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martes, 14 de junio de 2016

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 14 DE JUNIO DEL 2016


Amen a sus enemigos y rueguen por los que les persiguen
Tiempo Ordinario


Tiempo Ordinario. Si realmente creyéramos que somos hijos del Padre celestial y que estamos destinados a la vida eterna, todo en nosotros cambiaría. 


Por: David Varela Flores | Fuente: Catholic.net 



Del Santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiaras a tu enemigo. Pero yo os digo: amen a sus enemigos y rueguen por los que les persiguen, para que sean hijos de su Padre Celestial, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si aman a quienes les aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludan sino a sus hermanos, ¿qué hacen de particular? ¿No hacen lo mismo los gentiles? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.

Oración introductoria
Jesucristo, yo quiero darte lo mejor de mí. Sabes que lo busco en serio, pero soy débil. Busco la santidad y la anuncio, pero me avergüenzo de ella; quiero cambiar, pero me gusta mi imperfección. Necesito de ti para enorgullecerme y amar la santidad. Jesús, que no me quede en palabras.

Petición
Señor, quítame el miedo a la santidad. Dame tu gracia para comprender que la santidad es la verdadera donación y que no consiste en grandes proyectos, sino en el trato personal con los que me rodean, rezando por los que nos persiguen, amando a los que nos odian, saludando a los que no nos conocen.

Meditación del Papa Francisco

Jesu?s, en el Evangelio, replica: “Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”. Estas palabras nos interpelan a todos nosotros, disci?pulos del Sen?or; y hoy se dirigen especialmente a mi? y a ustedes […] Imitar la santidad y la perfeccio?n de Dios puede parecer una meta inalcanzable. Sin embargo, la Primera Lectura y el Evangelio sugieren ejemplos concretos de co?mo el comportamiento de Dios puede convertirse en la regla de nuestras acciones. Pero recordemos, todos nosotros, que, sin el Espi?ritu Santo, nuestro esfuerzo seri?a vano. La santidad cristiana no es en primer te?rmino un logro nuestro, sino fruto de la docilidad ?querida y cultivada? al Espi?ritu del Dios tres veces Santo.
El Levi?tico dice: “No odiara?s de corazo?n a tu hermano... No te vengara?s, ni guardara?s rencor... sino que amara?s a tu pro?jimo...”. Estas actitudes nacen de la santidad de Dios. Nosotros, sin embargo, a veces somos tan diferentes, tan egoi?stas y orgullosos...; pero la bondad y la belleza de Dios nos atraen, y el Espi?ritu Santo nos puede purificar, nos puede transformar, nos puede modelar di?a a di?a. (Homilía de S.S. Francisco, 23 de febrero de 2014).
Reflexión apostólica
Nos falta fe. Si realmente creyéramos que somos hijos de nuestro Padre celestial y que estamos destinados a la vida eterna, todo en nosotros cambiaría. Entonces, comprenderíamos que esta vida con sus sufrimientos y sus pesares, son sólo una preparación para la vida eterna. Esa vida eterna en la que nos sorprenderíamos de lo que hay. Una vida en la que me saludarán incluso los desconocidos, en la que estaremos cerca de la perfección.

Lo mejor de todo es que no hay que esperar tanto; podemos empezar ahora. Sólo hay que acoger al Señor y amarlo con el corazón para traer el cielo a la tierra. Al inicio, costará, pero poco a poco la caridad dará otro sabor al sacrificio, hasta que encontremos que hacer el bien es lo más agradable que existe en el mundo. Y, entonces, disfrutaremos el perdonar, el renunciar a nuestros gustos por los demás, el amor. Entonces, y sólo, entonces, habremos comprendido lo que significa el Cristianismo: ser felices haciendo felices a los demás.

Propósito
Ofreceré la actividad que más me gusta por amor a Dios.

Diálogo con Cristo
Jesús, te pido que aumentes mi fe para que me de cuenta de que la santidad no es hacer lo que no me gusta, sino lo que te gusta a Ti. Dame tu gracia para perdonar de corazón como Tú me has perdonado, Dios mío; para amar no sólo a los que me quieren, sino a los que me han hecho algún daño; para parecerme cada día más a ti.

Se considera como perfección el esfuerzo constante por la perfección. (San Jerónimo, Epist. 254)

JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - DÍA 14 - QUE AMAS EL SILENCIO


Nardo del 14 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que amas el silencio!

Meditación: Jesús, que viniste al mundo a sufrir, pero antes
 debías con nosotros convivir. El Niño de Nazaret, el Hombre del Calvario, en el silencio y la mortificación cumplías la Voluntad del Creador. Sólo hablaste para enseñar, aconsejar y para mostrar al Dios de la Verdad. ¡Pero hoy Señor, a todos nos gusta hablar, todos creemos que sabemos, a pesar de que estamos en el desierto. ¡Cine, televisión y permanente conversación han quitado de nuestro corazón el lugar que necesitás Vos!. No queremos oír, solo queremos hacernos respetar, hemos perdido el don de escuchar...somos sordos de corazón. Y Tú, Jesús, permaneces callado porque ya has hablado, y aun cuando hoy quieres con nosotros conversar, no te queremos escuchar. Nos estás esperando como en el Calvario, pero te seguimos abandonando. ¿Sabes Señor, lo que yo creo que ocurrió?: Te hemos sacado de nuestro templo y en Tu lugar nosotros mismos nos hemos puesto. ¡Oh Señor!, permítenos sentir en nuestro corazón el amoroso susurro de Tu Santo Espíritu, para que estos sordos del siglo XXI volvamos a conversar con Vos y cumplamos con el Divino Querer, haciendo el bien. Que podamos repetir: "Señor, habla, que Tu siervo escucha".

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos una jornada de silencio tanto exterior como interior, alejándonos del ruido del mundo para poder escuchar la Voz de Dios.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.


PAPA FRANCISCO PIDE ACABAR DE UNA VEZ CON EL HAMBRE EN EL MUNDO


Papa Francisco pide acabar de una vez con el hambre en el mundo
Por Alvaro de Juana




VATICANO, 13 Jun. 16  (ACI).- El Papa Francisco pidió hoy desde la sede en Roma del Programa Mundial de Alimentos (PMA) acabar de manera definitiva con el hambre en el mundo y desnaturalizar la miseria.

El Pontífice visitó la asamblea plenaria de este organismo internacional con motivo de la sesión inaugural de 2016 y ofreció un discurso en el que habló del problema del hambre en el mundo y lo que conlleva.

Al comienzo, el Papa denunció que “la excesiva información con la que contamos va generando paulatinamente la ‘naturalización’ de la miseria”. Es decir, “poco a poco, nos volvemos inmunes a las tragedias ajenas y las evaluamos como algo ‘natural’”.

“Son tantas las imágenes que nos invaden que vemos el dolor, pero no lo tocamos; sentimos el llanto, pero no lo consolamos; vemos la sed pero no la saciamos. De esta manera, muchas vidas se vuelven parte de una noticia que en poco tiempo será cambiada por otra. Y mientras cambian las noticias, el dolor, el hambre y la sed no cambian, permanecen. Tal tendencia –o tentación– nos exige un paso más y, a su vez, revela el papel fundamental que Instituciones como la vuestra tiene para el escenario global. Hoy no podemos darnos por satisfechos con sólo conocer la situación de muchos hermanos nuestros”.

En su opinión, “es necesario ‘desnaturalizar’ la miseria y dejar de asumirla como un dato más de la realidad” porque “la miseria tiene rostro”. “Tiene rostro de niño, tiene rostro de familia, tiene rostro de jóvenes y ancianos. Tiene rostro en la falta de posibilidades y de trabajo de muchas personas, tiene rostro de migraciones forzadas, casas vacías o destruidas. No podemos ‘naturalizar’ el hambre de tantos; no nos está permitido decir que su situación es fruto de un destino ciego frente al que nada podemos hacer”.


Por otro lado, el Santo Padre manifestó que “las burocracias mueven expedientes; la compasión, en cambio, se juega por las personas”. Por eso, volvió a decir que “es necesario trabajar para ‘desnaturalizar’ y desburocratizar la miseria y el hambre de nuestros hermanos".

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11:53 - 13 jun 2016
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Desnaturalizar la miseria

“La falta de alimentos no es algo natural, no es un dato ni obvio, ni evidente. Que hoy en pleno siglo XXI muchas personas sufran este flagelo, se debe a una egoísta y mala distribución de recursos, a una ‘mercantilización’ de los alimentos”, dijo el Papa en este punto de su discurso.

Así pues, el alimento es “un don” que “hemos convertido en privilegio de unos pocos”. “Hemos hecho de los frutos de la tierra –don para la humanidad– commodities de algunos, generando, de esta manera, exclusión”, alertó.

Francisco aludió al consumismo como una de las causas que “nos ha inducido a acostumbrarnos a lo superfluo y al desperdicio cotidiano de alimento, al cual a veces ya no somos capaces de dar el justo valor, que va más allá de los meros parámetros económicos”. Por ello, recordó que “el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre, de quien tiene hambre”.

Desburocratizar el hambre

El Santo Padre recordó que vivimos en un mundo inestable y en el que “últimamente las guerras y las amenazas de conflictos es lo que predomina en nuestros intereses y debates”.

Denunció que “las armas han alcanzado una preponderancia inusitada, de tal forma que han arrinconado totalmente otras maneras de solucionar las cuestiones en pugna” y habló de la paradoja de que “mientras las ayudas y los planes de desarrollo se ven obstaculizados por intrincadas e incomprensibles decisiones políticas, por sesgadas visiones ideológicas o por infranqueables barreras aduaneras, las armas no; no importa la proveniencia, circulan con una libertad jactanciosa y casi absoluta en tantas partes del mundo”. “Y de este modo, son las guerras las que se nutren y no las personas. En algunos casos la misma hambre se utiliza como arma de guerra”, agregó.

“Somos plenamente conscientes de ello, pero dejamos que nuestra conciencia se anestesie y así la volvemos insensible. De tal modo, la fuerza se convierte en nuestro único modo de actuar y el poder en el objetivo perentorio a alcanzar. Las poblaciones más débiles no sólo sufren los conflictos bélicos sino que, a su vez, ven frenados todo tipo de ayuda. Por esto urge desburocratizar todo aquello que impide que los planes de ayuda humanitaria cumplan sus objetivos”.

En opinión del Papa, parte de la solución pasa por “que los Estados miembros incrementen decisivamente su real voluntad de cooperar con estos fines” y por colaborar con el PMA.

“El PMA es un valioso ejemplo de cómo se puede trabajar en todo el mundo para erradicar el hambre a través de una mejor asignación de los recursos humanos y materiales, fortaleciendo la comunidad local. A este respecto, les animo a seguir adelante. No se dejen vencer por el cansancio, ni permitan que las dificultades los retraigan”, aseguró.

Sobre la misión concreta de la Iglesia al respecto, el Pontífice explicó que “quiere trabajar mancomunadamente con todas las iniciativas que luchen por salvaguardar la dignidad de las personas, especialmente de aquellas en las que están vulnerados sus derechos”. “Para hacer realidad esta urgente prioridad de ‘hambre cero’, les aseguro todo nuestro apoyo y respaldo a fin de favorecer todos los esfuerzos encaminados”.

“Un pueblo se juega su futuro en la capacidad que tenga para asumir el hambre y la sed de sus hermanos. En esta capacidad de socorrer al hambriento y al sediento podemos medir el pulso de nuestra humanidad”, concluyó entre aplausos el discurso.