Páginas

miércoles, 20 de diciembre de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 20 DICIEMBRE


Los cinco minutos de María
Diciembre 20




El alma y el cuerpo de la purísima Virgen María fueron como dos instrumentos que producían una misma melodía, que alababa y cantaba las grandezas del Señor. Jamás en su cuerpo o en su alma hubo la menor disonancia que distorsionase la melodía de su canto.
En nosotros, quizá en alguna ocasión nuestro cuerpo se rebele o nuestro espíritu nos haga sentir sus instintos soberbios; sobre ese fondo desagradable y sucio, tratemos de que se destaque el amor de nuestro corazón que nos eleve a Dios.
María, que sea mi vida como una flauta en la que Dios pueda tocar y hacer oír sus melodías.



* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 20 DICIEMBRE 2017


Lecturas de hoy 20 de Diciembre. Feria de Adviento
 Hoy, miércoles, 20 de diciembre de 2017



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (7,10-14):

EN aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo:
«Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».
Respondió Ajaz:
«No lo pido, no quiero tentar al Señor».
Entonces dijo Isaías:
«Escucha, casa de David: ¿no basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Va a entrar el Señor; él es el Rey de la gloria.

V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede entrar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

V/. Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):

EN el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazarat, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Él ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido en hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 20 de diciembre de 2017
 Juan Lozano, cmf


Querido amigo/a:

Necesitamos señales para ver por dónde vamos. Para ver si por donde vamos, vamos bien; si este es el camino o nos hemos salido de él. Estas señales son las balizas que vemos en los caminos de montaña, los hitos, los mojones, los indicadores,…no sé cómo los llaman en tu región. Los que utilizan los actuales GPS para desplazarse, también los necesitan para no salirse de la ruta; se llaman “tracks” o “way points”. Cuando vas caminando por la montaña, por un bosque o por el páramo y llegas a uno de ellos, sientes un gran alivio, una gran tranquilidad, pues te confirman que vas en la dirección correcta.

¿Has encontrado estos indicadores durante este Adviento? Piénsalo despacio, porque si has trabajado este tiempo de esperanza, seguro que has pasado por ellos, aunque no siempre hayas sido consciente. Situaciones, acontecimientos ocurridos durante estas tres semanas anteriores, personas y relaciones, conversaciones, momentos de silencio y oración, de paz, de reflexión, de prueba…

El profeta Isaías hoy nos muestra una de estas señales o balizas que el rey Acaz necesitaba de Dios para asegurarse de que estaba con ellos ante la invasión asiria. Señal que le cuesta pedir porque Dios va a pensar que no se fía de él. La señal es el nacimiento de un niño llamado “Emanuel” cuyo nombre ya significa que Dios está con su pueblo y no lo abandona: “Dios con nosotros”.

El Evangelio de Lucas nos muestra la señal de las señales: la Anunciación. “Ahí tienes a  tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez…” María se fió de esta señal, siguió esta baliza y la siguiente, y la siguiente hasta el pie de la cruz. Pero allí no terminaban, habría más: Jerusalén, Pentecostés… No quedo defraudada, como ya sabemos.

¿Qué señales ves en este Adviento? ¿Qué te quiere decir el Señor? ¿Por dónde vas? No importa saber el final del camino ni a dónde nos lleva, sólo Dios lo sabe. Lo importante es caminar confiado, como el buen peregrino, siguiendo las señales del camino para no perderse. Nunca adelantándose al Espíritu Santo, siempre detrás, para ir seguro.

La antífona del Magníficat de las Vísperas de hoy es “Oh llave de David” (Clavis). Con lo que ya tenemos la palabra en latín: SARC

Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf