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domingo, 22 de mayo de 2016

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE MAYO DEL 2016 - LA SANTÍSIMA TRINIDAD


ABRIRNOS AL MISTERIO



A lo largo de los siglos, los teólogos han realizado un gran esfuerzo por acercarse al misterio de Dios formulando con diferentes construcciones conceptuales las relaciones que vinculan y diferencian a las personas divinas en el seno de la Trinidad. Esfuerzo, sin duda, legítimo, nacido del amor y el deseo de Dios.

Jesús, sin embargo, no sigue ese camino. Desde su propia experiencia de Dios, invita a sus seguidores a relacionarse de manera confiada con Dios Padre, a seguir fielmente sus pasos de Hijo de Dios encarnado, y a dejarnos guiar y alentar por el Espíritu Santo. Nos enseña así a abrirnos al misterio santo de Dios.

Antes que nada, Jesús invita a sus seguidores a vivir como hijos e hijas de un Dios cercano, bueno y entrañable, al que todos podemos invocar como Padre querido. Lo que caracteriza a este Padre no es su poder y su fuerza, sino su bondad y su compasión infinita. Nadie está solo. Todos tenemos un Dios Padre que nos comprende, nos quiere y nos perdona como nadie.

Jesús nos descubre que este Padre tiene un proyecto nacido de su corazón: construir con todos sus hijos e hijas un mundo más humano y fraterno, más justo y solidario. Jesús lo llama «reino de Dios» e invita a todos a entrar en ese proyecto del Padre buscando una vida más justa y digna para todos empezando por sus hijos más pobres, indefensos y necesitados.

Al mismo tiempo, Jesús invita a sus seguidores a que confíen también en él: «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios; creed también en mí». Él es el Hijo de Dios, imagen viva de su Padre. Sus palabras y sus gestos nos descubren cómo nos quiere el Padre de todos. Por eso, invita a todos a seguirlo. Él nos enseñará a vivir con confianza y docilidad al servicio del proyecto del Padre.

Con su grupo de seguidores, Jesús quiere formar una familia nueva donde todos busquen «cumplir la voluntad del Padre». Esta es la herencia que quiere dejar en la tierra: un movimiento de hermanos y hermanas al servicio de los más pequeños y desvalidos. Esa familia será símbolo y germen del nuevo mundo querido por el Padre.

Para esto necesitan acoger al Espíritu que alienta al Padre y a su Hijo Jesús: «Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y así seréis mis testigos». Este Espíritu es el amor de Dios, el aliento que comparten el Padre y su Hijo Jesús, la fuerza, el impulso y la energía vital que hará de los seguidores de Jesús sus testigos y colaboradores al servicio del gran proyecto de la Trinidad santa.


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Jn, 16,12-15

LECTURAS BÍBLICAS Y EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE MAYO 2016 - LA SANTÍSIMA TRINIDAD


La Santísima Trinidad – Ciclo C
Domingo 22 de Mayo de 2016

“Dios trinidad, Dios 3D“



Primera lectura
Lectura del libro de los Proverbios 8, 22-31:

Así dice la sabiduría de Dios: «El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas.
En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra.
Antes de los abismos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas.
Todavía no estaban aplomados los montes, antes de las montañas fui engendrada.
No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los primeros terrones del orbe.
Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las fuentes abismales.
Cuando ponla un límite al mar, cuyas aguas no traspasan su mandato; cuando asentaba los cimientos de la
tierra, yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia:
jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres.»

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo: Sal 8, 4-5. 6-7a. 7b-9.

R. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Cuando contemplo el cielo,
obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R.

Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. R.

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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 1-5:

Hermanos:
Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos; y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia, la constancia, virtud probada, la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.

Palabra de Dios


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Lectura del Santo Evangelio según san Juan (16,12-15)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.

Palabra del Señor

LA PAZ INTERIOR


La paz interior



La paz del corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La ambición desmedida, por ejemplo, puede entregarte de tal manera a una vida inquieta y agitada que, por lograr objetivos imprudentes, acabas destruido por dentro. Un mensaje de la Reina de la Paz para que aprecies y cultives la paz interior.

“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a orar por la paz. Queridos hijos, sin la paz, ustedes no podrán experimentar la presencia de Jesús en su vida diaria. Por eso, oren al Señor de la Paz para que él los proteja con su manto y para que  los ayude a comprender la grandeza y la importancia de la paz en sus corazones. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante Dios. Oren, porque Satanás quiere destruir mis planes de paz. Reconcíliense unos con otros y, por medio de sus vidas, ayuden a que la paz reine en toda la tierra. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

La paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos negativos que perturban y agitan el cielo tranquilo de tu corazón. Hombres sabios que sondearon su interior con la luz del Espíritu los han especificado: insatisfacción, ansiedad, irritación, miedo, odio, tristeza, autocompasión, duda, abatimiento, impaciencia… Vigila y no les abras la puerta.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, DOMINGO 22 DE MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 22



Cuando uno no piensa más que en sí mismo, no hace otra cosa que levantar una barrera inexpugnable contra el verdadero amor.
El amor es "comunión", verdadera entrega mutua; por tanto, has de estar dispuesto a dar y a recibir; para dar, es preciso ser generoso; para recibir es preciso ser humilde; solamente los generosos y los humildes estarán capacitados para amar verdaderamente.
Ninguna comunión más profunda, más íntima y más real que la comunión con Dios; porque en ella Dios se entrega plenamente a nosotros y nos recibe con plenitud; por eso, la comunión eucarística es la mejor forma de llegar a desaparecer nosotros, para convertirnos en Dios, que nos llega a poseer hasta lo más íntimo de nuestro ser.

Para poder recibir a Dios, es preciso primero saber comulgar con los hermanos, con todos los hombres; y comulgar con los hermanos es darse a ellos y recibir de ellos.

“Ustedes se han purificado, para amarse sinceramente como hermanos” (1 Pe 1,22). Hemos de ser justos, hemos de ser buenos, hemos de embriagarnos de paz y amor y llevar el alma siempre a flor de labios y desnudo y limpio nuestro corazón.


* P. Alfonso Milagro

PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO


Padre, Hijo y Espíritu Santo
Vivir inmersos en ese Amor de Dios manifestado en su Hijo y en el Espíritu Santo


Por: P. Alberto Ramírez Mozqueda | Fuente: Catholic.net 




El espejo es implacable con nuestra belleza y nuestras imperfecciones. A todos podemos engañar, menos al espejo... y a Dios.

Podemos disimular, podemos recubrir las cicatrices, podemos usar los mejores ungüentos, las mejores pinturas, podemos poner aspecto juvenil con ropa nueva, con un nuevo peinado, con unos buenos lentes, podemos sonreír a diestra y siniestra, pero a la hora de la verdad, al enfrentarnos al espejo, todo eso pasa y nos encontramos la figura y la imagen de nosotros mismos ante quien no podemos definitivamente fingir ni disimular. Y el espejo es implacable con el paso del tiempo. Algún día llega en que nos volvemos irreconocibles a nosotros mismos, pues hicieron presencia las arrugas y las canas, y llegamos a preguntarnos: ¿Este soy yo? ¿Tanto tiempo ha pasado? ¿Verdaderamente éste soy yo?

Pero además de reflejarnos a nosotros mismos el espejo nos revela la semejanza y el parecido con nuestros progenitores. Somos figura de nuestros padres. De esa misma manera, el espejo nos tendría que decir que cada día nos parecemos más a Dios si en verdad somos imagen y semejanza suya. Cada día tendríamos que parecernos más a Dios si en verdad somos hijos suyos.

Tendremos que reflejar en nuestro rostro y en nuestra vida la creatividad, el ingenio, la alegría, el amor para mejorar este mundo maravilloso y encantador en el que nos ha tocado vivir, y emplear toda nuestra capacidad para mejorar este mundo que salió bello y armónico de las manos de Dios. Somos hechura del Padre que se complació en nosotros e hizo este mundo bello como el teatro en que tenemos que ir realizando nuestro papel cocreador con nuestro Dios, engendrando un mundo en que la armonía entre las cosas y los seres humanos sea la nota distintiva, empleando toda nuestra capacidad para desterrar la basura, el desorden, el destrozo de la naturaleza, y realzar la armonía entre los mismos seres humanos, que tenemos entre otras muchas cosas bellas que Dios nos ha dado, la capacidad de engendrar nuevos seres para este mundo. No le tengamos miedo a la vida. Es el distintivo de nuestro Creador y tiene que ser también el distintivo de los humanos. Cuando viene la primavera los tallos de las plantas que habían estado inactivos, como muertos, cobran nueva vida y aparecen los botones y enseguida las flores vario-pintas y fragantes. Así tiene que ser la primavera de nuestra vida que se prolonga de día en día.

Pero también tenemos que parecernos cada día un poquito más a Cristo el Señor, a Jesús, al Salvador, al Hijo de Dios, que tiene su delicia estar con los hombres, hermanarlos, hacerlos una sola familia, acercarlos los unos a los otros, de manera que las barreras que nos dividen, el color, la raza, el dinero, las comodidades, los bienes materiales nos lleguen a parecer ridículos y tendamos puentes para que la miseria, los vicios, los crímenes, las violaciones, la maldad, la división y la muerte se nos conviertan en cosa del pasado. Parece difícil, ¿pero no nos dijo Jesús: "Yo estaré todos los días con ustedes hasta el fin del mundo?" ¿A qué tenerle miedo? Aún un vaso de agua dado en el nombre de Jesús no quedará sin recompensa, ¿qué pasará si empeñamos toda nuestra vida en lograr la unidad y la paz entre todos los hombres?

Pero ya que hemos seguido esta línea, algo que siempre denotará nuestro espejo invisible, será el amor con que Dios nos ha adornado, y que tendrá que ser perfectamente reconocible cuando nos presentemos al tribunal de Dios. Y no tendrá que ser cualquier amor, hecho según las dimensiones del corazón humano, sino el Amor mismo de Dios manifestado en la persona de Cristo Hijo de Dios que se entregó por nosotros y también por el Espíritu Santo de Dios al que llamamos el Espíritu de Amor, y que se refleja en cada uno de los que nos rodean, sobre todo en los más pequeños: "Todo lo que hiciste con el más pequeño de mis hermanos a mí me lo hiciste", nos dice Jesús. Ver a Jesús en los pequeños, en los pobres, en los necesitados hasta verlos como mis propios hermanos, será fruto de la presencia del Espíritu Santo en nosotros, y así seremos más parecidos al Dios que nos ha dado la vida.

Por cierto, al llegar a este punto, debo decirles que estamos celebrando la Fiesta de la Santísima Trinidad, ante la que no caben sino dos actitudes: en primer lugar, la contemplación, la acción de gracias, la alabanza, la alegría por Dios que se nos ha manifestado en su intimidad porque nos quiere y nos ama, y segundo, una vida nueva, de entrega, de generosidad, de amor a todos los que nos rodean y a todo lo que nos rodea, pretendiendo vivir inmersos en ese Amor de Dios manifestado en su Hijo y en el Espíritu Santo, hasta ser como los pececillos en el agua.

Felicidades, Oh Trinidad Santa, Oh Trinidad inmaculada, Felicidades Oh Dios Creador, Felicidades Oh Espíritu de Amor, Felicidades Oh Jesús, Hijo de Dios que nos has metido a la inmensidad del Amor de nuestro Dios, hasta lanzarnos la invitación a vivir en ese seno de amor y de esperanza.

Felicidades a todos mis amigos, porque en cada uno de ustedes veo el rostro de mi Señor, de mi Creador, del Dios que nos ama a todos con locura.

HOY 22 DE MAYO CELEBRAMOS A SANTA RITA DE CASIA, LA SANTA DE LO IMPOSIBLE


22 de mayo celebramos a Santa Rita de Casia, madre, esposa y “santa de lo imposible”


 (ACI).- Santa Rita de Casia no tuvo una vida fácil, fue una hija obediente y esposa fiel, pero era maltratada por su esposo y vio morir a sus hijos; sin embargo, gracias a su amor a Jesús logró la conversión del marido y ahora es conocida como la “santa de lo imposible” y Patrona de los necesitados. Su fiesta se celebra el 22 de mayo.

Santa Rita nació en 1381 en Italia en una época de conquistas, rebeliones y corrupción. Ella y sus padres fueron analfabetos, pero Dios le concedió a la Santa la gracia de leer. Quiso ser religiosa, pero sus padres le escogieron un esposo y ella aceptó obediente.

Su esposo tenía malas juntas, era bebedor, mujeriego y la golpeaba, pero Santa Rita se mantuvo fiel y en oración. Tuvieron dos gemelos que tenían el mismo temperamento del papá. Tras 20 años de casados el esposo se convirtió, Rita lo perdonó y juntos se acercaron más a la vida de fe. Un día él no llegó a casa y lo encontraron asesinado.


Los hijos juraron vengar la muerte de su padre y la pena de Santa Rita aumentó más. Ni sus súplicas los hacían desistir. La afligida mamá rogó al Señor que salvara a sus hijos y que tomara sus vidas antes de que se condenaran con un pecado mortal. Así ambos padecieron una terrible enfermedad y antes de morir perdonaron a los asesinos.



Más adelante, Santa Rita quiso ingresar con las hermanas agustinas pero no fue fácil porque había estado casada y por la sombría muerte de su esposo. Ella se puso en oración y cierta noche oyó que la llamaban tres veces por su nombre. Abrió la puerta y se encontró con San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan el Bautista, de quien ella era muy devota.

Ellos le pidieron que los siga y después de recorrer las calles sintió que la elevaban en el aire y la empujaban suavemente hacia Casia hasta encontrarse arriba del Monasterio de Santa María Magdalena. Allí cayó en éxtasis y cuando volvió en sí estaba dentro del Monasterio y las monjas agustinas no pudieron negarle más el ingreso a la comunidad.

Hizo su profesión religiosa ese mismo año (1417) y fue puesta a prueba con duras pruebas por las superioras. Santa Rita recibió los estigmas y las marcas de la corona de espinas en la cabeza. A diferencia de otros santos con este don, las llagas en ella olían a podrido y tuvo que vivir aislada durante muchos años.

Después de una grave y dolorosa enfermedad partió a la Casa del Padre en 1457. La herida de espina en su frente desapareció y en su lugar quedó una mancha roja como un rubí que tenía deliciosa fragancia. Su cuerpo permanece incorrupto.   

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 22 - PUERTA DEL CIELO, ESTRELLA DE LA MAÑANA


MAYO, MES DE MARÍA
Vigésimo segundo día: Explicación de las letanías


Janua coeli

Puerta del cielo. Los fieles, llamando a María la Puerta del cielo, hablando siguiendo a los Padres de la Iglesia que le dieron es nombre. Esta cualidad le conviene tan perfectamente, que es en el dichoso momento en el que el Verbo divino se dignó encarnar en su casto seno que nos convertimos en los herederos del cielo y los coherederos de Jesucristo. Por eso, los patriarcas y los justos del Antiguo Testamento, detenidos en los limbos hasta el momento en que debían ser introducidos en el cielo por el vencedor del pecado y de la muerte, exclamaron sin cesar delante de María, según las palabras de San Agustín: “Virgen perpetua” Abre tu seno que es bermejo como una rosa, porque es tu fe la que abre y cierra los cielos”.



Stella matutina

Estrella de la mañana. Par conocer el motivo de dar a María el título de Estrella de la mañana, consideremos que al igual que las sombras de la noche huyen al momento en que esta estrella aparece y anuncia el nacimiento del sol; igualmente, María, mil veces más brillante que la aurora, apareció para anunciar el nacimiento del Sol de justicia  y para dar al mundo a aquel que debía traer la luz y la verdad, y disipar las tinieblas de la idolatría y de la ignorancia que cubrían casi todo el universo antes del nacimiento de su divino Hijo

Ejemplo

San Francisco de Sales, Obispo de Ginebra, cuya rara modestia y vida ejemplar eran una imagen semejante a la de María, había recibido, desde su juventud, una prueba milagrosa de la protección de esta divina virgen, por la liberación súbita de una tentación de desesperanza espantosa. Su confianza en esta tierna Madre se redobló desde entonces, y no dejó de testimoniar su reconocimiento. Aunque encargado de dirigir una gran diócesis, ocupado de la predicación, de la dirección de almas, en la composición de las bellas obras con que enriqueció a la Iglesia, no se dispensaba de rezar diariamente el rosario. Una vez que se vio obligado a posponerlo hasta muy tarde, su vicario le hizo la observación que tenía una extrema necesidad de descanso, y que debía pasarlo para la mañana siguiente. Mi máxima, le contestó el fiel servidor de María, es no dejar nunca para el día siguiente lo que se puede hacer en el momento, y continuó su rosario hasta el final.

Recemos a menudo el rosario y la Santísima Virgen, después de nuestra muerte, nos introducirá en el cielo.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 21 - CASA DE ORO, ARCA DE LA ALIANZA


MAYO, MES DE MARÍA
Vigésimo primer día: Explicación de las letanías

Domus aurea

Casa de oro. Aunque esta comparación esté muy por debajo de la dignidad y de las virtudes de la Madre de Dios, no deja de tener el mérito de la justeza: ¿no se puede llamar Casa de oro a María, cuyo seno fue el tabernáculo del Hijo de Dios vivo? ¿Aquella que es la obra maestra de la Omnipotencia? Y como el oro es el símbolo de la pureza, María que es por siempre pura y está exenta de pecado, ¿no merece el título de Casa de oro?



Foederis arca

Arca de la Alianza. El arca de la alianza que siempre fue para los judíos el monumento más respetable de su religión, tiene tantas relaciones con María que la Iglesia la mira como una figura de la Madre de Dios. Efectivamente, trayendo a la memoria algunos objetos de comparación, hacemos notar que como las tablas de la antigua ley fueron conservadas en el Arca, el legislador de la nueva, Jesucristo, quiso estar durante nueve meses en el casto seno de María. Y si el Arca traía a los Israelitas los recuerdos de la Alianza que Dios había celebrado con ellos, María nos recuerda, también, la nueva alianza, que el hijo de Dios nos hizo contraer con su Padre, tomando en el seno de María la vida que entregó generosamente para rescatarnos.

Ejemplo

San Bernardo, célebre Abad de Clervaux, y el último de los Padres de la Iglesia, parece haber asumido el trabajo de reunir, en sus piadosos escritos, todo lo que en los siglos precedentes se había dicho de más bello y conmovedor sobre la Santísima Virgen, como si reuniera en su corazón todas las tiernos afectos de sus más fervientes servidores. No se puede leer lo que compuso en alabanza de la la Virgen sin sentirse penetrado de respeto, de confianza y de amor por ella; y él mismo, lo estaba de tal manera, que el recuerdo de sus grandezas y sobre todo de su bondad, le hacía caer en éxtasis. Esta buena madre quiso mostrar sensiblemente en su persona cuánto atrae las bendiciones el coraje de abandonar los afectos de la naturaleza, en especial sobre aquellos que se parecía abandonar ya que toda su famili, primeramente tan opuesta a su retito, terminó por compartir con él sus santas dulzuras.

Roguemos a María llenar nuestros corazones de cariad con el fin de que sean una morada agradable a Jesús cuando baje a él en la Santa Comunión.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa