Páginas

lunes, 28 de marzo de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 28 DE MARZO DEL 2016


No teman y vayan a avisar a mis hermanos
Pascua


Mateo 28, 8-15. Pascua. Bien conoces mi debilidad que produce ese temor que obstaculiza mi esfuerzo por hacer el bien.


Por: Xavier Caballero | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 28, 8-15 
En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!» Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron. Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán». Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles: «Decid: "Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos." Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones». Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy. 

Oración introductoria
Cristo, de nuevo me recuerdas que no hay que tener miedo. Bien conoces mi debilidad que produce ese temor que obstaculiza mi esfuerzo por hacer el bien. Por eso te suplico que me des la luz que busco en esta oración, esa luz de tu resurrección, que me llena de alegría y me fortalece para buscar el bien y la verdad.

Petición
Jesús Resucitado, ilumina mi fe y mi vida.

Meditación del Papa Francisco
En este lunes después de Pascua, el Evangelio nos presenta el pasaje de las mujeres que, al ir al sepulcro de Jesús, lo encuentran vacío y ven a un ángel que les anuncia que Jesús ha resucitado. Y mientras ellas corren para dar la noticia a los discípulos, se encuentran con el mismo Jesús que les dice: “Id a anunciar a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán”. Galilea es la “periferia” donde Jesús inició su predicación, y desde allí partirá de nuevo el Evangelio de la Resurrección, para que sea anunciado a todos, y cada uno pueda encontrarse con Él, el Resucitado, presente y operante en la historia. También hoy Él está con nosotros, aquí en la plaza.
Este es el anuncio que la Iglesia repite desde el primer día: ¡Cristo ha resucitado! Y, en Él, por el bautismo, también nosotros hemos resucitado, hemos pasado de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del amor. Esta es la buena noticia que estamos llamados a llevar a los otros en cualquier lugar, animados por el Espíritu Santo. La fe en la resurrección de Jesús y la esperanza que Él nos ha llevado es el don más bello que el cristiano puede y debe ofrecer a los hermanos. A todos y cada uno, por tanto, no nos cansemos de repetir: ¡Cristo ha resucitado! Repitamos las palabras, pero sobre todo con el testimonio de nuestra vida. La feliz noticia de la Resurrección debería manifestarse en nuestro rostro, en nuestros sentimientos y actitudes, en la forma en la que tratamos a los otros. (Homilía de S.S. Francisco, 7 de abril de 2015).
Reflexión
La Pascua se refiere al paso del Señor sobre la tierra de Egipto antes de la liberación del pueblo de Israel. Aquella noche, Yahvéh hizo sentir el brazo de su justicia sobre los egipcios y liberó al pueblo elegido. Su paso no fue indiferente. Para todo cristiano, la Pascua, no puede sucederse sin más. La vida de estas mujeres de las que nos habla el Evangelio, no fue la misma después del encuentro con Cristo Resucitado. Los resucitados son los que tienen un «plus» de vida, un «plus» que les sale por los ojos brillantes y que se convierte enseguida en algo contagioso, algo que demuestra que la vida es más fuerte que la muerte.

El Evangelio de hoy nos ofrece dos de las posturas que podemos adoptar tras la Resurrección del Señor. Por una lado, las mujeres que se acercan a los pies de Jesús, se postran y le adoran; por otro, los guardias y los príncipes de los sacerdotes han visto, saben lo que ha ocurrido, pero se niegan a aceptarlo. Vendieron su libertad, su salvación e incluso, un recuerdo digno en la memoria de la historia: «Esta noticia se divulgó entre los judíos hasta el día de hoy».
Y es que, no basta ir a la playa para mojarse. Hace falta ponerse el bañador y sumergirse sin miedo en el agua, penetrando las profundidades del mar. Dejémonos penetrar por la fuerza de la Resurrección del Señor. Que su “Pascua” por nuestras vidas no nos deje indiferentes, que nos libere y nos transforme como lo hizo con los primeros cristianos que fueron capaces, incluso, de dar su vida por la causa del anuncio de la Buena Nueva. «El Evangelio de Jesucristo es un mensaje de libertad y una fuerza de liberación. Liberación es, en primer lugar y de modo más importante, liberación radical de la esclavitud del pecado. Es el fin y el objetivo la libertad de los hijos de Dios, como don de la gracia». (Libertatis Nuntius, Introducción). Acerquémonos a Jesús Resucitado como aquellas mujeres y, postrados de rodillas, adorémosle, pidámosle que nos libere con su gracia de todo aquello que nos impida ser testimonios de alegría y de amor para nuestros hermanos.

Propósito
Que mi testimonio de vida sea un medio de evangelización.

Diálogo con Cristo
Jesús, que la celebración de tu resurrección me renueve en el amor. Que me lleve a un estilo de vida comprometido y responsable en la vivencia de mi fe. Que con perseverancia y astucia busque los medios para que seas conocido y amado por los demás, empezando por mi propia familia, que tanto necesita de mi testimonio y amor.

SÚPLICA EN EL TEMOR


Súplica en el temor



“Ya no temo, Señor, la tristeza, ya no temo, Señor, la soledad;  porque eres, Señor, mi alegría, tengo siempre tu amistad. Ya no temo, Señor, a la noche, ya no temo, Señor, la oscuridad; porque brilla tu luz en las sombras ya no hay noche, tú eres luz”.

Señor, hay nubes en el horizonte. El mar está agitado. Tengo miedo. El recelo me paraliza la sangre. Manos invisibles me tiran hacia atrás. No me atrevo. Una bandada de oscuras aves está cruzando el firmamento. ¿Qué será? Dios mío, di a mi alma: Yo soy tu Victoria. Repite a mis entrañas: no temas, yo estoy contigo (Ignacio Larrañaga).

“Ya no temo, Señor, los fracasos, ya no temo, Señor, la ingratitud; porque el triunfo, Señor, en la vida tú lo tienes, tú lo das. Ya no temo, Señor, los abismos, ya no temo, Señor, la inmensidad; porque eres, Señor, el camino y la vida, la verdad”. Levanta el alma a Dios y él alegrará tu corazón.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: LUNES 28 DE MARZO DEL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Marzo 28



Las cosas, los sucesos y las personas tienen sus lados buenos y sus lados malos, sus superficies planas y sus aristas.
Es muy poco inteligente, injusto y parcial descubrir solamente o principalmente el lado negativo, los defectos o diferencias, las faltas o limitaciones.

Es poco constructivo al ver tanto lo bueno como lo malo, lo agradable como lo desagradable, alabar lo primero y criticar lo segundo.

Parecerá cándido e inocente contemplar sólo lo positivo, lo bueno y lo agradable, y olvidar o disimular lo negativo, lo malo, lo defectuoso; será cándido, pero será más humano y más cristiano; será más inocente, pero será más caritativo; y este amor cristiano, esta caridad evangélica son capaces de mejorar el mundo, de elevar las relaciones de unos con otros.

Aprende, pues, a ver siempre el lado bueno de las cosas y de las personas.

“Que cada uno de nosotros trate de agradar a su prójimo para el bien y a edificación común, porque tampoco Cristo buscó su propio agrado…” (Rom 15,2). Para agradar al prójimo no debemos analizar si es así o de la otra forma, sino simplemente reconocer que es hijo de Dios, Dios se complace en él y el Padre nos pide que tratemos de llevarnos bien y agradarnos los unos a los otros.


* P. Alfonso Milagro

JESÚS RESUCITÓ!!


Jesús Resucitó 
¡Muy felices Pascuas!
En la Pascua celebramos la resurrección de Jesús, celebramos que Jesús venció a la muerte y resucitó.
Por: P. Juan María Gallardo



¿Qué celebramos, los cristianos, en la Pascua?

Para los cristianos la Pascua es la fiesta más grande y el centro de todo el año.

En la Pascua celebramos el misterio más grande y decisivo de nuestra salvación: la muerte y la resurrección de Jesús.

En la Pascua celebramos el infinito amor de Dios que entregó a su Hijo por nosotros; celebramos el infinito amor de Jesús, que dio su vida por nosotros, en lugar nuestro.

En la Pascua celebramos la victoria de Jesús sobre la muerte. Esta victoria de Jesús sobre el pecado y sobre la muerte se manifiesta no sólo en su resurrección, sino también en su muerte. En la Cruz de Jesús se nos muestra que el amor de Dios por nosotros es más fuerte que el sufrimiento y que la muerte.



En esta Pascua Jesús quiere resucitar en el corazón de cada uno de ustedes. Él quiere dar vida a todo aquello que esté muerto en su corazón. Jesús resucitado quiere vivir en ustedes, quiere que ustedes se abran a la vida nueva que brota de su resurrección. Si Él vive en ustedes, su vida va a ser transformada: van a tener más alegría, más paz, más fuerza, más amor...

El Domingo de Pascua

En Domingo de Pascua celebramos el día de la resurrección de Jesús. Es el domingo más importante y glorioso del año. A partir de él cada domingo se convierte en el día del Señor, por ser el día del triunfo de Jesús sobre la muerte en su resurrección, en el gran día de la salvación.

En la Pascua celebramos la resurrección de Jesús, celebramos que Jesús venció a la muerte y resucitó. Jesús resucitado es el centro de nuestra vida y de nuestra fe. Para los cristianos Jesús no está muerto. ¡Ha resucitado y vive entre nosotros! ¡Podemos encontrarnos con Él! Podemos hablar con Él! ¡Podemos escucharlo! ¡Podemos recibir de Él su Vida nueva!

Un propósito: visitar a Jesús.

Agradezcamos con obras y de verdad el amor que Jesús nos tiene.

Una forma de agradecer es IR A VISITARLO, TODOS LOS DÍAS -UN RATITO- ESTOS DÍAS. ÉL NOS ESTÁ ESPERANDO.

PASCUA: 50 DÍAS PARA CANTAR !!ALELUYA!!


Pascua: 50 días para cantar ¡Aleluya!
El grito que invita una y otra vez a alabar y dar gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




En la noche, una llama vacilante. El sacerdote y la gente enciendieron sus velas. La luz se expandió. Las tinieblas retroceden. La procesión avanzó hacia el altar. La iglesia se llenó de resplandor. La Iglesia celebra la Pascua.

La Vigilia Pascual tiene un encanto mágico. Nos presenta el evento más importante de la historia humana: Cristo ha resucitado y vive para siempre.

El mundo, aparentemente, sigue su marcha, monótona o entusiasta, entre alegrías y penas. Pero quien se deja tocar por la gran Noticia sabe que la muerte ha sido vencida, que el pecado no es la última palabra de la historia, que el perdón ha cancelado la condena.

Sabemos, por los Evangelios, que Cristo se apareció a sus seguidores durante 40 días y luego ascendió a los cielos. Pasados 10 días, los primeros discípulos recibieron el Espíritu Santo.

La Iglesia celebra este acontecimiento con 50 días de fiesta, de canto, de esperanza. Es el tiempo del "aleluya", del grito que invita una y otra vez a alabar y dar gracias al Señor, "porque es eterna su misericordia".

El Papa Benedicto XVI lo explicaba con estas palabras: "El tercer gran símbolo de la Vigilia Pascual es de naturaleza singular, y concierne al hombre mismo. Es el cantar el canto nuevo, el aleluya. Cuando un hombre experimenta una gran alegría, no puede guardársela para sí mismo. Tiene que expresarla, transmitirla. Pero, ¿qué sucede cuando el hombre se ve alcanzado por la luz de la resurrección y, de este modo, entra en contacto con la Vida misma, con la Verdad y con el Amor? Simplemente, que no basta hablar de ello. Hablar no es suficiente. Tiene que cantar" (Vigilia Pascual, 11 de abril de 2009).

Tenemos ante nosotros 50 días de aleluya. Es la Pascua, el paso, la victoria del Señor. De corazón, desde la esperanza que ilumina toda la vida humana, ¡felices pascuas!

PERDONAR SÍ ES POSIBLE


Perdonar sí es posible
No necesitas del otro para perdonar, para perdonar basta contigo mismo


Por: Lucía Legorreta




Te perdono... Pero no lo olvido; te perdono… Pero te lo recuerdo constantemente; te perdono... Pero algún día sentirás lo mismo que yo.

No hay duda, no es fácil perdonar, y muchas veces estamos llenos de resentimientos y recuerdos negativos.
Resentimiento es volver a sentir, revivir aquella ofensa que alguien voluntaria o involuntariamente nos hizo, y que a pesar del tiempo, poco o mucho sigue afectando nuestra vida.

Vivir con resentimiento es como llevar veneno dentro de nosotros, es como cargar un costal a nuestras espaldas. La mayoría de las personas no somos capaces de dar salida a la reacción emocional, y esta ira reprimida puede causar ansiedad, cansancio, angustia, mal humor, enojo y hasta enfermedad.

¿Qué hacer para evitar el resentimiento?

Es muy importante saber dar la bienvenida al sentimiento, es decir, verbalizar lo que sentiste cuando otra u otras personas te ofendieron: entender qué fue lo que te molestó para poder decirlo, o bien escribirlo. Analiza si la ofensa es realmente objetiva, o es algo subjetivo y que tú has creado. Lo importante es nunca quedarse con este sentimiento negativo para evitar llegar así al resentimiento.



El valor que le demos a la ofensa, dependerá mucho más de nuestra respuesta personal, que de la gravedad de ésta. En este sentido hay que utilizar nuestra inteligencia para encontrar los motivos o razones del agresor, más que el dejarnos llevar por nuestras emociones.

Se ha hablado del resentimiento, pero entonces ¿Qué es el perdón?

Es aprender a vivir el presente con amor, sin rencores ni resentimientos. Es una decisión personal para ver más allá de la ofensa, de comprender y ser compasivo con el otro. Por supuesto es un proceso, no sucede de una vez, toma su tiempo y va surgiendo poco a poco. Pero ante todo, es una actitud personal donde se elige mirar al otro sin juzgarlo, y que se convierte en una forma de vida.

Por eso es que encontramos personas felices que viven en paz con los demás, y otras que van por la vida llenas de rencores y resentimientos hacia seres muy cercanos a ellas, o hacia otros muy lejanos.

Ahora bien, es importante mencionar que podemos confundir el perdonar con el aceptar determinadas acciones, por ejemplo:

Perdonar no es justificar comportamientos ajenos: Es alcohólico porque...; no trabaja porque…; me pega porque... Si justificamos podemos cometer el error de aprobar o defender una conducta propia o ajena.

Perdonar no es hacer como que todo va bien, cuando se siente que no es así: Prefiero no reclamar o decir que algo anda mal en nuestra relación...

Perdonar no es adoptar una actitud de superioridad hacia el otro: ¡Pobrecito!, ¡no entiende lo que hace!

Tampoco perdonar significa que debo cambiar mi comportamiento: Mi marido es descuidado con el dinero de la familia. Lo puedo perdonar, pero no implica que no deba exigirle que cambie.

Lo interesante de esto es que si queremos perdonar a alguien, no es necesario decirle “te perdono”. Podemos hacerlo internamente, basta con nosotros mismos. Incluso podemos perdonar a una persona que ya murió. Claro que si somos dos en lugar de uno, se puede dar una reconciliación.

No puedo dejar de mencionar la gran relevancia que tiene el que, en primer lugar, sepamos perdonarnos a nosotros mismos, aceptar nuestros errores, nuestros defectos, alejarnos de las culpas, y saber que como seres humanos nos equivocamos mucho más seguido de lo que nos gustaría.

Son muchos los beneficios que recibimos al perdonarnos y perdonar a otros:

• Nos liberamos de lo que nos tiene atados al pasado.
• Dejamos de somatizar estos sentimientos negativos. Ansiedad, angustia y cansancio disminuyen.
• Se reduce nuestra agresión e intolerancia, y las relaciones con nosotras mismas y con los demás se vuelven más armoniosas.
• Mejora nuestro estado de ánimo.
• Mejora nuestra salud.

En definitiva es un regalo que nos damos a nosotros mismos y que nos permitirá relacionarnos sanamente con los demás, aceptarnos y aceptarlos como son, y sobre todo, amarlos plenamente.

Te invito a que hagamos un alto en nuestra vida, y pensemos qué tenemos que perdonarnos y a qué persona o personas, cercanas o lejanas no hemos logrado perdonar. Liberémonos de este costal, de este veneno que nos impide vivir en paz y en armonía. Y recuerda:
“No necesitas del otro para perdonar, para perdonar basta contigo mismo”.


FALLECE MADRE ANGÉLICA, FUNDADORA DE EWTN AYER DOMINGO 27 DE MARZO DEL 2016


Madre Angélica, Fundadora de EWTN, partió a la Casa del Padre
Por Tim Drake



 (ACI/EWTN Noticias).- La Iglesia Católica en Estados Unidos ha perdido a la clarisa pobre que cambió el rostro del catolicismo en Estados Unidos y alrededor del mundo, Madre María Angélica de la Anunciación, fundadora de Eternal Word Television Network (EWTN), falleció hoy a las 5:00 p.m. en el Domingo de Resurrección, tras 15 años de lucha con las secuelas de un derrame cerebral. Tenía 92 años.

Los funerales de la Madre Angélica se realizarán el próximo viernes 1 de abril en Hanceville en el estado de Alabama.

“La Madre siempre ha personificado y personificará EWTN, el canal que Dios le pidió fundar”, dijo el presidente y consejero delegado de EWTN, Michael Warsaw. “Sus logros y legados en la evangelización alrededor del mundo son poco menos que milagrosos y pueden solamente ser atribuidos a la Divina Providencia y su fidelidad inquebrantable a Nuestro Señor”.

La Madre Angélica lanzó EWTN en 1981 y hoy transmite una programación de 24 horas al día a más de 258 millones de hogares en 144 países. Lo que comenzó con aproximadamente 20 empleados ahora ha crecido a cerca de 400. La cadena religiosa transmite alrededor del mundo por radio terrestre y de onda corta, maneja un catálogo de artículos religiosos y publica el National Catholic Register y ACI Prensa, entre otras empresas editoriales.

“La Madre Angélica tuvo éxito en una tarea que los propios obispos del país no pudieron lograr”, dijo el Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, que ha servido en el consejo superior de EWTN desde 1995. “Ella fundó e impulsó  una cadena que apeló a los católicos de todos los días, entendió sus necesidades y alimentó sus espíritus. Ella tuvo mucha ayuda, obviamente, pero eso fue parte de su genio”.


Su vida


 
Rita Rizzo –nombre que le dieron sus padres a la Madre Angélica– nació el 20 de abril de 1923 en la ciudad de Canton, estado de Ohio (Estados Unidos). Su vida estuvo marcada por muchas pruebas, como el divorcio de sus padres cuando tenía seis años y la situación de pobreza que enfrentó junto a su madre.

Cuando era adolescente se curó de un severo dolor estomacal luego de rezar una novena a Santa Teresa de Lisieux. “Ese fue el día que me di cuenta del amor de Dios por mí y comencé a tener sed de Él”, dijo la Madre Angélica.

El 15 de agosto de 1944, a la edad de 21 años, entró a las Clarisas Pobres de la Adoración Perpetua en Cleveland, estado de Ohio, y tomó el nombre de Hermana María Angélica de la Anunciación.

En la década de 1950 tuvo un accidente que le provocó una lesión en la espalda. Dos años después los médicos le dijeron que podía perder la movilidad de las piernas. La Madre Angélica le prometió a Dios que si la sanaba, construiría un monasterio en el sur de Estados Unidos.

La religiosa fue sanada y el 3 de febrero de 1961, Roma le dio permiso para fundar en Alabama el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles en Irondale. En ese tiempo, la población católica de la región era solo del 2 por ciento.

Su fama como carismática oradora fue conocida por quienes estaban al mando de estaciones de radio y eventualmente televisión. En 1969 comenzó a grabar audios de conversaciones espirituales para distribución masiva. Su primer programa de radio fue en 1971. Siete años después la religiosa grabó sus primeros programas de televisión de media hora bajo el nombre de “Nuestra Ermita”.

Sin embargo, un día de 1978 la Madre Angélica escuchó que la estación secular donde grababa planeaba difundir un programa que ella sintió que era blasfemo. “Confronté al administrador de la estación y protesté”. “Él ignoró mi queja, así que le dije que me iría a otra parte a hacer mis grabaciones. Me dijo ‘Usted deja esta estación y está fuera de la televisión’”. “¡Construiré mi propia (estación)!”, respondió la Madre Angélica.

El 15 de agosto de 1981 se lanzó EWTN desde la cochera de la casa de las religiosas.

Legado espiritual

“Primero y ante todo, lo más importante para la Madre era vivir su vida contemplativa”, dijo la Hermana Clarisa Pobre Marie Andre. “La cadena televisiva es fruto de eso”.

La orden de la Madre, las Clarisas Pobres de Adoración Perpetua, que comenzaron en Irondale con cinco monjas, se expandieron a un monasterio en El Santuario del Santísimo Sacramento en Hanceville, Alabama, en adición a nuevas casas en Texas y Arizona. En 1999, la Madre Angélica construyó el santuario y mudó el monasterio de Irondale en Hanceville.

El Santuario del Santísimo Sacramento, como EWTN, continúa atrayendo miles de visitantes anualmente.

La Madre Angélica también fundó una comunidad religiosa de hombres llamada los Misioneros Franciscanos del Verbo Eterno, formada actualmente por 15 frailes involucrados principalmente en el apostolado de EWTN. “Lo primero que detectaba con la Madre era su amor esponsal a Jesús. Ella siempre estaba diciéndole a la gente ‘Jesús te ama’”, dijo el P. Joseph Mary Wolfe, uno de los miembros originales.

Asimismo, personas como Mark Brumley, presidente de la editorial Ignatius Press; y Raymond Arroyo, presentador del programa “The World Over” de EWTN y de la biografía, “Madre Angélica: La Notable Historia de una Monja, Su Valor y una Red de Milagros”; consideran que la religiosa ayudó a proteger la Iglesia en los Estados Unidos.

La Madre Angélica se retiró del liderazgo de EWTN en el año 2000. Ella sufrió un accidente cerebrovascular en la Nochebuena de 2001. Como consecuencia, pasó los últimos años de su vida mayormente sin la capacidad de hablar; pero eso no impactó su efectividad.

“Aunque no podía hablar ampliamente sobre las controversias y confusiones del día, lo que hizo a través de la oración en su sufrimiento fue extraordinario”, afirmó Arroyo. “Ciertamente no son nuestros esfuerzos los que han mantenido a EWTN al aire y le han permitido llegar a personas de formas sorprendentes. Yo lo atribuyo todo al sufrimiento de esa mujer en Hanceville”.

Por su parte, Mons. Chaput dijo que la Madre Angélica “inspiró a otras talentosas personas a unirse a ella en el trabajo sin afectar su propio liderazgo y visión”, dijo. “La admiro mucho, no solo como una líder y comunicadora talentosa, sino como amiga y gran mujer religiosa de generosidad, intelecto y fe católica”.