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miércoles, 30 de noviembre de 2016

EL PORQUÉ DE LA NAVIDAD


El porqué de la Navidad



Érase una vez un hombre que no creía en Dios. No tenía reparos en decir lo que pensaba de la religión y las festividades religiosas, como la Navidad. Su mujer, en cambio, era creyente y criaba a sus hijos en la fe en Dios y en Jesucristo, a pesar de los comentarios desdeñosos de su marido. Una Nochebuena en que estaba nevando, la esposa se disponía a llevar a los hijos al oficio navideño de la parroquia de la localidad agrícola donde vivían. Le pidió al marido que los acompañara, pero él se negó.

-¡Qué tonterías! -arguyó-. ¿Por qué Dios se iba a rebajar a descender a la Tierra adoptando la forma de hombre? ¡Qué ridiculez!

Los niños y la esposa se marcharon y él se quedó en casa. Un rato después, los vientos empezaron a soplar con mayor intensidad y se desató una ventisca. Observando por la ventana, todo lo que aquel hombre veía era una cegadora tormenta de nieve. Y decidió relajarse sentado ante la chimenea.

Al cabo de un rato, oyó un golpazo; algo había golpeado la ventana. Luego, oyó un segundo golpe fuerte. Miró hacia afuera, pero no logró ver a más de unos pocos metros de distancia. Cuando empezó amainar la nevada, se aventuró a salir para averiguar qué había golpeado la ventana. En un campo cercano descubrió una bandada de gansos salvajes. Por lo visto iban camino al sur para pasar allí el invierno, y se vieron sorprendidos por la tormenta de nieve y no pudieron seguir. Perdidos, terminaron en aquella finca sin alimento ni abrigo. Daban aletazos y volaban bajo en círculos por el campo, cegados por la borrasca, sin seguir un rumbo fijo. El agricultor dedujo que un par de aquellas aves habían chocado con su ventana. Sintió lástima de los gansos y quiso ayudarlos.

-Sería ideal que se quedaran en el granero -pensó-. Ahí estarán al abrigo y a salvo durante la noche mientras pasa la tormenta. 

Dirigiéndose al establo, abrió las puertas de par en par. Luego, observó y aguardó, con la esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto y entraran. Los gansos, no obstante, se limitaron a revolotear dando vueltas. No parecía que se hubieran dado cuenta siquiera de la existencia del granero y de lo que podría significar en sus circunstancias. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero solo consiguió asustarlas y que se alejaran más.

Entró a la casa y salió con algo de pan. Lo fue partiendo en pedazos y dejando un rastro hasta el establo. Sin embargo, los gansos no entendieron. El hombre empezó a sentir frustración. Corrió tras ellos tratando de ahuyentarlos en dirección al granero. Lo único que consiguió fue asustarlos más y que se dispersaran en todas direcciones menos hacia el granero. Por mucho que lo intentara, no conseguía que entraran al granero, donde estarían abrigados y seguros.

-¿Por qué no me seguirán? -exclamó- ¿Es que no se dan cuenta de que ese es el único sitio donde podrán sobrevivir a la nevada?
Reflexionando por unos instantes, cayó en la cuenta de que las aves no seguirían a un ser humano.
-Si yo fuera uno de ellos, entonces sí que podría salvarlos - dijo pensando en voz alta.

Seguidamente, se le ocurrió una idea. Entró al establo, agarró un ganso doméstico de su propiedad y lo llevó en brazos, paseándolo entre sus congéneres salvajes. A continuación, lo soltó. Su ganso voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo. Una por una, las otras aves lo siguieron hasta que todas estuvieron a salvo.

El campesino se quedó en silencio por un momento, mientras las palabras que había pronunciado hacía unos instantes aún le resonaban en la cabeza:
-Si yo fuera uno de ellos, ¡entonces sí que podría salvarlos!
Reflexionó luego en lo que le había dicho a su mujer aquel día:
-¿Por qué iba Dios a querer ser como nosotros? ¡Qué ridiculez!

De pronto, todo empezó a cobrar sentido. Entendió que eso era precisamente lo que había hecho Dios. Diríase que nosotros éramos como aquellos gansos: estábamos ciegos, perdidos y a punto de perecer. Dios hizo que Su Hijo se volviera como nosotros a fin de indicarnos el camino y, por consiguiente, salvarnos. El agricultor llegó a la conclusión de que ese había sido ni más ni menos el objeto de la Natividad.

Cuando amainaron los vientos y cesó la cegadora nevada, su alma quedó en quietud y meditó en tan maravillosa idea. De pronto comprendió el sentido de la Navidad y por qué había venido Cristo a la Tierra. Junto con aquella tormenta pasajera, se disiparon años de incredulidad. Hincándose de rodillas en la nieve, elevó su primera plegaria:

"¡Gracias, Señor, por venir en forma humana a sacarme de la tormenta!" 

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE 2016


Saberme mirado, amado y llamado.
Mateo 4, 18-22. Miércoles I Adviento, Ciclo A. Os haré pescadores de hombres


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero acercarme hoy a Ti, Señor, con un corazón sencillo pues sé que Tú eres sencillo. Quiero ponerme en tu presencia, así como estoy, así como soy, pues creo firmemente en tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Manejando o caminando,riendo, bailando o jugando,echando las redes o estudiando... Me encuentro pensando en aquello que estoy haciendo y nada más. Sin embargo, si algo llama mi atención  me detengo y observo y aquello que es objeto de mi mirada parece estar como hace un tiempo también yo estaba, haciendo lo que estaba haciendo y nada más.
Jesús camina y observa,mira y contempla, se sonríe y nos ama. Entra en la vida de los apóstoles pero ellos ya estaban en su corazón, ya habían sido objeto de su mirada, llamaron su atención… riendo, echando las redes o trabajando, no importaba lo que estuvieran haciendo. Después de mirarlos los llamó…ellos escucharon y después dejaron todo y lo siguieron.
Es hermoso pensar que esta misma historia se repite conmigo de una manera tan personal y tan cotidiana. Jesús me mira y después me llama. Parecería que tendría que ser algo más complicado, pero el amor es más sencillo de lo que nosotros pensamos.
Es cuestión de saberme mirado y amado;  sólo así podré escuchar y eso me llevará a hacer de lo ordinario algo verdaderamente extraordinario.
Jesús, quiero escucharte, quiero tenerte presente en mi vida y en todos mis días. Quiero seguirte a donde quiera que sea.
«La primera base es la memoria. Una gracia que tenemos que pedir es la de saber recuperar la memoria, la memoria de lo que el Señor ha hecho en nosotros y por nosotros: recordar que, como dice el Evangelio de hoy, él no nos ha olvidado, sino que se “acuerda” de nosotros: nos ha elegido, amado, llamado y perdonado; hay momentos importantes de nuestra historia personal de amor con él que debemos reavivar con la mente y el corazón.»
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedica al menos 5 minutos del día en acción de gracias, para recordar aquellos momentos de la vida en donde la mirada de Dios se ha hecho muy presente. 
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

QUIERO QUE MI ADVIENTO



QUIERO QUE MI ADVIENTO...



Quiero que mi Adviento sea una vivencia profunda que cambie mi vida. De la noche a la luz. Del dolor a la esperanza. En medio de la oscuridad buscando la estrella. En medio la noche encontrando a Dios escondido en mi alma.

Un tiempo para tocar a Dios en el camino. En mi camino a Belén. Quiero alegrarme con Jesús que camina a mi lado. En esa espera radiante del que no teme el futuro. El Adviento tiene mucho de velar en medio de la noche.

Nos ponemos en camino. En vela. Quiero acompañar a José y María en su senda a Belén. Guardar silencio. Rezar más. Contemplar más.

Pienso en cómo José contemplaría a María en esos meses de embarazo. Con qué ternura la miraría. Mientras dormía. Mientras caminaba. Me gustaría mirar así a María en este tiempo. Vivir muy cerca de Ella estas semanas en que las velas se van encendiendo en la noche. Una cada semana. Se van abriendo las ventanas del calendario interior.

Jesús ya está tocando la tierra en María. Se acerca. Ya está de camino. Y yo le preparo un lugar para que nazca en mí. Dentro de mi alma. Y me abro. Y miro hacia dentro del alma. Y lo espero. Y contemplo a María.


Carlos Padilla Esteban

REJUVENECER


Rejuvenecer  


“El Señor perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura; el sacia de bienes tus anhelos, y como un águila se renueva tu juventud”. (Salmo 103). Qué maravillosa es la oportunidad de rejuvenecer. El hombre bíblico sabía que las águilas pueden rejuvenecer.

El águila a los 40 años está casi ciega, las plumas pesadas y feas, el pico se curva hacia dentro lo mismo que las garras y no puede cazar para sobrevivir. Es cuando el águila debe tomar una decisión radical: se somete a una renovación o se deja morir. La que decide seguir viviendo, se retira a lo alto de una roca en donde construye un nido. Estando allí, ella misma se arranca el pico viejo golpeándolo contra la roca, y sale uno nuevo, con el cual arranca y destroza una por una sus viejas garras. Luego le salen garras nuevas con las cuales arranca sus plumas, hasta quedar pelona. Al mismo tiempo, un aceite le limpia los ojos, devolviéndole la visión. Cuando le crecen estas nuevas plumas, con un pico, garras y nueva visión el águila puede seguir en su vuelo diario por 30 años más. Es un proceso sumamente doloroso de unos 150 días, pero que le ofrece una nueva juventud.

Al orar con los salmos déjate arrebatar por la presencia viva de Dios, envolver por los sentimientos de asombro, exaltación, alabanza, contrición, intimidad, dulzura u otros estados de ánimo que impregnan estos antiguos cánticos (I. Larrañaga). Aprovecha los salmos para rejuvenecer tu oración y tu vida.


* Enviado por el P. Natalio 

PAPA FRANCISCO INVITA A REZAR POR VIVOS Y MUERTOS



Papa Francisco invita en última catequesis de la misericordia a rezar por vivos y muertos
Por Álvaro de Juana
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 30 Nov. 16 / 05:21 am (ACI).- El Papa Francisco pronunció, en la Audiencia General del miércoles, la última catequesis sobre la misericordia después de un ciclo que ha durado casi un año en el que ha explicado diversos aspectos de la misma con motivo del Jubileo de la Misericordia que fue clausurado el pasado 21 de noviembre.

Francisco reflexionó en esta ocasión sobre “rezar por los vivos y por los difuntos”, otra obra de misericordia espiritual. “A esta le podemos añadir también la última obra de misericordia corporal que invita a sepultar a los muertos”, dijo.

“Puede parecer una petición extraña esta última, pero en algunas zonas del mundo que viven bajo el flagelo de la guerra, con bombarderos que día y noche siembran miedo y víctimas inocentes, esta obra es tristemente actual”.

El Papa recordó cómo esto mismo sucede con Jesús cuando se encuentra en la cruz y la Virgen y Juan lo contemplan. “Después de su muerte, viene José de Arimatea, un hombre rico, miembro del Sanedrín pero que se convirtió en discípulo de Jesús, y ofreció para Èl un sepulcro nuevo, excavado en la roca”.


“Para los cristianos la sepultura es un acto de piedad, pero también de gran fe. Depositamos en la tumba el cuerpo de nuestros seres queridos, con la esperanza de su resurrección”.

“Este es un rito que permanece muy fuerte y es muy sentido en nuestro pueblo, y que encuentra resonancia especialmente en este mes de noviembre dedicado en particular al recuerdo y a la oración por los difuntos”.

Francisco explicó que orar por ellos “es ante todo un signo de reconocimiento por el testimonio que nos han dejado y el bien que han hecho. Es un agradecimiento al Señor por haberlos donado y por su amor y su amistad”.

El Pontífice también mencionó cómo en la Misa se recuerda a los difuntos: “Oramos con esperanza cristiana para que estén con Él en el paraíso, en espera de reencontrarnos juntos en ese misterio de amor que no comprendemos, pero que sabemos que son verdaderos porque es una promesa que Jesús ha hecho”.

“El recuerdo de los fieles difuntos no debe hacer que nos olvidemos de rezar también por los vivos, que junto con nosotros cada día afrontan las pruebas de la vida”, invitó.


El Papa habló entonces de la “comunión de los santos” que “expresa la belleza de la misericordia que Jesús nos ha revelado”. “La comunión de los santos, en efecto, indica que estamos todos inmersos en la vida de Dios y vivimos en su amor”, subrayó.

Por último, indicó que “existen muchas maneras distintas de rezar por el prójimo”. "Pienso en particular en las madres y los padres que bendicen a sus hijos por la mañana y por la tarde; a la oración por las personas enfermas; a la intercesión silenciosa, a veces con lágrimas, en muchas situaciones difíciles”, contó Francisco.

“Para nosotros y para los otros pidamos siempre que se haga la voluntad de Dios, como en el Padrenuestro, para que su voluntad y seguramente el bien más grande, el bien de un Padre que no nos abandona nunca”.

ASÍ PUEDES OBTENER INDULGENCIA PLENARIA POR 100 AÑOS DE VIRGEN DE FÁTIMA


Así puedes obtener indulgencia plenaria por 100 años de Virgen de Fátima
Por María Ximena Rondón


FÁTIMA, 29 Nov. 16 / 05:01 pm (ACI).- Por los 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, el Papa Francisco ha decidido conceder la indulgencia plenaria durante todo el Año Jubilar que comenzó el 27 de noviembre y terminará  el 26 de noviembre de 2017.

El Santuario de Fátima indicó que para obtener las indulgencias plenarias los fieles deben  cumplir primero con condiciones habituales: confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre.

En declaraciones a ACI Prensa, el secretario de la rectoría del Santuario de Fátima en Portugal, André Pereira, explicó que las indulgencias plenarias podrán obtenerse durante todo el Año Jubilar y para ello existen tres maneras, detalladas en un comunicado publicado en el sitio web del santuario.

1.- Peregrinar al Santuario


La primera forma es que “los fieles vengan en peregrinación al Santuario de Fátima en Portugal y que allí participen en una celebración u oración dedicada a la Virgen”.

Además de ello los fieles deben rezar el Padrenuestro, recitar el Credo e invocar a la Madre de Dios.

2.- Ante cualquier imagen de la Virgen de Fátima en todo el mundo

La segunda forma se aplica para “los fieles piadosos que visitan con devoción una imagen de Nuestra Señora de Fátima expuesta solemnemente a la veneración pública en cualquier templo, oratorio o local adecuado en los días de los aniversarios de las apariciones, el 13 de cada mes desde mayo hasta octubre (de 2017), y participen allí devotamente en alguna celebración u oración en honor de la Virgen María”.

Al respecto de la segunda forma, el secretario de la rectoría del Santuario de Fátima indicó a ACI Prensa que la visita a la imagen la Virgen “no tiene que ser necesariamente solo en Fátima o exclusivamente en Portugal” sino que puede ser en cualquier parte del mundo.

También se debe rezar un Padrenuestro, el Credo e invocar a la Virgen de Fátima.

3.- Ancianos y enfermos


La tercera forma de obtener una indulgencia se aplica a las personas que por la edad, enfermedad u otra causa grave estén impedidos de movilizarse.

Pueden rezar ante una imagen de la Virgen de Fátima y deben unirse espiritualmente en las celebraciones jubilares en los días de las apariciones, los días 13 de cada mes, entre mayo y octubre de 2017.

Además tienen que “ofrecer con confianza a Dios misericordioso, a través de María, sus oraciones y dolores o los sacrificios de su propia vida”.

TRAGEDIA DEL CHAPECOENSE, EL MUNDO SE UNE EN ORACIÓN


Tragedia del Chapecoense: El mundo se une en oración
Por Walter Sánchez Silva



MEDELLÍN, 29 Nov. 16 / 07:33 am (ACI).- Una ola de muestras de solidaridad y llamados a la oración inundan las redes y los medios luego del trágico accidente aéreo ocurrido anoche en Colombia en el que un avión se estrelló y murieron más de 70 personas.


En el avión, procedente de Santa Cruz (Bolivia) viajaba el equipo brasileño del Chapecoense que este miércoles iba a disputar la final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional de Medellín. También viajaban 21 periodistas.

La diócesis brasileña de Chapecó escribió en su cuenta de twitter: “que Dios conforte a todos en este momento de dolor. Nuestra solidaridad a todos los afectados, víctimas y familiares. Nuestra oración y solidaridad a los tripulantes y familiares del Chapecoense”.


El avión se estrelló alrededor de las 10:00 p.m. cerca del municipio de La Unión, en el departamento de Antioquia, cuando se registraba un clima complicado, según informó Aeronáutica Civil de Colombia.

Entre los sobrevivientes se encuentran tres jugadores de Chapecoense, dijo el director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, quien reveló que la tripulación había reportado fallas eléctricas antes del accidente.

"Una aeronave procedente de Bolivia de la empresa Lamia con matrícula LMI 2933 RJ 80 se accidentó en el cerro El Gordo, en cercanías al municipio de la Unión, Antioquia, con 72 pasajeros y nueve tripulantes a bordo, los cuales pertenecen al equipo Chapecoense de Brasil", señaló Aeronáutica colombiana en un comunicado.

En declaraciones a TeleMedellín, el Alcalde de esa ciudad colombiana, Federico Gutiérrez, dijo que lo sucedido “es muy triste, estamos apoyando en la emergencia. Hemos recibido llamadas de todo el mundo, la gente despierta con esta noticia. Fue una noche muy larga, muy triste, pero destaco el compromiso de los rescatistas, brigadas, de los médicos”.

“Vamos a acompañar a los familiares de las víctimas. Estamos de luto en Medellín y vamos a seguir con esto”. Asimismo, el alcalde alentó a “la solidaridad, todos en Colombia tenemos que estar unidos y acompañar a las víctimas, al pueblo de Brasil. Siguen unos días muy duros”.

Gutiérrez también animó a la población a unirse en oración por las víctimas y sus familiares.

Radamel Falcao, famoso delantero de la Selección Colombia, escribió en su cuenta de twitter: “mis oraciones y solidaridad para sobrevivientes, familias y amigos de @ChapecoenseReal en este momento tan duro”.

LA CORONA DE ADVIENTO 2016


La Corona de Adviento 2016 




Se denomina corona de Adviento a un adorno hecho con ramas de abeto o pino, con cuatro velas, que es colocada sobre una mesa durante el tiempo de Adviento.

Las cuatro velas suelen tres de color Morado y una Rosa. El Morado representa el espíritu de la vigilia. El Rosa (tercera semana) representa la alegría por la cercanía del nacimiento de Jesús.

El año litúrgico comienza con el Adviento. Se enciende una de las cuatro velas cada domingo de los cuatro que dura el Adviento, para indicar el camino que se recorre hasta la Navidad. El primer domingo de Adviento una, el segundo dos, y así sucesivamente. El orden de encendido es: morado, verde, rosa y blanco.

Además de ser un elemento decorativo, esta corona anuncia que la Navidad está cerca y debemos prepararnos.

Los cristianos, para prepararnos a la venida de nuestra LUZ y VIDA, la Natividad del Señor, aprovechamos esta "Corona de adviento" como medio para esperar a Cristo y rogarle infunda en nuestras almas su luz.

El círculo es una figura geométrica perfecta que no tiene ni principio ni fin. La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad. Nos ayuda también a pensar en los miles de años de espera desde Adán hasta Cristo y en la segunda y definitiva venida; nos conciencia que de Dios venimos y a Él vamos a regresar.

Las ramas verdes de pino o abeto representan que Cristo está vivo entre nosotros, además su color verde nos recuerda la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos cultivar durante el Adviento.

Las manzanas rojas con las que algunas personas adornan la corona, representan los frutos del jardín del Edén, con Adán y Eva, que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador universal.

El lazo rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

El día de Navidad, las velas  son sustituidas por otras de color rojo que simboliza el espíritu festivo de la reunión familiar. En el centro, se coloca una vela blanca o cirio simbolizando a Cristo como centro de todo cuanto existe.

La luz de las velas simboliza la luz de Cristo que desde pequeños buscamos y que nos permite ver, tanto el mundo como nuestro interior. Como hemos comentado antes, cuatro domingos antes de la Navidad se enciende la primera vela. Cada domingo se enciende una vela más. El hecho de irlas prendiendo poco a poco nos recuerda cómo, conforme se acerca la luz, las tinieblas se van disipando, de la misma forma que conforme se acerca la llegada de Jesucristo, que es luz para nuestra vida, se debe ir esfumando el reinado del pecado sobre la tierra. La luz de la vela blanca o del cirio que se enciende durante la Nochebuena nos recuerda que Cristo es la Luz del mundo. El brillo de la luz de esa vela blanca en Navidad, nos recuerda cómo en la plenitud de los tiempos se cumple el "Adviento del Señor".

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 30 DE NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Noviembre 30



Si eres padre o madre de familia, estoy seguro de que estás dispuesto a morir por tus propios hijos: prefieres sufrir tú y que no sufran ellos, morir tú y que ellos vivan. ¿Verdad que no me equivoco?
Pues bien, solamente quiero decirte hoy que es mucho más fácil morir en un acto de heroísmo, por salvar un hijo, que ir muriendo lentamente, día a día, minuto tras minuto, por ir formando en ese hijo, o por irte formando a ti mismo.
Ir dejando jirones de la vida, en las noches largas sin sueño, en las horas de trabajo agotador, en las tardes solitarias atendiendo las diarias obligaciones... eso no será llamativo, pero es más meritorio.
No derramar la sangre en tres minutos, sino ir dejando gota tras gota en cada acción que cumplimos, en cada victoria sobre nosotros mismos, en cada vencimiento de nuestro carácter o de nuestro temperamento, en la palabra que callamos o en la sonrisa que ofrecemos... eso es morir día a día, eso es ser héroe... desconocido, pero héroe.
“El que oye la Palabra y no la practica, se parece a un hombre que se mira en el espejo, enseguida se va y se olvida de cómo es” (Sant 1, 23-24). No basta leer la Palabra del Señor; es preciso que la medites, pues solamente así la tendrás siempre presente y podrá influir en tu vida; solamente así harás de la Palabra, Vida.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 29 DE NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Noviembre 29



No pocas veces has tratado de disimularte a ti mismo tus procederes, que advertiste incorrectos, con aquella afirmación: "yo soy así", y te quedaste tranquilo en tu modo de ser.
Pero ése, tu modo de proceder, quizá no sea el que debiera ser: por eso permite Dios que te sucedan ciertas cosas que lleguen a corregirte.
Cada una de esas cosas que te desagradan y te contradicen será como una nota quemante que levante ampollas en tu soberbia, o una chispa que te queme las carnes, o una espina que te pinche y te duela.
No desaproveches todo eso; al contrario, utilízalo para tu purificación, para que no sigas siempre así como eres, sino que vayas cambiando hasta llegar a ser como debes ser, como Dios quiere que seas, como los demás esperan que seas.
Está bien que conozcas cómo eres, pero no está bien que te quedes tranquilo en ser cómo eres. Has de aspirar a más, mucho más.
“Si caminamos en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado” (1 Jn 1,7). Es la Sangre del Señor la que deberá purificarte de todas tus imperfecciones; es la comunión recibida con amor la que habrá de penetrar en ti, para transformarte en otro Cristo; atiende no sólo al número, sino sobre todo a la intensidad de tus comuniones.


* P. Alfonso Milagro

martes, 29 de noviembre de 2016

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 29 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Sólo los sencillos ven la realidad
Lucas 10, 21-24. Martes. I Adviento. Has revelado grandes cosas a los pequeños


Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Ayúdame, Señor, a acercarme a Ti en esta oración con sencillez y un corazón abierto. Enséñame a reconocer tu rostro detrás de todo lo que vas haciendo en mi vida, y ayúdame a corresponder a tu amor por mí.
Señor Jesús, muéstranos al Padre. Padre, danos a conocer a tu Hijo.Amén.


Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según Lucas 10, 21-24
En aquella misma hora Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: "¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Pocas cosas son más sorprendentes  como la maravilla que produce un descubrimiento. Se puede ver en la mirada iluminada de un niño que aprende algo nuevo. Incluso hay bebés que son todo ojos, como si no tuvieran otra sed que la de abrir su alma entera al mundo.
¿Qué pasaría si nos ofrecieran el descubrimiento más grande, aquel que nuestra alma anhela desde el nacimiento? Pues bien, Cristo lo prometió a sus discípulos. Más aún, Él nos dice hoy en el Evangelio cómo conocer a su Padre. ¡Es tan sencillo –y tan complicado– como ser sencillo!
Nada hay tan sencillo como ver. Nadie ha ido a clases para ello. Simplemente abrimos los ojos y está allí, “a simple vista”. Por eso quiso Dios hacerse visible, por eso se hizo hombre, alguien de carne y hueso. Con un rostro, con un color de ojos y de cabello muy concreto, con manos, con pies… Verdaderamente hombre, siendo Dios; y verdaderamente Dios, siendo hombre. Ése es Jesucristo. Y Él dijo a sus apóstoles: “Quien me ve a mí, ve al Padre.”
Cuentan que el Cura de Ars veía frecuentemente a un campesino rezar en la iglesia. Pasaba largos ratos frente al Sagrario y parecía tener un verdadero encuentro con Dios. Así que el Cura de Ars se acerca y le pregunta cómo era su oración. ¿Qué hacía durante horas y horas? La respuesta fue corta: «Nada. Yo lo miro, y Él me mira.» Y seguramente ese campesino había descubierto más cosas de Dios que mucha gente de letras…
Que nuestra oración de hoy sea ésta: mirar a Cristo. Pidamos una fe sencilla para poder verlo. Frente al Sagrario, donde está realmente, o bien frente a un crucifijo o alguna otra imagen de Él. Allí haremos el descubrimiento más grande que puede hacer el hombre.
«El seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso; requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y descartados de la vida y ponerse a su servicio. Por esto, los voluntarios que sirven a los últimos y a los necesitados por amor a Jesús no esperan ningún agradecimiento ni gratificación, sino que renuncian a todo esto porque han descubierto el verdadero amor.» 
(Homilía de S.S. Francisco, 4 de septiembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Invitaré a alguien a visitar la Eucaristía en alguna parroquia o iglesia cercana.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

4 CLAVES PARA QUE NO TE ROBEN EL ADVIENTO


4 claves para que “no te roben” el Adviento



 (ACI).- En un artículo publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), el P. Robert Havens hizo cuatro importantes recomendaciones para que en el tiempo de Adviento, que prepara el camino para la celebración de Navidad, el 25 de diciembre, no sea un tiempo perdido debido al “estrés” de las fiestas y al materialismo.

En su texto, titulado “Que no te roben el adviento”, el P. Havens, director de desarrollo institucional de Cáritas de la Arquidiócesis de México, subrayó que Navidad “es una realidad tan importante, que no la podemos ‘digerir’ de la noche a la mañana. Nadie prepara una boda la noche anterior. Como seres humanos, necesitamos tiempo para darnos cuenta de lo que viene, a fin de celebrarlo correctamente”.

“Un Adviento bien vivido asegura una Navidad hermosa y alegre. ¡Que no te pierdas tu Adviento!”, alentó.

Los cuatro consejos del P. Robert Havens para que “no te roben el Adviento” son los siguientes:

1. “Darte cuenta que Navidad se celebra a partir de la Nochebuena, cuando celebramos la llegada de Cristo”, aconsejó el sacerdote.


El P. Havens señaló que si bien “no hay nada malo en las pre-fiestas que son parte de nuestra cultura, pero no hay que confundirlas con la verdadera Navidad”.

“Anticipar la celebración de la Navidad siempre nos dejará vacíos, sin verdadera alegría. En un mundo de luces y decoraciones, tenemos que darnos cuenta de que ‘¡todavía no!’”, alentó.

2. El P. Robert Havens señaló como segunda clave “apartar un momento de silencio cada día” de Adviento.

“No tiene que ser mucho: pueden ser tres minutitos, por ejemplo. Pero tres minutitos enteros en que me retiro, hago silencio y me acuerdo que Cristo viene en Navidad. ¡Cristo viene en Navidad!”.

“Si logras hacer esto diariamente, tu experiencia de la Navidad este año será muy diferente, y muy especial”, aseguró.

3. Una tercera “ayuda para vivir bien el Adviento”, dijo el sacerdote, “es hacer de él un tiempo de preparación personal, como hacemos con la Cuaresma”.

“Con actos de sacrificio y mejora personal, puedo ‘limpiar’ el pesebre de mi corazón al que llegará el Niño Jesús el día 24”.

Como ejemplos de pequeños actos de sacrificio, el P. Havens indicó “una tarde sin radio, un café sin azúcar, una Misa entre semana, una sonrisa para una persona ‘pesada’, 5 pesos más para un pobre: todas son maneras de ‘barrer el pesebre’ para que sea digno en su pobreza para el Rey que ha de venir”.


4. “Finalmente, los símbolos y prácticas externos también nos pueden ayudar a hacer del Adviento un tiempo de preparación”, dijo el director de desarrollo institucional de Cáritas de la Arquidiócesis de México.

“Tener una corona de Adviento en nuestro salón o lugar de trabajo y encender las velas correspondientes durante unas horas cada día, nos recuerda a fuerzas que todavía no ha llegado el Señor”, señaló.

El P. Havens aconsejó además “leer un versículo del capítulo 1 o 2 del Evangelio de san Lucas a la hora de encenderla”.

“Otra práctica es construir nuestro Nacimiento gradualmente, añadiendo una pieza o decoración cada día del Adviento; pero solo en los días en que nos hemos esforzado para vivir bien nuestro Adviento”, dijo.

lunes, 28 de noviembre de 2016

SALMO 121, VAMOS ALEGRES A LA CASA DEL SEÑOR


Salmo
Sal 121,1-2.4-5.6-7.8-9


R/. Vamos alegres a la casa del Señor.


V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

V/. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.

V/. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.

V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 28 DE NOVIEMBRE DEL 2016


Cristo siempre está.
Mateo 8, 5-11. Lunes I. Adviento. Ciclo A. El siervo del centurión


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por este nuevo día. Gracias por estar siempre ahí, aun cuando yo no soy consciente de ello. Gracias…Simplemente gracias.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: “Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico y sufre mucho”. Él le contestó: “Voy a curarlo”.
Pero el oficial le replicó: “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: ‘¡Ve!’, él va; al otro: ‘¡Ven!’ y viene; a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace”.
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: “Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Yo también me he acercado a Ti, Señor, con esta actitud de súplica y un tanto desesperada.
Yo también te he contado mis problemas, mis enfermedades y he puesto en tus manos mi más minúscula tribulación.
En todo esto me identifico con aquel oficial; en la necesidad y en la petición, pero… me alcanza la inquietud…surgen dudas y temoresde pensar que él si fue escuchado y yo…no.
Más en aquella duda se esconde  la paz, pues sé que en eso consiste el amor. En creer, en confiar. No solamente ante una enfermedad; también cuando parece que no hay necesidad.
Yo iré a curarlo –dices. Veo tu iniciativa y, siempre, aunque muchas veces no lo vea,ahí estas Tú. Consolándome, acompañándome.
Creo que ésa es la fe que te sorprende. Aquella que no trata de ver los frutos de mi petición, sino la que sabe que Tú siempre estás,no sólo acompañándome, sino que sufres lo que sufro,disfrutas conmigo,vives lo que vivo,siempre…Tu presencia está siempre.
Dame la gracia de construir mi vida, Señor, con lo bello y también con lo que no lo es, sobre este amor y esa fe. Sabiendo que siempre dirás: Voy a curarlo (Mt 8, 5)…yo siempre estaré (Mt 28,20).
«Si el pastor no arriesga, no encuentra. No se queda parado después de las desilusiones ni se rinde ante las dificultades; en efecto, es obstinado en el bien, ungido por la divina obstinación de que nadie se extravíe. Por eso, no sólo tiene la puerta abierta, sino que sale en busca de quien no quiere entrar por ella. Y como todo buen cristiano, y como ejemplo para cada cristiano, siempre está en salida de sí mismo. El epicentro de su corazón está fuera de él: es un descentrado de sí mismo, centrado sólo en Jesús. No es atraído por su yo, sino por el tú de Dios y por el nosotros de los hombres.»
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Procurar en algunos momentos del día, detenerme y, simple y sencillamente, decir desde el corazón esta jaculatoria: «Jesús, en Ti confío».
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.