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jueves, 11 de mayo de 2017

LA LECCIÓN DE LA AMBULANCIA


Lección de la ambulancia



Hoy te ofrezco una reflexión que te ayudará a madurar un sano sentido del verdadero valor de los bienes de la vida. A veces nos falta el sentido de la proporción, pues distorsionamos la importancia de las cosas y perdemos la paz del corazón por pequeñeces que ambicionamos desmedidamente.

Tal vez hoy te encontraste con una ambulancia y quizás eso te obligó a pensar en el dolor, en ese pobre enfermo que iba camino del hospital. Esa ambulancia ha sido para ti un despertador de esa modorra espiritual que elimina enseguida de la reflexión el mundo del dolor. Por eso, Dios permitió que la ambulancia se cruzara en tu camino. Esta mañana te levantaste sano, y esta noche tal vez también te acuestes sano, pero no piensas en la riqueza inmensa que es la salud, y te quejas a veces porque te falta algo de escasa importancia. ¿No es más justo, hermano, agradecer porque gozas de excelente salud y no quejarte por cosas que en verdad son pequeñeces? Aprende la sabiduría de ver en Dios al dador de los bienes fundamentales, y no tanto al negador de ciertas comodidades…

Una vez leí esta frase: “Me quejé de no tener zapatos, hasta que contemplé un hombre que no tenía pies”. En verdad una experiencia así nos abre al sentido de la proporción, pues moderamos nuestras quejas en medio de una intensa gratitud por los bienes básicos que disfrutamos. Que pases un día de acción de gracias.


* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO OFRECERÁ TERCERA ROSA DE ORO A LA VIRGEN DE FÁTIMA


El Papa Francisco ofrecerá la tercera rosa de oro a la Virgen de Fátima
Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)







FÁTIMA, 11 May. 17 / 10:35 am (ACI).- El Papa Francisco ofrecerá la tercera rosa de oro al Santuario de la Virgen de Fátima en un especial gesto a su llegada a la Capilla de las Apariciones el 12 de mayo, primera parada de su peregrinación a tierras portuguesas por el centenario de las apariciones de la Madre de Dios en ese lugar.

La rosa de oro la entregará personalmente el Santo Padre luego de la oración que el Papa rezará en la Capilla de las Apariciones.

En el video mensaje que dirigió a los portugueses antes de su viaje a Fátima, el Pontífice anunció este gesto, al afirmar: “Necesito tenerlos conmigo, necesito vuestra unión (física o espiritual, lo importante es que sea de corazón) para mi ramo de flores, mi ‘rosa de oro’. Constituyendo ‘un solo corazón, una sola alma’, los entregaré a todos a Nuestra Señora, pidiéndole por cada uno de nosotros: ‘Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios’”.

La rosa de oro, explica la página oficial del viaje de Francisco a Fátima, es una distinción que los Papas otorgan a personalidades o santuarios, iglesias o ciudades, en reconocimiento a los servicios dados a la Iglesia o al bien de la sociedad.


La tradición de la rosa de oro está documentada desde el pontificado de León IX (1049-1054), pero parece remontarse hasta finales del siglo VI o principios del siglo VII. La bendición de las rosas de oro ocurre, habitualmente, en el domingo de la alegría casi al final de la Cuaresma.

Esta es la segunda vez que un Papa hace entrega, personalmente y en territorio portugués, de esta distinción. Este gesto ya había sido hecho por Benedicto XVI, el 12 de mayo de 2010.

La primera rosa de oro ofrecida al Santuario de Fátima fue concedida por el Papa Pablo VI el 21 de noviembre de 1964, al final de la tercera sesión del Concilio Vaticano II. La entrega en el Santuario la hizo el Cardenal Fernando Cento.

Pablo VI dijo en la ceremonia de bendición de la rosa que esta tiene un “significado místico, representa la alegría de la doble Jerusalén –Iglesia triunfante e Iglesia militante– y la bellísima flor de Jericó –la Virgen Inmaculada– que es también vuestra Patrona y es la alegría y la corona de todos los santos”.

La rosa, dijo el Pontífice entonces, también es símbolo de penitencia, recordando el mensaje de la Madre de Dios en 1917: “Viendo a la Virgen de Fátima para recordar al mundo el mensaje evangélico de penitencia y de oración”, deben “ser ustedes, queridos hijos, quienes den ejemplo en el cumplimiento de este mensaje”.

San Juan Pablo II

Aunque San Juan Pablo II no obsequió una rosa de oro a la Virgen de Fátima, el especial presente que le hizo tiene un gran significado.


El 13 de mayo de 1981 el Papa Wojtyla fue baleado en la Plaza de San Pedro por el turco Ali Agca, lo que casi le cuesta la vida.

Un año después del atentado, el 13 de mayo de 1982, Juan Pablo II viajó por primera vez a Fátima para "agradecer a la Virgen su intervención para la salvación de mi vida y el restablecimiento de mi salud".

En 1983 Juan Pablo II formalizó su devoción y agradecimiento a la Virgen obsequiando al Santuario de Fátima la bala que le extrajeron, la misma que está engarzada en la aureola de la corona de la imagen mariana que preside el santuario.

SOMOS HIPÓCRITAS O SERVIDORES?


¿Somos hipócritas o servidores?
Este discurso de Jesús se dirige a los cristianos de todos los tiempos. Se dirige a las autoridades de la Iglesia y se dirige igualmente a cada uno de nosotros.


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Retiros y homilías del Padre Nicolás Schwizer 




En las Sagradas Escrituras, frecuentemente, Jesús ataca a los escribas y fariseos. Invita a los suyos a hacer y cumplir lo que enseñan, pero no imitarlos en su conducta. Son críticas duras que les hace a los dirigentes espirituales de su pueblo. En concreto les echa en cara lo siguiente:

1. No cumplen lo que enseñan
2. Imponen cargas pesadas a la gente, pero ellos ni las tocan
3. Quieren aparentar ante los demás
4. Buscan los primeros puestos y los saludos en las plazas

Ahora, uno podría pensar que estas actitudes fueron propias de esta gente y que con su muerte se acabaron. Lastimosamente no es así. Este discurso de Jesús se dirige, por eso, también a los cristianos de todos los tiempos. Se dirige a las autoridades de la Iglesia y se dirige igualmente a cada uno de nosotros.

Porque los fariseos no son una categoría de personas. Se trata, más bien, de una categoría del espíritu de una postura interior. Es un bacilo siempre dispuesto a infectar nuestra vida religiosa.

Todos somos fariseos:
a. Cuando reducimos la religión a una cuestión de prácticas espirituales, a un legalismo estéril;
b. Cuando pretendemos llegar a Dios dejando de lado al prójimo;
c. Cuando nos preocupamos más de “parecer” que de “ser”;
d. Cuando nos consideramos mejores que los demás.

Toda esta plaga tiene un único y solo nombre: hipocresía. Por eso, con toda justicia, fariseísmo se ha convertido para nosotros en sinónimo de hipocresía.
Los hipócritas tienen una “doble cara”, una vuelta hacia Dios y la otra hacia los demás. Y, sin duda, la cara que mira a Dios es horrible, espantosa.

Para Cristo, la ley no era un ídolo, sino que era un medio. Tenía la tarea de empujar al hombre hacia adelante, de ayudarle para crecer.
El desafío que hoy nos presenta Jesús es, entonces: amor o hipocresía. Porque amar significa servir. Quien ama realmente, sirve a los demás, se entrega a los hermanos.

Es la actitud de Cristo. Toda su vida en esta tierra no fue sino un servicio permanente a los demás. Y al final entrega hasta su vida por nosotros, para liberarnos y salvarnos.

Y es también la actitud de María. En la hora de la Anunciación se proclama la esclava del Señor. Nosotros muchas veces creemos que estamos sirviendo a Dios porque le rezamos una oración o cumplimos una promesa. Miremos a María: Ella le entrega toda su vida, para cumplir la tarea que Dios le encomienda por medio del ángel. Cambia en el acto todos sus planes y proyectos, se olvida completamente de sus propios intereses.

Lo mismo le pasa con Isabel. Sabe que su prima va a tener un hijo y parte en seguida, a pesar del largo camino de unos cien kilómetros. No busca pretextos por estar encinta y no poder arriesgar un viaje tan largo. Y se queda tres meses con ella, sirviéndola hasta el nacimiento de Juan Bautista.
Hace todo esto, porque sabe que en el Reino de Dios los primeros son los que saben convertirse en servidores de todos. Cuando el ángel le anuncia que Ella será Madre de Dios, entonces María comprende que esta vocación le exige convertirse en la primera servidora de Dios y de los hombres.

Pidamos a Jesús y a María que nos regalen ese espíritu de servicio desinteresado y generoso, que ellos han vivido tan ejemplarmente. Sólo con ese espíritu podremos enfrentar los desafíos del mundo de hoy. Sólo con ese espíritu podremos ser instrumentos aptos para construir un mundo nuevo.

Preguntas para la reflexión

1. ¿En qué grupo estoy, hipócritas o servidores?
2. ¿Cómo podemos servir a los demás?
3. ¿Qué actitud de María puedo adoptar?

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 11 - EL TRUCO


Día 11: El truco



"Pura lana virgen" "¡Da gusto un aire tan puro!" "Agua pura y cristalina". "Puro sabor americano"... Frases impactantes de anuncios publicitarios.

El gran elogio de cualquier cosa es la pureza: no contaminado, sin adulterar, genuino, no pasado, auténtico.

¡Santa María qué alegría!, que Tú, mi Madre, seas piropeada siempre como "Pura", por tu corazón puro, generoso, limpio, grande. Ayúdame a vivir siempre y en todo momento, la virtud de la pureza. En las tres Avemarías de la noche te pido, de rodillas (como para suplicártelo también con mi cuerpo) el regalo de la pureza para mí y para los míos.

Con qué sencillez y alegría se expresaba aquel chaval: "¡Las tentaciones de pureza ya no son un problema! ¡ya tengo el truco!, acudo enseguida a la Virgen "un Bendita sea Tu Pureza y siempre venzo". Después de tiempo luchando y siendo vencido, por fin se dio cuenta dónde tenía la verdadera fuerza para luchar: ¡En su Madre!


Perdona, Madre mía, porque muchas veces me parece que pedir ayuda es... lo de menos, lo menos importante. Lo que pienso, en el fondo, es que para vencer, para conseguir hacer algo que me cuesta, lo importante es lo que yo haga y yo consiga... Ahora me doy cuenta de lo equivocado que estoy. Gracias, Madre, porque ahora sé que lo más importante es lo que yo reciba de Ti y no lo que yo solo pueda hacer.

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 11 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 11



Todos los actos de la vida de la Virgen estuvieron orientados hacia Dios. Todo lo hacía por su Hijo y para su Hijo; pero como su Hijo era Dios, todo en su vida empezaba y terminaba en Dios.

¿Podemos decir nosotros que Dios es el móvil de nuestros actos? ¿Nuestros actos se dirigen a Dios?

Cuanto hagamos en esta vida debe tener su proyección en la vida eterna, ya que esta vida terrena no tiene sentido en sí misma sino en cuanto es preparación para la vida definitiva. Por tanto, sepamos que todo cuanto no hagamos por Dios, se pierde y no tiene mérito para la vida eterna.

Madre, cuyo ruego poderoso es gracia y bendición, ruega por nosotros.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY 11 DE MAYO DEL 2017


El puesto del servidor
San Juan 13, 16-20. IV Jueves de Pascua



Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
María, llévame hacia el Corazón de tu Hijo y enséñame a escuchar sus latidos. Tú conoces mejor que nadie a Cristo: ayúdame a imprimir su imagen en mí para transmitir su amor a mis hermanos. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 13, 16-20
En aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguro: el sirviente no es más importante que su amo, ni el enviado es mayor que quien lo envía. Si entienden esto y lo ponen en práctica, serán dichosos.
No lo digo por todos ustedes, porque Yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla el pasaje de la Escritura, que dice: El que comparte mi pan me ha traicionado. Les digo esto ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo soy.
Yo les aseguro: el que recibe al que Yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Termina la cena y alguien tiene que levantarse a lavar los platos. Esto es lo ordinario en casa. Pero Cristo va más allá: se levanta, se quita el manto –signo de su dignidad– pero no lava platos: lava pies… Toma el puesto del sirviente. Quiere llegar al fondo de la humildad.
"Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón." (Mt 11, 29) Tú, Jesús, me enseñas con tu ejemplo. Así puedo conocer lo que de verdad hace dichoso. Porque sólo es dichoso el que se entrega sin reservas, el que ama hasta dar la vida, el que vive para servir. Alguien tenía que redimir al ser humano y Tú has tomado este puesto. Alguien tenía que expiar el pecado del mundo y Tú has aceptado la cruz.
Me has escogido, Señor, para enseñar esto a los demás con mis palabras y mis obras. Desde el momento del bautismo soy un enviado, un apóstol para que otros puedan descubrir tu amor y tu entrega. Actúa en mí este día. Entra en mi corazón y ayúdame a manifestar la Buena Noticia. Tal vez se me presenten oportunidades sencillas, pero cada gesto de amor sincero lleva tu imagen. Por eso te pido que me acompañes hoy, Señor, para que allá donde me envíes los demás puedan recibirte.
"Es el ejemplo del Señor: Él es el más importante y lava los pies porque, entre nosotros, el que está más en alto debe estar al servicio de los otros. Y esto es un símbolo, es un signo, ¿no? Lavar los pies es: "yo estoy a tu servicio". Y también nosotros, entre nosotros, no es que debamos lavarnos los pies todos los días los unos a los otros, pero entonces, ¿qué significa? Que debemos ayudarnos, los unos a los otros. A veces estoy enfadado con uno, o con una... pero... olvídalo, olvídalo, y si te pide un favor, hazlo. Ayudarse unos a otros: esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago, y lo hago de corazón, porque es mi deber. Como sacerdote y como obispo debo estar a vuestro servicio. Pero es un deber que viene del corazón: lo amo. Amo esto y amo hacerlo porque el Señor así me lo ha enseñado."

(Homilía de S.S. Francisco, 28 de marzo 2013).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré servir de algún modo durante la comida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.