetida. Algo más: las dos partes del Padrenuestro animan a prestar atención en primer lugar a los problemas de Dios, y luego a los nuestros. Te invito a rezar el Padrenuestro en clave de acción de gracias.



* Enviado por el P. Natalio

EL POZO DE AGUA


El pozo de agua



Conocerme a mí mismo es llave de sabiduría, porque desde mi realidad personal puedo crecer y superarme. Epítecto, filósofo griego, escribió: “La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos, la cosa más fácil, hablar mal de los demás”. Conocerte es encontrarte con tus límites y fragilidades, y también con tus logros y fortalezas. Ten un tiempo para evaluarte serenamente.

Un hombre se acercó a un monje y le preguntó: —¿Qué es lo que aprendes en tu vida de silencio? El monje estaba sacando agua de un pozo y dijo al visitante: —Mira allá abajo, en el fondo del pozo. ¿Qué ves? El hombre miró no vio nada. —No veo nada, dijo. Después de un tiempo en que el monje estuvo absolutamente quieto, el monje dijo de nuevo al visitante: —Mira ahora. ¿Qué ves en el pozo? El hombre obedeció y respondió: —Ahora me veo a mí mismo: el agua es mi espejo. El monje le dijo: —Ves, cuando sumerjo el cubo, el agua se agita; ahora, en cambio, el agua está tranquila. Esta es la experiencia del silencio: el hombre se ve a sí mismo.

Conocer tus fortalezas y debilidades, está en la base de tu crecimiento armónico como persona. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu vida. Para eso busca un tiempo de silencio y reflexión.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 Octubre


Jesucristo dice que el Reino de Dios es para todos, también para aquellos a quienes se los considera pecadores. Todos pueden salvarse con tal de que no pongan resistencia al llamamiento de Dios. Es él quien los busca él quien los ayuda con su gracia, él quien los lleva en su corazón.

Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim 2,4). Esto debe producir en ti sentimientos de profunda confianza en la bondad de Dios, que por todos los medios busca tu salvación.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2 Octubre


María Santísima confesaba de sí misma que Dios había realizado en ella maravillas (cf Lc 1,49) y por eso alababa al Señor; tú tienes que reconocer con humildad, pero con verdad, que Dios también en ti ha realizó las obras de su poder y de su misericordia, y por ello tú, como la gente del Evangelio yc omo la Virgen de Nazaret, has de "glorificar", es decir, dar gracias al Señor y alabar su bondad para contigo.


P. Alfonso Milagro

CONDICIONES PARA SEGUIR A JESÚS


Condiciones para seguir a Jesús
Cristo no encuentra generosidad de parte de aquellos a quienes Él llama


Por: P. Aurelio Dávila | Fuente: Catholic.net 




Jesús al estar entre tanta gente pasa a la otra orilla del lago, no para apartarse, sino para estar también con los del otro lado, para que todos le puedan escuchar, pues cuando Jesús habla, su corazón arde con el deseo de glorificar a su Padre, arde por mostrar el amor que Dios nos tiene. Un amor que no es masificado, sino personal, un amor que se dirige a cada uno por nuestro nombre y apellido.

Apenas llega Jesús a la otra orilla, e inmediatamente un escriba le dice: "Te seguiré adondequiera que vayas", y Jesús le da esa respuesta que nadie se esperaba, seguramente que el escriba quedó helado ante esta respuesta, pues ya no supo ni que decir.

¿Cómo Jesús siendo Dios no tiene dónde reclinar la cabeza? Jesús es quien invita, "Llama" pero no encuentra generosidad de parte de aquellos a quienes Él llama. Muchas veces encuentra temor, egoísmo, búsqueda de propias realizaciones y proyectos... por eso no tiene dónde reclinar la cabeza. Pero Él también ha dicho: "No tengáis miedo, yo he vencido al mundo"

Jesús sigue caminando, dirige su mirada a un discípulo, y todavía no le lanza la pregunta, es más ni le dice nada, el discípulo se adelanta diciéndole "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre", hasta parecería un poco fuera de contexto. Sin embargo Jesús, con esa mirada serena, llena de paz, le mira a los ojos, le pone su mano en el hombro y le dice: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".

Señor si tu tienes palabras de vida eterna ¿Porqué me hago sordo a tu voz?. Jesús nos llama a todos, Él nos pide algo a cada uno. Hay a quienes llama a un mayor amor y comprensión en el matrimonio, en el noviazgo, a otros a un mayor compromiso concreto para ser mejores cristianos, vivir la caridad en la familia como expresión de Su amor, o una mayor entrega de nuestra vida, quizá me pide seguirle más de cerca en la vida religiosa o consagrada.

En fin, Dios nos esta llamando y Él Espíritu Santo inspira a cada uno.

COMIENZA EN ROMA EL SÍNODO DE LOS OBISPOS CON UNA MISA PRESIDIDA POR EL PAPA FRANCISCO


Comienza en Roma el Sínodo de los Obispos con una Misa presidida por el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



Después de meses de preparativos, comenzó en Roma este miércoles 3 de octubre la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos centrada en los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.

En una plaza de San Pedro llena de fieles, frente a la Basílica vaticana, y en un día especialmente luminoso, el Papa Francisco presidió la Misa de apertura del Sínodo, Misa de gran solemnidad que se desarrolló en gran parte en latín.

En su homilía, el Santo Padre animó a los Padres Sinodales en los trabajos que comenzarán esta misma tarde, y les aseguró que “la Iglesia los mira con confianza y amor”.

El Papa pidió a los Padres Sinodales “trabajar para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos”.

“Nuestros jóvenes, fruto de muchas de las decisiones que se han tomado en el pasado, nos invitan a asumir junto a ellos el presente con mayor compromiso y luchar contra todas las formas que obstaculizan sus vidas para que se desarrollen con dignidad”.


Aseguró que los jóvenes “nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que no los dejemos solos en manos de tantos mercaderes de muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión”.

Toda la homilía del Papa se articuló en torno a la importancia de que los Padres Sinodales se dejen guiar por el Espíritu Santo para el éxito del Sínodo.

El Papa invocó al Espíritu Santo para que “nos dé la gracia de ser Padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión”.

“Que nos dé la gracia de ser memoria operante, viva, eficaz, que de generación en generación no se deja asfixiar ni aplastar por los profetas de calamidades y desventuras ni por nuestros propios límites, errores y pecados, sino que es capaz de encontrar espacios para encender el corazón y discernir los caminos del Espíritu”.

Recordó que “nuestros jóvenes serán capaces de profecía y de visión en la medida que nosotros, ya mayores o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir esos sueños y esperanzas que anidan en el corazón”.

Pidió también permanecer durante todo el Sínodo en “escucha los unos de los otros para discernir juntos lo que el Señor le está pidiendo a su Iglesia. Y esto nos exige estar alertas y velar para que no domine la lógica de autopreservación y auto-referencialidad que termina convirtiendo en importante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante”.

El Pontífice insistió en la importancia de la escucha para el éxito de los trabajos sinodales, una escucha “sincera, orante y con el menor número de prejuicios y presupuestos” que permita “entrar en comunión con las diferentes situaciones que vive el Pueblo de Dios”.

“Escuchar a Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en Él la voluntad a la que Dios nos llama”, insistió.


El Papa finalizó repitiendo las palabras del Papa Pablo VI en el mensaje a los jóvenes del 8 de diciembre de 1965 con motivo de la clausura del Concilio Vaticano II, en el que exhortaba a “ensanchar” los corazones “a las dimensiones del mundo, “a escuchar la llamada de vuestros hermanos y a poner ardorosamente a su servicio vuestras energías”. “Luchad contra todo egoísmo. Negaos a dar libre curso a los instintos de violencia y de odio, que engendran las guerras y su cortejo de males”, concluyó.

Comienzo de los trabajos sinodales

Los trabajos sinodales comenzarán este mismo miércoles 3 de octubre por la tarde con el discurso apertura que pronunciará el Papa Francisco.

Se trata del tercer Sínodo convocado durante el presente Pontificado. El primero fue la III Asamblea General Extraordinaria y el segundo la XIV Asamblea General Ordinaria sobre el tema de la familia.

Los trabajos del Sínodo abierto hoy se desarrollarán en tres unidades de trabajo bajo los epígrafes de “Reconocer: la Iglesia en escucha de la realidad”, “Interpretar: fe y discernimiento vocacional”, “Elegir: caminos de conversión pastoral y misionera”.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 3 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 26ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 3 de octubre de 2018


Primera lectura
Lectura del libro de Job (9,1-12.14-16):

Respondió Job a sus amigos: «Sé muy bien que es así: que el hombre no es justo frente a Dios. Si Dios se digna pleitear con él, él no podrá rebatirle de mil razones una. ¿Quién, fuerte o sabio, le resiste y queda ileso? Él desplaza las montañas sin que se advierta y las vuelca con su cólera; estremece la tierra en sus cimientos, y sus columnas retiemblan; manda al sol que no brille y guarda bajo sello las estrellas; él solo despliega los cielos y camina sobre la espalda del mar; creó la Osa y Orión, las Pléyades y las Cámaras del Sur; hace prodigios insondables, maravillas sin cuento. Si cruza junto a mí, no puedo verlo, pasa rozándome, y no lo siento; si coge una presa, ¿quién se la quitará?; ¿quién le reclamará: "Qué estás haciendo"? Cuánto menos podré yo replicarle o escoger argumentos contra él. Aunque tuviera razón, no recibiría respuesta, tendría que suplicar a mi adversario; aunque lo citara y me respondiera, no creo que me hiciera caso.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 87

R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor

Llegue hasta ti mi súplica, Señor.
Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias? R/. 

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,
o tu justicia en el país del olvido? R/. 

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro? R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,57-62):

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.» 
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» 
A otro le dijo: «Sígueme.» 
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.» 
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.» 
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.» 
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 3 de octubre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Hay muchas personas que todos los años se embarcan a hacer el Camino de Santiago, y tienen la oportunidad de experimentar lo que es salir al camino sin estar seguro de cuál es la meta. Ni siquiera tienen la seguridad de dónde estaba la meta. Cada mañana toman la mochila y el bordón de peregrino y se ponen en camino. Siempre hacia el oeste. 

Estar con Jesús era algo parecido al camino de Santiago. Con la diferencia de que no era para un mes sino para toda la vida. Con Jesús se sabía de dónde se salía pero no a dónde se llegaba. Los discípulos habían dejado atrás sus casas, sus trabajos, sus redes. Con Jesús no tenían nada más que sus propias fuerzas y el polvo del camino. Jesús iba por delante. Todo era posible. Porque Jesús era absolutamente sorprendente. Sus caminos siempre parecen nuevos. 

En el Evangelio de hoy, como en el caso de los peregrinos, no es Jesús el que invita a seguirle. Son algunos de los que están con él los que parece que se quieren comprometer a seguir a Jesús, a estar siempre con él. Da la impresión de que se habían encontrado con él, que le habían acompañado unos días. Y que de esa experiencia había brotado el deseo de quedarse en la compañía de Jesús. 

Pero no saben donde se han metido. Jesús les pide una entrega y una radicalizad total. Hay que dejarlo todo y encontrarse con nada. Si el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza tampoco los que están con él. Jesús va camino de Jerusalén y allí las expectativas no son buenas. Esos nubarrones terribles también están sobre la cabeza de los que acompañan a Jesús. 

Hoy sucede algo parecido. Seguir a Jesús es comprometerse con la justicia, acercar el amor de Dios a los más pobres y marginados, renunciar a la violencia en todas sus formas y abrir caminos a una fraternidad en la que toda la humanidad está invitada a participar sin excepciones ni exclusiones. En ese camino no hay vuelta atrás. Y no hay otro camino para encontrar la vida de verdad.