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lunes, 25 de junio de 2018

MIRADAS QUE ENCANTAN


Miradas que Encantan
¿Cuántas veces esa mirada está envuelta en un halo de lujuria?


Por: María Verónica Vernaza | Fuente: Cápsulas de la Verdad 





Existe una bella historia que data del siglo IV. Se dice que había una mujer tan hermosa que todos los hombres se postraban a sus pies. Se llamaba Pelagia y era una actriz, célebre por su riqueza y su vida licenciosa. Un día, mientras el patriarca de Antioquía y obispo de Edesa San Nono estaba reunido con los obispos en el pórtico de una iglesia, apareció Pelagia en un caballo blanco con los brazos y hombros descubiertos lanzando miradas provocativas. Todos los obispos bajaron la mirada, menos San Nono que quedó admirando a esta mujer hasta que desapareció. En seguida el santo preguntó a los que le rodeaban: “¿No les ha parecido bella esa mujer?”. Nadie dijo nada, pero el santo continuó: “A mí me pareció muy bella".

Pelagia se convirtió gracias a esa mirada sin rastro de lujuria que había recibido de San Nono, era una mirada de verdadero amor a la que no estaba acostumbrada. Luego de este episodio, Santa Pelagia regaló todos sus bienes, fue bautizada por el mismo San Nono y fue a vivir a una cueva en el Monte de los Olivos, en Jerusalén, donde murió. Les cuento esta historia porque, mis queridos amigos varones, ¿cuántas veces ustedes ven con ojos de amor a una mujer? o mejor dicho, ¿cuántas veces esa mirada está envuelta en un halo de lujuria?

Jesús dice: “Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (San Mateo 5, 27 – 28). El Maestro mira en lo más profundo del ser humano y nos da la pauta para recordar que, en palabras más actuales, ‘no solo hay que parecer, sino también hay que ser´. “Cristo ve en el corazón, en lo íntimo del hombre, la fuente de la pureza -pero también de la impureza moral- en el significado fundamental y más genérico de la palabra”, nos recuerda San Juan Pablo II.

Debido al pecado original el hombre ve a la mujer como un objeto y en vez de mirarla con amor la ve con lujuria. En primera instancia podemos suponer que es un problema exclusivo del varón, pero es un tema más profundo que también implica a la mujer, pues yo, como hermana en Cristo del hombre, debo poner atención a mi manera de vestir haciéndolo modestamente y así cuidar la integridad espiritual del varón. Del mismo modo, es responsabilidad de hombre cuidar a la mujer y llamarle la atención con caridad si ve que sus hermanas en Cristo no están llevando el mensaje correcto con su vestir y actuar.

CUÁNDO REZAR?


¿Cuándo rezar?



🌸 Rezar cuando nos levantamos
Apenas nos despertamos por la mañana, tenemos que rezar para que Dios nos socorra en el día que comienza y no deje que cometamos pecado.

No sabemos qué nos deparará la nueva jornada que Dios, en su misericordia infinita, nos provee; y por eso ya desde el primer momento del día tenemos que prepararnos al combate contra las fuerzas del mal y contra nosotros mismos, porque la vida del hombre sobre la tierra es una milicia.

Las cosas bien preparadas, salen bien. Y si rezamos al levantarnos, tenemos grandes posibilidades de que el día que comienza, con sus pruebas y vicisitudes, sea una ocasión para adelantar en virtud, y no para retroceder en la vida espiritual.

Con la oración de la mañana, consagramos a Dios el día que vamos a vivir, y le pedimos que nos proteja de todo mal y que su Providencia nos auxilie en todos los momentos.

¿Quién sabe si justamente este será el día de nuestra muerte, del paso del tiempo a la eternidad? Por eso tenemos que invocar a Dios para que estemos preparados para lo que surja, incluso nuestra muerte.

🌸 Rezar cuando somos tentados

Si siempre tenemos el deber de rezar, mucho más tenemos el deber y la necesidad de orar cuando somos tentados por el mundo, el demonio o la carne, puesto que si queremos salir victoriosos de la batalla en la que estamos inmersos y en que se juega nuestro destino eterno, tenemos que rezar, ya sea con oraciones hechas, o jaculatorias o simplemente pidiendo auxilio a Dios con nuestras palabras.

Ya ha dicho San Alfonso María de Ligorio que el que reza se salva y el que no reza se condena. Pues bien, cuando llega la tentación —que a todos nos llega, porque mientras vivimos en este mundo estamos sujetos a ella—, tenemos que echar mano de forma urgente a la oración, porque así es como se vencen las tentaciones.
¡Ay de quien se quiera salvar y defender solo, sin la ayuda de Dios que se obtiene con la oración! Estará irremediablemente perdido porque el demonio y las demás fuerzas son más fuertes que nosotros, y seremos vencidos miserablemente. Es necesario que invoquemos a Dios en nuestro auxilio, porque “el que pide, recibe”, ha dicho el Señor, y es promesa de un Dios.

“¡Vigilad y orad!” dijo Jesús a sus apóstoles en el Huerto, y nos lo dice también a cada uno de nosotros. Por eso no bajemos la guardia, no dejemos la oración, e intensifiquémosla cuando seamos tentados.

🌸 Rezar cuando necesitamos algo

Los hombres tenemos mucho que agradecer a Dios, y es bueno darle gracias siempre y en todo lugar. Pero en el Cielo podremos darle cumplidas gracias al Señor. Mientras tanto, en la tierra, lo que más debemos hacer los hombres es pedir, porque somos pobres y miserables, y Dios es el Gran Rico que puede colmarnos de gracias, favores y dones de todas clases, incluso materiales cuando éstos no son obstáculo a la santificación y salvación del alma.

Tenemos que pedir mucho a Dios, porque para Dios es más fácil dar mucho, que dar poco, puesto que Él es infinito, y cuando da, se tiene que hacer una cierta violencia a Sí mismo para dar poco. En cambio quien le pide mucho, alivia el Corazón de Dios, que está acostumbrado a ser generoso y a dar a manos llenas.

Todos los hombres necesitamos algo. A veces nos damos cuenta de qué es lo que necesitamos; otras veces, no. Pero Dios bien sabe qué es lo que nos hace falta antes de que se lo pidamos, aunque igualmente Él quiere que se lo pidamos insistentemente, porque nos quiere dar ese don y otros muchos más, que no nos los daría, si no rezáramos tanto.

Ya lo ha dicho el Señor en el Evangelio: “Pedid y se os dará”. No nos dice que necesariamente nos darán lo que pedimos, pero siempre algo se nos dará si rezamos, porque la oración bien hecha, jamás queda estéril, sino que obtiene de Dios favores muy grandes que nos ayudan a caminar por este mundo con los auxilios oportunos.

🌸 Antes de tomar una decisión importante

Jesús, en el Evangelio, se retiraba a orar cada vez que debía tomar una decisión importan te, como por ejemplo elegir a sus doce apóstoles. También estuvo rezando en el Huerto de los Olivos antes de enfrentar su tremenda Pasión.

Así también debemos preceder nosotros, y cuando tengamos que tomar alguna decisión importante, dediquemos un buen tiempo antes a la oración, porque el Señor nos quiere iluminar, pero si no le pedimos luz a través de la oración, no tendremos la claridad suficiente para acertar en la elección correcta.

Cuanto más recemos, tanto mejor haremos la elección apropiada, porque la oración aclara los más oscuros caminos, y el Señor no deja desamparado y a la deriva a quien se refugia en Él, y a Él le pide consejo mediante la oración.

No es que si rezamos vendrá un ángel a decirnos lo que tenemos que hacer, pero al menos tendremos suficiente luz para elegir lo correcto.

Por eso también es bueno rezar por los sucesos futuros, para que Dios ya desde ahora vaya predisponiendo las cosas para que todo se cumpla según su voluntad adorable. Si rezamos ya desde ahora para lo que vendrá, estamos seguros de que saldremos victoriosos en todos los aconteceres del tiempo futuro.

🌸 Rezar cuando vamos de viaje

Es sabido que los accidentes de tránsito son ocasionados por los demonios, y por eso debemos protegernos de estos accidentes con la oración, en especial invocando a las Benditas Almas del Purgatorio, que con muy milagrosas para protegernos en los viajes más o menos largos que tengamos que hacer.

Los hombres somos peregrinos en este mundo y antes o después deberemos emprender distintos viajes. Entonces invoquemos también, para que nos protejan en el camino, a los Ángeles de Dios, como leemos en la Escritura que estos espíritus celestiales protegieron a los justos.

También tenemos que rezar por el viaje de otros, especialmente de los seres queridos, por su integridad y para que vuelvan sanos y salvos a casa.

Es bueno también rezar a todos los ángeles de la guarda de las personas que conducen en la ruta, especialmente del conductor de nuestro vehículo, para que esté atento a los imprevistos y a las vicisitudes del camino.

En realidad hay que rezar siempre, pero en especial hay que rezar cuando vamos a viajar, porque el demonio está, en estos tiempos, más furioso porque nota que está perdiendo poder en el mundo, y entonces en venganza y rabia causa accidentes y desgracias incluso materiales y físicas, y hay que protegerse y proteger a los nuestros con la oración.



© Sitio Santísima Virgen

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 25 JUNIO


Nardo del 25 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, fuente de unión!

Meditación: ¿Señor, me dejas espiar por una rendija en Tu vida...?. Te veo caminando por la pequeña Nazaret, pero no pareces un rey...tampoco un juez. Te ves esbelto, fuerte, de rostro hermoso. Tu mirada es profunda...miras los corazones de todos los hombres. Junto a Ti algunos discípulos van caminando, creo que son Pedro, Santiago y Juan...los escucho hablar de otros hermanos que han encontrado, y dicen que no tienen un corazón sano. De repente los miras y con imponente voz interrumpes su conversación. Se Te escucha decir: "no os quiero ver juzgar, sino sólo amar y predicar para cambiar lo que está mal...". Los discípulos hacen silencio, pues ha hablado el Maestro. 

Y ahora me imagino, Señor, verte caminar aquí...a mi lado, y que yo también voy hablando de mis hermanos. Señor, Tú me dirías lo mismo y me recordarais Tus enseñanzas: "...así como juzguéis seréis juzgados...", o aquella otra: "...el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra...". Señor, creo que no soportaría Tu Mirada, pues cómo verías mi alma, la verías manchada. Señor, yo también voy a hacer silencio, para sacar de mi corazón todo lo que no es bueno y poder seguir así las enseñanzas de mi Maestro. Señor, no permitas que yo ponga discordia, porque conozco Tu gran Misericordia. Haz que busque la unión como símbolo de amor, para ser Uno como lo sos Vos con el Creador y el Espíritu de Santificación.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Oremos para que descienda el Espíritu Santo sobre nosotros, y que por Su intermedio nos sigamos purificando, conociendo todo aquello en lo que a Dios no agradamos.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.


PAPA FRANCISCO PIDE UNA EDUCACIÓN CATÓLICA QUE GLOBALICE LA ESPERANZA


El Papa Francisco pide una educación católica que globalice la esperanza
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




En un discurso ante los participantes en el encuentro “Educar y Transformar”, promovido por a Fundación Gravissimum Educationis, el Papa Francisco hizo un llamado a la comunidad educativa católica a “globalizar la esperanza”.

“Sólo cambiando la educación se puede cambiar el mundo”, aseguró el Santo Padre. “Para hacer esto quisiera proponeros algunas sugerencias”.

1- “En primer lugar, ‘hacer red’. Hacer red significa reunir las instituciones escolares y universitarias para potenciar la iniciativa educativa y de investigación, enriqueciéndose de los puntos de fuerza de cada uno para ser más eficaces a nivel intelectual y cultural”.

Además, “hacer red también significa poner en común los saberes, las ciencias y las disciplinas para afrontar los desafíos complejos con la inter-disciplina y la trans-disciplina”.

Por otro lado, “hacer red significa crear lugares de encuentro y de diálogo en el interior de las instituciones educativas y promoverlas a los de fuera, con ciudadanos provenientes de otras culturas, de otras tradiciones, de religiones diferentes, para que el humanismo cristiano contemple la condición universal de la humanidad de hoy”.

Por último, el Papa señaló que “hacer red significa también hacer de la escuela una comunidad educadora en la cual los docentes y los estudiantes no estén vinculados únicamente por el plano didáctico, sino también por un programa de vida y de experiencia capaz de educar a la reciprocidad entre generaciones diferentes”.

2- En segundo lugar, el Pontífice afirmó que la educación también está llamada “a no dejarse robar la esperanza”.

“Estamos llamados a no perder la esperanza porque debemos dar esperanza al mundo global de hoy. ‘Globalizar la esperanza’ y ‘sostener las esperanzas de la globalización’ son compromisos fundamentales de la misión de la educación católica”.

En este sentido, indicó que “una globalización sin esperanza y sin visión está expuesta al condicionamiento de los intereses económicos, con frecuencia distantes de una correcta concepción del bien común, y produce fácilmente tensiones sociales, conflictos económicos, abusos de poder”.

“Debemos dar un alma al mundo global por medio de una formación intelectual y moral que sepa favorecer las cosas buenas que tiene la globalización y corregir las negativas”.

3- A continuación, Francisco detalló tres criterios esenciales para que proyectos educativos sean eficaces: identidad, calidad y bien común.

“La identidad exige coherencia y continuidad con la misión de las escuelas, de la universidad y de los centros de investigación nacidos, promovidos y acompañados por la Iglesia y abiertos a todos. Dichos valores son fundamentales para insertarse en el camino trazado por la civilización cristiana y la misión evangelizadora de la Iglesia”.

Por otra parte, “la calidad es el faro seguro para iluminar toda iniciativa de estudio, de investigación y de educación”.

Por último, “no puede faltar el objetivo del bien común. El bien común es de difícil definición en nuestras sociedades marcadas por la convivencia de ciudadanos, grupos y pueblos de culturas, tradiciones y creencias diferentes. Es necesario ampliar los horizontes del bien común, educar a todos en la pertenencia a la familia humana”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 junio



Nuestras almas, nuestras vidas se hallan hoy fuertemente tensionadas por las circunstancias ambientales, ya sea personales, ya sociales; todo eso nos está obligando a llevar una vida de congoja, de temor y de angustia.

Solamente recurriendo al Corazón amantísimo del Salvador, en el que ciertamente hallaremos paz y tranquilidad , podremos compensar esas tensiones.

Nuestras mismas inquietudes personales, nuestros desmedidos deseos y ambiciones, que frecuentemente son los principales causantes de la inquietud de nuestra vida, se irán serenando, suavizando, ordenando en cuanto hagamos que sea la voluntad del Señor la que gobierne nuestra vida.



P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 25 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 12ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 25 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Reyes (17,5-8.13-15a.18):

En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante tres años. El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media. Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los reyes nombrados por ellos mismos. 
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: «Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas.»
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios. Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo. El Señor se irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 59,3.4-5.12-13

R/. Que tu mano salvadora, Señor, nos responda

Oh Dios, nos rechazaste 
y rompiste nuestras filas; 
estabas airado, 
pero restáuranos. R/. 

Has sacudido y agrietado el país: 
repara sus grietas, que se desmorona. 
Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, 
dándole a beber un vino de vértigo. R/. 

Tú, oh Dios, nos has rechazado 
y no sales ya con nuestras tropas. 
Auxílianos contra el enemigo, 
que la ayuda del hombre es inútil. 
Con Dios haremos proezas, 
él pisoteará a nuestros enemigos. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,1-5):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 25 de junio de 2018
Juan Lozano, cmf



Querido amigo/a:

¡Uf!... ¡Cuánto nos cuesta evitarlo! Eso de “no juzgar” que nos aconseja Jesús en el Evangelio es una piedra con la que tropezamos casi todos los días. Porque, seamos sinceros, a veces nos sentimos bien yendo de “juececillos” por la vida, sentenciando lo que tienen que hacer los otros. “Mira esta…, si ya te lo decía yo, se veía venir”. “Anda que el otro, de qué va, a quién se le ocurre…”. Reconozcámoslo…, hay veces que nos gusta, que disfrutamos ejerciendo la crítica destructiva sin reparar en el daño que hacemos, o incluso siendo conscientes, que es peor.

¿Por qué Jesús tiene palabras tan duras contra esta actitud? “Hipócrita, viga en el ojo”…, por una sencilla pero profunda razón: nunca sabemos la batalla interior que se libra en el interior de cada persona, por eso hay que ser muy respetuoso con los demás. Es verdad que hay acciones que objetivamente son malas. No juzgar no significa que las consintamos, hay que denunciarlas. Pero Jesús siempre nos pide un paso más allá que el juzgar y mucho más constructivo: acercarte a tu hermano aunque no comprendas del todo sus acciones porque es imposible ver todo su interior.

Opinar de lo externo que vemos es muy fácil; intentar ponernos en la piel del hermano, no lo es tanto. Sólo tu cercanía, tu solidaridad y tu cariño, podrán ayudar a tu hermano si es que está equivocado. Tu murmuración, tu crítica destructiva y tu mirada superficial sobre él o ella, lo exteriorices o no, te alejarán y levantarán un muro entre ambos corazones.

Es difícil, pero no imposible. Jesús siempre nos pide más, porque sabe que con su ayuda podemos y porque ese más nos hace mejores a nosotros mismos y a los que nos rodean. Se trata de ir construyendo Reino también en nuestras relaciones con los demás.
¡Jesús, no nos dejes caer en la tentación de ser jueces de los demás!

Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf