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lunes, 17 de octubre de 2016

DIÁLOGO CON UN ATEO


Diálogo con un ateo


El joven irlandés Alfonso Lambe (1932-1959), fue enviado por la Legión de María a implantar en Sudamérica grupos misioneros de esta asociación de laicos. De dos en dos difunden fe católica bajo el amparo de la Reina de los Apóstoles. Se reúnen cada semana a rendir cuenta de su trabajo apostólico. Son valientes y disciplinados. ¡Hasta hay grupos en algunas cárceles!

Alfonso y su compañera de trabajo visitaron a un señor ateo. El señor, un poco molesto, les pidió que se retiraran. Alfonso respondió: Si usted nos permite volveremos en otra ocasión, sólo para visitarlo. Queremos ser sus amigos y conversaremos también de las cosas que usted acepta, porque nos interesan mucho. A la semana volvieron, el señor los dejó pasar y él mismo sacó el tema de la fe. Alfonso, lleno de Espíritu Santo, comenzó a hablar. El señor lo interrumpió: Perdone, joven, que lo interrumpa. Yo no sé qué tiene usted, pero siento que mi espíritu se llena de paz y se colma un vacío que nunca pude llenar. Quizás por ser esta la primera vez en 67 años que alguien me habla de estas cosas.

La vocación no es el camino de los desilusionados, los aburridos o los tristes, sino el de aquellos en cuya alma se ha encendido el ideal del Evangelio y han conocido la gloria de las bienaventuranzas.


* Enviado por el P. Natalio

REFLEXIÓN PARA AUMENTAR MI FE EN DIOS


Reflexión para aumentar mi fe en Dios
La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela


Por: P. Modesto Lule Zavala msp | Fuente: www.modestolule.com/ 




Algunas personas llegan a pensar que la fe es como la esperanza. Cierto es que la persona que tiene fe tiene esperanza, pero no necesariamente es la esperanza. El catecismo de la Iglesia católica dice: CIC 166: “La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de

Dios que se revela. Pero la fe no es un acto aislado. Nadie puede creer solo, como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro. Nuestro amor a Jesús y a los hombres nos impulsa a hablar a otros de nuestra fe. Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros”. Es decir, todos en la medida de alimentar nuestra fe y compartirla nos enriquecemos. Dice la carta a los romanos 10, 17: Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

La fe es un don de Dios, es decir, se debe pedir a Dios. La fe se debe separar de la superstición, que es en lo que algunos pueden caer por falta de conocimiento en la religión. La carta a los Hebreos 11, 1, dice: “Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos”.

La fe se debe trabajar y en la medida que hay esfuerzo hay esperanza de alcanzar lo que se busca. Dentro del ámbito cristiano esperar algo ya no se reduce a cuestiones meramente egoístas, sino a beneficios para todos.

La madre Teresa de Calcuta dice: “del silencio nace la oración, de la oración nace la fe, de la fe nace el amor, del amor nace la entrega y de la entrega la paz”. Todo lleva un proceso, y para progresar en la fe hay que progresar en el silencio y en la oración y esto conllevará a más dones y virtudes que enriquecerán a la persona y por ende a los que le rodean.


La palabra fe viene del latín FIDES, y significa lealtad. De la misma palabra FIDES se desprende fiel y otras más. La lealtad se la debemos a Dios, en la medida que seamos fieles, es decir leales, podemos esperar como dice en la carta a los hebreos, aquellas cosas que ya hemos pedido, es decir tenemos esperanza en que Dios nos ayudará en lo que necesitamos y todo esto será para cumplir con la voluntad de Dios. Así como la Virgen maría que fue leal a lo que el Señor pedía pudo alcanzar la gloria que Dios Padre concede a todo obediente a su palabra. Los santos son santos por ser leales, por tener fe en que las promesas de Jesucristo se cumplirán en su momento, quizá no en el que pedimos nosotros pues Dios nos concede las cosas no cuando queremos, sino cuando ya estamos preparados.


SEAMOS PERSEVERANTES EN LA ORACIÓN


Seamos perseverantes en la oración



Un periodista describe la colección de recuerdos que tiene en su desván.  Son de las guerras que ha reportado por más de treinta y cinco años.  Una caja tiene los apuntes de su visita a un campamento de refugiados en el África.  Allá quedaron algunos tutsis después del genocidio intentado en Ruando.  Otra caja es de fotos y apuntes de Irlanda Norte.  Allí el ejército inglés reprimió brutalmente la lucha, también a veces violenta, de los católicos para sus derechos civiles.  En otro recipiente hay un dibujo hecho por una niña de Camboya.  Muestra un guillotine portátil usado por los jemeres rojos para ejecutar a los niños por huir de los campamentos de labor.  En otra caja se encuentra la cinta de una entrevista con un sobreviviente del bombardeo de Hiroshima.  Dice el sobreviviente que estaba en escuela al momento de la explosión.  Cuando miró arriba por un hoyo en el techo, vio nubes con fuegos en el medio.

Las atrocidades de guerra no cesan.  Ni paran las lágrimas de la gente victimizada.  Hoy en día una guerra civil en Siria ha creado más de diez millones de refugiados.  En Colombia hace días el pueblo votó no terminar la guerra con los revolucionarios que ha durado por más de cincuenta años.  Hay también las guerras entre los carteles en México y las pandillas en Chicago que matan a inocentes.

Enfrentados por este tipo de barbaridad levantamos nuestras voces a Dios.  Rezamos: “Por favor, Señor, pon fin al derramamiento de sangre”.  Como si no nos escuchara, seguimos con la súplica: “¿Cuándo vas a actuar, Señor?”  No estamos pidiendo por nuestras tropas como Moisés en la primera lectura.  Queremos un alto en todas las hostilidades.  Anhelamos escuchar de los niños del mundo creciendo en la paz, de sus madres liberadas de la preocupación inexorable, y de sus hermanos mayores desistiendo creer que la guerra traiga la prosperidad.  Sin embargo, parece que no vayamos a realizar nuestra petición.  Siempre en una parte del mundo u otra, si no en todas, ha existido la lucha violenta.

Del evangelio hoy sacamos un hilo de la esperanza.  La parábola del juez corrupto nos enseña que sí Dios oye nuestras oraciones y actuará.  Sin embargo, tenemos que seguir rezando por días si no por meses, años, o aun corporalmente milenios.  Un predicador negro, ciertamente veterano de la campaña larga para los derechos civiles en los Estados Unidos, una vez resumió bien la lección aquí.  Dijo: “Hasta que hayas estado delante de una puerta cerrada tocando por años con tus nudillos sangrando, no sabrás lo que es la oración”.

La oración forma una parte imprescindible de nuestra campaña para la paz.  Pues, Dios es el autor de la paz con Jesucristo sirviendo como el camino para alcanzarla.  También vivimos la paz por sacar de nuestras entrañas todo aspecto de rencor y venganza.  Un corazón puro no quiere hacer la violencia.  Finalmente, instruimos a nuestros hijos en los modos de la paz.  La segunda lectura hoy exhorta a Timoteo que se aproveche de las Escrituras para “educar en la virtud”.  Ciertamente es virtuoso sembrar semillas de buena voluntad.

Dijo el papa San Juan Pablo II que la paz es como una catedral.  Hay que construirla lentamente, pieza por pieza, hasta que se haga una construcción digna de Dios.  Aún más es como una catedral porque envuelve la oración.  Sin la oración la catedral se hace primero un museo y después un parque de recreo.  Sin la oración la paz disuelve en el rencor, el rencor en la hostilidad, la hostilidad en la guerra.  Por eso, oremos para que se entrañe el mundo con la paz.


* P. Carmelo Mele O.P.

ESTOS SON LOS LUGARES DONDE SE PODRÁ VENERAR LAS RELIQUIAS DE SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO


Estos son los lugares donde se podrá venerar las reliquias de San José Sánchez del Río
Por Diego López Marina



VATICANO, 16 Oct. 16 /  (ACI).- Los restos de San José Sánchez del Río actualmente se veneran en la parroquia Santiago Apóstol en Sahuayo (México), sin embargo, después su canonización este 16 de octubre, tres reliquias de primer grado del santo ya se encuentran en Roma (Italia) para su veneración.

A finales de septiembre el Obispo de Zamora, Mons. Javier Navarro Rodríguez, y el Obispo Auxiliar de la misma diócesis, Mons. Jaime Calderón Calderón, firmaron el acta correspondiente por la extracción de las reliquias.

“En el momento que se abrió la urna se determinó que la clavícula era la parte más idónea para extraerse y partirse”, explicó a ACI Prensa, Mons. Calderón.

“El resto óseo se fragmentó en tres partes. La primera se entregó al Papa Francisco, la segunda al Pontificio Colegio de México en Roma y la última será entregada el lunes 17 de octubre a la Basílica de San Bartolomé ”, detalló Santiago Manzo, miembro del equipo de promoción y difusión de José Sánchez del Río.

El relicario que contiene el resto óseo que fue presentado para la ceremonia de canonización y colocado a los pies de la imagen de la Virgen María, tiene forma de cruz y cuenta con cuatros inscripciones: “San José Sánchez del Río”, “Santa Madre de Guadalupe”, “Viva Cristo Rey” y “Nunca fue tan fácil ganarse el cielo”, esta última haciendo referencia a las palabras que el santo dijo a su madre para que le permitiera participar de la Guerra Cristera.

Por otro lado, desde ya los fieles pueden venerar sus reliquias en la parroquia Santiago Apóstol de Sahuayo, tierra natal del nuevo santo.

UN DÍA COMO HOY 17 DE OCTUBRE SAN JUAN PABLO II FUE ELEGIDO PAPA


[VIDEO] Un día como hoy San Juan Pablo II fue elegido Papa


 16 Oct. 16 /  (ACI).- Un día como hoy, 16 de octubre de 1978, San Juan Pablo II -Karol Wojtyla- fue elegido Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y 263 sucesor del Apóstol Pedro.

El pontificado de San Juan Pablo II ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia, durando cerca de 27 años.

Karol Józef Wojtyla nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kilómetros de Cracovia (Polonia), el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska.

Tras ser elegido Papa en 1978, San Juan Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.


Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. Su atención hacia la familia le llevó a inaugurar los encuentros mundiales de las familias, en 1994.

Entre sus principales documentos se encuentran 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.

San Juan Pablo II promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia Romana.

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 9:37 p.m. (hora local), mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II.

La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011, y el Papa Francisco lo canonizó, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014.

Para saber más sobre la vida de San Juan Pablo II, puede ingresar a: https://www.aciprensa.com/juanpabloii/

EMOCIÓN Y ALEGRÍA ENTRE PEREGRINOS ESPAÑOLES POR CANONIZACIÓN DE SAN MANUEL GONZÁLEZ


Emoción y alegría entre peregrinos españoles por canonización de San Manuel González
Por Miguel Pérez Pichel


 Foto: Miguel Pérez (ACI Prensa)



VATICANO, 16 Oct. 16 /  (ACI).- No cabía nadie más en la Plaza de San Pedro, en Roma. Cientos de miles de peregrinos llenaron la explanada vaticana en un día soleado en el que la emoción y la alegría desbordaba a los asistentes.

Entre los fieles presentes había muchos españoles que acudieron para asistir a la proclamación como santo de San Manuel González García, Obispo de Palencia y fundador de la Unión Eucarística Reparadora, de la Obra de las Marías de los Sagrarios y de la congregación religiosa de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret.

Ana María Sánchez viene desde Toledo junto a su marido. “Para mí, estar aquí es algo muy grande. Soy de las Marías de los Sagrarios y nunca me había imaginado que podría estar aquí, viviendo este momento en el que se derrama tanta gracia”, afirma. Su marido, José Jesús Fernández de la Cruz, a su lado, subraya sus palabras y añade: “ser católico es lo más inmenso que puede haber”.


Un poco más adelante está Alcalá Martínez, palentina que recuerda “la paz y la tranquilidad que se siente cuando voy a visitar la tumba de San Manuel González en la catedral de Palencia. Es una experiencia espiritual difícil de describir. Te sientes emocionada”.

En otro extremo de la Plaza de San Pedro, María José Rubio Panadero, de Sevilla y miembro de la Obra de las Marías de los Sagrario, destaca lo grandioso del momento. “San Manuel González hizo mucho por la Eucaristía. Él no quería que el sagrario estuviera solo. Quería que el Señor estuviera siempre acompañado en el sagrario, y eso es lo que hacemos nosotras, las Marías de los Sagrarios”.

Cerca del obelisco egipcio que se alza en el medio de la explanada ondea una bandera valenciana. La sostiene Eduardo Chávez Gómez, de 49 años. “Vengo desde Valencia, y tenía que estar aquí”, explica. “Estuve en 2001 en la beatificación de don Manuel por San Juan Pablo II. Soy seguidor del mensaje de San Manuel: la importancia de acompañar al Señor en el sagrario, de no dejar nunca el sagrario abandonado”.

A su lado, Federico Morillo dice que “San Manuel González nos da una visión muy grande de la Eucaristía. Hace que todos nos queramos más y nos da la fuerza para poder llegar mejor a todos los necesitados”.

No muy lejos del grupo de valencianos están unas hermanas de la Obra Misionera de Jesús y María. La Madre Juliana Santacruz explica que tenían que viajar a Roma para una serie de trabajos, pero que querían que el viaje coincidiera con la canonización de San Manuel Gonzáles, “porque nuestra madre fundadora, la beata María Pilar Izquierdo, perteneció a las Marías de los Sagrarios, el movimiento que creó San Manuel González. Por lo tanto, estamos muy unidas a él y a la congregación de las Eucarísticas Nazarenas. Por eso hemos querido acompañarles en este día de gloria para toda la Iglesia”.

Rosa María García, de 27 años, vive en Albacete. Vino a Roma para asistir a la canonización de San Ludovico Pavoni. Ha venido con un grupo de chicos y chicas pavonianos de diferentes provincias de España. “Hemos venido a Roma con gran ilusión y alegría. Llevamos muchos años con los pavonianos en España y siempre hemos estado colaborando con ellos, con los chavales, haciendo muchas actividades”.

Su amigo, Guillermo García, tiene 23 años y es de Valladolid. Asegura que “para nosotros, estar aquí es una experiencia muy profunda. Tenemos que dar las gracias a todos los pavonianos, sobre todo a los de España. Gracias a ellos estamos aquí junto al nuevo santo y podemos trabajar con los jóvenes como hizo él”.

EL CURA BROCHERO NO ES ALGO DEL PASADO PORQUE NOS ANIMA Y ESTIMULA CADA DÍA


Cura Brochero no es algo del pasado porque nos anima y estimula cada día, afirma Obispo
Por Álvaro de Juana

 (ACI).- Uno de los mayores conocedores del Cura Brochero –cuya ceremonia de canonización tendrá lugar el domingo 16 de octubre– es Mons. Santiago Olivera, Obispo de la diócesis argentina de Cruz del Eje, de la provincia de Córdoba, donde se encuentran los restos mortales del futuro santo. Además, es co-autor de la causa de canonización.

El Prelado explicó a ACI Prensa que “el testimonio de Brochero suscita que los jóvenes quieran ser como él”. “Lo vemos no como algo del pasado, sino como una presencia permanente que nos anima, estimula, y que nos recuerda siempre que es posible unir la vida ministerial y la santidad”.

“El Cura Brochero es un sacerdote modelo, un pastor con olor a oveja como diría el Papa Francisco, un hombre que entendió el Concilio Vaticano II 50 años antes de que tuviera lugar”. Era “un hombre de diálogo, de periferia, un hombre que iba al encuentro de los demás, que dialogaba con todos, que entendía que la evangelización estaba unida al progreso y a la dignidad de los hombres”, afirma Mons. Olivera.


Uno de sus logros fue que “trabajó para que hubiese ferrocarril, escuelas, acueductos, y también promovió el turismo, pero siempre siendo cura”. “No era jesuita, pero trabajó mucho por llevar a la gente a los ejercicios espirituales de San Ignacio, por el que tenía una gran devoción”.

Además entendió que “su pueblo era pobre y que llevando a Jesucristo a la gente de su tiempo iba a transformar su ambiente, lo que es una verdad evangélica muy honda”.

El Prelado destaca cómo José Gabriel “iba casa por casa, rancho por rancho buscando a la gente, digamos que no se quedaba en la oficina”. “Tuvo por compañera de viaje a su mula con la que le era más fácil entrar en la sierra, fue su compañero de camino, que le permitió llegar a los lugares más difíciles”.


El Obispo explica además que de alguna manera fue un poco “incomprendido” pero “muy querido”. “A todos los llamaba ‘amigo’, y aunque tuviese alguna dificultad con alguno, él siempre los trataba con amor”, señala.

Para Mons. Olivera, “cada vez que el Papa habla de ir a las periferias está pensando en Brochero”. “Él era el buen pastor que iba tras la oveja perdida y cuidaba de cada una de ellas”, añade.

EL CURA BROCHERO, PASTOR DE LA MISERICORDIA


El Cura Brochero, pastor de la misericordia



El obispo de Cruz del Eje, Argentina, monseñor Santiago Olivera, aseguró que la esperada canonización del Cura Brochero “nos conmueve, llena de alegría y de gratitud a Dios” y destacó que “este sacerdote ejemplar con una vida pobre y entregada, misionero, apóstol, héroe y santo, hombre de Dios que supo adelantarse a tantos años y hoy es sin duda modelo del sacerdote salidor, que va a las periferias, del que va en búsqueda del más alejado, del más necesitado, del más pobre, del más pecador […] El sacerdote que supo, sin dudarlo, encarnar la misericordia de Dios, porque la experimentó él mismo, y supo ser por lo tanto, testigo de esa misericordia”.

Monseñor Olivera subrayó que “Para toda la diócesis es un motivo de orgullo, de absoluta gratitud, pero también de un compromiso, porque queremos seguir su luz y descubrir que Brochero es nuestro faro para transitar los caminos de la santidad […] En reiteradas ocasiones recuerdo que ésta es la vocación a la cual somos llamados, y que Brochero nos hace saber con su vida que es posible y que estamos en camino hacia la santidad en nuestra propia vocación y realidad”.

Por su parte, el obispo de San Luis (Argentina), Mons. Pedro Daniel Martínez Perea, consideró que: “El Cura Brochero es un modelo como cristiano, como sacerdote y como argentino. Como cristiano, asumiendo y fructificando su vida concreta y cotidiana en el tiempo y lugar en el que Dios, desde toda la Eternidad, lo llamó a nacer. Fue un ejemplo de sacerdote que unía el cielo y la tierra: en la Santa Misa, en los ejercicios espirituales con más de 120 ejercitantes cada vez. Llegando en mula de todos lados, dormían como podían para que él les predicara y los confesara, porque él los educaba en el camino de Dios. Como patriota, en el Bicentenario de la Independencia de nuestra Nación Argentina, la vida del Cura Brochero nos muestra cómo a través de la Iglesia Católica se ha contribuido a formar la Argentina. Si hacemos una lista de sacerdotes, religiosos y laicos que han construido la Argentina, él está en la lista dejando su impronta”.

Además, el titular de la Iglesia Católica de San Luis, manifestó que “en este año particular de la Misericordia, vemos al Cura Brochero que se entregó en esas obras de misericordia espirituales y corporales para que estuviera mejor la gente que vivía en su pueblo. Movió todo y colaboró en la construcción del ferrocarril y los caminos, visitó enfermos, a los necesitados les dio de comer, mostró la Misericordia en los ejercicios espirituales […] En los últimos años de su vida, ciego, los pasaba rezando el Rosario, siempre firme porque la Misericordia de Dios lo venció. Por eso, que la misericordia y el ejemplo del Cura Brochero sirva para reflotar, hacernos acordar de todas nuestras raíces. Que él nos bendiga a todos nosotros, que bendiga a la Argentina, y que bendiga a los sacerdotes para que perseveremos y seamos realmente testimonio de las cosas de Dios”, puntualizó.

El arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor José María Arancedo, expresó: “El Cura Brochero nos ha dejado como sacerdote el testimonio de un camino plenamente humano, profundamente religioso y misionero, en el marco de una historia, un estilo y una cultura propia. Recordar y valorar su figura nos hace bien a los sacerdotes, pero también a los fieles y comunidades cristianas, donde el Señor sigue llamando ‘obreros para su mies’. Que su figura despierte en nuestros jóvenes la alegría de ser sacerdote”.

El arzobispo de Córdoba, Argentina, monseñor Carlos Ñáñez, señaló que se puede establecer una relación entre Brochero y la cruz: “Tres meses antes de morir le escribe a un compañero suyo del seminario, que era ahora obispo de Santiago del Estero. Le dice: «¿Te acordás lo que yo te había dicho sobre cómo quería morir? Como aquel caballo brioso que se murió galopando. Yo me voy a felicitar si Dios me saca de este mundo predicando el evangelio o sentado confesando», le decía entonces al otro […] El cura tenía este plan: vivir hasta el final dedicado a la obra, a la obra evangelizadora, a su obra sacerdotal, sus últimos días transcurrieron en la extrema pobreza y enfermedad […] Y en lo que parecía una calamidad, Brochero ve una oportunidad. En ese momento, el Cura Brochero escribió: “Dios me da la oportunidad de prepararme para mi fin, y me da la oportunidad de rezar por todos los hombres, los pasados, los presentes, y los que han de venir”.  

CONOZCA EL MILAGRO QUE PERMITIÓ LA CANONIZACIÓN DE SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO


Conozca el milagro que permitió la canonización de San José Sánchez del Río, el niño cristero
Por María Ximena Rondón

 (ACI).- La curación de una bebé mexicana, para quien “humanamente ya no había esperanza de vida”, fue el milagro que llevará al Vaticano a declarar santo al niño cristero Beato José Luis Sánchez del Río, mártir de la persecución religiosa que sufrió México en la segunda década del siglo XX.

Como se recuerda, el 21 de enero el Papa Francisco firmó el decreto que aprueba el milagro atribuido a la intercesión del niño beato de 14 años. Se trata de la curación milagrosa de Ximena Guadalupe Magallón Gálvez, una bebé mexicana que tuvo meningitis, tuberculosis, convulsiones y que sufrió un infarto cerebral.

La historia de la bebé fue compartida por su madre, Paulina Gálvez Ávila, en la página de Facebook del beato. Sobre la enfermedad de su hija, indicó que “humanamente ya no había esperanza de vida” y que en ese momento se la dejaron en manos de Dios por intercesión de “Joselito”.

Esta es la historia:

Ximena nació el 8 de septiembre del 2008 en Estados Unidos. Cuando tenía un mes de edad, sus padres la llevaron a la ciudad de Sahuayo, ubicada en el estado de Michoacán (México) donde nació el beato. A los 15 días la bebé empezó a tener fiebre. Su pediatra la trató pero no mejoraba. Le sacaron una radiografía para descartar una neumonía. Fue internada en el Hospital Santa María de Sahuayo y a los tres días le dieron de alta. Sin embargo, la fiebre no bajaba.

Entonces sus padres la llevaron al estado de Aguascalientes para buscar una segunda opinión. El caso de Ximena fue asumido por el Dr. Rosendo Sánchez. Este médico les recomendó que internaran a la bebé nuevamente en Sahuayo porque creyó que se trataba de una neumonía atípica. Ximena regresó al hospital y el Dr. Adán Macías indicó que podría tener neumococo. Los padres llamaron al Dr. Rosendo, que les pidió traerla de urgencia a Aguascalientes.


Paulina comentó que al ver que la salud de su hija se agravaba decidieron bautizarla. De vuelta en Aguascalientes, los médicos descubrieron que Ximena tenía el pulmón derecho lleno de líquido y le hicieron un broncoscopio. La familia regresó a Sahuayo y la bebé no mejoraba.

“Pasamos dos meses con esa pesadilla y (los médicos) no sabían qué pasaba pues no respondía a ningún tratamientos. Pensaron que su píloro tenía una fisura y que por ahí se pasaba la leche al pulmón (…) Tendrían que operarla”, narró la madre.  

Un día antes de la operación, Ximena empeoró. Le hicieron una radiografía y una punción pleural: tenía líquido en uno de sus pulmones.

“El Dr. Rosendo habló con nosotros y nos informó que tendría que someterla a una operación muy delicada ya que podría desangrarse y morir. Consentimos y le dijimos que hiciera lo necesario para salvar a Ximenita y que la entregábamos en las manos de Dios”, expresó Paulina.

Tras la operación el médico analizó un pedazo de pulmón y dijo a los padres de Ximena que ella podría tener tuberculosis.

“Cuando nos dijeron que efectivamente era tuberculosis y nos la llevaron al cuarto, la note rara, con su mirada fija y ausente. Le hablamos, pero no reaccionaba. Le comente al doctor que la veía mal, no era mi bebé porque ella era risueña de antes”, señaló la madre.

La bebé volvió a ser sometida a una terapia intensiva. Al día siguiente, cuando su madre fue a verla le dijeron que Ximena había convulsionado. Cuando la vio, Paulina empezó a rezar y la criatura volvió a convulsionar. Las enfermeras la inyectaron pero no paraba. Le hicieron una tomografía pero no mejoraba.

Paulina pidió ver a su hija. Antes de entrar al cuarto donde estaba, la doctora “me dijo que mi bebe ya estaba en vida vegetal y que iniciara los trámites correspondientes. Llegó el Dr. Rosendo y llorando le pedí por favor salve a mi hija. La indujeron en coma y nos dieron 72 horas para ver si viviría, ya que el 90% de su cerebro estaba muerto”.

“Fuimos a misa todos los días para pedirle a Dios y a Joselito que intercediera por mi bebe, que me hicieran el Milagro...”, manifestó.

“Antes de desconectarla, les pedí que me dejaran estar con ella y la abrace, la desconectaron. En ese momento puse a mi bebé en manos de Dios y la intercesión de Joselito y en eso abrió sus ojos y me sonrió”. Ximena miró a los doctores “y empezó a reírse con ellos”. Ellos “no podían explicar lo que había pasado, porque ya estaba hecho todo medicamente y es ahí cuando afirman que fue un Milagro”.

Los médicos se llevaron a Ximena para hacerle una tomografía y un encefalograma. Se dieron con la sorpresa de que el 80 por ciento de su cerebro estaba recuperado. Al día siguiente volvieron a examinarla y el cerebro ya estaba totalmente sano.

Dijeron que la bebé no podría succionar. Sin embargo, cuando su madre le dio el biberón ella bebió once onzas. Los doctores estaban atónitos. Creyeron que si Ximena sobrevivía probablemente no podría caminar ni hablar, ver o escuchar debido a las secuelas del infarto cerebral que sufrió.

Contra todas las predicciones de los médicos, Ximena se recuperó totalmente y está “perfectamente bien gracias a Dios y a la intercesión de Joselito. Damos, infinitamente, gracias a Dios Todopoderoso por este Milagro y al Beato Mártir José Sánchez del Río por plena intercesión”.


El beato José Luis Sánchez del Río fue torturado y asesinado a los 14 años durante la persecución religiosa del presidente mexicano Plutarco Elías Calles de 1924 a 1928. José Luis se había enlistado en las filas de los cristeros, al mando del general Prudencio Mendoza.

Fue capturado por el ejército federal y su martirio ocurrió el viernes 10 de febrero de 1928. Le cortaron la planta de los pies y fue conducido descalzo hasta su tumba. Mientras caminaba, José Luis rezaba y gritaba “¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!”.

Ante su tumba fue colgado en un árbol y acuchillado. Uno de los verdugos lo bajó y le preguntó qué mensaje le daba a sus padres. El niño respondió: “Que Viva Cristo Rey y que en el cielo nos veremos”. Ante esta respuesta, el hombre le dio un tiro en la sien y lo mató.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 17 DE OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Octubre 17


La vida se desarrolla en una continua tensión entre el "ahora" y el "después".

Hay entre ambos una relación de dependencia muy íntima; el después depende del ahora. A un ahora lento, inactivo, cerrado, sin luz, habrá de corresponder necesariamente un después de tinieblas, de desilusión, de fracasos, de ostracismo.

En cambio, al ahora entregado, al ahora sacrificado en aras de los demás y de la propia perfección, sucederá infaliblemente el después gozoso, satisfecho, feliz y pleno.

En resumidas cuentas, el después no se construye sino con los ahoras de cada momento y será imposible pretender un futuro después feliz y satisfecho, si los ahoras de cada momento no se realizan con toda plenitud de vida, con todo entusiasmo de acción, con toda la entrega de un amor verdadero y pleno.

Mañana será el proyecto de pasado mañana y así sucesivamente.
“Ten piedad de nosotros, Dios, dueño de todas las cosas; infunde tu temor a todas las naciones… Dales la recompensa a los que te aguardan… Escucha la oración de los que te suplican para que todos los que viven en la tierra reconozcan que tú eres el Señor, el Dios eterno” (Eclo 36,1-17). Pero si Dios tiene determinado hacer todo eso por ti; tú serás su instrumento consciente y libre y, por eso, meritorio.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 17 DE OCTUBRE DEL 2016


Vivir de cara a la eternidad
Lucas 12, 13-21. Lunes XXIX de tiempo ordinario, Ciclo C, Cuidado con la avaricia.


Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Te amo Señor porque eres mi Dios y mi Salvador. Confío en Ti porque nunca me has fallado y no puedes mentirme ni engañarme. Creo en Ti porque te has revelado a mí. Reconozco, Señor, mi miseria y mi pecado y por ello acudo a Ti. Te entrego todo lo que soy y lo que tengo. Gracias por tu presencia en mi vida. Gracias por los dones que siempre, día tras día me das. Te pido me concedas la gracia de conocerte y amarte un poco más, para así poderte imitar y transmitir a los demás.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?”.

Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.

Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: '¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para  muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida'. Pero Dios le dijo: '¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?'. Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”.

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
¡Qué buena lección me das hoy en este Evangelio! “La vida del hombre no depende de la abundancia de bienes que posea». El mundo actual a veces me presenta lo contrario a lo que me dices en este pasaje. Él a veces me define por la cantidad de dinero que poseo, la ropa que visto, las marcas de las cosas que uso, la clase social a la que pertenezco. Y Tú me dices que la vida del hombre va más allá.

Mi vida no depende de lo que tengo en mi bolsa o en mi cuenta bancaria, de la ropa que uso o el teléfono que dispongo. Mi vida depende de Ti, del amor con el que me amas y me mantienes en la existencia. Mi vida es el pensamiento constante de tu amor por mí. Hoy me enseñas que podría faltarme el dinero, el televisor, el celular, la moda, los viajes, etc…, y no por ello soy menos hombre. ¡Pero ay de mí sí me faltas Tú!

Al hombre no lo hace rico lo que posee materialmente. El hombre es rico en la medida en que te tiene a Ti.

Una segunda enseñanza está en la vida eterna. Tú me llamas a vivir para siempre. Por ello, todo en mi vida lo debo medir de cara a la eternidad. Disponer de las cosas que me das en la medida en la cual me ayudan a llegar a Ti y al cielo. Porque podría tener asegurado todo el adorno de mi vida… pero mi vida está en tus manos y depende de Ti mi existencia.

Ayúdame, Señor, a vivir mi vida de cara a la eternidad. Que no ponga mi confianza en los bienes materiales sino en Ti.

“Afrontar la vanidad cotidiana, el veneno del vacío que se insinúa en nuestras sociedades basadas en el beneficio y en el haber, que engañan a los jóvenes con el consumismo. El Evangelio nos llama la atención precisamente sobre lo absurdo de basar la propia felicidad en el haber […] La verdadera riqueza es el amor de Dios, compartido con los hermanos. Ese amor que viene de Dios y hace que lo compartamos y nos ayudamos entre nosotros. Quién experimenta esto no teme a la muerte, y recibe la paz del corazón”.

(Homilía de S.S. Francisco, 4 de agosto de 2013).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy rezaré un padrenuestro por los moribundos para que Dios les conceda su misericordia y salvación.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.