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sábado, 26 de agosto de 2017

FIELES Y LAICOS SON LOS MISMO?

¿Fieles y laicos son lo mismo?



Por: P. Samuel Bonilla | Fuente: PadreSam.com 



A diario escuchamos los conceptos de “laicos” y “fieles”, a veces utilizados como sinónimos o a veces utilizados como cosas totalmente distintas. ¿Existe alguna diferencia entre ambos conceptos? ¿Se refieren a lo mismo? Hoy daremos una respuesta a partir del Derecho canónico, que se encuentra en los numerales 204 y 207.
Lo primero que debemos decir es que dichos conceptos no son sinónimos, éstos se refieren a “identidades” totalmente distintas. Veamos.
  • ¿QUÉ SON LOS FIELES?
204 § 1.    Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo.
  • ¿QUÉ SON LOS LAICOS?
207 § 1.    Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el derecho se denominan también clérigos; los demás se denominan laicos.
Es decir que los “fieles” son todos aquellos que han recibido el bautismo, mientras que el concepto “laico” se utiliza para diferenciar a los fieles que se han consagrado a una vocación específica (llamados clérigos o consagrados) y los que no (llamados laicos). Todo laico es fiel, pero no todo fiel es laico.

EL CAMINO


El camino



Jesús es la “gran noticia” que necesita el hombre de hoy. Es la única respuesta a tus más íntimas aspiraciones. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. La ciencia y la tecnología hacen más confortable el cotidiano vivir, pero no alivian el corazón que sufre ni liberan de la angustia: nada reemplaza la presencia de Dios en ti y el amor de Jesús que ilumina tu vida.

Un explorador inexperto se perdió en medio de la tupida y peligrosa selva africana. Por fin, tras varias horas de caminar, se encontró con un nativo a quien le rogó: —¿Me puede mostrar usted el camino a través del bosque, por favor? Ya habían avanzado un buen trecho, cuando el explorador empezó a dudar y preguntó al guía: —Disculpe, señor, ¿es éste el camino? El nativo respondió: —Señor, aquí no hay caminos; confíe en mí, yo soy el camino.

Los primeros cristianos eran conscientes que para llegar a Dios había que recorrer el camino de Jesús. Como Buen Pastor va adelante guiando a sus ovejas porque, hoy como ayer, hay también muchos caminos de mentira y engaño que terminan en una vida sin sentido. ¡Gracias, Jesús, tú me llevas por el camino seguro de la verdadera vida!



* Enviado por el P. Natalio

PARA TRASCENDER HAY QUE SERVIR


Para trascender hay que servir
Inteligencia y voluntad puesta al servicio; puestas al servicio de la verdadera trascendencia


Por: Lourdes Gomez Reyes | Fuente: yoinfluyo.com 




En una ocasión, una alumna en su graduación de preparatoria comenzó su discurso diciendo: “Para trascender hay que servir.” Trascender: “ir más allá del límite”; “la inmortalidad del alma.” ¿Por qué debía esto venir al caso en una graduación?

El tema de la trascendencia importa particularmente cuando la vida está por tomar otro rumbo, o cuando se empieza a forjar un futuro, ya que de los ideales depende hasta dónde una persona pueda llegar.

El deseo de trascender del ser humano se refleja, entre otras cosas, en tantas ciencias, filosofías, y corrientes que ahora estudian la muerte, la vida, el duelo.

Es un tema que a todos concierne, que está ahora de moda, y del cual todos tarde que temprano nos sentimos con derecho a opinar. Y esta alumna opinó que para que nuestro paso por la tierra no sea estéril, es necesario servir.

Servir a Dios = trascender

¡Cuántas ocasiones no tenemos durante nuestra vida de reflexionar sobre estas verdades!

Navidades, años nuevos, muertes, nacimientos, graduaciones, etcétera, servir… en un velorio es tan claro que la vida es corta, que Dios existe, que los seres queridos se marchan, que la mayoría de las veces no dejamos más que recuerdos, que hay que aprovechar el tiempo, que debe haber algo más.

En la vida ordinaria, ¿será tan claro? ¿por qué será que el ser humano puede asistir a un sin número de velorios y no buscar una vida de servicio a los demás? ¿o porqué no decidirse a vivir cara a Dios? ¿a servir a Dios? ¿Le faltarán razones?

Hay una frase que dice: "fuertes razones hacen fuertes acciones". La vida eterna debiera ser una fuerte razón, sin embargo a veces pareciera que no hemos entendido lo que hay que hacer para ganarla. Tenemos la brújula descompuesta y lo consideramos algo relativo, siendo que Dios ha querido mostrarnos el camino.

Inteligencia y voluntad

Se dice que el valor de un hombre no depende tanto de la fuerza de su entendimiento, como de su voluntad.

Y entonces habrá que considerar si más bien es que no hemos querido entender lo que debemos hacer para ser coherentes con nuestra fe, para vivir cara a Dios, sin miedo a la muerte.

¿Será que quiero llegar al polo norte, pero pienso que el norte está para el sur? o ¿será más bien que quiero llegar al norte caminando hacia el sur? porque claro está que el deseo de trascender lo llevamos todos.

El corazón del hombre: su conciencia

En una persona la inteligencia puede estar muy clara, pero si la voluntad estuviera mal orientada, por más esfuerzos de entender, su conciencia quedó ofuscada.

Y es que la voluntad es querer y queremos también con el corazón. Cuidado donde uno lo ponga, porque ahí, sí que será donde en la vida ordinaria se manifiesten nuestras razones.

Pascal lo decía así: “el corazón tiene razones que la razón no entiende”.

Si estamos en esta vida para trascender, ¡qué bueno es reflexionar sobre la muerte y sobre la vida! pero igual de bueno es encaminar a diario la voluntad y el corazón a la voluntad de Aquel que nos puso en este mundo.

Es la capacidad de amar lo que nos hace superiores a cualquier creatura, pero en la libertad de corazón, si no ponemos esfuerzo podemos errar el camino.

“Nunca digas nunca”

“Nunca digas de esta agua no beberé.” Cuántas veces a la vuelta de la vida cambia la manera de concebir los principios morales, o se tiene un credo pero resulta que se opta por actuar de manera contraria. Le pasaba a San Pablo: “Hago el mal que no quiero y dejo de hacer el bien que quiero.”

Por lo tanto, el riesgo de todo ser humano no está en equivocarse, sino en equivocarse y no darse cuenta que está equivocado, o permanecer en un camino que antes no hubiera elegido por las razones equivocadas, porque como consecuencia se nubla su inteligencia.

El detalle del “nunca digas de esta agua no beberé” en las cosas que a la moral o al alma se refieren, no debe ser tanto el riesgo de beberla alguna vez, sino el de continuar bebiéndola por la comodidad, la ignorancia, el miedo de no reconocer el error, o el famoso "todo mundo lo hace."

La conciencia tiene esa capacidad de auto convencimiento. Quien no vive como piensa acaba pensando cómo vive y tal vez es por esto que a pesar de reflexionar muchas veces durante nuestras vidas, no logramos ser totalmente coherentes.

"Preguntarle a Dios que quiere de mí equivale a preguntarle qué debo hacer para ser feliz."

¿Cómo y cuanto servimos a Dios y a los que nos rodean? al pensar en la muerte y en el camino de la vida, ¿será importante tener ideas claras?

Si. Pero no bastan. Hacen falta convicciones profundas para poner el corazón en su lugar, fortaleza para levantarlo incontables ocasiones, para pedir perdón y fe para volver a entregárselo a Dios cuantas veces sea necesario, luchando día con día.

Es importante saber a dónde vamos, es importante preguntarle a Dios a donde quiere que vayamos, esa pregunta es personal, pero puede requerir consejo de algún director espiritual para afinar la conciencia. Y mucho valor para actuar en consecuencia.

Sin embargo, toda elección implica una renuncia, y si elijo trascender he de renunciar a una vida cómoda y sin servicio. “Lo que hace falta para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado” San Josemaría.

Chistoso, porque ahora llamamos amor a muchas cosas que no lo son y pretendemos tener una fe al gusto del cliente.

Es contradictorio pretender amar a Dios y luego no buscar el camino para llegar Él. Es contradictorio elegir, solo en ciertos momentos de reflexión de nuestra vida, una meta de trascendencia y pretender llegar a ella por el camino fácil. No puedo querer llegar al norte caminando hacia el sur.

“Dichosos los limpios de corazón porque verán a Dios”

Hay quienes opinan que seguir a Dios es algo muy difícil o no tan valioso en el mundo moderno.

Nadie niega que ir contracorriente y aceptar la voluntad de Dios cuesta trabajo. Pero en realidad, es reconfortante saber que para trascender en esta vida no es necesario no equivocarse nunca, ni tener siempre todas las virtudes. Ya que de ser así ni San Agustín, ni la magdalena, ni tantos otros lo hubieran logrado.

La fe y la esperanza están en admitir que Dios no pierde batallas y por eso vale la pena entregarle la vida entera, comenzando y recomenzando lo que haga falta.

Y justo porque nos ama tal cual somos, y no nos pide no caernos nunca, tampoco bastan, aunque ayudan mucho, las buenas intenciones y las buenas obras para trascender… basta el amor: poner el corazón en donde Dios quiere que lo ponga.

“El día que me muera. Dios no me va a juzgar por los lugares de la tierra que he tenido la dicha de conocer, ni por la gente importante a la que he tratado, ni por los recuerdos que conservé de mi juventud. En el fondo, no querrá saber a cuantos leprosos atendí, ni cuanto afán puse en que los niños aprendieran. Cuando muera y me encuentre frente a frente con Cristo, Jesús sólo se va a interesar por mi amor: como he amado, cuanto he amado, a quien he amado, por qué razón he amado. Y en la respuesta a estas preguntas estará mi salvación.” San Juan de la Cruz.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 26 DE AGOSTO 2017


Verdad y amor… dan libertad
Santo Evangelio según San Mateo 23,1-12. Sábado XX de Tiempo Ordinario.



Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Jesús, por estar de nuevo conmigo en este momento de encuentro. Dispón mi corazón para que sepa acoger todo aquello que me quieres dar. Ilumina mi mente para discernir lo que quieres de mí. Fortalece mi voluntad para que lo acepte y lo procure con esfuerzo, y dame apertura para dejar que tu gracia toque mi vida y poco a poco me vaya modelando mejor según tu imagen. María, madre mía, acompáñame en este rato de oración.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 23,1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover.
Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Señor, sabes que muchas veces en mi vida actúo como un fariseo. Soy duro de juicio, critico a los demás; no acepto mis errores pero sí comento los de los otros; vivo en el legalismo de cumplir o no cumplir sin ir al amor; busco ser el centro de atención y que me traten de manera superior que a los me rodean.
Me invitas a no actuar conforme a lo que los demás piensen de mí. Me llamas a vivir de cara a Ti. Es esto lo que al final me hará una persona libre, sin temores, audaz, feliz. ¡Cuánta tristeza embarga mi alma cuando busco sólo dejar ante los demás una imagen de lo que no soy!
Me pasa como los perfiles de Facebook en los que miles de fotos presentan y construyen la imagen de una persona, sin que de verdad muestre todo de ella. Son las imágenes de la apariencia, no de la verdad. Son imágenes, no personas. Trato de vivir de acuerdo a las modas, a lo que los demás hacen o dicen, a lo que mis amigos usan o a lo que los famosos tienen. Pero entonces no hay verdad. Se hace todo sólo para que los demás vean lo "feliz, bueno, cool, divertido, incluso, santo" que soy.
Ayúdame, Señor, a buscar la verdad en mi vida, a buscarla con pasión y sin temor. Ayúdame a vivir de acuerdo a ella y a transmitirla sin temor. Porque sé que sólo la verdad y amor verdadero me hacen libre.
"Así Jesús enseña cómo hacer plenamente la voluntad de Dios y usa esta palabra: con una "justicia superior" respecto a la de los escribas y fariseos. Una justicia animada por el amor, por la caridad, por la misericordia, y por lo tanto capaz de realizar la sustancia de los mandamientos, evitando el riesgo del formalismo. El formalismo: esto puedo, esto no puedo; hasta aquí puedo, hasta aquí no puedo... No”.
(Homilía de S.S. Francisco, 12 de febrero de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré decir en todo momento la verdad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 26 DE AGOSTO


Los cinco minutos de María
Agosto 26




¿Estás consagrado al Corazón de María? Toma la costumbre de repetir con frecuencia esa consagración.

Renuévala al levantarte cada día, renuévala antes de iniciar tu trabajo o tus ocupaciones, renuévala sobre todo en los momentos duros o de prueba para tu espíritu.

Poco a poco tomarás la costumbre de obrar en nombre de María y entonces harás maravillas, mejor dicho, verás qué maravillas hará ella contigo.

Virgen y Madre de Dios, me entrego como hijo tuyo para que me enseñes a amar a Jesús y vivir según el Evangelio.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 25 DE AGOSTO


Los cinco minutos de María
Agosto 25




El Corazón de María fue el oratorio más recogido y suntuoso, el más puro y sagrado que puede construir nuestro entendimiento y dorar nuestra fantasía.

Los Santos Padres la llaman “Templo de Jerusalén”, “Habitación de la Santísima Trinidad”, “Tabernáculo de Dios”, “Sede de Jesucristo”, y “Oratorio de los creyentes”.

En el recinto inmaculado de ese oratorio, la celda de su  Corazón, la Virgen oró, meditó, contempló.
Virgen María, Virgen Santa, enséñanos a orar en unión contigo y con Jesús, que interceda ante el Padre por el pueblo de Dios.



* P. Alfonso Milagro