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lunes, 4 de septiembre de 2017

PAPA FRANCISCO A LOS JÓVENES: ROMPAN EL ESPEJO DEL NARCISISMO


El Papa Francisco a los jóvenes: “¡Rompan el espejo del narcisismo!”
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Daniel Ibáñez / Foto: ACI Prensa
VATICANO, 04 Sep. 17 / 06:54 am (ACI).- El Papa Francisco animó a los jóvenes a evitar la “enfermedad del espejo” que lleva a caer en el narcisismo de “contemplarse a uno mismo e ignorar a los demás”, e hizo un llamado a romper con esa dinámica destructiva: “¡Rompan el espejo! ¡No se miren en el espejo, porque el espejo engaña!”.

En una audiencia que concedió en el Aula Pablo VI del Vaticano a miembros de la Comunidad Católica Shalom, el Santo Padre se dirigió a los jóvenes de la Comunidad y les invitó a dejar de centrarse en uno mismo e ir hacia fuera, “hacia la alegría de vivir por Dios y para Dios”.

En respuesta a Justine, una joven de 25 años que recibió el Bautismo durante el Jubileo de la Misericordia y que contó su testimonio junto a otros 2 jóvenes, Francisco señaló que el egoísmo que promueve la cultura de hoy es la principal fuente de tristeza, una tristeza que tiene su origen en la “auto-referencialidad”, que consiste en “vivir en uno mismo”. En este sentido, advirtió que “un joven que se mete en sí mismo, que vive solamente para sí mismo, termina, ‘empachado’ de auto-referencialidad. Es decir, lleno de auto-referencialidad”.

A continuación, el Papa advirtió contra el narcisismo, contra “ese estar contemplándose a sí mismo e ignorar a los demás. El narcisismo te produce tristeza, porque vivís preocupado de maquillarte el alma todos los días, de aparecer mejor de los que sos, de contemplarte a ver si tenés una belleza mejor que los demás”.

“Es la enfermedad del espejo”, insistió, e invitó a “romper el espejo que engaña”. Por el contrario, “miren afuera, miren a los demás. Y si un día quieren mirarse en el espejo, les doy un consejo: mírense al espejo para reírse de sí mismo. Hagan la prueba, se les va a refrescar el alma. Saber reírse de uno mismo, eso nos da alegría y nos salva de la tentación del narcisismo”.

El Pontífice se dirigió también a un joven chileno de 26 años llamado Juan que contó cómo encontró el sentido a la vida en la oración, en la evangelización y en el sentido de comunidad, y que preguntó cómo puede ser mensajero de misericordia en un mundo marcado por la desesperanza y la indiferencia.

Francisco le explicó que la clave es “salir de uno mismo” para entregarse a los demás: “Vos saliste de vos mismo en la oración para encontrarte con Dios, saliste de vos mismo en la fraternidad para encontrarte con los hermanos y saliste de vos mismo para evangelizar, para dar la buena noticia, la misericordia en un mundo marcado por la desesperanza y la indiferencia”.

El Santo Padre recordó que para ser mensajero de misericordia no sirve limitarse a hablar de ella “la tenés que testimoniar, compartir, enseñar saliendo de vos mismo. Para hablar de misericordia hay que poner toda la carne en el asador, si no, no se entiende”.

“Ese testimonio de no estar encerrado en un mismo, en los propios intereses, sino en salir, salir buscando a Dios, compartiendo con los demás, no jugando al ‘nene privilegiado’ al que le regalan todo, y salir para contarle a los demás que Dios es bueno, que Dios te está esperando, incluso en los peores momentos de la vida. Y ese es el mejor mensaje de misericordia que uno puede dar”.

En tercer lugar, Francisco reflexionó sobre los daños causados por las drogas, para lo cual se apoyó en el testimonio de Matheus, un joven brasileño de 22 años que consiguió superar su adicción a las drogas gracias a un grupo de misioneros que lucharon por su recuperación y que ahora se plantea su vocación.

El Papa advirtió: “la droga es uno de los instrumentos que tiene la cultura en la que vivimos para dominarnos”.

Las drogas, “nos llevan a hacernos invisibles a nosotros mismos, como si fuéramos de aire. La droga nos lleva a negar todo lo que tenemos de arraigo, arraigo carnal, arraigo histórico, arraigo problemático. Te quita la raíz y te hace vivir en un mundo sin raíces, desarraigado de todo, de proyectos, del presente, de tu pasado, de tu historia, de tu patria, de tu familia, de tu amor, de todo…”.

“Ese es el drama de la droga: genera jóvenes totalmente desarraigados, sin compromisos reales, sin verdaderos compromisos de carne, porque en la droga, ni tu propio cuerpo sentís”, subrayó.

El Santo Padre destacó cómo Matheus, tras abandonar las drogas, se dio cuenta “de todos los arraigos que hay en el corazón”. A continuación, se dirigió a todos los congregados en el Aula Pablo VI: “¿Son conscientes de los verdaderos arraigos que hay en el corazón? ¿De sus raíces, de sus amores, de sus proyectos, de que son poetas en este universo para crear cosas nuevas y lindas?”.

Y le invitó a dar “gratuitamente” lo que habían recibido. “Si estamos acá es porque gratuitamente nos trajeron acá. Por favor, demos gratuitamente lo que hemos recibido”.

Por último, el Pontífice también reflexionó sobre el diálogo y los vínculos entre jóvenes y ancianos, y animó a que los más ancianos pasen a los jóvenes la “antorcha, la herencia, el carisma, la vivencia interior de ustedes”.

“Uno de los desafíos que hoy este mundo nos pide es el diálogo entre los jóvenes y los ancianos. Los jóvenes necesitan escuchar a los ancianos, y los ancianos necesitamos escuchar a los jóvenes. De los ancianos sale sabiduría, una sabiduría que les llega al corazón y les empuja a salir adelante”.

El Santo Padre recordó el gran valor de los ancianos, e invitó a aprovechar la herencia que pueden transmitir a los jóvenes. “Los ancianos no son para guardarlos en el ropero, no son para tenerlos escondidos. Los ancianos están esperando que un joven llegue y les haga hablar”.

“Y ustedes, jóvenes, necesitan recibir de esos hombres y esas mujeres esos sueños y esas ilusiones que les hagan redimir. Ellos tienen la sabiduría y tienen la necesidad de que les golpees el corazón. Ese diálogo es promesa para el futuro. Ese diálogo nos va a ayudar a seguir adelante”, concluyó.

TÁCTICAS DEL DEMONIO


Tácticas del demonio



El demonio utiliza distintas tácticas según sea el alma a la que va dirigida su tentación y sugestión. Con las almas pecadoras y sumergidas en los pecados, su trabajo es casi nulo, pues la misma alma trabaja por sí sola para su perdición, y el diablo simplemente la induce y tienta a cometer cada vez más graves pecados, pero generalmente la deja tranquila, pues sabe que ese tipo de almas ya van por el camino del Infierno.

Sin embargo con las almas que son un poco más piadosas, e incluso con las almas que quieren realmente llegar a la perfección, a la santidad, el diablo se disfraza de ángel de luz, y utiliza toda su astucia e inteligencia corrompida en disimular sus intereses homicidas.

Es así como notamos que en las almas buenas, el demonio quiere desordenarlas, al menos que, si no puede hacerlas caer en faltas más o menos graves, por lo menos se interesa vivamente en que las almas pierdan la paz y se desordenen.

Efectivamente el diablo es desorden, es el primer Desordenado, y no puede actuar distinto a su naturaleza, y lleva desorden a todas partes. Por eso quien está un poco atento, descubre fácilmente sus argucias, ya que todo lo que deja paz en el alma, viene de Dios; en cambio lo que perturba e inquieta, no viene sino del Maligno.

San Ignacio de Loyola nos da una ayuda para no caer en un tipo de trampa que tiende el demonio a las almas piadosas, y es hacer lo contrario a que el demonio nos sugiere. Es decir, a veces el diablo propone extremos, o hacer mucha más penitencia de la que estamos haciendo, y entonces es el momento de actuar en contra, es decir, hacer menos penitencia, o al menos continuar con la que hacemos habitualmente.

Lo importante para Satanás es desordenarnos, porque como bien dice el dicho popular: “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Y el demonio quiere desestabilizarnos, desordenarnos, para “pescar” en las aguas turbulentas de nuestras almas.

Estemos en guardia, porque tenemos un enemigo formidable que nos acecha y anda como león rugiente a nuestro alrededor tratando de devorarnos.

Y lo más peligroso es dudar de la existencia de los demonios, dudar de que son un número sin número y que casi continuamente atentan contra nuestras almas, pero también contra nuestras vidas materiales, pues causan accidentes y desgracias, de modo que si nuestros ángeles custodios no nos defendieran continuamente, no podríamos salir bien parados de estas emboscadas.

La paz es signo de que algo viene de Dios. La inquietud, en cambio, es señal de que algo no viene de Dios, sino del Maligno. Tengamos esto siempre bien presente para distinguir las mociones de los diversos espíritus que se alternan en nosotros.

Y no nos extrañemos que en un momento estemos movidos por el espíritu bueno, y al siguiente momento por el espíritu malo; pues un ejemplo claro de que eso puede suceder, y sucede a menudo, es cuando Pedro hizo su confesión de fe en Jesucristo, y al momento siguiente trató de disuadir a Jesús de la Cruz, con lo que consiguió que el Señor le llamara “Satanás”. Pensemos en ello, porque a nosotros también nos puede pasar.


© Sitio Santísima Virgen

AUTOMÓVIL BRILLANTE

Automóvil brillante



La conversión es un cambio de mentalidad para darle a cada cosa la importancia relativa que tiene, y poner siempre a Dios en el primer lugar. La conversión es un giro del alma que desea encontrarse con el Señor. Es un impulso del Espíritu a dejar un itinerario equivocado o inferior y seguir un camino mejor y más feliz: el de Jesús.

Ese día Juan lavaba su auto en la calle, al lado de su casa. Al pasar por allí el señor cura se  detuvo y lo felicitó: —¡Juan, cómo luce tu automóvil! No es nuevo, pero lo veo siempre brillante y funcionando bien. —¡Si supiera, Padre, cuánto tiempo y trabajo me cuesta! ¡Por lo menos, una hora diaria! —añadió el joven. El sacerdote luego de unos segundos le preguntó: —Y para tener limpia y brillante tu alma, Juan, ¿cuánto tiempo empleas por día? El joven no contestó, pues él casi nunca se tomaba tiempo para orar y meditar. Entonces, el reverendo agregó: —iJuan, en verdad, yo preferiría ser tu automóvil y no tu alma!

“La conversión es un cambio de dirección. Hay que apuntar no al egoísmo, a la indiferencia, sino a la generosidad y al sacrificio por los otros; no al olvido de Dios, sino al encuentro con él; no a la “ligereza” moral, sino a una conciencia formada en el evangelio. Esta es la revolución cristiana: el cambio del corazón” (AC).


* Enviado por el P. Natalio

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 4 DE SEPTIEMBRE 2017


Vigésimo segunda Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Lunes 4 de septiembre 2017



“ He venido para dar la Buena Noticia a los pobres ”



Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-17

No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.



Salmo
Salmo responsorial Sal 95,1.3.4-5.11-12a.12b-13
R/. El Señor llega a regir la tierra

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.

Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar
y cuanto lo llena; vitoreen los campos
y cuanto hay en ellos. R/.

Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega, ya llega
a regir la tierra: regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas, 4, 16-30

En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él.
Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»
Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo" y' "haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún".»
Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos de] profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.



Reflexión del Evangelio de hoy
“¿No es éste el hijo de José?”

Mientras Jesús vivió en Nazaret fue un desconocido; sólo fue uno más, el hijo de José y de María; el hijo del carpintero (Mateo 13, 55). Así lo comentan los que escuchan hoy a Jesús en Nazaret, donde está, no viviendo, sino sólo de paso. “Hoy se cumple –les dice Jesús- esta Escritura: He sido enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor”.  Lo más humano, y, al mismo tiempo, lo más divino que se pudiera imaginar. Y, efectivamente, todo son parabienes, felicitaciones y bendiciones; quizá a la espera de que Jesús empezara a desplegar allí, en su pueblo, los poderes taumatúrgicos que habían oído de él en Cafarnaúm.

Jesús no busca el espectáculo, y así se lo indica. Y, los parabienes anteriores se convirtieron en abierto rechazo, hasta el punto de querer despeñarlo por un barranco. No les interesa un Jesús sólo liberador y salvador; quieren milagros: que cure a los enfermos, aunque vuelvan, por ley de vida, a enfermar; que resucite a sus muertos, aunque vuelvan a morir; que les alimente como cuando multiplicó el pan y los peces de forma milagrosa. En otra ocasión, no ya sus paisanos sino los fariseos y herodianos buscaron argumentos para poder condenar a muerte a Jesús (Mc 3, 1). Al final, lo lograron; pero el hijo de José cumplió su misión, nos entregó su Buena Noticia y nos liberó a perpetuidad.

¿Derechos de los seguidores de Jesús?
Como entonces los nazarenos, hoy somos nosotros los familiarizados con las “cosas de Dios”, los que frecuentamos la iglesia, los que sentimos que somos seguidores de Jesús, los que estamos en peligro de no descubrir su verdadero rostro. Sentirle tan cerca nos impide, a veces, conocerle bien. No dejamos lugar para el misterio. Tampoco dejamos espacio a que Cristo actúe como él cree conveniente, pretendemos imponerle nuestros esquemas religiosos: no aceptamos que nos sorprenda.

Y, cuando esto sucede, cuando Dios nos sorprende, a veces no lo entendemos. “Sus caminos no son nuestros caminos, ni sus planes los nuestros”. Entonces es cuando se conoce al auténtico seguidor de Jesús, al verdadero hijo de Dios. Dios no tiene por qué ceñirse a lo que nosotros pensamos o creemos mejor; al contrario, somos nosotros los que debemos estar intentando conocer o, al menos, intuir, las expectativas que tiene para nosotros en este momento concreto de nuestra vida. Luego, necesitaremos su gracia para ser capaces no sólo de responder, sino hacerlo como él espera de nosotros.

Ni siquiera como hijos, tenemos derecho alguno ante Dios. Nos basta con sentirnos hijos; con ser capaces de pedirle que ejerza de Padre. Y que esta filiación nos dé sólo confianza, paz, y nos empuje en dos direcciones: fraternidad universal y fijación para hacer de todos discípulos suyos.

Las personas con las que Jesús solía encontrarse eran los que creían que conocían a Dios y los que pensaban que se encontraban lejos de él. ¿Tú y yo en qué grupo nos sentimos?

Jesús suspiraba por almas nuevas, con un corazón tan limpio que les fuera fácil sorprenderse ante el proceder de su Padre, Dios. ¿Te sientes uno de ellos?


Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino

HACE UN AÑO EL PAPA FRANCISCO CANONIZÓ A SANTA TERESA DE CALCUTA, 5 DE SEPTIEMBRE


Hoy hace un año el Papa Francisco canonizó a Santa Teresa de Calcuta
Por María Ximena Rondón
Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)




ROMA, 04 Sep. 17 / 02:15 am (ACI).- Un día como hoy, 4 de septiembre de 2016, el Papa Francisco canonizó a la Madre Teresa de Calcuta, a la que calificó como “una generosa dispensadora de la misericordia divina”, una de las figuras más icónicas de la Iglesia Católica y el mundo en el siglo XX.

La Misa de canonización se celebró un día domingo en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, y se calcula que asistieron cerca de 120 mil personas provenientes de todas partes del mundo.

Este evento se realizó en el marco del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, proclamado por el Papa Francisco, que tuvo lugar del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016.

El Pontífice presidió la celebración desde un altar instalado en el atrio de la Basílica de San Pedro.

En el balcón principal del templo se colgó el retrato oficial de la religiosa para la canonización, que se tituló: “Santa Teresa de Calcuta: Portadora del Amor de Dios", realizado por el artista estadounidense Chas Fagan, por encargo de los Caballeros de Colón.

Cuando inició la Eucaristía se presentó un relicario que contenía los cabellos y sangre de Santa Teresa de Calcuta. Tenía forma de cruz con un corazón de color blanco y azul, que aludía al sari que usaba la religiosa.

Durante la Misa, el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Cardenal Angelo Amato, hizo la petición al Santo Padre para que la religiosa sea inscrita en el libro de los santos y se leyó una breve reseña biográfica.

Luego se cantaron las letanías de los santos y el Papa Francisco leyó la fórmula de canonización.

En su homilía, el Pontífice exhortó a los fieles a preguntarse “¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida?” y aceptarla.

Recordó que el “seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso” y afirmó que la Madre Teresa durante toda su vida fue “una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana”.

El Papa también expresó su deseo de que “esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”.

"La misericordia ha sido para ella la ‘sal’ que daba sabor a cada obra suya, y la ‘luz’ que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento", destacó.

En la ceremonia estuvo presente la Superiora General de las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la Santa Teresa de Calcuta, la hermana Prema Pierick; y Marcílio Haddad Andrino, el brasilero cuya curación producida gracias a la intercesión de la religiosa permitió el milagro para la canonización.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 4 DE SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 4




Los sufrimientos que nos trae la vida misma, aceptados de corazón, nos ponen en comunión con Jesús, con María y con todos los hombres que sufren.

María de pie junto a la cruz representa a la humanidad y a la Iglesia. Más aún, porque ella entrega a Jesús al Padre por toda la humanidad, recibe como regalo de su Hijo a toda la humanidad, a los hombres redimidos que atraviesan con dolor la historia y caminan hacia el cielo nuevo y la tierra nueva que surgen de la Pascua del Resucitado.

María, tú comprendiste mejor que nadie el sufrimiento de Cristo y de la humanidad entera; ayúdanos a tomar la cruz para seguir a Jesús y entregar la vida para salvarla.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 3 DE SEPTIEMBRE



Los cinco minutos de María
Setiembre 3




El retorno de la humanidad hacia Dios comienza en el sí de María y continúa en cada persona, en cada época, en cada circunstancia, como un proceso que lleva al encuentro definitivo con Cristo resucitado.

Hacerse todos los días disponible para decir sí a Dios es una de las metas de nuestra vida cristiana. Decirle sí sobre todo, y muy especialmente, viviendo la caridad. La historia se construye en la medida en que crece en la caridad y también en la medida en que crecen en caridad se realizan los seres humanos.

Nadie contribuyó tanto a la historia de la salvación como María, porque nadie amó como ella.

Virgen María, que por mi entrega confiada al amor del Padre, Dios también pueda obrar en mí maravillas.


* P. Alfonso Milagro