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sábado, 21 de enero de 2017

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 21 DE ENERO DEL 2017


Un corazón de puertas abiertas
Marcos 3, 20-21. II Sábado de Tiempo Ordinario. Ciclo A.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, te doy gracias de todo corazón por el inmenso amor que me has tenido. Gracias por todo. Te quiero, Jesús. Deseo que mi vida te haga sonreír a cada instante. Quiero que los demás también te conozcan y te amen. Llena mi vida de tu presencia, Señor; que quien me vea, te descubra a Ti. Yo quiero ser como una ventana por la que se pueda mirarte. Quiero ser un reflejo de tu luz aquí en el mundo. Jesús, ven a mi vida, transfórmala. Lo que no te agrade de mí, quémalo con el fuego de tu amor y concédeme que algún día mi vida esté tan configurada contigo que nuestros corazones latan al unísono.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Muy amada creatura:
Busco una casa. No pido una mansión ni un hotel de lujo. Sólo una casa, un corazón que quiera recibirme. No pido que sea perfecta ni que todo esté impecable. No pido una casa digna de mí porque sé que no las hay. Yo me encargo de hacerla digna, de limpiar y transformar la casa que me presten, el corazón que me acoja.
Busco una casa. Busco un corazón donde habitar. No importa si es moderna o si el tiempo ya ha carcomido la pintura de las paredes. Busco una casa y sólo pido una única condición: Que no tenga puertas.
Es lo único que pido. Quiero una casa, anhelo un corazón que no tenga cuartos secretos para mí. Deseo ardientemente que esa casa, ese corazón, esté siempre abierto, que sea 24/7, pues muchos me buscan y quiero que me encuentren siempre disponible en el hogar que me acoja.
Busco una casa, un corazón sin puertas, con el fin de acoger a todos sin discriminar a ninguno. Busco un hogar donde quepan todos sin ninguna excepción, desde aquellos que sedientos beben mis palabras hasta los que piensan que estoy loco. Busco un corazón, en resumen, que me acoja y sea capaz de amarme y permitir que los demás me amen o desprecien en él… ¿puedo encontrar en ti ese corazón que busco?
Atte. Jesús
«Y a su hijo ¿dónde lo mandó? ¿a un palacio, a una ciudad, a hacer una empresa? ¡Lo mando a una familia! Dios entró al mundo en una familia. Y pudo hacerlo porque esa familia era una familia que tenía el corazón abierto al amor, que tenía las puertas abiertas al amor. […] Dios siempre golpea las puertas de los corazones. Le gusta hacerlo. Le sale de adentro. Pero ¿saben qué es lo que más le gusta? Golpear las puertas de la familias y encontrar la familias unidas, encontrar las familias que se quieren, encontrar las familias que hacen crecer a sus hijos y los educan y que los llevan adelante y que crean una sociedad de bondad, de verdad y de belleza.»
(Homilía de S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voya sonreír en todo momento, buscando que todos, sin excepción, vean a Dios en mí.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

EN UN PEQUEÑO PUEBLO


EN UN PEQUEÑO PUEBLO..



En un pequeño pueblo vivía un anciano con su hijo de 17 años. Un día, el único caballo blanco con que trabajaba saltó la reja y se fue con varios caballos salvajes. La gente del pueblo murmuraba: ¡Qué desgracia la suya, Don Cipriano!, y él, tranquilo, contestaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".

Días después, el caballo blanco volvió junto a un hermoso caballo salvaje, y la gente saludaba al anciano diciéndole: ¡Qué bendición!, a lo que Don Cipriano replicaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".

A los pocos días, el hijo adolescente, mientras montaba el caballo salvaje para domarlo, fue derribado y se fracturó una pierna, a raíz de lo cual empezó a cojear, y la gente le decía al anciano; ¡Qué desgracia la suya, buen hombre!, a lo que él replicaba: "Quizás una desgracia o quizás una bendición".

Días después se inició una guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron llevados al frente de batalla, pero a su hijo no lo llevaron por su cojera, y toda la gente del pueblo saludaba al anciano y le comentaba: ¡Qué bendición la suya, Don Cipriano! Y él, con su fe inquebrantable, contestó una vez más diciendo: "Sólo Dios lo sabe, quizás sea una bendición o quizás una desgracia".
Efectivamente, sólo Dios sabe, y Él nunca se equivoca.


Web católico de Javier

ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MÍ


Me amó, y se entregó por mí



Jesús se queja: “me llamas Maestro, y no me preguntas. Me llamas Luz, y no me miras. Me llamas Verdad, y no me crees. Me llamas Camino, y no me sigues. Dices que soy Divino, y no me amas. Dices que soy Generoso, y no me pides. Dices que soy Misericordioso, y no confías en mí.  Dices que soy Omnipotente, y no me honras”.

Un misionero en medio de unos indios iroqueses de Norteamérica, sentados en el suelo, les hablaba sobre la generosidad de la entrega de Cristo. Y a medida que avanzaba su explicación el jefe indio, decía:
—Jefe indio da su hacha a Jesucristo.
—Jefe indio da su manta a Jesucristo.
—Jefe indio da su caballo a Jesucristo.
—Jefe indio se entrega a Jesucristo.
Hermano/a, ¿qué tal va tu amor a Jesús? ¿No te aventaja tal vez este jefe indio?

Jesús ilumina y llena tu vida. Como a los apóstoles él te envía a comunicar la alegría de la salvación, y transmitir tu experiencia personal de fe. Se trata de conducir a los extraviados al encuentro con Jesús vivo en su Palabra, en los sacramentos y en la comunidad eclesial. Persuádelos diciéndoles “ven y verás”.



* Enviado por el P. Natalio

CUÁLES SON LAS CLAVES DEL ÉXITO DE UN MATRIMONIO?


¿Cuáles son las claves del éxito de un matrimonio? El Papa Francisco responde
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)
 (ACI).- La importante relación entre fe y matrimonio centró el discurso del Papa Francisco ante el Tribunal de la Rota Romana con ocasión de la inauguración del año judicial. Ante los Prelados Auditores, Oficiales, Abogados y Colaboradores del Tribunal, el Pontífice advirtió de los peligros que acechan a los esposos jóvenes en la sociedad actual y señaló que para afrontar esos peligros, se debe recurrir a este remedio: la formación antes y después de la boda.

“No podemos ignorar el hecho de que una mentalidad generalizada oscurece el acceso a las verdades eternas. Una mentalidad que, a menudo y de forma amplia y generalizada, afecta a las actitudes y comportamientos de los cristianos, cuya fe se debilita y pierde la originalidad de criterio interpretativo y operativo para el ser personal, familiar y social. Este contexto, la carencia de valores religiosos y de fe, no puede ser que condicione también el consentimiento matrimonial”.


El remedio a esta situación, explicó el Santo Padre, tiene dos claves: formación antes del matrimonio y formación durante el matrimonio.

Formación antes del matrimonio
En la formación de los jóvenes futuros esposos, “mediante un adecuado camino de preparación dirigido a descubrir el matrimonio y la familia según el plan de Dios, se trata de ayudar a los futuros esposos a acoger y disfrutar la gracia, la belleza y la alegría del amor verdadero”, señaló el Papa Francisco. “Hoy, más que nunca, esta preparación se presenta como una verdadera ocasión de evangelización”.

Para ello, Francisco reiteró “la necesidad de un nuevo catecumenado de preparación para el matrimonio”. El Pontífice llamó a dar una mayor importancia a los grupos de preparación al matrimonio, a preocuparse por profundizar en el “itinerario de preparación al sacramento del matrimonio”, para que los futuros esposos crezcan humanamente, “pero sobre todo en la fe”.

Para el Papa, el propósito fundamental del encuentro formativo con los futuros esposos es “ayudar a las parejas comprometidas a lograr una inserción progresiva en el misterio de Cristo, en la Iglesia y con la Iglesia. Eso exige una progresiva maduración en la fe a través del anuncio de la Palabra de Dios y de la adhesión generosa a Cristo. El propósito de esta preparación es ayudar a los futuros esposos a conocerse y a vivir la realidad del matrimonio que pretenden celebrar, para que puedan hacerlo no sólo de forma válida y lícita, sino también de forma fructífera, y para que estén disponibles a hacer de esta celebración una etapa de su camino de fe”.

“Para realizar todo esto, son necesarias personas con competencias concretas y preparadas de forma adecuada para realizar dicho servicio, con las necesarias sinergias entre sacerdotes y matrimonios”, indicó.

Formación durante el matrimonio
El Papa dijo que tras la boda se debe “ayudar a los nuevos esposos a proseguir el camino en la fe y en la Iglesia”, de iniciar un camino de formación permanente. “Es necesario identificar, con coraje y creatividad, un proyecto de formación para los esposos jóvenes, con iniciativas destinadas a aumentar la sensibilización del sacramento recibido. Se trata de animarles a considerar los muchos aspectos de la cotidianidad de su vida en común, que es signo e instrumento del amor de Dios encarnado en la historia de los hombres”.

“La comunidad cristiana está llamada a acoger, acompañar y ayudar a los jóvenes matrimonios, ofreciéndoles ocasiones e instrumentos adecuados para alimentar su vida espiritual tanto dentro de su vida familiar como en el ámbito de la programación pastoral en la parroquia”, recordó el Santo Padre.

Dijo que “es necesarios, en estos primeros momentos de la vida familiar, garantizar una mayor cercanía un fuerte apoyo espiritual, también en la obra educativa de los hijos, ante los cuales, los padres son los primeros testigos y portadores del don de la fe”.

PAPA FRANCISCO SALUDA A DONALD TRUMP, NUEVO PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS


El Papa Francisco saluda a Donald Trump, nuevo presidente de Estados Unidos


VATICANO, 20 Ene. 17 / 12:55 pm (ACI).- El Papa Francisco expresó hoy su saludo a Donald Trump, que juramentó como el 45 presidente de Estados Unidos en Washington D.C., el mediodía (hora local) del 20 de enero.

En un mensaje publicado hoy, el Santo Padre señaló que “tras su inauguración como el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos de América, le ofrezco mis cordiales buenos deseos y la garantía de mis oraciones para que Dios Todopoderoso le conceda sabiduría y fortaleza en el ejercicio de su alto cargo”.


“En una época en la que nuestra familia humana es acosada por graves crisis humanitarias que demandan respuestas previsoras y políticamente unidas, rezo para que sus decisiones sean guiadas por la espiritualidad rica y los valores éticos que han dado forma a la historia del pueblo estadounidense y el compromiso de su nación por el avance de la dignidad humana y la libertad en todo el mundo”.

El Papa expresó su deseo de que, bajo el gobierno de Trump, “el tamaño de Estados Unidos siga siendo medido sobre todo por sus preocupaciones por los pobres, los marginados y los necesitados quienes, como Lázaro, se paran ante nuestra puerta”.

“Con estos sentimientos, le pido al Señor que le conceda a usted y a su familia, y a todo el amado pueblo estadounidense, sus bendiciones de paz, concordia y toda la prosperidad material y espiritual”, concluyó el Papa Francisco.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 21 DE ENERO


Los cinco minutos de María
Enero 21




Con su sí, María Santísima se puso en las manos de Dios para que sus planes se realizaran en ella, para que en ella se cumpliera plenamente su voluntad de salvación.

Dios también tiene planes para nosotros. No nos opongamos a su realización; acompañemos la acción amorosa de Dios en nuestra vida y démosle respuesta.

¡Ojalá que de nuestros labios y de nuestro corazón salga siempre -en las cosas agradables y en las que no lo son tanto- el fiat que pronunció María y que, al rezar el Padrenuestro, tratemos de pronunciar conscientemente la petición: “¡Hágase tu voluntad!”
María, modelo de entrega incondicional a Dios, ayúdanos a que nos entreguemos sin vacilación y sin reservas.


* P. Alfonso Milagro