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miércoles, 21 de febrero de 2018

PERDONAR


Perdonar




Si comprendiéramos, no haría falta perdonar. Fuera de casos excepcionales, nadie actúa con mala intención. ¿No estarás tú atribuyendo a esa persona intenciones perversas que ella nunca las tuvo? El parece orgulloso; no es orgullo, es timidez. Parece un tipo obstinado; no es obstinación, es un mecanismo de autoafirmación. Estas reflexiones, el P. Larrañaga las completa con una oración liberadora y sanadora:

Jesucristo, poderoso y amoroso Señor, calma dentro de mí este tormento de hostilidad que siento contra esa persona. Yo quiero sentir por esa persona lo que tú sientes en este momento por ella, lo que tú sentías al morir en la cruz por ella. Perdónale tú dentro de mí. Y, con mis sentimientos, transformados en tus sentimientos perdónale y ámale dentro de mí, en vez de mí, conmigo; quiero perdonarle como tú le perdonas; quiero mirar a ese ser con tus ojos y abrazarlo con tus brazos. Yo lo quiero. Yo lo comprendo. Yo lo perdono. Yo lo amo, como tú, mi Señor.

El amor que pide Jesús debe llevarnos a evitar en la convivencia cotidiana las faltas de aceptación, incomprensiones, y malentendidos. El Señor nos quiere ver fraternos, bondadosos, pacíficos, cordiales… No es fácil, pero lo podrás, si lo pides cada día: “Señor, ayúdame a ser hoy comprensivo, compasivo y paciente con todos”. Que pases un día feliz de buena convivencia.



* Enviado por el P. Natalio

CON LA CRUZ ACUESTA


Con la cruz acuesta




Cuenta la historia de un hombre que caminaba por el rumbo de la vida  cargando su cruz sobre sus hombros. De repente se le apareció un  señor muy imponente, vestido con un extraño traje rojo que le dijo: 

"Pero hombre ¿Qué estás haciendo con semejante cruz encima? No tiene sentido. ¿Por qué no le cortas un poco los extremos así la carga se te hace más liviana?" El hombre, luego de pensarlo por un breve momento, creyó que ésa era  una buena idea para evitar tanto esfuerzo. Fue así que limó los extremos de la cruz y siguió caminando.

A los pocos metros, el señor de rojo se hizo presente otra vez.
"Pero ¿Qué te dije amigo? No la has achicado casi nada. Córtale las puntas un poco más. Estás arrastrando una cruz demasiado pesada pudiendo sacrificarte menos para llevarla. No seas tonto!". 
Y el hombre esta vez cortó los extremos de la cruz. Sintiéndose ahora un poco más aliviado, continuó su camino. Ya el tamaño de la cruz había disminuido notablemente y el hombre podía cargarla con más comodidad.

Al poco tiempo de avanzar, el señor de rojo volvió a cruzarse ante él y le insistió:"Vamos... Córtale los extremos más todavía. Mientras más chica sea la cruz menos va a costarte llevarla."  Entonces el hombre se detuvo y volvió a cortarle los extremos hasta que pudo cargarla con una sola mano.

Siguió caminando y a medida que avanzaba, pudo divisar una gran luz blanca al final del camino. Cuando llegó a este punto estaba Dios aguardándolo.

"Bienvenido Hijo Mío al umbral de la Gran Puerta Al Paraíso". 
"Pero Dios... ¿Dónde está la puerta que no la veo? 
Y el Señor, con su dedo índice apuntando hacia arriba, señaló una 
puerta en lo alto y le dijo:

"Es aquella que está allá en las alturas. ¿La ves ahora? Bueno, para 
entrar sólo debes abrirla. 
Evidentemente abrir la puerta no era el inconveniente, pero sí lo era alcanzarla.
"Pero Señor ¿Cómo hago para subir tan alto? 

"Para eso tienes la cruz. Debes apoyarla sobre esta pared y escalarla hasta la puerta. Esta cruz que has estado cargando durante toda tu vida tiene la medida exacta para que llegues a la Puerta del Cielo. De otra forma es imposible". 

"Pero Señor... Es que mi cruz ya no tiene ese tamaño. Yo le hice caso a un Señor de traje rojo que durante todo mi camino estuvo 
acechándome, tratando de convencerme para que yo mismo me facilite las cosas. Y me convenció. Yo hice mi carga más liviana por consejos de él." 

"Ay Hijo Mío... Te has dejado tentar y mira ahora lo que te ha 
pasado. ¿Te das cuenta que al final de todo, las malas influencias 
terminan perjudicándote?" 

Moraleja: Todos debemos asumir que la cruz que nos ha tocado en la vida es la que debemos soportar hasta el final para poder traspasar las puertas del Cielo.

LO PRINCIPAL ES AMAR


Lo principal es amar





Wild Bill era abogado en Varsovia y vivía con su mujer y sus cinco hijos en el ghetto judío. Un día  los soldados alemanes llegaron a su barrio, alinearon a todos contra un muro (excepto al abogado, 
porque hablaba alemán) y los ametrallaron sin piedad. Un día, en torno a unas tazas de té, cuando  Ritchie hablaba de la dificultad que podían sentir los exprisioneros para perdonar a sus verdugos 
nazis, Wild Bill contó su admirable historia. Dijo: 

“Tuve que decidir si iba a permitirme odiar a los soldados que habían hecho aquello. De hecho, fue una decisión fácil. Yo era abogado. En mi profesión había visto con demasiada frecuencia lo que el odio puede hacer en los espíritus y en los  cuerpos de la gente. El odio acababa de matar a las seis personas que eran para mí los seres más  preciosos del mundo. 

Decidí en aquel momento dedicar el resto de mi vida –fueran pocos días o muchos años– a amar a cada una de las personas con las que entrase en contacto”. 

LA SOMBRA DEL ASNO


LA SOMBRA DEL ASNO




Demóstenes echaba en cara los errores a los atenienses. Un día, que les estaba  hablando  en una  plaza  pública, recibió un abucheo fenomenal. “¡Sólo  dos  palabras  para  contaros  la historia de un asno”, gritó. Y la multitud le dejó hablar.

“Había   una   vez, prosiguió   Demóstenes,  un   viajante  que alquiló  un  asno   para   ir   de Atenas a Megara y el dueño del asno le acompañó en el viaje. A mediodía buscaron la sombra de un árbol para sentarse a comer y como no había ninguno, el dueño del animal se sentó a la sombra del asno.

-Te he alquilado el asno, pero no su sombra de modo que el asno sigue perteneciéndome – explicó el propietario.

-De ninguna manera. Me has alquilado el burro entero con todas sus circunstancias, replicó el viajante”.

Al llegar  a  este  punto, Demóstenes  se calló. Los asistentes gritaron : “¿Y qué  ocurrió  después?”  Y  el  orador preguntó: “¿Os interesa  más  oír  hablar  de  la sombra de un asno que de vuestros propios intereses?

SER CATÓLICO SIEMPRE Y EN TODO MOMENTO, NO SOLAMENTE LOS DOMINGOS


Ser católico siempre y en todo momento, no solamente los domingos
La conversión personal es cuestión de un instante, pero la santidad a la que estamos llamados es tarea que nos ocupa toda la vida


Por: Vicente Franco Gil | Fuente: ForumLibertas.com 





Es cierto que vivimos en un mundo globalizado, en donde a veces es difícil encontrar unos espacios de tiempo en los que podamos encontrar calma y tranquilidad.

También es cierto que los avances tecnológicos junto con el dinamismo que trae consigo la vida misma han transformado, de alguna forma, nuestra manera de actuar e incluso nos atreveríamos a decir que nuestra forma de pensar, pues evidentemente estamos sometidos a ese vaivén que, en mayor o menor medida, agita nuestro entorno.

No obstante, para quienes libre y conscientemente hemos abrazado la fe en Cristo Jesús, tenemos que esforzarnos por gozar en todo momento y lugar del beneficio de su paz.

Necesitamos abrazar esa paz para ponderar y meditar las cosas que nos acaecen en lo más hondo de nuestro corazón, mirando a Santa María, la madre de Dios, como hijos pequeños y tan necesitados que buscan su auxilio y su protección, por ser ella el modelo más excelso de la gracia.

Por experiencia sabemos sobradamente que la conversión personal es cuestión de un instante, pero la santidad a la que estamos llamados es tarea que nos ocupa toda la vida.

Así las cosas, debemos emplearnos a fondo con todos los medios y en todas las jornadas de nuestra existencia para dar cumplimiento a este mandato evangélico:

"Sean, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre Dios que está en los cielos es perfecto" (Mt. 5, 48)

Dado que de él se desprende que nuestro obrar debe ser autentico, de una pieza, sin doblez, coherente con nuestras creencias y convicciones, sin temer al qué dirán, e incluso remando contra corriente si fuera necesario.

Tengamos en cuenta que el Evangelio (que es palabra de Dios) y la doctrina que nos proporciona el Magisterio de la Santa Madre Iglesia son la savia que nutre nuestra vida espiritual, la cual va inseparablemente unida a nuestra vida humanamente cotidiana, sea en el trabajo, en la familia, en el ocio adecuado y, cómo no, en la vida de piedad.

Desde esta perspectiva, como católicos responsables que un día decidimos voluntariamente seguir a Cristo, no podemos conformarnos con una entrega minimalista y rutinaria, un tanto superficial, como quienes quieren cubrir su expediente  justificando así el contenido de sus actos.

A tal efecto, sabido es que la vida espiritual es como un plano inclinado en el que o se avanza o irremediablemente se desciende, y a veces hasta tal punto que el alma se enfría tanto que deja de amar.

Por tal motivo, en la lucha ascética no sirven las medias tintas, ni los razonamientos vagos, ni las especulaciones baratas. 

Desde que nacimos a la vida de la gracia por medio del bautismo, nos jugamos mucho en esta efímera vida terrenal llena de oportunidades para merecer día a día y a cada instante los bienes necesarios para alcanzar el cielo.

Nuestra misión y nuestro compromiso consisten en identificarnos con Cristo, ser otros Cristos, los mismos Cristos, una laboriosa y heroica tarea a la que todos estamos llamados sin excepción.

Y para amar a Cristo no hay otro camino que tratarle para llegar a conocerle, y de esta forma cobijarle en nuestro interior para que presida nuestro obrar. Por ello tenemos la oportunidad de participar de los medios que pone a nuestro alcance la Iglesia como remedio para nuestra salvación eterna.

Con todo, debemos ser almas de oración continua, en medio del trabajo, hablando con nuestras amistades, al lado de nuestra familia, haciendo de la vida cotidiana aparentemente sin brillo una sinfonía espiritual exultante.

Desde hace dos mil años Jesús nos espera en el Sagrario, para contarle nuestras cosas, lo que va y lo que no funciona. También nos espera en la Eucaristía, para que comulguemos frecuentemente y mantener el latido contemplativo saludable.

Asimismo lo encontramos en el sacramento de la reconciliación, pidiéndole perdón por nuestras faltas, animados por su infinita misericordia.

Por consiguiente, no podemos seguir a Jesús unos instantes únicamente los domingos, quizá buscando la misa más corta y orquestada para que nos sea más "amena", sin caer en la cuenta de que el Sacrificio del Altar es el centro y razón de nuestra vida cristiana.

Y porque Jesucristo habita en nosotros le debemos la más alta consideración, pues sin Él nada podemos hacer. 

Meditemos por un instante cuántos minutos dedicamos al día en leer el Evangelio, en leer algún libro de lectura espiritual, en leer documentos provenientes del Vaticano, o en estar informados de las últimas noticias acerca del Santo Padre. Examinemos también cuánto tiempo empleamos en nuestro apostolado, o en hacer obras de caridad.

No podemos excusarnos diciendo que no tenemos tiempo, aunque esa sea la verdad, porque el Señor sí que tuvo tiempo para redimirnos en la Cruz, obedeciendo en todo al Padre.

Seamos consecuentes al sabernos hijos de Dios, pues Él se desvela por todos nosotros en quienes desde la eternidad piensa el momento justo en que debemos aparecer en escena.

Nuestra gratitud por todo lo que recibimos y por aquello que no poseemos, debe reflejarse permanentemente a lo largo de nuestro recorrido, y una forma tangible de llevarlo a cabo, no solamente los domingos, es demostrando que somos verdaderos hijos de un mismo Padre en cada momento de nuestras vidas.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 21 FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
21 de Febrero




Jesús sintió compasión de la gente que tenía hambre: hambre de pan y hambre de justicia y de verdad.

Tú debes sentir compasión de todos y tu compasión no ha de ser sentimental, sino que ha de expresarse en los esfuerzos que hagas para dar el pan al pobre hambriento, pero también para presentar al rico los bienes espirituales de que carece.

Sé compasivo con todos los que tiene alguna necesidad de orden material o espiritual, personal o familiar y acude a socorrer todas las necesidades que estén a tu alcance, pero no te olvides de que el hambre de pan retuerce el estómago y el hambre de Dios retuerce el espíritu.



* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 21 FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
 Hoy, miércoles, 21 de febrero de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Jonás (3,1-10):

EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50,3-4.12-13.18-19

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 21 de febrero de 2018
 Juan Lozano, cmf


Querido amigo/a:

La Cuaresma es el tiempo de una vuelta decidida a Dios, o sea, a sus enseñanzas, a sus caminos, los que nos va mostrando cada día en su Palabra. Palabra que hay que acoger en su totalidad, sin seleccionar sólo aquello que nos gusta, porque todos tenemos partes del Evangelio que nos resultan áridas y a las que nos cuesta convertirnos, como los habitantes de Nínive a los que Jonás insistió una y otra vez hasta que lo consiguió.

Cuaresma es tiempo de obras, de cambio de vida. Nosotros escuchamos con frecuencia la Palabra de Dios. Cada día nos miramos a su espejo para ver si nos vamos configurando con lo que Dios nos pide. Cada día volvemos a la escuela, en la que el Maestro nos va ayudando. Es una de las consignas de la Cuaresma: poner más atención a esa Palabra para contrarrestar otras muchas palabras que luego escuchamos en este mundo, y que generalmente no coinciden con lo que nos ha dicho Dios.

En esto consiste la conversión, mucho más profundo e integrador que las actitudes piadosas que se conforman con exteriorizar lo que toca hacer. Convertirse es aceptar aquella Palabra de Dios que todavía no hemos hecho nuestra. Ese es el signo de que estamos en el camino. Muy distinto al signo que piden a Jesús en el Evangelio de hoy, porque el signo que le piden es exterior y superficial; quieren espectáculo y Jesús se niega. El signo que Jesús quiere es interno, real, que se ve sólo en sus efectos a largo plazo.

Hoy es un buen día para preguntarse:  ¿Señor qué Palabra tuya todavía no he hecho mía? Ayúdame a descubrir mis resistencias, mis frenos, mi negativa a llevar la vida aquellas Palabras del Evangelio que me cuesta creer y vivir. Quiero hacerlas mías, amarlas porque vienen de ti y por ello son para mi “palabras” de vida plena, de vida eterna. Esta es la actitud, este es el signo, esta es la conversión.

Vuestro hermano en la fe
Juan Lozano, cmf

DURAS CRÍTICAS A PONTIFICIA UNIVERSAL CATÓLICA DEL PERÚ POR LENGUAJE IDEOLOGIZADO


Duras críticas a Pontificia Universidad Católica del Perú por lenguaje ideologizado
POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa






Este fin de semana varios usuarios de redes sociales criticaron el lenguaje afín a la ideología de género que la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) viene utilizando a través de su sitio web para referirse a los profesores eméritos.

Por su parte, la Real Academia de la Lengua Española precisó que el texto utilizado por la universidad contiene “desdoblamientos innecesarios”.

En un comunicado publicado en su sitio web, la casa de estudios señaló que “son profesores extraordinarios y profesoras extraordinarias los profesores eméritos y las profesoras eméritas, los profesores honorarios y las profesoras honorarias, y los profesores y las profesoras visitantes. Los profesores extraordinarios y las profesoras extraordinarias no forman parte de la Carrera Profesoral”.

“Para ser nombrado profesor emérito o profesora emérita, es necesario haber sido profesor o profesora principal y estar jubilado o jubilada como profesor o profesora en la Universidad. La propuesta para ser nombrado profesor emérito o nombrada profesora emérita puede realizarla el Jefe o la Jefa del Departamento Académico al que perteneció el profesor, los Vicerrectores y las Vicerrectoras, o el Rector o la Rectora”, indica si su sitio web.

Las reacciones negativas en Twitter no se hicieron esperar por parte de decenas de usuarios y personajes públicos.

“¿Se han preguntado por qué @Pontifex_es (Papa Francisco) no visitó la PUCP en su venida al Perú como si lo hizo con la PUC de Chile? Fácil, aquí un simple de detalle de cómo la ideología de género se sale hasta por los poros”, criticó el politólogo Óscar M. Escalante.

La magíster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra, Giuliana Caccia, comentó: “La PUCP solicita a Twitter que amplíe el número de caracteres por tuit porque con el uso del lenguaje inclusivo no le alcanza el espacio más que para saludar. Y le parece discriminatorio”.

“La PUCP en el más espantoso ridículo con este trabalenguas farragoso respecto al género. Si querían ser menos huachafos mejor poner “profesor/a”, “jubilado/a” etc. Pero está visto, no tienen remedio”, sostuvo el abogado y político, Jorge Barba Caballero.

También se pronunció la Agrupación Universitaria Riva–Agüero (AURA), e indicó que “la PUCP persiste en usar un lenguaje al servicio de la ideología de género sin tener en cuenta reglas gramaticales mínimas. Para no quedar en ridículo, debería recordar lo que dice la RAE”.  

Por su parte, la Consejera Nacional en Consejo Nacional de Educación en Perú, María Isabel León Klenke, criticó: “¿Es necesario el ‘trabalenguas’ de la PUCP? La Real Academia Española, ¿qué dice al respecto? Un alcance para reflexionar. ¿Es acaso este lenguaje necesario para que las mujeres nos sintamos ‘incluidas’ o la inclusión es otra cosa?”

La corrección de la Real Academia de la Lengua Española

Dirigida la consulta a la RAE, la institución que regula el uso del idioma afirmó que el texto del sitio web de la PUCP contiene “desdoblamientos innecesarios”.

En su sitio web, la RAE explica el significado de “desdoblamiento” al poner como ejemplo la frase: “Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas”.

“Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto”, define la institución de la lengua.

En ese sentido, explica que “la actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas”.

“Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos”, prosigue.

Finalmente, la RAE sostiene que “es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto”.

“Así, ‘los alumnos’ es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones”, concluye.