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domingo, 19 de noviembre de 2017
PAPA FRANCISCO INVITA A ALMORZAR A 1500 POBRES EN EL VATICANO
El Papa invita a almorzar a 1.500 pobres en el Vaticano: así fue su gran día
Por Álvaro de Juana
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 19 Nov. 17 / 08:03 am (ACI).- Un día para ellos, para demostrarles que la Iglesia los ama y que son el “corazón del Evangelio”. Un día en el que dejar atrás la indiferencia y en el que tomar conciencia del sufrimiento del prójimo.
Este domingo se ha celebrado la I Jornada Mundial de los Pobres por iniciativa del Papa Francisco. “Estamos llamados a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades, y a reconocer el valor que tiene la pobreza en sí misma”, dice el Pontífice en el mensaje de esta Jornada.
A primera hora de la mañana, Francisco presidió una solemne Misa en la Basílica de San Pedro en la que participaron unos 8.000 pobres. También enfermos y personas que se ocupan de ellas, miembros de asociaciones e instituciones laicas y religiosas de la Iglesia.
En la homilía recordó que en la debilidad de los pobres “hay una fuerza salvadora”. “Y si a los ojos del mundo tienen poco valor, son ellos los que nos abren el camino hacia el cielo, son nuestro pasaporte para el paraíso”.
Después, el Pontífice rezó el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, como hace cada domingo, y rápidamente al acabar se trasladó hasta el Aula Pablo VI, donde ya estaba todo preparado para el almuerzo a 1,500 pobres.
El Papa, entre ellos, les habló, sonrió y animó. A su llegada les dio la bienvenida y poco después se sentó junto a ellos en una de las mesas preparadas para la comida.
“Sed bienvenidos todos. Ahora, vamos a rezar para que Dios os bendiga, para que bendiga el almuerzo, para que bendiga a todos los que lo han preparado, para nos bendiga a todos nosotros, a nuestros corazones, a nuestras familias, nuestros deseos y nuestras vidas, para que nos de salud y fortaleza”, dijo el Papa al inicio del almuerzo y con un micrófono.
Para que todo saliera a la perfección, los pobres fueron servidos por 40 diáconos de Roma y unos 150 voluntarios de parroquias de otras diócesis de Italia.
Pero, ¿cuál fue el menú? El encargado de deleitar a los pobres con una buena comida fue el restaurante “Al Pioppeto” de Sergio Dussin, encargado en el Vaticano de los almuerzos oficiales o los catering y conocido por su “buena mano” entre los fogones.
Como no podía ser de otra manera, el menú estuvo compuesto de platos típicos italianos: comenzaron por unos gnocchetti (pasta elaborada con patata) tradicionales de la región de Cerdeña, acompañados de tomate, aceitunas y queso Collina Veneta. Luego continuaron con unos ‘bocaditos de ternera’ con verduras, polenta (harina de maíz) y brócoli procedente de la región de Bassano.
El postre fue un tiramisú a la “veneta” y café, y todo el almuerzo contó con agua y refresco de naranja.
“También pedimos una bendición para todos los que están en otros comedores sociales en toda Roma. Roma está llena hoy de ellos. Un saludo y un aplauso para todos”, añadió el Papa ante la atenta mirada de sus convidados. Los pobres, entonces, aplaudieron a Francisco calurosamente y comenzaron a comer con una sonrisa dibujada en su rostro.
ESCONDER LOS TALENTOS - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 NOVIEMBRE 2017
Esconder los talentos
Meditación. Los talentos que Dios concede
Por: P. José Luis Richard | Fuente: Catholic.net
Los talentos, es decir, los dones de la vida, aquello que somos, los podemos considerar como una fortuna. Pero haremos bien en no olvidar nuestra responsabilidad: del uso que hagamos de ellos dependerá nuestra salvación.
Así lo manifiesta el Evangelio. Al siervo negligente lo condena no por lo que hizo, sino por lo que dejó de hacer. No porque perdió el dinero, sino porque no lo usó: y a ese siervo inútil, arrojadle a las tinieblas. En el juicio final, no acusa a los que están a su izquierda de haberle golpeado, insultado o robado. Cristo no les reprocha alguna acción deshonesta que hayan cometido. Sólo les echa en cara el bien que no le hicieron: cuando no lo hicisteis a mis hermanos, tampoco a mí me lo hicisteis.
Malvado llama Cristo al siervo perezoso. ¿Por qué?
Porque el talento que había recibido no le pertenecía. Era de Dios. El mismo lo confiesa: Señor, aquí tienes tu talento. A él le correspondía administrarlo conforme al deseo de su dueño.
Pero es que, además, cuando Dios concede a alguien un talento, está pensando en todos aquellos a quienes beneficiará cuando ese talento produzca. De ahí que el pecado de omisión, el no producir intereses con el talento recibido, se convierta en un auténtico robo, en traición a los hermanos para quienes estaba destinado.
Nos escandaliza y duele la traición de Judas. La Iglesia naciente chorreó sangre y se estremeció en sus cimientos ante ella. Pero salió victoriosa por la fidelidad militante y operosa de los once apóstoles. Si éstos no hubieran trabajado hasta la muerte por el triunfo de la Iglesia, ¿no hubieran sido ellos los auténticos traidores, mil veces más culpables que el mismo Judas?
Nuestra tarea como cristianos es similar a la de los once. Dios en su designio misterioso ha querido ligar la salvación de los hombres a nuestra fidelidad y a nuestro celo apostólico de cada cristiano. Ahí está el gran talento que coloca con cuidado en nuestras manos. ¡Qué misterio de bondad por parte de Dios pero qué inmensa responsabilidad para cada uno de nosotros!
No omitamos, pues, ni la más pequeña ocasión para hacer el bien. Cuesta poco y da mucho fruto saludar con una sonrisa al vecino, felicitar al compañero de trabajo cuando le ha salido bien su tarea, defender al Papa en una conversación, visitar a tal enferma que se encuentra enferma o sola...
Valoremos nuestros talentos. Seamos conscientes de las inmensas oportunidades que Dios nos da durante el día para colaborar con Él en la extensión de su Reino. Así podremos escuchar de sus labios aquellas otras palabras tan consoladoras: "Animo, siervo bueno y fiel..."
Gracias, Señor, por los talentos que me has dado y la confianza que me muestras. Lucharé con celo por hacerlos fructificar. Pero sin angustia: lo esencial para Ti no es la cantidad conseguida, sino el amor y el esfuerzo.
PAPA FRANCISCO: SI NO CONFIAMOS EN DIOS, EL MIEDO NOS BLOQUEARÁ
Si no confiamos en Dios, el miedo nos bloqueará y no daremos frutos, advierte el Papa
Por Álvaro de Juana
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 19 Nov. 17 / 06:37 am (ACI).- En el Ángelus de este domingo, también fueron protagonistas los pobres, cuya Jornada Mundial instituida por el Papa Francisco se celebró durante todo el día. Primero con una Misa y después con un almuerzo para 1.500 de ellos en el Aula Pablo VI del Vaticano en el que participó el Pontífice.
Luego de la Misa en la Basílica de San Pedro, el Santo Padre presidió el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico y explicó el Evangelio del día en el que se narra la parábola de los talentos.
El Papa contó que el siervo malo esconde los talentos y nos los hace fructificar porque tuvo miedo de su jefe. “El miedo inmoviliza siempre y a menudo hace que se tomen decisiones equivocadas”.
“El miedo desanima para tomar iniciativas, induce a refugiarse en soluciones seguras y garantizadas, y así se termina por no realizar nada bueno. Para ir adelante y crecer en el camino de la vida se necesita tener confianza”, señaló.
“Esta parábola nos hace entender cómo de importante es tener una idea verdadera de Dios. No debemos pensar que Él sea un jefe malvado, duro y severo que quiere castigarnos. Si dentro de nosotros existe esta imagen equivocada de Dios, entonces nuestra vida no podrá ser fecundada, porque viviremos en el miedo y este no nos llevará a nada constructivo”.
Al contrario, “Jesús nos ha mostrado que Dios es un padre lleno de amor, de ternura, de bondad” y por eso “podemos y debemos tener una inmensa confianza en Él”.
Francisco también explicó que Jesús muestra cómo de generoso y solicito es Dios sobre todo “con la acogida que hace de todos, especialmente de los pecadores, los pequeños y los pobres”. Pero también “con sus advertencias, que revelan su interés para que no desperdiciemos inútilmente nuestra vida”.
“La parábola de los talentos nos llama de nuevo a una responsabilidad personal y a una fidelidad que sea también capaz de ponernos continuamente en camino sobre nuevas vías, sin enterrar el talento, es decir, lo dones que Dios nos ha confiado y de los que nos pedirá cuentas”.
Después de rezar, el Papa hizo referencia a la Jornada Mundial de los Pobres, y pidió que tanto en la diócesis de Roma como en el resto del mundo los pobres “sean el centro de nuestras comunidades”, pero “no solo en momentos como este, sino siempre”.
“Ellos son el corazón del Evangelio, en ellos encontramos a Jesús que nos habla y nos interpela a través de sus sufrimientos y sus necesidades”.
ORACIÓN DE PERDÓN
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EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 NOVIEMBRE 2017
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LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 19 NOVIEMBRE
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