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lunes, 25 de julio de 2016

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 25 DE JULIO 2016 - UNO A TU DERECHA Y OTRO A TU IZQUIERDA EN TU REINO


Uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu Reino
Fiesta de Santiago Apóstol. Consolidemos nuestra fe en el ruego sincero a Dios antes de afrontar nuestra pequeña gran cruz. 


Por: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 20, 20-28
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?» Ella le dice: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Le dicen: «Sí, podemos». Les dijo Jesús: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos». 

Oración preparatoria
Señor, te pido humildemente tu gracia, que es lo único que realmente importa y necesito. Soy todo tuyo, sin reserva alguna. Dame un corazón desinteresado que se consuma sólo por tu amor.

Petición
Señor, concédeme vivir en este día con la ilusión de entregarme y de servirte en los demás.

Meditación del Papa FranciscoExiste el riesgo de no entender la verdadera misión del Señor: esto sucede cuando se aprovecha de Jesús, pensando en 'el poder'. Esta actitud se repite en los evangelios. Muchos siguen a Jesús por interés. Incluso entre sus apóstoles: los hijos de Zebedeo querían ser, uno, primer ministro y el otro, ministro de economía, querían el poder.
Esa gracia de llevar la buena noticia a los pobres, la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia, se vuelve oscura, se pierde y se convierte en querer algo del poder.
Siempre existió esa tentación del poder y de la hipocresía, de pasar del estupor religioso que Jesús nos da cuando nos encuentra, a querer sacar una ventaja personal.
Esta fue también la propuesta del diablo a Jesús en las tentaciones. Una la del pan, la otra la del espectáculo: Vamos a hacer un gran espectáculo, así todas las personas van a creer en ti. Y la tercera, la apostasía, es decir, la adoración de los ídolos. Y esta es una tentación diaria de los cristianos, nuestra, de todos los que son de la Iglesia: la tentación no del poder, de la potencia del Espíritu, sino la tentación del poder mundano.(Cf S.S. Francisco, 20 de abril de 2015, Santa Marta).
Reflexión
Ellos aún no comprendían el modo extraordinario con el que Cristo iniciaba la preparación del Reino de Dios. Quizás ellos también como los otros discípulos imaginaron que antes o después Cristo reivindicaría el poder sobre los hombres, para después administrarlo con aquella infinita sabiduría y compasión que demostró en las muchas regiones de Israel. Pero, una vez más, después de la rara intercesión de la madre de los hijos de Zebedeo, Jesús habla de una "copa que beber".

Si el que ha creado el universo ha asumido la naturaleza de sus mismas criaturas para quererlas, servirlas y salvarlas, humillándose hasta la muerte de cruz, del mismo modo quien elige seguir las huellas del Maestro tendrá que aprender a servir, a dejar que el poder del mundo lo humille y lo desprecie.

Quien quiere de verdad beber la copa de Cristo, acompañarlo a llevar la cruz del dolor a este mundo y aliviar los sufrimientos de sus hermanos, tiene que conocer lo que significa realmente sufrir y servir con generosidad. ¿Estamos listos también a hacer nuestra parte? Consolidemos nuestra fe en el ruego sincero a Dios antes de afrontar nuestra pequeña gran cruz.
Propósito

Servir con alegría y amor, especialmente a aquellos que más necesitan de mi atención.

Diálogo con Cristo
Señor, mi vocación de discípulo y misionero es una vocación al servicio. Ayúdame a rezar, a predicar, a sacrificarme para que Tú seas más amado. Dame tu gracia para poder caracterizarme por el servicio abnegado y eficaz del prójimo. Vivir con plenitud, con profundidad procurando que todas mis obras se caractericen por el servicio generoso.

SALMO 66 - OH DIOS, QUE TE ALABEN LOS PUEBLOS


Salmo 66


R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben



El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.

AMA DE CASA


Ama de casa



Si esperas el momento oportuno de hacer algo verdaderamente grande, ¿cuántas veces en tu vida se te presentarán ocasiones semejantes? Aprovecha las ocasiones que te ofrece cada día, para realizar acciones ordinarias de manera extraordinaria. Cada tarea te permite dedicarte con lo mejor de ti mismo, madurar y vivir a pleno.

Un hombre, al volver un día de su trabajo, encontró su casa hecha un caos, en completo desorden: las camas sin hacer, los platos sin lavar, las ropas, los juguetes y los libros de los niños desparramados por todas partes…Además, la comida estaba sin preparar. — Pero, ¿qué es lo que está pasando aquí? — Preguntó el hombre a su mujer, con estupor y reprimida cólera.
— Nada, respondió ella, con aparente tranquilidad. Tú siempre te preguntas extrañado qué hago yo todo el día. Bueno, pues echa un vistazo. Hoy no lo he hecho.

Las tareas sencillas y cotidianas son realmente responsabilidades simples; pero, ser fieles al quehacer de cada día es algo importante. La felicidad humana generalmente no se logra con acciones de especial relevancia, que pueden acontecer muy raras veces, sino en ese sencillo deber que realizas todos los días con mucho amor. Valorízalo en ti y en los demás.


* Enviado por el P. Natalio

ORACIONES A SAN SANTIAGO APÓSTOL



Oración a Santiago Apóstol


Dios Todopoderoso y misericordioso, que escogiste doce apóstoles para evangelizar al mundo entero. Entre ellos, tres fueron favorecidos de manera especial por Tu Hijo Jesucristo, quien se dignó a contar con el Apóstol Santiago en este  selecto número. Que por su intercesión seamos dignos de obtener la gloria del Cielo, donde Tú vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.


 ¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos! (3 veces)




Oración a Santiago Apóstol para pedir su intercesión


¡Gran Apóstol Santiago, familiar cercano de nuestro Señor y aún más cercano a Él por lazos espirituales! Al ser llamado por Él entre los primeros discípulos y ser favorecido con Su especial intimidad, tu respondiste con gran generosidad, dejándolo todo para seguirle a la primera llamada. También tuviste el privilegio de ser el primero de los Apóstoles en morir por Él, sellando tu predicación con tu sangre.

“Atronador” en el entusiasmo en la tierra desde el cielo, te has mostrado defensor de Su Iglesia una y otra vez, apareciendo en el campo de batalla de los Cristianos para derrotar y dispersar a los enemigos de la Cruz, y llevar a los descorazonados Creyentes a la Victoria. Fuerza de los Cristianos, refugio seguro de aquellos que te suplican con confianza, oh, protégenos ahora en los peligros que nos rodean.

Que por tu intercesión, nuestro Señor nos conceda Su Santo Amor, filial temor, justicia, paz y la victoria sobre nuestros adversarios, tanto visibles como invisibles, y sobre todo, que un día nos conceda la felicidad de verlo y tenerlo con nosotros en el cielo, en tu compañía y la de los ángeles y santos para siempre.

Amén.

SANTIAGO APÓSTOL, PATRONO DE ESPAÑA, 25 DE JULIO


Hoy 25 de julio  es la fiesta de Santiago Apóstol, patrono de España




 (ACI).- El 25 de julio la Iglesia celebra la fiesta de Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por el Señor y que se le representa vestido de peregrino o como un soldado montado en un caballo blanco en actitud de lucha.

San Crisóstomo dirá que él fue el apóstol más atrevido y valiente.

El “hijo del trueno” como le puso Jesús a él y a su hermano San Juan el Evangelista, es patrono de España y de su caballería, así como de los curtidores, veterinarios, equitadores y de varias ciudades en el mundo. Otras ciudades incluso llevan su nombre en países como Chile, República Dominicana, Cuba entre otros.


El nombre de Santiago proviene de las palabras Sant Iacob, del hebreo Jacob. Durante las batallas los españoles solían gritar "Sant Iacob, ayúdenos" y al decirlo rápido repetitivamente sonaba a Santiago.

Fue testigo con Juan y Pedro de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor, de la pesca milagrosa y de la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní, entre los pasajes más representativos.

La tradición cuenta que llegó hasta España a proclamar el Evangelio. La Catedral de Santiago de Compostela es considerada su principal Santuario, a donde peregrinan miles de personas cada año, deseosas de recorrer el Camino de Compostela.  

El 9 de noviembre de 1982, cuando San Juan Pablo II visitaba esta Catedral española, hizo un llamado a Europa a reavivar “aquellos valores auténticos”, porque los otros continentes “te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: ‘lo puedo’”.

“Yo, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”, expresó el santo polaco.

El apóstol Santiago es conocido también por haber preparado el camino para que la Virgen María sea reconocida como "Pilar" de la Iglesia.

El Papa Francisco, en febrero de 2014, al reflexionar sobre los conflictos armados, señaló que Santiago nos da un consejo sencillo: “Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes”.

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El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.
Fue uno de los 12 apóstoles del Señor.
Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista.
Santiago formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía: "Desde ahora seréis pescadores de hombres", dejó sus redes y a su padre y a su empresa pesquera y se fue con Jesucristo a colaborarle en su apostolado. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor y en su Oración en el Huerto de Getsemaní. ¿Por qué lo prefería tanto Jesús? Quizás porque (como dice San Juan Crisóstomo) era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor del Redentor, o porque iba a ser el primero que derramaría su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Que Jesús nos tenga también a nosotros en el grupo de sus preferidos.
Cuenta el santo Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarles ningún alimento y que Santiago y Juan le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo y quemara a esos maleducados. Cristo tuvo que regañarlos por ese espíritu vengativo, y les recordó que El no había venido a hacer daño a nadie sino a salvar al mayor número posible de personas. Santiago no era santo cuando se hizo discípulo del Señor. La santidad le irá llegando poquito a poco.
Otro día Santiago y Juan comisionaron a Salomé, su madre, para que fuera a pedirle a Jesús que en el día de su gloria los colocara a ellos dos en los primeros puestos: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús les dijo: "¿Serán capaces de beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?" Ellos le dijeron: "Sí somos capaces". Cristo añadió: "El cáliz de amargura sí lo beberán, pero el ocupar los primeros puestos no me corresponde a Mí el concederlo, sino que esos puestos son para aquellos para quienes los tiene reservado mi Padre Celestial". Los otros apóstoles se disgustaron por esta petición tan vanidosa de los dos hijos de Zebedeo, pero Jesús les dijo a todos: "El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, a imitación del Hijo del hombre que no ha venido a ser servido sino a servir". Seguramente que con esta lección de Jesús, habrá aprendido Santiago a ser más humilde.
Después de la Ascención de Jesús, Santiago el Mayor se distinguió como una de las principales figuras entre el grupo de los Apóstoles. Por eso cuando el rey Herodes Agripa se propuso acabar con los seguidores de Cristo, lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a Santiago, y encarcelar a Pedro. Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.
Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (norte de España) y a ese santuario han ido miles y miles de peregrinos por siglos y siglos y han conseguido maravillosos favores del cielo. El historiador Pérez de Urbel dice que lo que hay en Santiago de Compostela son unas reliquias, o sea restos del Apóstol, que fueron llevados allí desde Palestina.
Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.

DECORO EN EL TEMPLO





Decoro en el templo
A juzgar por el atuendo, parece que algunas personas confunden la casa de Dios con una sala de fiestas


Por: Josefa Romo | Fuente: Catholic.net 


En verano, las iglesias de los pueblos se llenan. Se nota que la mayoría sabe en dónde  pisa cuando entra en el templo: resalta el recato de la mayoría, como signo de respeto. Pero, a juzgar por el  atuendo, parece que algunas personas confunden la casa de Dios con una sala de fiestas, o que sea signo de desvergüenza o de ignorancia supina;  quizá, nadie les ha dicho que, en los lugares de culto católico, hay un Sagrario, en donde está Cristo mismo, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad y que, con Él, también mora la Santísima Trinidad.

No vale todo:  ni siquiera en las bodas se debe olvidar el pudor en el porte.

Acceder a la casa de Dios con ropa impropia, es una falta de consideración a Cristo en la Eucaristía, y a los fieles. Lo más importante, allí, no son las imágenes sagradas, tal vez  artísticas o muy  queridas, sino el Dueño. A mi madre. su maestra  le enseñó a decir: "Entro, Señor, en tu Casa, en tu santo tempo; te adoraré,  reverenciaré y confesaré tu santísimo nombre".

También nuestro cuerpo es "templo del Espíritu Santo" (I Cor. 6, 19). Por eso, en todas partes, se debe observar la modestia en el vestir, que no está reñida con la belleza y la elegancia (no es coherente que una persona cristiana no sea pudorosa). En el Vaticano hay un cartel con normas de vestimenta: “... a la Basílica de San Pedro sólo será permitido entrar a los visitantes vestidos con decoro (está prohibido llevar prendas sin mangas..., pantalones cortos, minifaldas, gorras)". ¿No deberían tenerlo todas las iglesias?

LA MISA TE ES ABURRIDA? SE TE HACE LARGA?


¿La Misa te es aburrida?, ¿se te hace larga?
Seguro que a algún sujeto presente en el Gólgota también le pareció aburrida la crucifixión de Cristo


Por: Jorge Sáez Criado | Fuente: catolicosconaccion.com 




“La Misa es larga, dices, y añado yo: porque tu amor es corto“
San Josemaría Escrivá de Balaguer.

¿Cuántas veces habremos oído la típica queja de que la Misa es aburrida, de que se hace larga? ¿Cuántas veces los mismos sacerdotes se han empeñado en deformar la liturgia para intentar que la Misa sea más entretenida? Sin duda, sin malicia, claro está, pero a veces dejando casi irreconocible el Santo Sacrificio del altar.

Sin embargo, hay que partir de un punto vital: el núcleo de la Misa, a quien va dirigida, es Dios. No es el sacerdote ni es el feligrés. No vamos a Misa para pasar el rato, ni para divertirnos, ni deberíamos ir tan sólo a cumplir un precepto. Deberíamos ir a Misa por amor. Amor a Cristo, que renueva su sacrificio en la cruz delante de nosotros.

Seguro que a algún sujeto presente en el Gólgota también le pareció aburrida la crucifixión de Cristo. A algún centurión, cansado de ver siempre lo mismo, que no sabía lo que tenía delante y pensaba que era tan sólo una muerte más.

También había quienes iban buscando un entretenimiento. Las ejecuciones siempre han atraído mucho público, no es algo de ahora.

Pero también estaban santa María y san Juan. En una actitud completamente distinta. Dudo que les pareciera un aburrimiento ni un momento para pasar el rato. No veo a Juan diciendo: “Señor, date prisa, que me aburro”. Sin embargo, esto mismo lo vemos a diario en Misa en cuanto se alarga mínimamente.


Quizá la pregunta que debemos hacernos es con cuál de esas actitudes vamos a Misa. Si no es la tercera, la de un encuentro con el Señor que nos sobrepasa por completo, sabedores del inmenso sacrificio que vamos a contemplar, de que vamos a vivir una experiencia misteriosa y sagrada en comunión con toda la Iglesia, incluyendo la triunfante y la purgante, es que algo falla. Y no en la Misa, sino en nosotros.

De la misma manera para el sacerdote: si tu actitud no es de pequeñez ante la inmensidad y la belleza de la liturgia, de humildad y pobreza ante la consagración, -en la que el mismo Dios se pone en tus manos-, de servicio a Dios y a la Iglesia antes que a tus gustos y preferencias, algo falla. En ti.

LA IMPORTANCIA DEL SILENCIO PARA EL ENCUENTRO CON JESÚS, SEGÚN LA MADRE TERESA DE CALCUTA


La importancia del silencio para el encuentro con Jesús, según la Madre Teresa de Calcuta
No podemos entrar inmediatamente en la presencia de Dios sin una experiencia de un silencio interior y exterior 


Por: Madre Teresa de Calcuta. Extracto de su libro | Fuente: pildorasdefe.net 




Resulta muy difícil predicar cuando no se sabe cómo hacerlo, pero debemos animarnos a predicar. Para ello, el primer medio que debemos emplear es el silencio. Las almas consagradas a la predicación son almas que se sumergen en un gran silencio. No podemos entrar inmediatamente en la presencia de Dios, sino a condición de que hagamos la experiencia de un silencio interior y exterior. Por eso, hemos de adoptar como propósito especial el silencio de la mente, de los ojos y de la boca

El silencio de la boca nos enseñará muchísimas cosas: a hablar con Cristo; a estar alegres en los momentos de desolación; a descubrir muchas cosas prácticas para decir. En los momentos de desolación, Cristo habla por medio de los demás y en la meditación nos habla directamente. Además, el silencio nos asemeja mucho más a Cristo, puesto que Él siente amor especial por esa virtud.

El silencio de los ojos: Guardemos, entonces, el silencio de los ojos, el cual nos ayudará siempre a ver a Dios. Los ojos son como dos ventanas a través de las cuales Cristo y el mundo penetran en nuestro corazón. Muchísimas veces necesitamos un gran valor para tenerlos cerrados. Cuántas veces decimos: "Qué lástima no haber podido mirar aquello", quedamos entonces preocupados por no poder vencer el deseo de mirarlo todo.

El silencio de la mente y del corazón: la Virgen María "conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón". Este silencio la aproximó tanto al Señor, que nunca tuvo que arrepentirse de nada. Mira cual fue su comportamiento al ver la confusión de San José. Una palabra suya hubiera bastado para poner claridad en su mente; con todo, ella prefirió no decir nada y el propio Señor obró el milagro de rescatar su inocencia. ¡No podríamos encontrar un argumento mejor para convencernos de la necesidad de silencio! Creo que así el camino hacia una más profunda unión con Dios se hace clarísimo.

El silencio nos proporciona una visión nueva de todas las cosas. Necesitamos el silencio para poder acercarnos a las almas. Lo más importante no es aquello que decimos, sino aquello que Dios nos dice y lo que dice a través de nosotros. Jesús está siempre pronto a presentársenos en el silencio. En el silencio, nosotros lo escuchamos, Él habla a nuestro espíritu, y nosotros podemos escuchar su voz.


El silencio interior es sumamente difícil, pero tenemos que esforzarnos por pedirlo. En el silencio hallaremos una nueva energía y una genuina unión con Dios. Su fuerza será nuestra fuerza para poder cumplir bien nuestras tareas, y eso ocurrirá por la unión de nuestro pensamiento con el suyo, por la unión de nuestras acciones con sus acciones, por la unión de nuestra vida con su vida. Todas nuestras palabras serán por completo inútiles a menos que procedan de lo más íntimo de nosotros mismos. Las palabras que no procuran la luz de Cristo no hacen más que aumentar en nosotros la confusión.

Todo esto exigirá mucho sacrificio, pero si efectivamente intentamos orar y queremos sinceramente orar, hemos de estar prontos a hacerlo ahora mismo. Estos son sólo los primeros pasos hacia la plegaria, pero si nos decidimos a darlos con resolución, podremos llegar hasta el último grado: la presencia de Dios.

LA ORACIÓN EN LA VIDA CRISTIANA - EXPLICACIÓN


La oración en la vida Cristiana
La oración consiste en elevar el corazón a Dios. Cuando una persona ora, entra en una relación personal con Dios, en una relación de amistad con Dios. 


Por: Catholic.net | Fuente: www.buenanueva.net 




1.      ¿Qué es la oración?
La oración consiste en elevar el corazón a Dios.  Cuando una persona ora, entra en una relación personal con Dios, en una relación de amistad con Dios. 

La oración es la elevación del alma a Dios o la petición al Señor de bienes conformes a su voluntad. La oración es siempre un don de Dios que sale al encuentro del hombre. La oración cristiana es relación personal y viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo, que habita en sus corazones. (CIC-C #534)

El esfuerzo de orar diariamente es parte muy importante de la vida cristiana.

2.      ¿Por qué vamos a hablar de oración en un curso de Teología, basado en el Catecismo de la Iglesia Católica?

Porque el Catecismo de la Iglesia Católica dedica una quinta parte (20%) de sus páginas al tema de la oración, en forma muy extensa y explícita.

Son tan detallados los capítulos que el Catecismo dedica a la oración, que hasta trae consejos prácticos para orar y también habla de los errores en que pueden caer los orantes.

Trata todas las formas de oración, inclusive la de la contemplación, que erróneamente se ha creído que está reservada para vocaciones especiales.

Así que, el tratamiento que da el Catecismo de la Iglesia Católica a la oración denota la importancia que le asigna el Magisterio de la Iglesia a este tema.

3.     ¿Cómo se aprende a orar?
Como orar es parte sumamente importancia de la vida cristiana,  es lógico preguntarse ¿cómo orar?

Orar no se aprende de la misma manera de materias que estudiamos, o técnicas que podamos aprender. 

A pesar de que parezca extraño, orar  se aprende orando.  La oración es un don de Dios, pero extrañamente se obtiene orando. 

En la forma de aprender la oración, ésta se parece más bien a la natación o a conducir un carro:  hay que nadar para aprender a nadar, y para aprender a manejar un vehículo  hay que manejarlo.


4.      ¿Qué impulsa a las personas a orar?
Lo que de veras impulsa a las personas a orar es el deseo de Dios.  Dios nos ha creado para El.  Dios ha impreso en nosotros la necesidad de comunicarnos con El.  Eso es la oración. 

Aquéllos que no les gusta mucho la espiritualidad o el contacto con Dios, si les llega un momento de impotencia o angustia o soledad, es en esa situación cuando de manera casi natural y sin pensarlo mucho, claman a Dios.

No hay más que oír los testimonios de personas secuestradas, enfermos terminales, presos de manera injusta, etc. para darnos cuenta de cómo instintivamente buscaron a Dios.

Pero no hay que esperar estar en situaciones extremas para comunicarnos con Dios, porque Dios siempre está allí para quien quiera comunicarse con El.

A veces nos olvidamos de Dios.  Vivimos como si Dios no existiera o no estuviera siempre con nosotros.  Recordemos lo que aprendimos en la Primera Comunión:  Dios está en todas partes.  Y en todas partes significa también al lado nuestro. 

Aunque neguemos a Dios o tratemos de evadirlo, El siempre está allí para nosotros.  El nos busca antes de nosotros buscarlo a El.  En eso consiste el don de la oración, en que Dios está siempre buscándonos.

Te sientes solo, no tienes con quien hablar.  Y allí está Dios.   El siempre está.  El no se muda.

Estás en peligro y surge esa exclamación de impotencia, de ayuda.  Y Dios está allí.

La oración es algo tan humano y tan necesario como comer, como respirar, como amar. 

Todas las religiones y, de modo particular, toda la historia de la salvación, dan testimonio de este deseo de Dios por parte del hombre; pero es Dios quien primero e incesantemente atrae a todos al encuentro misterioso de la oración. (CIC-C #535)


5.      ¿Por qué podemos decir que la oración es un privilegio?
Orar es un privilegio.  La oración es un privilegio.  Orar es hablar con Dios:  decirle y escucharle.  ¿Nos damos cuenta, entonces, el privilegio que significa que nosotros -simples creaturas- podamos dirigirnos a nuestro Creador para pedirle, para rogarle, para decirle cosas … y que El nos escuche? 

La oración es uno de esos regalos inmensos y utilísimos que Dios nos ha dado y que no terminamos de apreciar ni de aprovechar suficientemente.

Consideremos algo:  ¿Podemos hablar con el Papa?  ¿Puede alguien lograr hablar con cualquier persona que se le ocurra, y de manera instantánea?  ¡Y nosotros podemos dirigirnos a Dios cada vez que queramos y de manera instantánea!  Ese privilegio lo tenemos los seres humanos con Dios. 

La oración es un privilegio.


6.      ¿Para qué sirve la oración?
La oración purifica.  La oración nos ayuda a resistir las tentaciones.  La oración nos da fortaleza en nuestras debilidades.  La oración remueve el temor, aumenta nuestra fuerza, nos capacita para aguantar.  La oración nos hace felices. 

“El hombre no puede vivir sin orar, lo mismo que no puede vivir sin respirar”  (Juan Pablo II).

 "Si los pulmones de la oración y de la Palabra de Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, nos arriesgamos a ahogarnos en medio de las mil cosas de todos los días.  La oración es la respiración del alma y de la vida".  (Benedicto XVI, 25-4-2012)

El Papa Benedicto XVI hablaba de "la prioridad que debemos dar a Dios, a la relación con Él en la oración, tanto personal como comunitaria.  Sin la capacidad de pararnos a escuchar al Señor, a dialogar con Él, se corre el riesgo de agitarse y preocuparse inútilmente por los problemas y las dificultades, incluidas las eclesiales y pastorales". (Benedicto XVI, 25-4-2012)

Benedicto XVI recordaba que los santos "han experimentado una profunda unidad de vida entre oración y acción, entre amor total a Dios y amor a los hermanos".  (Benedicto XVI, 25-4-2012)

Por esta misma razón la Madre Teresa de Calcuta nos dice: “es necesario que encontremos el tiempo de permanecer en silencio y de contemplar, sobre todo si vivimos en la ciudad donde todo se mueve velozmente.  Es en el silencio del corazón donde Dios habla” (Beata Teresa de Calcuta). 

“La oración es la fundamentación de la vida espiritual” (Cardenal Nguyen Van Thuan).

“Muchas vocaciones están en crisis, no se realizarán.  Muchas familias sufren dificultades, se separarán y se pelearán.  Mucha gente pierde el gusto por la vida y el trabajo, están descontentos y vacíos. Y todo esto porque se ha abandonado la oración”  (Beata Teresa de Calcuta).

La oración es la llave que abre nuestro corazón y nuestra alma al Espíritu Santo; es decir, a su acción de transformación en nosotros.  Al orar, permitimos a Dios actuar en nuestra alma -en nuestro entendimiento y nuestra voluntad- para ir adaptando nuestro ser a su Voluntad. (cfr. Catecismo de la iglesia católica #2825-1827)

¿Cómo conocer y seguir la Voluntad de Dios? Orando de manera regular y frecuente. Así estamos en sintonía con Dios y conoceremos sus deseos.


7.      ¿Por qué a veces se habla del camino de la oración?
La oración es un camino, un camino de relación personal con Dios.  Santa Teresa de Jesús hablaba de un “camino de amistad con Aquél que sabemos nos ama”.

Y es un camino, porque esa relación con ese Amigo que sabemos nos ama nos llevará a una amistad muy íntima con El aquí en la tierra, la cual continuará para toda la eternidad.


8.      ¿Por qué podemos decir que orar es una aventura?
Porque siendo la oración un camino, puede tener sus tropiezos, va a tener momentos de emociones, tendrá sus altibajos.   Y tiene una meta, que es la unión con Dios. 

El camino de la oración es toda una aventura:  no conocemos todo lo que nos espera.  Podemos atisbar algunas cosas, pero también habrá sorpresas. 

Por eso la oración requiere un verdadero deseo de estar con el Amigo.  Y ese deseo no basta que sea un deseo fugaz, sino una verdadera decisión, clara y firme, de relacionarse con el Amigo.

Y pueda que ese camino se dificulte a veces, pueden haber obstáculos y como es un camino hacia arriba, se hará estrecho y empinado. 

Será una verdadera aventura hasta llegar a la meta de vivir con Dios y en Dios.


9.   ¿Cuáles son las formas esenciales de oración cristiana?  (CIC-C #550)
Las formas esenciales de oración cristiana son la bendición y la adoración, la oración de petición y de intercesión, la acción de gracias y la alabanza.


10.  ¿Qué es la oración de bendición?
Una oración de bendición es aquélla que pide a Dios su bendición sobre nosotros.  La forma más breve de esta oración es “Dios te bendiga”.

Sin embargo, las bendiciones de Dios están continuamente fluyendo hacia nosotros sus creaturas:  su Misericordia, su Bondad, su cercanía, su atención… todo esto son bendiciones.


11   ¿Por qué debemos adorar a Dios?
 Adoración es lo que hace la persona cuando se reconoce creatura de Dios y dependiente de El, su Creador.

Toda persona que comprenda esto y lo recuerde, está adorando a Dios.

Por eso quien adora a Dios se pone de rodillas ante El y hasta se postra en el suelo.

Esta actitud interior (en el corazón y en la mente) y exterior (con la postura) muestra la verdad de la relación entre Dios y el hombre:  Dios es grande y nosotros somos pequeños.

Sin embargo, nunca es el hombre mayor que cuando se arrodilla o se postra ante Dios libremente.


Oración de Adoración

¿Qué es adorar a Dios?
Es reconocerlo como nuestro Creador y nuestro Dueño

Es reconocerme en verdad lo que soy:
hechura de Dios, posesión de Dios.  
Dios es mi Dueño.  Yo le pertenezco.  

Adorar a Dios, entonces, es tomar conciencia
de nuestra dependencia de El
y de la consecuencia lógica de esa dependencia:
entregarnos a El y a su Voluntad.

= = = = = = = = = = = = = = = =

Tú eres mi Creador, yo tu creatura,
Tú mi Hacedor, yo tu hechura,
Tú mi Dueño, yo tu propiedad.
Aquí estoy para hacer tu Voluntad.


12. ¿En qué consiste la oración de petición?
La oración de petición tiene dos partes: 

1º)  la seguridad de que mi oración es escuchada por Dios y

2º)  la total renuncia de una respuesta de Dios de acuerdo a mi plan.

Por eso se habla de la oración de entrega:  me someto de antemano al plan de Dios para mí.  No busco mi voluntad sino la Voluntad de Dios.

Y la respuesta de Dios puede ser:  Sí, No o aún No.


13.   ¿Quiénes –especialmente- nos enseñan a orar así?

Jesús y la Virgen. 

Cuando Jesús estaba a punto de morir, experimentó a los niveles más profundos el temor humano.  Sin embargo oró así:  «Abbá, o sea, Padre, si para Ti todo es posible, aparta de Mí esta copa. Pero no se haga lo que Yo quiero, sino lo que quieres Tú.» (Mc 14, 36).  Nuestra oración debe ser así siempre, aun en los momentos de tribulación.

La respuesta de la Santísima Virgen María a Dios a través del Arcángel San Gabriel fue esta:  «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» (Lc 1, 38)  


14.  ¿Cuáles son las diversas formas de la oración de petición?  (CIC-C #553)
  La oración de petición puede adoptar diversas formas: petición de perdón o también súplica humilde y confiada por todas nuestras necesidades espirituales y materiales.

15.    ¿En qué consiste la intercesión?   (CIC #554)
La intercesión consiste en pedir en favor de otro.

La intercesión debe extenderse también a los enemigos.  “Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos.” (Mt 5, 44-45)

El cristiano, entonces, debe orar por todos, por los que ama y son cercanos, por los que no son tan cercanos y aún por los enemigos.

16.        ¿Por qué debemos dar gracias a Dios?
Todo lo que somos y tenemos nos viene de Dios.  Pensemos bien:  ¿qué tenemos que no nos viene de Dios?

La Iglesia da gracias especialmente en la Eucaristía, que significa acción de gracias.

17.   ¿Qué significa alabar a Dios?
Dios no necesita nuestros aplausos.  Pero nosotros sí necesitamos expresar espontáneamente nuestro gozo genuino por todo lo que Dios es y nos da. 

Alabar a Dios es como piropear a Dios.  El existe y es Bueno con nosotros.  Y sus cualidades son maravillosas! 

Y al alabar a Dios nos unimos a la alabanza eterna que sucede en el Cielo y que cantan los Ángeles y los Santos. 

Esto es lo que hacemos en la Misa cuando rezamos o cantamos “Santo, Santo, Santo”, porque antes ha dicho el Sacerdote:  “unidos a los Ángeles y Santos del Cielo, cantamos sin cesar el himno de tu gloria”.


18.       En resumen:  ¿cuáles son las diversas formas de oración?

8.  Adoración 
7. Alabanza
6. Entrega
5. Agradecimiento
4. Reparación
3. Arrepentimiento
2. Intercesión
1. Petición


19.     ¿Por qué los  cristianos adoptamos diferentes posturas al orar?
Los cristianos, especialmente los católicos, tenemos un lenguaje corporal en la oración, sobre todo esto se nota en las celebraciones litúrgicas:  nos arrodillamos, juntamos las manos, hacemos genuflexiones, a veces estamos de pie. 

Postura de pie ante Dios expresa reverencia (uno se pone de pie cuando entra alguien de más autoridad a un sitio ¿no?).   También indica atención y disponibilidad.  Por eso nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio. 

Manos extendidas:  posición orante que indica alabanza.

Postura sentada ante la presencia de Dios indica que el cristiano escucha en su interior.  Medita la Palabra de Dios en su corazón. 

Postura de rodillas indica que la persona se hace pequeña ante la presencia de Dios infinito.  Reconoce su total dependencia de Dios.

Postración:  la persona adora a Dios.

Manos juntas:  la persona se recoge dentro de sí y se une a Dios, evitando las distracciones exteriores.  También indica el gesto inicial de petición.



Modos de orar de Santo Domingo

20.    ¿Basta orar sólo cuando se tiene ganas de hacerlo?

No basta.  Quien ora sólo cuando tiene ganas pareciera que no toma a Dios en serio.  La oración requiere perseverancia y fidelidad, como cualquier relación de amor y amistad.

21.    ¿Cómo se puede orar con la Biblia?
La Biblia es como un manantial de oración.  Orar con la Palabra de Dios significa usar las palabras y los eventos de la Biblia para orar. 

Con los Salmos oramos con las palabras de Espíritu Santo, pues los Salmos son inspirados por el Espíritu Santo.

Con diferentes pasajes de la Biblia podemos orar también.  Se lee un pasaje o se toma un pasaje que hayamos oído en la Misa.  Luego se medita sobre esto, es decir, se reflexiona sobre lo que Dios quiere decirnos con ese evento de la Sagrada Escritura.


 22.    ¿Cómo puede convertirse en oración mi itinerario del día?  
Todo lo que sucede, cualquier encuentro que se dé, puede ser una ocasión de oración.  Y, mientras más profundamente vivimos en atención a Dios y en su presencia, mejor podemos entender el mundo que nos rodea.

El que está unido a Dios desde las primeras horas de la mañana es capaz de bendecir a todas las personas, inclusive a sus enemigos.

A lo largo del día vas poniendo todos tus problemas en manos de Dios.  Así tienes más paz en tu corazón e irradias esa paz.  Tienes la paz del Cielo y la trasmites a los demás. 

Cuando hay que tomar una decisión, te preguntas qué haría Jesús en tal situación. 

Todo miedo cede con la presencia de Dios.   Si estás cerca de Dios, estás fuerte en los momentos difíciles.

Das gracias y te alegras de todo lo bueno.  Pero también soporta las dificultades con que tropiezas.

La idea es vivir en atención a Dios, dándote cuenta de que Dios está allí a tu lado.  En eso consiste vivir en la presencia de Dios.


 23.    ¿Por qué necesitamos al Espíritu Santo cuando oramos?
Somos débiles pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos.  (Rom 8, 26)

El Espíritu Santo es nuestro maestro de oración.  El Espíritu Santo vive en nosotros y con nosotros, y habla dentro de nosotros cuando oramos de veras.  El Espíritu Santo ora en nosotros, realmente.  Por eso debemos repetir mucho:  Ven Espíritu Santo.  Enséñame a orar.  Ayúdame a orar.


24.    ¿Dónde se puede rezar?
Se puede rezar en cualquier lugar.  Sin embargo, un católico siempre buscará los sitios donde Dios “habita” de manera especial.  Estos son sobre todo las Iglesias católicas, donde nuestro Señor está presente vivo, con todo su ser de Hombre y todo su ser de Dios.

Es importante, entonces, ir a estos lugares sagrados, donde Dios nos espera con su presencia viva.

Pero además es importante orar en cualquier parte:  en el colegio, en la casa, en la oficina, en el metro, aún en una fiesta o en medio de amigos, bendiciéndolos a todos con nuestra oración. 


25.  ¿Cuándo se debe rezar?
Desde los primeros tiempos los cristianos oran al menos por la mañana y por la tarde.  También en las comidas.

Quien no reza con regularidad seguro que no orará nunca.

Quien ama a una persona y ni siquiera toma contacto con esa persona durante el día, pronto dejará de amarla o no la ama de veras.  Si la ama, constantemente le estará enviando mensajes y llamadas de atención y cercanía. 

Así con Dios.  En la mañana es necesario dedicar el día a Dios, ofrecerle las acciones y oraciones de ese día, pedir su bendición y su compañía durante el día. 

Al final del día, pensar en qué cosas he hecho que no hubiera hecho Jesús y pedirle perdón por haberlo ofendido con esas acciones.  Ponerse en sus manos y pedir su bendición nuevamente para la noche.

26.    ¿Por qué decimos siempre en las oraciones litúrgicas “por Cristo nuestro Señor”?

Porque nuestra oración se dirige a nuestro Padre, a Papá Dios, pero llega a Él sólo si, al menos implícitamente, oramos en nombre de Jesús. 

Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.  Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre. (Jn 14, 13-14)



ORACIÓN

Gracias, Señor, porque podemos comunicarnos contigo 
a través de la oración.

Gracias porque en cualquier momento y en cualquier sitio
podemos hablarte y Tú nos escuchas.
Gracias por el privilegio
que es la oración. 

Gracias, Espíritu Santo, porque eres nuestro Maestro de Oración.
Gracias porque cuando
no sabemos cómo orar,
Tú nos indicas y nos guías.

Queremos imitarte, Jesús,
en tu oración de entrega a
la Voluntad del Padre.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, JULIO 25


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Julio 25


Ser perfeccionista, ¿es una virtud o un defecto? Querer que todo salga a la última perfección, ¿está bien o está mal?

Es innato en el ser humano el deseo de evolucionar, de ser cada vez mejor, personal y colectivamente, familiar y socialmente; cuando tu hijito te presenta el cuaderno de deberes, tú le alabas por lo bien realizado, pero lo estimulas a perfeccionarse, a hacerlo cada vez mejor.

Cuando te afeitas o peinas tu cabellera, deseas que quede una perfecta afeitada o un peinado impecable; y así en todas las cosas y en todos los niveles. ¿Por qué solamente en nuestra espiritualidad quedaremos sin el debido desarrollo?

La meta de todo ser viviente es lograr la perfección completa de su vida en todos sus órdenes. Si somos humanos, no nos contentemos con serlo; aspiremos a ser hijos de Dios por la gracia santificante. Eso será llegar a la meta que nos hemos propuesto y, sobre todo, que nos ha señalado el mismo Dios, nuestro padre.

“Ser perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo” (Mt 5, 48). “El divino Maestro y Modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera fuese su condición, la santidad de  vida, de la que Él es iniciador y consumador” (LG 40)


* P. Alfonso Milagro