Páginas

sábado, 5 de mayo de 2018

CONCÉDEME, SEÑOR, LA GRACIA DEL BUEN HUMOR


CONCÉDEME, SEÑOR,
 LA GRACIA DEL BUEN HUMOR




Concédeme, Señor, la gracia del buen humor. Los santos fueron santos, pero también fueron alegres.

Santa Teresa de Jesús decía: "Un santo triste es un triste santo" (También se atribuye esta frase a San Francisco de Sales).

No me imagino a Jesús serio, ni a María.

Hubo mucha seriedad en mi vida, demasiada formalidad. Muchas cosas me robaron la alegría, fueron ladrones de mi buen humor.

El buen humor no es sólo reír ante un chiste, no es la carcajada fácil, aunque reír ayuda.

El buen humor es una actitud frente a la vida, es reconocer el lado alegre de los hechos y de las circunstancias.

El buen humor ayuda a aliviar las congojas y las culpas.

El buen humor transforma nuestros melodramas en comedias.

La ironía es la caricatura del buen humor. La ironía hiere, el buen humor cura. La ironía ridiculiza, el buen humor crea puentes.

Humor es espíritu, actitud, ingenio, alivio, sonrisa, esperanza.

Tú eres, Señor, la causa de mi alegría. Si los Apóstoles se sentían tan bien contigo, no creo que haya sido por tu severidad, sino por tu buen carácter, por tu buen humor.

Que sepa reírme de mí mismo, el primer peldaño del buen humor.
Que nunca me ría de los demás, el primer peldaño de la tristeza.

Ante la seriedad, un poco de soltura. Ante la rigidez, un poco de flexibilidad interior.

Que sepa tener buen humor hará de mi vejez un camino de luz; sabré entusiasmar a otros, sabré reírme con otros.

Amén.




(Tomado del libro "Oraciones para las personas mayores" del P. Ernesto Giobando S.J.)

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 6 MAYO 2018


Comentario al Evangelio del domingo, 6 de mayo de 2018
 Fernando Torres cmf



El amor que se adelanta a nuestro amor 

     El Evangelio de hoy va al centro de la vida cristiana. Nos habla del mandamiento, del único mandamiento: “que se amen unos a otros como yo los he amado”. Pero, ¿puede ser el amor un mandamiento, una ley, una orden? ¿Nos pueden ordenar que amemos? En realidad, el amor es algo que brota de adentro de la persona pero no de una orden recibida de otro. En el ejército se dan órdenes y se obedecen. En el trabajo sucede lo mismo. Pero nadie nos puede ordenar lo que tenemos que sentir hacia los que nos rodean. Eso es algo diferente. 

     Jesús sabe que es algo diferente. Jesús ha experimentado el amor de Dios. Es más, ha experimentado que Dios es amor. Su presencia en nuestro mundo es signo concreto, real, de ese amor de Dios por cada uno de nosotros. Ese amor es el que nos da la vida. El amor de Dios es el que creó este mundo y el que lo mantiene en su existencia, a pesar de lo mal que lo tratamos y que nos tratamos unos a otros. Ahí está la razón por la que Jesús habla del “mandamiento del amor”. Porque Dios nos ha amado primero. Porque somos criaturas de su amor. El amor, como dice la segunda lectura, no es algo que nace de nosotros sino que nace en Dios. Él es el origen del amor, de esa corriente vital sin la que no podemos vivir. 

     No hay forma de ponerle fronteras a ese amor que viene de Dios. Para Dios no hay judíos ni paganos. Ésa es la sorpresa que se llevan los judíos en la lectura de los Hechos de los Apóstoles. Dios va más allá de las normas, de las tradiciones. Su amor es más fuerte que cualquier ley humana. Dios se regala y se da a todos. 

     Las lecturas de hoy nos hablan del mandamiento del amor. Pero en realidad nos invitan a fijarnos en el amor con el que Dios nos ama y nos cuida. Sólo de esa experiencia brotará nuestro propio amor, nuestra capacidad de amar y regalar vida a los que nos rodean. Es algo parecido a intentar convencer a alguien de que no ir a Misa los domingos es pecado. Es mucho mejor invitarle a venir a nuestra comunidad, hacerle que disfrute en la celebración de la Eucaristía con los cantos, con la fraternidad, con el encuentro con Jesús. Es posible que vuelva. Pero si le amenazamos con el pecado, es muy fácil que no vuelva. Con el amor sucede algo parecido. Nadie va a amar bajo la amenaza de una multa si no lo hace. Pero es muy fácil que ame si se ha experimentado amado y reconocido por los que le rodean. Hoy está en nuestras manos hacer conocer a los que viven con nosotros el amor con el que Dios les ama. No otra cosa significa en la práctica ser cristianos. 


Para la reflexión

      ¿Sé que Dios me ama? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué signos concretos y prácticos tengo de ese amor de Dios? ¿Será posible que el amor que recibo de los que me rodean sea el mejor signo del amor de Dios? ¿Cómo transmito ese amor de Dios a los que están a mi alrededor?

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 6 MAYO 2018


Lecturas del Domingo 6º de Pascua - Ciclo B
 Domingo, 6 de mayo de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,25-26.34-35.44-48):

Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentro y se echó a sus pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: «Levántate, que soy un hombre como tú.»
Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.»
Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles.
Pedro añadió: «¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?»
Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Le rogaron que se quedara unos días con ellos.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4

R/. El Señor revela a las naciones su salvación

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad 
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (4,7-10):

Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.

Palabra de Dios


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,9-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

Palabra del Señor

MAYO, MES DE MARÍA: DÍA 6


Sexto día: Explicación de las letanías



Pater de coelis Deus

Dios Padre, que estas en el cielo. Aunque Dios, por su inmensidad esta en todo lugar y lo colma todo, sin embargo, nos hace mirar particularmente al cielo como el trono de sus gracias y de su gloria. Por eso, la Iglesia, invocando la misericordia divina comienza por pedir a Dios Padre que la haga descender de los alto de los cielos donde habita, donde oye nuestras plegarias y donde las otorga, según la promesa que hizo al rey Salomón, en el capítulo VII del Libro de los Paralipómenos.

Filii, Redemptor mundi, Deus

Dios Hijo Redentor del mundo, Dios. La Iglesia, considerando la caridad admirable con la cual el Hijo de Dios se ofrece por nosotros al Padre, como una oblación y víctima de olor agradable, se ha convertido en la propiciación del mundo; sobre el madero sagrado de la cruz implora su misericordia; porque sabe que ese Dios infinitamente bueno, después de haber dado su vida por nosotros, y después de haber muerto por nuestros pecados, no puede rehusarnos nada cuando le rezamos con amor y confianza; y que su justicia cede siempre a su clemencia, a favor de aquellos que buscan, en sus sagradas llagas, los derechos que les dan en sus misericordias.

Spiritus Sancte Deus

Espíritu Santo que eres Dios. Aunque las tres adorables personas de la Santísima Trinidad concurren unánimemente a la santificación de nuestras almas, se atribuye, sin embargo, especialmente al Espíritu Santo, nuestra regeneración espiritual y todas las gracias que recibimos del cielo, porque esos favores, siendo un efecto del amor de Dios hacia nosotros, se reconocen que tienen por autor a Aquél que es el Amor del Padre y del Hijo. Por eso, la Iglesia invoca también al Espíritu Santo con el Padre y el Hijo y le ruega que tenga piedad de nosotros

Ejemplo

San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús, dando a su Orden por divisa: Ad Majorem Dei Gloriam, no  encontró mejor modo de asegurar la práctica de esta importante máxima, que ponerla bajo la protección de María. También, eligió para echar los primeros fundamentos de su obra, la Iglesia de Montmartre, que está dedicada a la Santísima Virgen María, y el día de su Asunción gloriosa; y quiso que su culto fuese una de las devociones más queridas a la Compañía. Él mismo, desde los comienzos de su conversión, experimentó los efectos sensibles de la gracia; y no se puede dudar que el éxito prodigioso que significaron el nacimiento de su admirable instituto, que el tiempo no hizo sino afirmarlo y multiplicarlo, no se deban en gran parte, a la profesión que se hizo siempre de una devoción muy especial a la Santísima Virgen.

Pidamos a María el deseo de trabajar siempre para la mayor gloria de Dios y no por el egoísmo.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 6 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 mayo




Ser apóstol de Cristo es una obra de arte que sólo puede realizar y llevar a su meta el Espíritu Santo.

Es el Espíritu Santo el encargado de ir modelando al apóstol primeramente en su realidad interior, haciéndolo verdadero hijo del Padre celestial al que amará con sentimientos de verdadero hijo; el Espíritu Santo le hará vivir esa filiación divina con la ayuda de sus siete dones; con ellos moldeará al apóstol para conformarlo con la imagen del Primogénito de todos los elegidos, que es Jesucristo.

El Espíritu Santo moldeará también al apóstol en su actividad hacia fuera, en su proyección apostólico-misionera, acompañándolo en su acción apostólica evangelizadora.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 5 MAYO 2018

El don del amor
Santo Evangelio según San Juan 15, 18-21. Sábado V de Pascua.


Por: H. Michael Vargas, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, ayúdame por favor a sentir tu amor en mi vida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si el mundo los odia, sepan que me han odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: 'El siervo no es superior a su señor'. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¡Yo os he escogido! Hermosas palabras que no podemos olvidar, y que deben de hacer eco poco a poco en nuestro corazón. Quizá nos surja la pregunta: ¿Por qué? Sí, parece una simple frase y lo es, pero, lo que hace la diferencia no es una simple frase, son palabras que ocultan una elección libre, personal y amorosa de Jesucristo a cada uno de sus hijos.
Es así de simple, Jesús nos ha escogido personalmente y debemos sentir alegría de ello, pues hoy más que nunca Él nos ha escogido libremente porque nos ama; y no nos ama como lo hace el mundo, basándose muchas veces en situaciones, condiciones sociales, o cargos y responsabilidades que podamos tener, no, al contrario, Jesús nos ama tal y como somos, pero hay que recordar también que el amor debe de ser correspondido con amor.
Es seguro que Él se alegra cuando el amor le es correspondido, no solo con grandes gestos, sino con pequeños detalles en nuestra vida cotidiana, pequeños detalles que hacen la diferencia, pues ante el amor es necesario tener pequeños detalles con aquél o aquellas personas a las cuales amamos.
Ésa es la diferencia y lo importante es sentirnos amados y poder amar sin medida, no como lo hace el mundo, sino como la hacen aquellos que han podido experimentar el amor de Dios en su vida.
No te olvides que el amor verdadero no pone condiciones, no calcula ni se lamenta, simplemente ama. (San Juan Pablo II)
Jesús nos enseña un modo diverso de mirar el campo del mundo, de observar la realidad. Estamos llamados a aprender los tiempos de Dios -que no son nuestros tiempos- y también la "mirada" de Dios: gracias al influjo benéfico de una trepidante espera, lo que era cizaña o parecía cizaña, puede convertirse en un producto bueno. Es la realidad de la conversión. ¡Es la perspectiva de la esperanza!La Virgen María nos ayude a percibir en la realidad que nos rodea no solo la suciedad y el mal, sino también el bien y lo bonito; a desenmascarar la obra de Satanás, pero sobre todo a confiar en la acción de Dios que fecunda la historia.
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de julio de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy daré testimonio de amor, de alegría y de paz encada acto que realice en mi vida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

PERSECUCIÓN, EL AMOR NO SE IMPONE POR LA VIOLENCIA NI EL FANATISMO


Persecución
Nuestra verdad es la verdad del amor y el amor no se impone por la violencia ni el fanatismo


Por: Pedro Luis Llera Vázquez | Fuente: Catholic.net 




Cuando hablamos de “persecución” y de “martirio”, se nos vienen a la cabeza escenas de fieras en el circo romano devorando a los cristianos ante un emperador despótico y unas masas enardecidas y sedientas de sangre. Olvidamos a menudo que las persecuciones más sangrientas contra la Iglesia tuvieron lugar el siglo pasado a manos de dictadores como Stalin, Mao o Hitler; o en la II República española antes y durante la Guerra Civil. El 13 de octubre de 2013, en Tarragona, hemos celebrado la fiesta de beatificación de 480 mártires españoles de la Guerra Civil.

Pero si el Siglo XX fue un siglo de mártires entre los cristianos, el XXI va camino de superar todas las marcas. El domingo 22 de septiembre fue uno de esos días teñidos de rojo por la sangre de nuestros mártires. En un centro comercial de Nairobi – el Westgate – el grupo terrorista Al Shabab asesinó a más de sesenta personas por el mero hecho de no ser musulmanes. Para los integristas islámicos de la órbita de Al Qaeda, los cristianos somos sus enemigos a batir.

Y ese mismo domingo, en Peshawar – Pakistán – dos terroristas suicidas asesinaron a más de ochenta fieles a la salida de misa en la Parroquia de Todos los Santos: una masacre. El único delito de las víctimas fue ir a misa a cumplir con el precepto dominical. Su crimen era ser cristianos en un país de mayoría musulmana.

La persecución a los cristianos en el siglo XXI está resultando cruel, terrorífica. En países como Arabia Saudí no se pueden construir iglesias ni anunciar el Evangelio. La conversión al cristianismo para un musulmán está penada con la muerte. Afganistán, Yemen, Pakistán, Egipto, Siria, Irán, Irak… Pero no son sólo los países de mayoría musulmana quienes asesinan, secuestran o torturan a los cristianos. Otro tanto ocurre en países comunistas como Corea del Norte o China, donde la Iglesia Católica está perseguida y vive en la clandestinidad, como en la época de las catacumbas. Y ante todo esto, la llamada “Comunidad Internacional” mira hacia otro lado y calla: no sé si por cobardía, por intereses económicos o por ambas causas.

Ser cristiano es arriesgado. No se puede seguir a Cristo sin cargar con la cruz y asumir las persecuciones y humillaciones que este seguimiento inevitablemente te va a acarrear. No hay fe auténtica sin persecución. Esto ha sido así siempre y lo seguirá siendo hasta el final de los tiempos. En muchas partes del mundo ir a misa significa jugarse la vida. Y aquí, en Europa hay quienes siguen opinando que la misa es aburrida...

En esta España mundanizada y pagana en la que nos ha tocado vivir, los católicos también estamos sufriendo ciertos modos de persecución. Tenemos un doble frente. Por un lado tenemos a los laicistas anticlericales de toda la vida: socialistas, comunistas, anarquistas y liberales. Todos ellos odian a la Iglesia – con mayor o menor virulencia – y propugnan y difunden un relativismo moral que se extiende como una mancha de aceite por toda España. Para todos estos, la fe representa oscurantismo y caverna. La única verdad para ellos es la verdad científica: no hay más realidad que la material, que lo que podemos ver y tocar. La Iglesia es el enemigo a batir, porque anuncia a un Dios, una Verdad, una vida sobrenatural y unos principios morales que para los enemigos de Cristo resultan inaceptables. Este frente laicista, materialista y ateo tiene sus expresiones más radicales en el homosexualismo político y sus marchas del orgullo gay, convertidas en verdaderos aquelarres, violentamente anticatólicos; y, peor aún, en esos grupos anarquistas que últimamente están perdiendo el miedo y ya se atreven a atentar en la Catedral de la Almudena de Madrid o, más recientemente, contra la Basílica del Pilar de Zaragoza. La ideología de género, la defensa del aborto como derecho de la mujer y de la eutanasia para asesinar impunemente a enfermos y ancianos; el apoyo a la investigación con embriones humanos y a las prácticas eugenésicas, son común denominador de todas estas ideologías que representan lo que se ha venido en llamar “cultura de la muerte”. Aquí todavía no nos matan a los católicos (se burlan de nosotros, blasfeman y nos humillan), pero todo se andará y cualquier día las bombas en iglesias acabarán por provocar víctimas inocentes.

El otro frente es más sutil, pero no menos destructivo para los católicos: es la quinta columna infiltrada dentro de la propia Iglesia. Que te persigan los comunistas o los anarquista entra dentro de lo “normal”. Pero que la persecución se dé dentro de la propia Iglesia, resulta infinitamente más doloroso. Se trata de una serie de católicos que pretenden convertir la fe en ideología al servicio de sus propios intereses. Entre ellos, distinguimos dos bandos:

Por un lado, tenemos los católicos “progresistas”, abanderados por la llamada teología de la liberación, que con una utilización demagógica y torticera de la irrenunciable opción preferencial por los pobres, asume los medios y las estrategias de la izquierda radical para apoyar opciones revolucionarias. Son los que utilizan el Concilio Vaticano II para pedir una “democratización” de la Iglesia, para atacar sistemáticamente a la Jerarquía, a los dogmas, a la doctrina y al catecismo católico para trasformar las estructuras sociales desde postulados inmanentistas. Para ellos, el Reino de Dios y el paraíso comunista son básicamente lo mismo. Son estos quienes adulteran la liturgia, quienes plantean el sacerdocio femenino, quienes apoyan el matrimonio homosexual desde dentro de la Iglesia y un largo etcétera de heterodoxias. No les gusta la Iglesia ni aceptan sus principios, pero no se van de ella. Los nuevos herejes buscan destruir la Iglesia desde sus entrañas. Si realmente creyeran en el sacerdocio femenino, en la supresión del celibato para los sacerdotes y en esa Iglesia democratizada, lo tendrían fácil: con irse a la Iglesia anglicana o a la luterana lo tendrían resuelto y todas sus aspiraciones cumplidas: sacerdotisas, obispos y obispas gays y lesbianas... Todo lo que ellos quieren para la Iglesia Católica y más. Pero estos no se van ni con agua hirviendo y siguen erre que erre dando la tabarra.

Pero hay un segundo frente de enemigos quintacolumnistas que es todavía más peligroso. Este segundo grupo es más sutil. Muchos de sus integrantes son de misa diaria: gente conservadora, personas de orden de toda la vida. Yo los denominaría católicos “liberales”. A ellos les gusta denominarse “demócratas cristianos”, aunque al fin y a la postre, ni lo uno ni lo otro. Muchos de ellos son nostálgicos de la transición, donde se sintieron protagonista del cambio político en España. Son muy tolerantes y abiertos a todas las sensibilidades, siempre y cuando esa sensibilidad coincida con la suya. En realidad, son “posibilistas” que tratan de conciliar lo irreconciliable y pretenden casar su condición de católicos con la militancia en partidos que defienden políticas abiertamente contrarias al magisterio de la Iglesia. Son los católicos que miran hacia otro lado y callan como muertos cuando el ministro de justicia aplaude con las orejas la sentencia del Constitucional que ratifica la legalidad del matrimonio homosexual; o quienes callan ante el reiterado retraso de la anunciada reforma de la ley del aborto (que ya verán ustedes en qué va a quedar), mientras miles de niños inocentes mueren cada día en las clínicas del horror. Estos católicos anteponen los cargos, los sueldos y los privilegios que les reporta su militancia política o su cercanía al poder, a sus obligaciones como miembros de su Iglesia. Para estos católicos light (o tibios como los llama el Apocalipsis), quienes permanecen firmes en la defensa de la Doctrina Social de la Iglesia y de los principios no negociables son unos integristas fanáticos. No soportan la virtud y la autenticidad de los católicos coherentes, porque esa integridad pone de manifiesto y denuncia su hipocresía y su fariseísmo. Sus acciones contradicen sus palabras: por sus hechos los conoceréis. Les gusta ocupar los primeros puestos y se codean con obispos y cardenales. Presumen de su condición de católicos; pero en realidad, son sepulcros blanqueados que no ocultan sino podredumbre y muerte.

Si defender lo mismo que el Papa y los obispos, te convierte en un integrista, yo lo soy sin duda. Si no casarse con los intereses de este mundo te convierte en un fanático, bendito fanatismo. Si mantenerse aferrado a la sana doctrina de la Iglesia te convierte en un intolerante, pues también me apunto a esa intolerancia. Nosotros no podemos ser intransigentes ni fanáticos. Lo deja claro el Papa Francisco en su Encíclica Lumen Fidei: nuestra verdad es la verdad del amor y el amor no se impone por la violencia ni el fanatismo. La Verdad que proclamamos es Cristo y Éste, crucificado.

Conozco de primera mano alguna institución católica dirigida por este tipo de católicos, tan tolerantes y liberales ellos, que han puesto en marcha verdaderas purgas contra directores de colegio, rectores de universidad y profesores verdaderamente santos y competentes por ser católicos “integristas” – yo diría que íntegros – de esos que creen en Dios y no negocian con su fe ni con los principios ni con su adhesión a la doctrina de la Iglesia. La tolerancia de estos católicos “liberales” se torna en persecución contra todos aquellos que se niegan a claudicar ante los valores de este mundo. ¿Es posible que pasen estas cosas? Puede parecer increíble, incluso kafkiano; pero sí. Esto pasa en España en 2013. Y lo peor del caso es que nadie mueve un dedo ante lo que está pasando. Todos parecen mirar hacia otro lado, mientras los lobos disfrazados de corderos devoran a las ovejas. Esto también es persecución: una persecución silenciosa e incruenta, pero que está provocando mucho sufrimiento y dolor en muchas personas buenas y santas. Yo podría dar el nombre de unos cuantos.

¿Y qué podemos hacer ante tanta persecución y tanta injusticia? Paciencia, perdón y amor hacia nuestros enemigos; rezar por quienes nos ofenden y nos humillan y seguir el ejemplo de los santos. No queda otra. El mal acabará devorándose a sí mismo. Y el triunfo final es del Señor: ante su presencia, todos tendremos que rendir cuentas. Hasta entonces, el trigo y la cizaña seguirán creciendo juntos y el Señor continuará haciendo salir el sol sobre justos e impíos. Pero al Señor no se le puede engañar porque para Él nada hay oculto.

PAPA FRANCISCO SE REÚNE CON 150 MIL MIEMBROS DEL CAMINO NEOCATECUMENAL EN SU 50 ANIVERSARIO


El Papa se reúne con 150 mil miembros del Camino Neocatecumenal en su 50 aniversario
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




Con motivo del 50 aniversario de la llegada a Roma del Camino Neocatecumenal, el Papa Francisco se reunió con 150 mil personas en el campus universitario de Tor Vergata, Roma, este sábado 5 de mayo, en un encuentro internacional en el que han participado fieles de 135 países.

En el encuentro, en el que participó el iniciador, Kiko Argüello, y Cardenales y Obispos de todo el mundo, el Santo Padre hizo el envío de 34 nuevas missio ad gentes que evangelizarán en zonas secularizadas o con poca presencia de la Iglesia.

En su discurso ante los congregados, el Papa llamó la atención sobre la importancia del número 50 en la Biblia: “Al quincuagésimo día el Espíritu del Resucitado descendió sobre los apóstoles y manifestó la Iglesia al mundo”.

Además, en otro lugar de la Biblia se dice que “el quincuagésimo año será para vosotros un jubileo”. Es decir, continuó el Papa, “un año santo en el cual el pueblo elegido habría tocado con la mano una realidad nueva, como la liberación y el regreso de los oprimidos a casa”.

Por lo tanto, “después de estos 50 años de Camino sería bello que cada uno de vosotros dijese: ‘Gracias, Señor, porque realmente me has liberado; porque en la Iglesia he encontrado a mi familia; porque en tu Bautismo las cosas viejas han pasado y disfruto de una vida nueva; porque por medio del Camino me has marcado el sendero para descubrir tu amor tierno de Padre’”.

En el acto central del Encuentro, los participantes cantaron el “Te Deum” dando las gracias a Dios por su amor y fidelidad. “Es muy bello eso –señaló Francisco–: agradecer a Dios por su amor y por su fidelidad”.

“Con frecuencia le damos las gracias por sus dones, por aquello que nos da, y está bien. Pero es todavía mejor darle las gracias por aquello que es, porque Dios es fiel en el amor”.

El Papa recordó que la bondad de Dios “no depende de nosotros. Hagamos lo que hagamos, Dios continúa amándonos fielmente”.

El objetivo de la misión

A continuación, el Obispo de Roma se dirigió a las 34 nuevas missio ad gentes y les recordó que “la misión es dar aquello que hemos recibido. La misión es cumplir el mandato de Jesús que hemos escuchado: ‘Id y haced discípulos en todos los pueblos’”.

En primer lugar, el Papa reflexionó sobre el significado del verbo “ir”. “Es el verbo de la misión”, destacó. Además, subrayó el hecho de que Jesús lo conjugaba en plural. “El Señor no dice ‘ve tú, y luego tú…’. Él dice ‘id’, ¡juntos! El que va solo no es plenamente misionero, sino el que camina junto a otros”.

“Caminar juntos es un arte que se debe aprender a lo largo de toda la vida. Debemos tener cuidado, por ejemplo, de no pisar el paso de los demás. Más bien debemos acompañar y esperar, recordando que el camino de los demás no es idéntico al mío”.

A continuación, Jesús dijo “haced discípulos”. “Esa es la misión”, subrayó el Pontífice. “No dice: conquistad, ocupad, sino ‘haced discípulos’, es decir, compartid con los demás el don que habéis recibido, el encuentro de amor que os ha cambiado la vida”.

“Ese es el corazón de la misión: dar testimonio de que Dios nos ama y de que con Él es posible el verdadero amor, aquel que nos lleva a regalar nuestra vida en todo lugar, en la familia, en el trabajo, como consagrados, como esposos”.

El Papa continuó: “La misión es hacerse discípulos con los nuevos discípulos de Jesús. Es redescubrirse parte de una Iglesia discípula. Cierto, la Iglesia es maestra, pero no puede ser maestra si antes no es discípula, así como no se puede ser madre si antes no se es hija. Así es nuestra Madre: una Iglesia humilde, hija del Padre y discípula del Maestro, feliz de ser hermana de la humanidad”.

Por último, Francisco señaló que cuando Jesús habla de hacer discípulos en todos los pueblos “es necesario subrayar que en su corazón hay sitio para todos los pueblos. Ninguno queda excluido. Como los hijos para un padre y una madre, incluso aunque se sean muchos, grandes y pequeños, cada uno es amado con todo el corazón. Porque el amor, entregándose, no disminuye, aumenta”.

“Id así en misión, pensando en ‘jugar en casa’. Porque el Señor es de casa en todo pueblo y su Espíritu ya se ha sembrado antes de vuestra llegada. Pensando en nuestro Padre, que tanto ama el mundo, sed apasionados de humanidad. Amad la cultura y las tradiciones de los pueblos, sin aplicar modelos preestablecidos”.

El Papa terminó recordando a los miembros del Camino que “vuestro carisma es un gran regalo de Dios para la Iglesia de nuestro tiempo. Demos gracias a Dios por estos cincuenta años”.

Además de las 34 nuevas missio ad gentes, el Santo Padre también envió 25 comunidades de las parroquias de Roma –que han concluido esta iniciación cristiana– a otras de la periferia de la ciudad cuyos párrocos han solicitado su ayuda para llamar a los alejados de la fe.

 En el encuentro también se recordó de manera especial a Carmen Hernández, co-iniciadora del Camino Neocatecumenal junto a Kiko, fallecida el 19 de julio de 2016.

LA DEVOCIÓN DE LOS 5 PRIMEROS SÁBADOS: UN PEDIDO DE LA VIRGEN DE FÁTIMA Y EL MISMO CRISTO


La devoción de los 5 primeros sábados: Un pedido de la Virgen de Fátima y el mismo Cristo
Redacción ACI Prensa
Crédito: Daniel Ibañez (ACI Prensa)




Si bien puede considerarse como una devoción poco conocida, la Virgen de Fátima y luego también Jesús, pidieron a Sor Lucía realizar y difundir la devoción de los cinco primeros sábados de mes en honor del Inmaculado Corazón de María.

Precisamente, contando desde esta semana, hay cinco primeros sábados hasta que se cumplan 101 años de la última de las apariciones de Fátima el 13 de octubre.

El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) explicó que esta devoción consiste en que cada primer sábado de mes, durante cinco meses seguidos, se realicen diversos actos de piedad con la intención de reparar los pecados contra el Inmaculado Corazón de María.

Aquí todo lo que debe saber sobre esta tradición.


¿Cómo practicar la devoción?

Los actos de piedad cada primer sábado de mes son: confesarse (de preferencia ese mismo día o unos días antes), comulgar, rezar el Rosario completo y hacerle compañía a María al menos quince minutos, meditando los misterios del Rosario.

¿Qué obtiene quien practique esta devoción?

La Virgen María promete a su hijo “asistirle en la hora de su muerte con las gracias necesarias para que pueda salvarse”, es decir, tener la posibilidad de no morir en pecado mortal. Esta devoción no es un “pase gratuito” para librarse del infierno a los que mueran sin arrepentirse.

¿Por qué en sábado?

Santo Tomás de Aquino decía que el sábado siguiente al Viernes Santo, la única que permaneció firme en su fe fue María, y por eso la Iglesia, para honrarla, le dedica ese día.

¿Por qué cinco sábados?

Jesús se le apareció a sor Lucía en la noche del 29 al 30 de mayo de 1930 y le explicó que “hay cinco tipos de ofensas y blasfemias pronunciadas contra el Inmaculado Corazón de María”.

La primera es en contra de su Inmaculada Concepción; segundo, contra su virginidad perpetua; tercero contra su maternidad divina, rehusando recibirla como Madre de la humanidad; en cuarto lugar, los que procuran infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada; y finalmente, los que la insultan directamente en sus sagradas imágenes.

8 TIPS PARA VIVIR EL MES DE MARÍA, MAYO


8 tips para vivir el mes de María
Redacción ACI Prensa





“Gran cosa es lo que agrada a Nuestro Señor cualquier servicio que se haga a su Madre”, decía Santa Teresa de Jesús. Por ello en mayo, mes de María, aquí algunos consejos que podrán ayudarte a vivir más intensamente estos días marianos.

1. Ambientar un lugar

Lo primero es ambientar la casa, la oficina o el lugar donde uno se encuentre. Hay hogares o centros de trabajo católicos que suelen armar un altar en un lugar especial con una estatua o cuadro de la Virgen, adornado de flores y telas.

En la oficina se puede colocar una estampa al lado del teclado o una imagen de nuestra Señora como fondo de pantalla de la computadora y también del celular.

2. Lectura sobre la Virgen

Para profundizar más en las maravillas que Dios ha obrado y sigue obrando en la Virgen, es recomendable leer algunos pasajes bíblicos como la Anunciación, el Nacimiento de Jesús, la presentación del Niño en el templo, y María al pie de la cruz.

Por otra parte, un hecho que también contiene muchos mensajes para el mundo es la aparición de la Virgen de Fátima, a los tres pastorcitos, cuya fiesta es el próximo 13 de mayo.

3. Rezo del Rosario

Como se sabe, el Santo Rosario es una de las oraciones predilectas de la Iglesia que la misma Santísima Virgen le enseñó a rezar a Santo Domingo de Guzmán.

Dentro de las promesas de la Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano de la Rupe, están: prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario; el alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.

4. Participar en procesiones

Una costumbre que aún se vive en algunos pueblos es el rezo de la aurora, en el que un grupo de fieles sale en procesión por las calles a tempranas horas con una imagen de la Virgen e invocan el auxilio de María con el Rosario, oraciones marianas y cantos.

5. Recibir los sacramentos

Asimismo, no puede haber verdadera devoción a la Virgen si no se participa de los sacramentos, especialmente de la Reconciliación y la Eucaristía, donde Jesús espera a sus hermanos con los brazos abiertos.


6. Hacer obras de Misericordia

Convencidos del amor de María por la humanidad y fortalecidos con las gracias sacramentales de nuestro Señor Jesucristo, es tiempo de salir a la acción ayudando, por ejemplo, a alguna madre embarazada en necesidad o visitando el asilo de ancianos, en el que siempre hay alguna mujer mayor que se siente sola e incomprendida.

7. Apostolado

Es importante transmitir la fe a las futuras generaciones. Hace mucho bien a los niños, adolescentes y jóvenes el decirles cuánto la Virgen los ama como mamá, y enseñarles a rezar a la Madre de Dios.

8. Regalar objetos bendecidos

También se recomienda regalar alguna Medalla Milagrosa o el Escapulario de la Virgen del Carmen, bendecidos por algún sacerdote, para que siempre que los vean recuerden la cercanía de la Madre de Dios y de lo mucho que los estima la persona que se los regaló.

MAYO, MES DE MARÍA: DÍA 5


Quinto día: Explicación de las letanías



Christe audi nos

¡Jesucristo óyenos! Como la oración es el canal mediante el cual Dios comunica a nuestra alma sus luces y sus gracias, y es el incienso más dulce que podemos presentar para merecer sus bendiciones, la Iglesia pide a Jesús que escuche su oración, y debemos pedir junto a ella, no sólo que escuche las nuestras, sino que las ofrezca al padre; porque habiendo sido constituido nuestro abogado delante de Él, intercede sin cesar por nosotros, según san Juan, en el capítulo II de su primera Epístola, y según San Pablo en el capítulo VII de la Epístola que dirige a los hebreos.

Christe exaudi nos

¡Cristo escúchanos! Hay que continuar la oración con mayor confianza, ya que sabemos que Jesucristo sólo concede los pedidos de los perseverantes. La importunidad molesta a los hombres y los fatiga; pero el señor no dejará de escucharnos si no dejamos de pedirle. Eso es lo que nos da a entender, en el capítulo XI de San Lucas, por medio de la palabra del padre de familia, cansado de la insistencia de un amigo que le pedía en medio de la noche que le prestara tres panes, y que no se levantó tanto por prestarle sino por poner fin a su visita. Si esto es suficiente para volvernos perseverantes en nuestras oraciones, cuánto más lo serán las palabras que Jesucristo nos dio por prensa en el capítulo antes citado, donde dice: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá”.

Ejemplo

Un niño pequeño, elevado sobre las rodillas de una madre cristiana, aprendía de ella ha hacer sobre su cuerpo, por primera vez, la señal de la Cruz. Como terminaba invocando a las tres personas divinas: “En el nombre del Padre, etc…” se volvió hacia la madre, y levantando los ojos sobre ella dijo: ¡“Mamá, no hay Madre! La naturaleza humana había hablado por boca de ese niño. El autor de esta naturaleza debió haberle alcanzado una respuesta: esta respuesta ¡Es María!

María es nuestra Madre, conjurémosla para que presente nuestras oraciones a Jesús.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 mayo



Jesucristo pudo decir a sus enemigos, cuando trataban de apedrearlo: Muchas cosas buenas hice ante ustedes, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?

Tal ha de ser nuestra conducta y tal el deseo de hacer bien a todos, siel ejemplo de Jesucristo: que se cumpla ennosotros la misma sentencia de la Escritura: me despreciaron sin motivo.

Porque si a pesar de ellos nos aborrecen y nos persiguen, seremos bienaventurados, por haber sufrido persecución por la justicia.

P. Alfonso Milagro