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lunes, 26 de septiembre de 2016

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 26 DE SEPTIEMBRE 2016


¿Quién será el mayor?
Tiempo Ordinario

Lucas 9, 46-50. Tiempo Ordinario. Si queremos llegar a Cristo, el camino es la sencillez y humildad, hacernos pequeños ante los demás. 


Por: Roberto Carlos Estévez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo se suscitó una discusión entre los discípulos sobre quién de ellos sería el mayor. Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor». Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros». Pero Jesús le dijo: «No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por vosotros». 

Oración 

Dios mío, permite que tenga este rato de oración con la sencillez, la confianza y la docilidad del corazón de un niño, consciente de mi pequeñez, de mi fragilidad y necesidad de dependencia, por ello te suplico, ven Espíritu Santo.

Petición

Señor, ayúdame a llevar a la práctica todas las enseñanzas que me deja tu Palabra.

Meditación del Papa

«La clave para descubrir el fundamento interno de esa singular experiencia [...], de ese estar abiertos a la participación en el conocimiento del Hijo: "Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios". La pureza de corazón es lo que nos permite ver. Consiste en esa sencillez última que abre nuestra vida a la voluntad reveladora de Jesús. Se podría decir también: nuestra voluntad tiene que ser la voluntad del Hijo. Entonces conseguiremos ver. Pero ser hijo significa existir en una relación; es un concepto de relación. Comporta abandonar la autonomía que se encierra en sí misma e incluye lo que Jesús quería decir con sus palabras sobre el hacerse niño. De este modo podemos comprender también la paradoja que se desarrolla ulteriormente en el Evangelio de Juan: que Jesús, estando sometido totalmente al Padre como Hijo, está precisamente por ello en total igualdad con el Padre, es verdaderamente igual a El, es uno con El» Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 136

Reflexión

En esta ocasión, los discípulos también se preocupan por saber quién sería el mayor de entre ellos. Suele suceder que en un grupo humano siempre hay uno o unos pocos que mandan y que en definitiva son los importantes. Los importantes en este mundo ocupan los primeros puestos, tienen muchos servidores a su disposición y quieren que se les tome en cuenta.

Cristo conocía el corazón humano y conocía el corazón de sus doce pescadores. Por ello, les previene de la forma más sencilla, a través del ejemplo de un niño. Porque si hay alguien en esta vida que nos da ejemplo de sencillez, naturalidad, candidez, franqueza son los niños. Quien sino ellos son el ejemplo auténtico de humildad de espíritu.

Por tanto, recibir a un niño en medio de nosotros significa acoger en nuestro corazón todas las virtudes que él representa. Y del mismo modo si queremos llegar a Cristo no nos queda otro camino más que el de la sencillez y humildad, el del servicio desinteresado a nuestro prójimo y en definitiva el camino de hacernos pequeños ante los demás que significa cortar todo engreimiento, vanidad y presunción delante de nuestro prójimo, y vivir para los demás olvidado totalmente de uno mismo.

Propósito

Confiar humildemente en que, unido a Cristo, puedo alcanzar la santidad con la sencillez de un niño.

Diálogo con Cristo

Jesús, Tú alabas la sencillez, la pureza, la apertura y la docilidad de los niños. Me pongo de rodillas y te digo que quiero ser una persona casta, pura, que pueda mirar directamente a los demás, con respeto y con amor fraterno.

NUNCA ES DEMASIADO TARDE


Nunca es demasiado tarde
Hoy no es demasiado tarde, y puedo aprovechar cada momento para construir.


Por: David Delgadillo, L.C. | Fuente: Virtudes y Valores 




“Nunca es demasiado tarde”. Este lema por lo regular equivale a un “siempre es posible”. A veces engendra frases conocidísimas como “la última y nos vamos” o “mañana te pago”. Pero hablando en serio, cuando posponemos nuestros objetivos por mucho tiempo constatamos que no “siempre”, sino sólo “algunas veces”, todavía es posible. Algunas veces también es demasiado tarde…

Quien ha tenido que repetir un año de la escuela por un examen suspendido, quien ha perdido a un ser querido sin haberle dicho “te quiero”, quien vive arrepentido de haber provocado un daño que no puede reparar, comprende lo que significa “ya es demasiado tarde”.

Si habitualmente dejamos las cosas para después podemos comprender por qué “nunca” es demasiado tarde. Aquello que nunca hice, no lo podré hacer porque ya es demasiado tarde.

En la vida continuamente suceden cosas que no resultan como uno hubiera querido. Pero ¿por qué lamentarse del pasado? Recordar los momentos tristes o dolorosos sólo añade un lastre al presente. De un lamento nace otro, pues quien se lamenta del pasado tiene un triste presente, que en el futuro seguirá siendo un triste pasado. Es un círculo vicioso.

Santa Faustina Kowalska decía: «Si miro al futuro, me salta el miedo, pero, ¿por qué adentrarse en el futuro? Sólo aprecio la hora presente, porque el futuro quizá no habitará en mi alma. El tiempo pasado no está en mi poder para cambiar, corregir o añadir algo. Ni los sabios ni los profetas han podido hacer esto. Por tanto, confiemos a Dios lo que pertenece al pasado».

Siempre es posible comenzar de nuevo. No vale la pena anclarse en momentos que ya no están en mis manos. Hoy no es demasiado tarde, y puedo aprovechar cada momento para construir. “Nunca” sí es demasiado tarde.

EL PROFESOR DE QUÍMICA


El profesor de química


“Lo acepto”: importante actitud para recuperar la paz de tu espíritu, y no desestabilizarte ante los problemas, cambios, imprevistos, contradicciones que desarticulan tus mejores proyectos. “Lo acepto”, quiere decir que no te rebelas ante lo que no se puede evitar, que no desgastarás tus energías lamentándote contra algo que no puedes cambiar.

Recuerdo que en el secundario mi profesor de química era muy original: al mismo tiempo que hacía experimentos solía dejar enseñanzas inolvidables. Una vez tenía en la mano una botella de leche, y noté que a propósito la dejó caer en la batea del agua. Los alumnos se impresionaron y prestaron suma atención. Quedaron los vidrios rotos y toda la leche se escurrió por el desagüe. “La leche está perdida, dijo. No podemos rescatarla más. Seamos más cuidadosos otra vez y no lloremos nunca por la leche derramada”.

Para el creyente, todo sucede porque lo quiere o lo permite Dios. Y él es experto en sacar bien del mal. Imagínate el río de bendiciones que bajó del Calvario donde murió Jesús en la cruz. También él tiene proyectos de salvación para cada una de tus contradicciones y contratiempos aceptados en paz. Que el Señor te proteja y bendiga.


* Enviado por el P. Natalio

LA ESENCIA DE MADRE TERESA Y PADRE PIÓ? ESTO DICE UN CARDENAL ANTE EL CORAZÓN DEL SANTO


¿La esencia de Madre Teresa y Padre Pío? Esto dice un Cardenal ante el corazón del santo
Por Diego López Marina
 Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa) 






 (ACI).- El viernes 23 de septiembre se celebró la Santa Misa por la fiesta de San Pío de Pietrelcina en la Catedral Holy Cross en Boston, Estados Unidos, en el evento final de la visita de la reliquia del santo fraile capuchino a esta ciudad que se inició el día 21.

La Misa fue celebrada por el Arzobispo de Boston, Cardenal Sean O’Malley, quien aseguró durante la homilía que “el Padre Pío es como la Madre Teresa de Calcuta, la otra gran estrella del Jubileo de la Misericordia”.

“Pío de Pietrelcina fue un hombre del pueblo, él no era muy habilidoso o sofisticado. Fue un simple fraile que fue transformado por el amor de Dios. Si pudiéramos reducir su vocación a su esencia podríamos señalar dos pilares de su vida: la oración y la misericordia”, explicó el Prelado.

Santa Teresa de Calcuta fue canonizada el pasado 4 de septiembre, en el marco de la celebración del Jubileo de los Operarios de la Misericordia.

El Cardenal indicó que ambos santos se dedicaron “al Santísimo Sacramento, al rosario, la meditación y la oración, lo que les dio la energía ilimitada para servir a los más pobres entre los pobres. En estos santos nosotros vislumbramos el rostro de Dios”.


El Purpurado recordó también que el santo de los estigmas proponía cinco elementos a quienes lo buscaban para la dirección espiritual “confesión semanal, comunión diaria, lectura espiritual, meditación y examen de conciencia”.

El Cardenal O’Malley explicó que el corazón del Padre Pío, presente en el templo para su veneración, “es el símbolo de la grandeza del amor de Dios. Ese amor que lo llevó a realizar tantos sacrificios para servir al Señor y al necesitado”.


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 26 DE SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Setiembre 26



El éxito o el fracaso de cualquier misión espacial pueden depender de presionar un botoncito insignificante, o de hacerlo un minuto antes y no en el preciso momento.

Tú eres el botoncito sumamente pequeño en el macrocosmos; pero el hecho de que ese macrocosmos de la humanidad se sienta mejor y se perfeccione puede muy bien depender del microcosmos de tu propia vida.

Si tú fracasas, podrá fracasar toda una legión de hombres que presuponían el éxito tuyo personal; si tú fracasas, habrás privado a toda la comunidad de la fuerza y el vigor que de por sí comunica el éxito.

Pero si el éxito no depende de ti, si fracasas, no por haber retaceado tu empeño sino por causas ajenas a tu voluntad, no te desalientes; será Dios el que suplirá lo que tú no supiste poner, lo que no alcanzaste a hacer.

“Señor, Dios del universo, ¿Hay alguien como tú?... Tuyo es el cielo, tuya la tierra: tú cimentaste el mundo y cuanto hay en él… Tu brazo está lleno de poder, tu mano es fuerte, alta es tu derecha” (Sal 89,9-14). ¡Cuántos motivos para confiar en Dios! ¡El mayor pecado que puedes cometer es desconfiar de la bondad y el poder de Dios!


* P. Alfonso Milagro

NOVENA EN HONOR A SANTA FAUSTINA KOWALSKA, DEL 26 SEPTIEMBRE AL 4 DE OCTUBRE


26 de septiembre se inicia la novena a Santa Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misericordia

 (ACI).- “A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla”, dejó escrito en su diario (146) Santa Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misericordia y cuya fiesta se celebra el 5 de octubre.
Cercanos a la conmemoración de aquella que solía decir que “Dios es Amor y Misericordia” (Diario, 281), aquí una novena para pedir su intercesión.



NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
PRIMER DÍA

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Lectura del primer día

“Mientras oraba oí estas palabras: ‘Hija Mía, que tu corazón se llene de gozo. Yo, el Señor, estoy contigo, no tengas miedo de nada, estás en Mi Corazón’. En aquel momento conocí la gran Majestad de Dios, y comprendí que nada puede compararse con un sólo acto de conocimiento de Dios. Toda grandeza externa desaparece como polvo frente a un solo acto del conocimiento más profundo de Dios” (Diario, 1133).

Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.


Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
SEGUNDO DÍA

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Segundo día

“Paso cada momento libre a los pies de Dios escondido. Él es mi Maestro, le pregunto por todo, con Él hablo de todo, de allí saco fuerza y luz, allí aprendo todo, de allí me llegan las luces sobre el modo de comportarme con el prójimo. Desde el momento en que salí del noviciado, me encerré en el tabernáculo con Jesús, mi Maestro. Él Mismo me atrajo a este fuego de amor vivo, alrededor del cual se concentra todo”. (Diario, 704)

Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.

Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
TERCER DÍA

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Tercer día

“Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica  sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. (…) Después de un momento, Jesús me dijo: ‘Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío’” (Diario, 47).

Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.


Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
CUARTO DÍA

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.


Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Cuarto día

Jesús dijo a santa Faustina: “Sé misericordiosa con los demás como Yo soy misericordioso contigo y cuando adviertas que tus fuerzas se debilitan, ven a la Fuente de la Misericordia y fortalece tu alma, y no pararás en el camino” (Diario, 1486).


Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.


Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
QUINTO DÍA

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.


Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.


Quinto día

“Nada confunde ni asusta a un alma humilde. He dirigido mi vuelo hacia el ardor mismo del sol y nada logrará bajármelo. El amor no se deja encarcelar, es libre como una reina, el amor llega hasta Dios” (Diario, 450).


Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.

Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
SEXTO DÍA 

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Sexto día

“Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla. Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea  indiferente  a sus  penas y  gemidos. Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos” (Diario, 163).


Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.

Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
SÉPTIMO DÍA 

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Séptimo día

El Señor dijo a Santa Faustina: “Toma tantos tesoros de mi Corazón cuantos puedes llevar… No tomes estas gracias solamente para ti, sino también para el prójimo, es decir invita a las almas con las cuales estás en contacto a confiar en mi misericordia infinita. Oh, cuánto amo a las almas que se me han confiado totalmente, haré todo por ellas” (Diario, 294).

Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.


Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
Octavo Día

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Octavo día

“Oh Jesús mío, cada uno de Tus santos refleja en sí una de Tus virtudes, yo deseo reflejar Tu Corazón compasivo y lleno de misericordia… Que Tu misericordia, oh Jesús, quede impresa sobre mi corazón y mi alma como un sello y éste será mi signo distintivo en esta vida y en la otra” (Diario, 1242).

Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.


Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.

Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



NOVENA A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
Noveno Día 

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración a Santa Faustina

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a  Tu santísima voluntad, la gracia de (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti.

Noveno día

“Dios es muy generoso y no rehúsa a nadie su gracia, da más de lo que nosotros le pedimos. La fidelidad en el cumplimiento de las inspiraciones del Espíritu Santo es el camino más corto” (Diario, 291).

Oración para pedir su intercesión

Santa María Faustina, tú nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías. Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que distribuyeras las gracias como tú quisieras, a quien tú quisieras y cuando tú quisieras. Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito…

(Se hace la petición)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tú lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.

Oración de Santa Faustina por los pecadores (Diario, 72)

“Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico e imploro tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia.  Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

¡OH, qué alegría arde en mi corazón, cuando contemplo tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos”.

Oración final (Diario, 84)

Se repite tres veces la siguiente oración compuesta por Santa Faustina

“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti confío”.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.