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viernes, 20 de julio de 2018

CARTA ANSIOSAMENTE ESPERADA


Carta ansiosamente esperada



Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna oración que te transporte a un clima de devoción y acogida cordial del don de Dios.

Aguardas la llegada del cartero para leer la carta impacientemente esperada… Y esa carta vigente, que Jesucristo mismo te ha dejado escrita y que te envía cada día desde el cielo, esa carta que se llama Evangelio, apenas si la esperas y apenas si la has sacado del sobre. En las enseñanzas de Jesús encontrarás respuestas para todos los problemas espirituales, bálsamo para todas las heridas y medicina para todos los pecados. El Evangelio es la boca de Jesucristo de la que salen las palabras que necesitas en cada momento de tu vida (Alfonso Milagro).

La actitud de humilde escucha de la Palabra es decisiva para leer con provecho, pero es un don que debes pedir al Señor con la confianza de un hijo. Y el libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, te ofrecerá normas simples de vida inocente y te descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea tu alimento cotidiano.



* Enviado por el P. Natalio

LA ARAÑA Y EL ESCORPIÓN


La araña y el escorpión




Ser optimista es cultivar una visión serena de la vida que nos hace descubrir lo que hay de bueno, alegre y gratificante en medio de espinas, carencias y calamidades. No pierdas el sentido de la proporción y más bien destaca lo luminoso, porque son muchos los especializados en detectar lo sombrío, difícil y pesado de nuestro diario caminar.

Una mujer tenía en su casa algunas arañas que desde luego, no eran de su gusto, pues encontraba sus telas en las paredes y techos, pero las artesanas no aparecían por ninguna parte. Esta ama de casa maldecía constantemente a las tejedoras por afear la limpieza de su hogar, y verse obligada a quitar estas colgaduras de todas las habitaciones. Un día, observó en el cuarto de su hija pequeña un incidente que le heló la sangre. Sobre la cuna de su bebé encontró un gran escorpión atrapado y muerto en una telaraña.

Busca siempre la faz alentadora de todos los obstáculos y reveses que te presente la vida. No olvides que puedes desarrollar la escondida sabiduría de convertir un menos en más, un fracaso en victoria y una cruz en resurrección y vida. Que pases un día muy apacible. Hasta mañana.



* Enviado por el P. Natalio

ES NECESARIO EL SACRIFICIO?


¿Es necesario el sacrificio?
Los cristianos le damos un sentido distinto al sacrificio: se hace por amor tal como lo hizo Cristo


Por: Ana Laura Royo | Fuente: Catholic.net 




Las personas más admiradas en la sociedad de hoy son los que saben esforzarse. ¡Cuánto sacrificio se necesita para ganar la medalla de oro en las Olimpiadas! ¡Cuánto sacrificio se invierte en llegar a ser médico, ingeniero o arquitecto de calidad! ¡Cuán admirables son las madres de familia que se sacrifican para que sus hijos tengan un hogar sano, culto y lleno de oportunidades! El sacrificio, en cualquier esfera de la vida, es un valor humano.

Pero estos "sacrificios" exteriores, llamados así por el esfuerzo que conllevan, para ser auténticos deben ser expresión del sacrificio espiritual. Los profetas de la Antigua Alianza denunciaron con frecuencia los sacrificios hechos sin participación interior o sin amor al prójimo. Jesús recuerda las palabras del profeta Oseas: "Misericordia quiero, que no sacrificio". El único sacrificio perfecto es el que ofreció Cristo en la cruz en ofrenda total al amor del Padre y por nuestra salvación (cf Hb 9,13-14). Uniéndonos al de Cristo, podemos hacer de nuestra vida un sacrificio para Dios. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2100)

Para el cristiano, el sacrificio se abre a otra dimensión más profunda. Es un acto de la virtud de la religión: "Adorarás al Señor, tu Dios, y le darás culto". Es la forma más importante del culto externo y público; la manera más solemne y excelente con que puede honrarse a Dios. Los principales actos de esta virtud son adoración, oración, sacrificio, oblación, votos; los pecados contra ella son descuido de la oración, blasfemia, tentar a Dios, sacrilegio, perjurio, simonía, idolatría y superstición.

El Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2099)) nos dice que es justo ofrecer a Dios sacrificios en señal de adoración y de gratitud, de súplica y de comunión: "Toda acción realizada para unirse a Dios en la santa comunión y poder ser bienaventurado es un verdadero sacrificio". (San Agustín, civ. 10,6)

Pueden realizarse con distintos fines: por simple adoración a Dios (latréutico); para pedirle beneficios (impetratorio); en reparación por los pecados (satisfactorio); en acción de gracias por los beneficios recibidos (eucarístico).

Pueden ser con efusión de sangre, como los del Antiguo Testamento y el del Calvario (cruento); sin derramamiento de sangre, como la Misa (incruento).

De acuerdo con Santo Tomás, la ley natural nos dicta que el ser inferior se someta al superior honrándolo a su modo, expresándolo con signos sensibles, lo que se confirma por la práctica universal, ya que en todas las religiones hay ritos sacrificiales. Esto exige que el hombre ofrezca a Dios algunas cosas exteriores, como producto de nuestro reconocimiento, no sólo de u majestad soberana, sino también de nuestra absoluta dependencia de Él.

En la Nueva Ley, el único sacrificio verdadero y legítimo es la santa Misa, que perpetúa a través de los siglos el sacrificio del Calvario. En el sentido estricto, es una verdad de fe, expresamente definida por el Concilio de Trento. Los sacrificios del Antiguo Testamento son actualmente ilícitos, por ser meras figuras y símbolos del sacrificio del Calvario, ya que inhabilitan la fe en Cristo, como si el sacrificio redentor no se hubiese verificado aún.


Necesidad del sacrificio

Siendo el sacrificio de la Santa Misa el único verdadero y legítimo e infinitamente superior a los del Antiguo Testamento, los cristianos debemos adorar y dar culto a Dios en ella, ya que el oferente es el mismo Cristo, Hijo de Dios, y la ofrenda, su Cuerpo y su Sangre, y abarca en grado eminente los cuatro fines del sacrificio en general: adoración, de petición, en reparación por los pecados y en acción de gracias por los beneficios recibidos.

La Santa Misa es un sacrificio infinitamente eficaz, por ser el mismo Cristo quien ofrece su Cuerpo y su Sangre, además de ser perfecto y estable, porque no prefigura, anuncia o prepara ningún otro sacrificio, sino que fue prefigurado por todos los de la Antigua Ley, que, por lo mismo, han perdido ya su razón de ser y deben cesar en lo absoluto.

Los cristianos reconocemos que Jesucristo eligió para sí mismo el camino del sacrificio por amor, y como el camino de salvación para los hombres. El sacrificio es la entrega o donación de algo, por amor, en honor de Dios. Aceptando con gozo el sufrimiento, el cristiano sigue el camino de Jesús. El sacrificio cristiano es una imitación por el amor, porque el que ama quiere ser como el amado.


Algunas formas de sacrificio y donación cristianos son:

a. La celebración de la Eucaristía, el sacrificio por excelencia.

b. Las ofrendas u oblaciones: como el diezmo, las limosnas, etc.

c. Las obras de caridad y misericordia: como el apostolado y las misiones.

d. La penitencia: como el ayuno y la abstinencia y la mortificación de las pasiones y los sentidos.


e. La oración

El amor es la condición para seguir a Cristo, el sacrificio es lo que verifica la autenticidad del amor. ¡Y bien vale la pena amarle a Él que tanto nos amó!

Dios no necesita nuestro culto, ni interior ni exterior, nuestro homenaje no añade nada a Su gloria. No es esto por lo que, estrictamente hablando, debamos rendirle tributo y ofrecer sacrificios en su honor, sino porque Él lo merece infinitamente y porque es de inestimable valor para nosotros mismos.

DRAMÁTICO LLAMADO DE SACERDOTE EN NICARAGUA, NO NOS DEJEN MORIR...


Dramático llamado de sacerdote en Nicaragua: “No nos dejen morir"
Redacción ACI Prensa
Foto: Pixabay.



El sacerdote nicaragüense Augusto Gutierrez  hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga para evitar las masacres que están teniendo lugar y que han dejado más de 300 fallecidos en tres meses de revueltas y, entre lágrimas, pidió: “No nos dejen morir”.

El sacerdote Augusto Gutiérrez, párroco en el barrio de Monimbó, al sur de Masaya (Nicaragua) concedió una entrevista en la cadena COPE. Por las presiones del gobierno el sacerdote está escondido ya que ha recibido numerosas amenazas.

“Nos han amenazado de muerte porque nos dicen que somos cabecillas de esta situación, pero hemos dado la cara porque es injusto lo que el gobierno [de Daniel Ortega] está haciendo. Esto es un genocidio, porque no tiene otro nombre”, asegura el P. Augusto.


Entre lágrimas el sacerdote hace un llamamiento:  “No nos dejen morir. Por favor, intervengan, hagan algo”.  

El pasado martes 17 de julio fue atacado el barrio indígena de Monimbó en Nicaragua por paramilitares afines al presidente Daniel Ortega.

Según relata en la entrevista, los paramilitares llevaban 4 horas de ataque en Monimbó “con armamento militar pesado, están profanando las iglesias y destruyendo la vida”.

El barrio de Monimbó es de gente sencilla pero el sacerdote explica que “desde hace tres meses el gobierno se ha ensañado contra la población de todo Nicaragua, también de Monimbó, que se ha mantenido con gran valentía. Pero ahora nos están matando”.

El sacerdote rompe a llorar por la difícil situación que afronta el país y el grave riesgo que supone ésta para su vida.


En relación con las declaraciones que el Arzobispo de Managua, el Cardenal Leopoldo Brenes, realizó en otra entrevista a la cadena Cope, el P. Augusto aseguró que “apoya todo lo que la Iglesia y los Obispos dicen. Pero ellos [el gobierno de Ortega] ya no quiere entrar en razón, por eso tiene que haber un apoyo internacional que intervenga y salve al pueblo”.

“Esto no es guerra, porque la gente se defiende con lo que puede, con barricadas, con piedras, mortero de artesanías. Ellos [el gobierno] están empecinados en celebrar el 19 de julio sobre la sangre del pueblo. Y no pueden seguir gobernando sobre los muertos y mandando matar”, declaró.

Además aseguró que toda Nicaragua se encuentra en “una situación de emergencia” y explicó que recientemente se aprobó una ley “antiterrorista” por la que “todos los que apoyen a los muchachos que están en los tranques o que según ellos [el gobierno] colabore contra el gobierno, lo van a enjuiciar”.

PAPA FRANCISCO: LA IGLESIA CONDENA EL PECADO PERO ABRAZA AL PECADOR


Papa Francisco: La Iglesia condena el pecado pero abraza al pecador
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



El Papa Francisco recordó que “la Iglesia condena el pecado, porque debe decir la verdad, pero al mismo tiempo abraza al pecador que se reconoce como tal”.

Así lo indicó el Santo Padre en su mensaje a los participantes del encuentro internacional de los Equipos de Nuestra Señora que se realiza del 16 al 21 de julio en el Santuario de Fátima, según informa Vatican News.

Los trabajos de la conferencia se enmarcan en la reflexión de la parábola del Hijo Pródigo. En su mensaje, el Pontífice exhorta a “reconocerse en este hijo perdido que vuelve al Padre y que no se cansa de abrazarlo y le restituye la grandeza de hijo”.


Eso es lo que hace la Iglesia con los pecadores, explica Francisco, que también alentó a expresarse de corazón, “admitiendo ser pecadores pero con la voluntad de ser nuevamente rescatados por el Señor con sus brazos redentores”.

Los brazos de Cristo en la cruz, prosiguió, “muestran que nadie está excluido del amor del Padre ni de su misericordia” ya que el Señor “no se resigna a perder a ninguno”. El Papa recordó también que “son las personas las que deben ser reencontradas por Jesús y para eso deben salir a buscarlas”.

“Si queremos encontrar al Señor, debemos buscarlo donde Él quiere encontrarnos y no donde nosotros queremos”, concluyó el Pontífice.

Los Equipos de Nuestra Señora son un movimiento laical que promueve el matrimonio y que nació en Francia en 1938, como una iniciativa del sacerdote Henry Caffarel.

Al principio las parejas se reunían mensualmente para profundizar en el significado del sacramento del matrimonio y para buscar un modo coherente de insertarse como parejas y familias en la sociedad.

Actualmente el movimiento está presente en 95 países de los cinco continentes, con más de 13.500 equipos y es dirigido por María Berta y José Moura Soares.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 20 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
20 julio



Tú y yo somos tres.
Adivina quién es el otro.


P. Alfonso Milagro

SABÍAS QUE LA MADRE ANGÉLICA ERA UNA GRAN DEVOTA DEL DIVINO NIÑO JESÚS?


¿Sabías que la Madre Angélica era una gran devota del Divino Niño?
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
Foto: EWTN.



Un hecho no muy conocido de la vida de la Madre Angélica, fundadora de EWTN, la cadena de televisión católica más grande del mundo, fue su gran devoción por el Divino Niño Jesús.

La Madre Angélica conoció la iglesia del Divino Niño Jesús, en el barrio 20 de Julio de Bogotá, durante un viaje realizado a América del Sur en junio de 1996. En ese mismo viaje visitó también Perú, Ecuador y Bolivia.

La devoción del Divino Niño comenzó durante la primera mitad del siglo XX, promovida por el sacerdote salesiano italiano Juan del Rizzo, a cargo de la evangelización del humilde barrio 20 de Julio de la capital colombiana.

El cariño por el Divino Niño ha rebasado las fronteras colombianas y ha llegado a diversos países del mundo.


El periodista Raymond Arroyo, en su biografía de la Madre Angélica -“Mother Angelica: The Remarkable Story of a Nun, Her Nerve, and a Network of Miracles”- señala que en su viaje de 1996, la fundadora de EWTN fue llevada por su anfitrión en Colombia, el P. Juan Pablo Rodríguez, a la iglesia del Divino Niño Jesús.

Mientras rezaba al pie de la imagen, en medio de la multitud de fieles congregados en la pequeña capilla del Divino Niño, escribe Arroyo, “lágrimas repentinamente mojan sus mejillas” y a la Madre Angélica le pareció que la imagen se movía.

“‘De repente, Él se voltea hacia mí’, recordó Angélica, ‘y Él dice ‘Constrúyeme un templo y ayudaré a aquellos que te ayuden’”, indica Arroyo.

La Madre Angélica no sabía exactamente cómo interpretar ese mensaje, y no entendía a qué tipo de “templo” se refería. “Todo el mensaje era cuestionable para mí”, le dijo la fundadora de EWTN a Arroyo, y aseguró que no le mencionó a nadie “esa parte del mandato durante un par de años”.

“Meses después -continúa el biógrafo de la Madre Angélica-, a su salida de San Pedro, en Roma, Angélica leyó una inscripción en piedra que comenzaba con las palabras: ‘Este templo’”. Entonces todo quedó claro: “El Niño Cristo quería un santuario elaborado, se dio cuenta la Madre. Existía tal cosa como un templo católico, y su Señor deseaba uno nuevo”.

Raymond Arroyo precisa en su libro que la inspiración de lo que luego sería el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, en Hanceville, estado de Alabama, Estados Unidos, no surgió directamente por el Divino Niño, pues las excavaciones en el terreno habían comenzado alrededor de seis meses antes de la visita de la Madre Angélica a Colombia.

“Lo que el encuentro con el niño Jesús hizo fue cristalizar la visión de la Madre para el monasterio de Hanceville, alterando radicalmente los planes originales. Ante lo que ella consideró un mandamiento divino, la ‘sencilla capilla de granja’ no sería tal”, asegura Arroyo.

Madre Angélica junto a imagen del Divino Niño, mientras se construía el Santuario del Santísimo Sacramento. Foto: EWTN.

Además de una reproducción de la imagen del Divino Niño al interior del Santuario del Santísimo Sacramento del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, una versión especial de la imagen ideada por la Madre Angélica se encuentra en el centro de la plaza exterior.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 20 JULIO 2018


Misericordia quiero
Santo Evangelio según San Mateo 12, 1-8. Viernes XV de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, una vez más vengo ante Ti. Te suplico que aumentes mi fe. Creo en Ti, pero no permitas que las dificultades ni los problemas me hagan apartarme de tu lado. Confío en Ti. Ayúdame a jamás dudar de tu poder y de tu amor cariñoso, tierno y providente. Te amo. Haz que experimente de tal manera tu amor, que no pueda ni quiera separarme de él, y así, me vuelva un apóstol del testimonio, capaz de acercar a los demás a Ti, para así extender tu Reino en el corazón de mis hermanos. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 12, 1-8
Un sábado, atravesaba Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con él, tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos. Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: "Tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado".
Él les contestó: "¿No han leído ustedes que lo hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros? ¿No recuerdan cómo entraron en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían comer, sino tan sólo los sacerdotes?
¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado porque ofician en el templo y no por eso comenten pecado? Pues yo digo que aquí hay alguien más grande que el templo.
Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy, Jesús, me invitas en el Evangelio a entender tus palabras: "misericordia quiero y no sacrificios".Muchas veces he intentado justificar muchas de mis mezquindades y fallos por esta frase, pero en todas, ha surgido en mi interior una inquietud que, como si fuera un "GPS", me indica que no es por allí el camino. Misericordia quiero y no sacrificios.
Tú sabes muy bien la estrecha relación que existe entre ambas cosas. Sabes lo peligroso que son los sacrificios hechos sin el corazón, ya que a la larga terminan por frustrar y herir aquello que fue creado para sanar.
Pero igualmente peligroso es una supuesta misericordia "de escritorio", una misericordia que no toca al otro, propia de quien, para evitar caer en el ritualismo formalista de los primeros, deja las obras concretas, y se vuelve tan "espiritual", que termina por encerrarse en la torre de su orgullo. Sé muy bien lo que eso significa, pues miles de veces he querido llamar misericordia a lo que en realidad es desinterés; tolerancia, a lo que no es más que indiferencia. Perdóname, Señor, y ayúdame a entender realmente, que la misericordia es el sacrificio hecho por el bien de mi hermano, y que el verdadero sacrifico es un corazón contrito, el cual, Tú jamás lo desprecias.
Cada uno sabe cuál es su pecado, su debilidad más fuerte. En primer lugar debemos reconocer esto: ninguno de nosotros, todos los que estamos aquí, puede decir: "Yo no soy un pecador". Los fariseos lo decían y Jesús los condena. Eran soberbios, altivos, se creían superiores a los demás. En cambio, todos somos pecadores. Es nuestro título y es también la posibilidad de atraer a Jesús a nosotros. Jesús viene a nosotros, viene a mí porque soy un pecador.
Por eso vino Jesús, por los pecadores, no por los justos.
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de julio de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré vivir la verdadera misericordia haciendo un acto de caridad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.