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viernes, 10 de julio de 2015

SAN BENITO DE NURSIA, ABAD, PATRÓN DE EUROPA, 11 DE JULIO



Benito de Nursia, Santo

Benito de Nursia, Santo

Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental, 11 de julio 



Fuente: Corazones.org 





Abad, Patrón de Europa
y Patriarca del monasticismo occidental

Martirologio Romano: Fiesta de san Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbria, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio y escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado «Patriarca de los monjes de Occidente». Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo. ( 547)

Patronazgo: Patrón de Occidente, de Europa, de los maestros y los escolares, de los caldereros, mineros, espeólogos, de los moribundos, contra la fiebre, las inflamaciones, envenenamientos, los cólicos y contra la hechicería.

Iconograffía: Se lo presenta como abad, con hábito benedictino, con vaso (con serpiente), cuervo, el libro de la regla.
Breve Biografía
Benito de Nursia, conocido como San Benito, nació en (Nursia, cerca de la ciudad italiana de Spoleto, 480 – Montecasino, 547), fundó la orden de los benedictinos y es considerado patrón de Europa y patriarca del monaquismo occidental. Benito escribió una Regla para sus monjes que fue llamada "La Santa Regla" y que ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.

Su hermana gemela, Escolástica, también alcanzó la santidad.

Después de haber recibido en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía.

Se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.

Tres años después se fue con los monjes de Vicovaro. No duró allí mucho ya que lo eligieron prior pero después trataron de envenenarlo por la disciplina que les exigía.

Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.

Vida de oración disciplina y trabajo

Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar. Era famoso por su trato amable con todos.

Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.

San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio.

La medalla de San Benito

La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, su poder está no en si misma sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.

Descripción de la medalla:


Medalla de San BenitoEn el frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Reglas en la otra mano, con la oración: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia". (Oración de la Buena Muerte).

El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:

C.S.P.B.: "Santa Cruz del Padre Benito"
C.S.S.M.L. : "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz)
N.D.S.M.D.: "y que el Dragón no sea mi guía." (crucero horizontal)

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
V.R.S. : "Abajo contigo Satanás"
N.S.M.V. : "para de atraerme con tus mentiras"
S.M.Q.L. : "Venenosa es tu carnada"
I.V.B. : "Trágatela tu mismo".
PAX : "Paz"

ME SIENTO EN CASA, DICE PAPA FRANCISCO AL LLEGAR A PARAGUAY, AL CORAZÓN DE SUDAMÉRICA


"Me siento en casa", dice Papa Francisco al llegar al "corazón de Sudamérica"




ASUNCIÓN, 10 Jul. 15 / 07:42 pm (ACI).- En su primera actividad oficial en Paraguay, el Papa Francisco dirigió un discurso a las autoridades en el que agradeció el recibimiento que ha hecho que “me sienta en casa”. Además destacó, entre otros puntos, el papel de la mujer en la reconstrucción del país tras las grandes guerras que sufrió en su historia; y aseguró la cooperación de la Iglesia “en el afán común por construir una sociedad justa e inclusiva”.

Durante la ceremonia en el Palacio de López, el presidente Horacio Cartes dio un discurso en el que recordó al primer santo paraguayo, San Roque González de Santa Cruz, mártir jesuita que fundó varias misiones y reducciones en el siglo XVII.

“Gracias, Santidad, por honrar al Paraguay, en su peregrinar pastoral por el mundo. Su presencia, Santo Padre, es símbolo de amor, de alegría y de unión. Y con ese espíritu, el pueblo paraguayo vivirá estos tres días gloriosos de su historia”, expresó.

Por su parte, el Papa afirmó que “no es difícil sentirse en casa en esta tierra tan acogedora. Paraguay es conocido como el corazón de América, y no sólo por la posición geográfica, sino también por el calor de la hospitalidad y cercanía de sus gentes”.

Luego, el Santo Padre recordó la historia del pueblo paraguayo, golpeado por tres grandes guerras, en referencia al conflicto contra la Triple Alianza formada por Brasil, Argentina y Uruguay y que terminó con más del 70 por ciento de la población masculina paraguaya (1864-1870), la guerra del Chaco contra Bolivia (1932-1935), y la guerra civil entre marzo y agosto de 1947.

“¡Cuánto dolor y cuánta muerte! Pero es admirable el tesón y el espíritu de superación del pueblo paraguayo para rehacerse ante tanta adversidad y seguir esforzándose por construir una Nación próspera y en paz”, indicó.

En ese sentido, Francisco expresó su deseo de “rendir tributo a esos miles de paraguayos sencillos, cuyos nombres no aparecerán escritos en los libros de historia, pero que han sido y seguirán siendo verdaderos protagonistas de su pueblo”.

“Y quiero reconocer –añadió– con emoción y admiración el papel desempeñado por la mujer paraguaya en esos momentos tan dramáticos de la historia. De modo especial, esa guerra inicua que llegó a destruir casi la fraternidad de nuestro pueblo. Sobre sus hombros de madres, esposas y viudas, han llevado el peso más grande, han sabido sacar adelante a sus familias y a su País, infundiendo en las nuevas generaciones la esperanza en un mañana mejor. Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América”.

El Papa invitó a los paraguayos a no olvidar sus raíces y asentar su memoria “firmemente sobre la justicia, alejada de sentimientos de venganza y de odio”. Esto “transforma el pasado en fuente de inspiración para construir un futuro de convivencia y armonía, haciéndonos conscientes de la tragedia y la sinrazón de la guerra”. “¡Nunca más guerras entre hermanos! ¡Construyamos siempre la paz!”, expresó.

Francisco destacó que desde hace unos años el país esté comprometido “en la construcción de un proyecto democrático sólido y estable”, basado “en la promoción y respeto de los derechos humanos”.

En ese sentido, invitó a “potenciar el diálogo como medio privilegiado para favorecer el bien común”, sobre la base del encuentro, el respeto y del reconocimiento de las legítimas diferencias y opiniones de los demás”.

Francisco también pidió poner a los pobres y necesitados en “un lugar prioritario”, así como a los niños, las familias, los campesinos y obreros. “Que no haya más víctimas de la violencia, la corrupción o el narcotráfico”, expresó.

El Papa recordó que “un desarrollo económico que no tiene en cuenta a los más débiles y desafortunados, no es verdadero desarrollo. La medida del modelo económico ha de ser la dignidad integral de la persona, especialmente la persona más vulnerable e indefensa”.

Para ello, aseguró “el compromiso y la colaboración” de la Iglesia en el afán común “por construir una sociedad justa e inclusiva”. “Nos mueve a ello la certeza de nuestra fe en Dios (…). Cristo nos abre el camino de la misericordia, que asentado sobre la justicia, va más allá, y alumbra la caridad, para que nadie se quede al margen de esta gran familia que es el Paraguay, al que aman y quieren servir”.

Finalmente, recordó a sus amigos paraguayos en Buenos Aires (Argentina) e imploró “la bendición del Señor sobre todos ustedes, sobre sus familias y sobre todo el querido pueblo paraguayo”. “Que Paraguay sea fecundo, como lo indica la flor de la pasiflora en el manto de la Virgen y como esa cinta con los colores paraguayos que tiene la imagen, así se abrace a la Madre de Caacupé. Muchas gracias”, culminó.



EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 10 DE JULIO DEL 2015


Yo los envío como a ovejas en medio de lobos
Tiempo Ordinario

Mateo 10,16-23. Tiempo Ordinario. En las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida. 


Por: José Pablo Poblete | Fuente: Catholic.net 



Del Evangelio según san Mateo 10, 16-23
Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes que llegue el Hijo del hombre.

Oración introductoria
Puedo caminar seguro, Cristo, por esta vida, aún entre medio de lobos porque se sé que no estoy nunca sólo. Dame fuerzas para crecer en mi vida de unión contigo; que tenga más fe y esperanza para aceptar lo que me pidas, que tenga más amor para quererlo intensamente y que tenga fortaleza para llevarlo adelante. Quiero serte fiel, Señor, cuando llegue la prueba, dame tu gracia y eso me basta.

Petición
Dame la fuerza que necesito para ser testigo tuyo en medio de mis actividades.

Meditación del Papa Francisco
El Evangelio de esta fiesta muestra una parte del discurso de Jesús a sus discípulos cuando los envían a la misión. Dice, entre otras cosas: "Seréis odiados por todos a causa de  mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin se salvará". Estas palabras del Señor no turban la celebración de la Navidad, sino que la despojan del falso revestimiento empalagoso que no le pertenece. Nos hacen comprender que en las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida. Para acoger verdaderamente a Jesús en nuestra existencia y prolongar la alegría de la Noche Santa, el camino es precisamente el que indica este Evangelio. Es decir, testimoniar a Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente y pagar en persona. Y, si no todos están llamados, como san Esteban, a derramar su propia sangre, a todo cristiano se le pide, sin embargo, que sea coherente en cada circunstancia con la fe que profesa. Es la coherencia cristiana. Es una gracia que debemos pedir al Señor. Ser coherentes, vivir como cristianos. Y no decir 'soy cristiano' y vivir como pagano. La coherencia es una gracia que hay que pedir hoy.(Angelus de S.S. Francisco, 26 de diciembre de 2014).
Reflexión 
Cristo nos llama para ser sus testigos frente al mundo. Invita a salir del mezquino horizonte para ser evangelizadores en nuestra casa, trabajo y familia. ¿Seremos capaces? ¿Podemos llevar una cruz sobre los hombros a pesar de lo débiles que somos? Sí. Ya que Cristo le pide a cada hombre lo que está a su medida.

Cuánta confianza inflama nuestro pecho al ver que no caminamos solos por este camino. Jesús lo recorrió primero y nos dejó su cuerpo bondadoso en la Eucaristía, para cumplir su promesa:  "No se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes".

Perseveremos en la evangelización de nuestro ambiente con energía y decisión, no sólo para salvarnos a nosotros sino también para prender una llama más en este mundo que lentamente va apagándose.

Todo bautizado lleva impreso en el alma el mandato misionero, y Cristo, por sus palabras, nos infunde el ánimo que necesitamos. Es claro que el camino tiene incomprensiones de parte de aquellos que nos rodean, incluso de los más cercanos, pero "en Él somos fuertes". Jesús pasó por la cruz y luego resucitó, sigamos su mismo camino.
Propósito
Invitar a algún conocido del trabajo o familiar a hacer una oración juntos.

Diálogo con Cristo
Señor, tutú lo sabes todo, conoces lo débil y miserable que soy. Dame tu mano en este día para no tener miedo de decir que soy católico, para testimoniar tu amor a los hombres y ser capaz de quererte un poco más. Dame tu corazón para hablar bien de los demás y sembrar caridad. Dame tus ojos para ver al que sufre. Y, sobre todo, dame la gracia de ser cada vez un mejor hijo tuyo.


Aférrate siempre a las manos de Dios y no las sueltes jamás. Madre Teresa de Calcuta.

SAN CRISTÓBAL , MÁRTIR, 10 DE JULIO



Cristóbal de Licia, Santo

Cristóbal de Licia, Santo
Mártir, 10 de julio 



Por: . | Fuente: EWTN.com 



Patrono de los viajeros, transportistas y conductores
Mártir

Etimológicamente: Cristóbal = Aquel que es el Portador de Cristo, es de origen griego

San Cristóbal, popularísimo gigantón que antaño podía verse con su barba y su cayado en todas las puertas de las ciudades: era creencia común que bastaba mirar su imagen para que el viajero se viese libre de todo peligro durante aquel día. Hoy que se suele viajar en coche, los automovilistas piadosos llevan una medalla de san Cristóbal junto al volante.

¿Quién era? Con la historia en la mano poco puede decirse de él, como mucho que quizá un mártir de Asia menor a quien ya se rendía culto en el Siglo v. Su nombre griego, «el portador de Cristo», es enigmático, y se empareja con una de las leyendas más bellas y significativas de toda la tradición cristiana. Nos lo pintan como un hombre muy apuesto de estatura colosal, con gran fuerza física, y tan orgulloso que no se conformaba con servir a amos que no fueran dignos de él.

Cristóbal sirvió primero a un rey, aparente señor de la tierra, a quién Cristóbal vío temblando un día cuando le mencionarón al demonio.

Cristóbal entonces decidió ponerse al servicio del diablo, verdadero príncipe de este mundo, y buscó a un brujo que se lo presentará. Pero en el camino el brujo pasó junto a una Cruz, y temblando la evitó. Cristóbal le pregunto entoncés si él le temía a las cruces, contestandole el brujo que no, que le temía a quién había muerto en la Cruz, Jesucristo. Cristóbal le pregunto entonces si el demonio temía también a Cristo, y el brujo le contestó que el diablo tiembla a la sola mención de una Cruz donde murió él tal Jesucristo.

¿Quién podrá ser ese raro personaje tan poderoso aun después de morir? Se lanza a los caminos en su busca y termina por apostarse junto al vado de un río por donde pasan incontables viajeros a los que él lleva hasta la otra orilla a cambio de unas monedas. Nadie le da razón del hombre muerto en la cruz que aterroriza al Diablo.

Hasta que un día cruza la corriente cargado con un insignificante niño a quien no se molesta en preguntar; ¿qué va a saber aquella frágil criatura? A mitad del río su peso se hace insoportable y sólo a costa de enormes esfuerzos consigue llegar a la orilla: Cristóbal llevaba a hombros más que el universo entero, al mismo Dios que lo creó y redimió. Por fin había encontrado a Aquél a quien buscaba.

--¿Quién eres, niño, que me pesabas tanto que parecía que transportaba el mundo entero?--Tienes razón, le dijo el Niño. Peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo. A cualquiera que ayudes a pasar el río, me ayudas a mí.

Cristóbal fue bautizado en Antioquía. Se dirigió sin demora a predicar a Licia y a Samos. Allí fue encarcelado por el rey Dagón, que estaba a las órdenes del emperador Decio. Resistió a los halagos de Dagón para que se retractara. Dagón le envió dos cortesanas, Niceta y Aquilina, para seducirlo. Pero fueron ganadas por Cristóbal y murieron mártires. Después de varios intentos de tortura, ordenó degollarlo. Según Gualterio de Espira, la nación Siria y el mismo Dagón se convirtieron a Cristo.

San Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos, como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su efigie, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo, y nos inspira a todos protección y confianza.

Sus admiradores, para simbolizar su fortaleza, su amor a Cristo y la excelencia de sus virtudes, le representaron de gran corpulencia, con Jesús sobre los hombros y con un árbol lleno de hojas por báculo.

Esto ha dado lugar a las leyendas con que se ha oscurecido su vida. Se le considera patrono de los transportadores y automovilistas.

Du festividad en la actualidad es el 10 de julio, antiguamente se lo festejaba el 25 del mismo mes.

DIOS ESTÁ CERCA DEL DOLOR


Dios está cerca del dolor
El hombre puede afrontar su sufrimiento de diversas formas: desesperación, rabia, escepticismo, odio...


Por: P. José Luis Richard | Fuente: Catholic.net 




El Evangelio nos dice: Después de que llegaron al lugar llamado Calvario, ahí lo crucificaron... El laconismo no puede ser mayor. Pero ¡cuánto dolor hay detrás de estas palabras! Dolor de la humillación de ser el espectáculo del pueblo, el hazmerreír de la chusma. Dolor del pudor que siente que le arrancan los vestidos y la piel. Dolor de la sien que parece estallarle. Dolor de los clavos que penetran bajo sordos golpes del martillo y taladran hasta abrir hilos de sangre en las manos y en los pies. Dolor al ver a la Madre destrozada por la angustia. Dolor de ver la ingratitud a su amor. Dolor de conocer la esterilidad de su sacrificio en tantas almas...

Quien sufre -y a todo hombre le llega su momento, porque el dolor es la herencia del pecado- puede afrontar su sufrimiento de diversas formas: desesperación, rabia, escepticismo, odio... Otros sencillamente se resignan sin comprender jamás ni el porqué ni el para qué de su sufrimiento. Y Cristo nos deja clara la razón: el dolor por obediencia redentora.

Si miramos sin fe la cruz de Cristo, como si miramos el dolor humano desde un punto de vista meramente natural, sólo hallaremos como respuesta el absurdo.

Pero muy por encima del existencialismo desesperado de la vida, brilla la luz del misterio. Nadie me arrebata mi vida, sino que la entrego yo mismo... Éste es el mandato que recibí de mi Padre (Jn 10, 18). Ahí está la clave para comprender a Cristo crucificado y toda su doctrina y obra. Va al dolor y a la misma muerte con plena conciencia y con la más absoluta libertad. No ofrece una obediencia pasiva y resignada, "porque no hay otra alternativa", sino voluntaria y cumplida con perfección en el detalle: hasta sus últimas consecuencias. Y esto, a pesar de todo el dolor que le desgarra... Se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil 2, 8).

Sólo a la luz de esa obediencia amorosa se comprende la muerte de Cristo. Y porque ha obedecido, dirige la mirada a su Padre con confianza. Ha terminado su obra, ha llegado al final a pesar de todas las dificultades, a pesar de la cruz y de la muerte. Y en sus últimas palabras alcanzamos a percibir que es tal su amor, tanta la paz que invade su ser después de haber consumado la Redención, que el sufrimiento, el dolor y la muerte no tienen ya ningún poder sobre Él: En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu.

Dios está cerca del dolor, sea moral o físico, pues Él en Jesucristo también se quiso identificar con el sufrimiento humano, escogiendo la cruz para salvarnos. Por eso, el sufrimiento nos purifica, nos hace más agradables a Dios, nos educa en la recta apreciación de la vida humana y del sentido de la misma.

SER UN BUEN AMIGO



Ser un buen amigo



Ser un buen amigo no siempre es fácil, pero tomar el tiempo para cultivar una amistad duradera vale cada gramo de esfuerzo.

La amistad es una cajita de cristal. Pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor.

Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca.

Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior de terciopelo. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes.

Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es. Su esencia oculta entre los pliegues del terciopelo de tu cajita de cristal.

A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia. Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes. Es aquello por lo que darías todo. Menos tu cajita de cristal…

¿QUÉ GRACIA NOS TRAE EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA O CONFESIÓN?


¿Que gracia nos trae el sacramento de la Penitencia o Confesión?
El sacramento de la penitencia nos aumenta o nos devuelve la gracia santificante siempre y cuando no pongamos obstáculo
Fuente: Catholic.net 




El sacramento de la penitencia nos aumenta o nos devuelve la gracia santificante siempre y cuando no pongamos obstáculo. 

Tiene un significado muy especial y así podemos decir que es:

Una reconciliación

Una recuperación

Una curación

Una liberación

Una purificación



Reconciliación:

El hijo pródigo ha ofendido gravemente a su padre, sin embargo el padre tan bondadoso, ni siquiera deja que su hijo termine su confesión. Le abraza, lo besa, lo restablece en sus derechos de hijo.

De la misma manera, por el Sacramento de la Penitencia, Dios borra todos los pecados cometidos: ya no se acuerda de ellos y aún cuando se cometan nuevos pecados, los anteriores ya no “reviven”. “De todas sus maldades, no me acordaré ya más” dice Dios por Ezequiel.

Recuperación:

El pecado es nos hace perder la gracia y el derecho al cielo. Debemos tratar de recobrarla y encontrarla. Por la confesión, las recobramos juntamente con los méritos adquiridos antes del pecado.

Curación:

El pecado es una verdadera enfermedad que debilita al alma. El pecador pierde fuerza para el bien; la confesión es la medicina que sana el alma y la fortifica para evitar los pecados confesados.

Liberación:

El pecado nos hace esclavos del demonio y de nuestras malas pasiones. El sacramento de la Penitencia nos devuelve la verdadera libertad de los hijos de Dios, nos da las gracias para vencer la concupiscencia, los malos hábitos y las tentaciones. Además nos restablece la paz y seguridad de conciencia.


Purificación:

Naamán, general asirio, aquejado por la lepra, se presenta a Eliseo quien lo manda lavarse siete veces en el Jordán. Incomodado en un principio, Naamán se resuelve por fin a ejecutar la orden del profeta. “Fue pues y lavose conforme a la orden del varón de Dios, y volvió su carne como la carne del niño tierno, y quedó limpio” (II Reyes, 5,14)

El sacramento de la penitencia es un baño purificador que lava las manchas del pecado. Queda el alma limpia y Dios no vuelve a acordarse de los  pecados confesados.

Cómo vemos el Sacramento de la Penitencia o Confesión es una gran gracia que Jesús nos ganó con su sacrificio en la Cruz y que debemos valorar.

¿ES VERDAD QUE LOS CATÓLICOS ADORAMOS A LA VIRGEN MARÍA?


¿Es verdad que los católicos adoramos a la Virgen María?
Cinco datos que ignoran los que nos acusan de idolatría mariana


Por: Gary Zimak | Fuente: CatholicExchange.com 




Amo a la Santísima Virgen María… Ahí está, lo dije y me alegro de haberlo hecho.

Como católico soy muy afortunado de ser parte de la iglesia que verdaderamente honra y respeta a la Madre de mi Señor y Salvador. Debo admitir que a pesar de que soy católico de nacimiento, no siempre me sentí de esta manera. De hecho, durante la mayor parte de mi vida yo no entendía el papel de María, ni me importaba mucho. ¡Qué error! Ahora, después de muchas acusaciones de "adorar a María" en mi página de Facebook, es el momento de ponerme de pie por mi mamá. Y a pesar de que la amo y quiero defender su honor, no tengo ninguna intención de ser desagradable en mis respuestas. Más bien, prefiero presentarles cinco hechos sobre María.

Antes de acusar a los católicos de "adorar a María", les pido que se tomen un tiempo para evaluar estos hechos, algunos tienen una manera de tapar los agujeros en la teoría de que ponemos demasiado énfasis en María. Así que si aun después quieres acusarnos de adorar a María, te sugiero que ignores estos hechos.

1.- Dios envió al Salvador a través de María.

Señalo esto de primero porque es muy difícil minimizar la importancia de María, al mismo tiempo que se reconoce que el Mesías, al que por tanto tiempo esperamos, vino a la tierra para nacer a través de una mujer… y esa mujer fue María. De todas las formas en las que Jesús pudo haber llegado a la tierra, ¿por qué eligió a María? Entonces, si María fue muy importante para Dios, ¿no debería ella significar algo para nosotros?.

2.- Jesús realizó su primer milagro a petición de María.

Esta es otra buena razón. Oh lo sé, Jesús no necesitaba a María para convertir el agua en vino en Caná. Ella casualmente estaba allí. Bien, ¿por qué entonces San Juan cuando hizo la lista de los invitados a su boda puso a María de Primera?

"Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí; También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos" (Juan 2,1-2)

Si María no es importante en este capítulo, ¿por qué está en la lista ANTES que los Apóstoles y ANTES que Jesús? San Juan Evangelista no es conocido por insertar detalles extraños. María estaba primero porque Juan quería destacar su presencia en la boda.

Pero ¿Qué hay de "el reproche"? Sabes, ese argumento que dice que Jesús le estaba diciendo a María que no se entrometiera cuando le dijo:

"Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía". (Juan 2,4)

Primero, déjame decirte que Jesús era un judío devoto y un seguidor obediente de los diez mandamientos. ¿Por qué Él deshonraría públicamente a su madre en violación al cuarto mandamiento? En segundo lugar, si se trataba de un "déjalo" de Jesús, ¿por qué siguió adelante y realizó el milagro de convertir agua en vino? Este no hubiera sido el final de esa solicitud. Por supuesto que no lo haría, a menos que Él no estuviera ignorando a María.

Cuando su madre intercedió en nombre de la pareja, Nuestro Señor decidió que su tiempo había llegado. ¿No crees que Jesús esté tratando de decirnos algo?, ¿No crees que sea probable de que Jesús esperara hasta el momento de la petición de María, con el fin de mostrarnos su poder de intercesión?, ¿No explica eso porque San Juan la mencionó primero en la lista de invitados?

3.- Jesús le entregó a María a Juan en la cruz.

En el momento en que Jesús sufrió y murió en la cruz, Jesús hizo una declaración muy profunda:

"Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa". (Juan 19,27-28)

¿Por qué mientras luchaba para hablar en la cruz, Jesús habría dicho esas palabras si no significaban nada?, ¿Pudo haber tenido Él sólo una simple charla? Obviamente había una razón para que nuestro Señor hiciera lo que hizo.

La Iglesia siempre ha creído que Juan representa cada miembro de la Iglesia, y que desde ese momento en adelante, María se convirtió en una Madre espiritual. Las Escrituras nos dicen que ese día Juan acepto el regalo de Jesús "y la llevó a su casa" (Juan 19,27). ¿No deberíamos hacer lo mismo?

4.- Las primeras gracias de Jesús fueron dados a través de María.

Este es un hecho que con frecuencia es pasado por alto por aquellos que desean minimizar la importancia de María y viene directamente de la Biblia.

Después de aceptar el ofrecimiento de Dios de ser la Madre del Salvador, María viajó "con prontitud" a visitar a su pariente Isabel.

"Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo". (Lucas 1,41)

De acuerdo con este pasaje de la Biblia, incluso antes del nacimiento de Jesús, se utilizó la voz de María para entregar las gracias a Isabel. ¿Por qué?, ¿Porque ella no es importante?, ¿No hay otra forma en que esas gracias se podrían haber repartido? ¿No te convence esto? Escucha lo que Isabel dijo (también directamente desde la Biblia):

"Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas" (Lucas 1,44)

Es muy difícil negar la importancia de la presencia y la voz de María, en la dispensación de estas gracias a Isabel. ¿Las gracias se originaron de María? No, obviamente vinieron de Jesús. Sin embargo, Él eligió tener a María y usar su voz para entregarlas. ¿Por qué? Porque Él quiere que nos demos cuenta de que ella es importante.

5.- Jesucristo es el mediador único entre Dios y el hombre.

Ahora, ¡esto no tiene sentido!. ¿Cómo ayuda esto en apoyar la posición católica? Es por esto que nosotros los católicos "tenemos todo esto equivocado", ¿no es así? Lo siento si estoy reventando las burbujas de alguien, pero los católicos creemos absolutamente que Jesús es el único mediador entre Dios y el hombre. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) así lo establece claramente:

"La intercesión es una oración de petición que nos lleva a orar como lo hizo Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre en nombre de todos los hombres, especialmente los pecadores". (CIC 2634)

Esta enseñanza católica es apoyada por los siguientes pasajes Bíblicos:

"Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombre, Cristo Jesús hombre; Que en el tiempo fijado dio el testimonio: se entregó para rescatar a todos". (1 Timoteo 2,5-6)

Aunque Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, no evita que otros (incluyendo a María) puedan estar involucrados en una mediación subordinada o intercesión. San Pablo, quien hizo la declaración anterior, obviamente es consiente ese hecho, ya que él varias veces insta a sus lectores a orar los unos por otros (Romanos 1:9, 1 Tesalonicenses 5,25, 1 Timoteo 2,1).

El Catecismo se refiere a este tipo de intercesión como una "participación en la intercesión de Cristo" (CIC 2635) y se pone en práctica cada vez que oramos los unos por otros. Pedir a María que interceda por nosotros de ninguna manera quita el papel de Jesús como mediador de Dios y los hombres.



Conclusión

Aunque no soy tan ingenuo como para pensar que la inclusión de estos cinco hechos hará que me inmune a nuevas acusaciones de "adorar a María", creo que tendrán efecto si se miran con una mente abierta.

La Sagrada Escritura, no contiene una gran cantidad de palabras sobre María, pero lo que está ahí tiene un gran alcance. Los teólogos han pasado 2000 mil años estudiando sus apariciones bíblicas y continuarán haciéndolo. Podemos aprender mucho al estudiar el papel de María como se documenta en las páginas de la Biblia. Si alguien quiere acusarme de ser un "adorador de María", le pido primero que mire estos cinco hechos. Si aun desea señalar con el dedo, tendrá que ignorar estas afirmaciones de hechos… porque aceptarlas socavará seriamente la credibilidad de los acusadores

PAPA FRANCISCO: TRANSFORMEMOS LA LÓGICA DEL DESCARTE EN UNA LÓGICA DE COMUNIÓN Y COMPARTIR


PAPA FRANCISCO: TRANSFORMEMOS LA LÓGICA DEL DESCARTE EN UNA LÓGICA DE COMUNIÓN Y DE COMPARTIR




Queridos amigos, les ofrecemos el texto completo de la homilía del Papa Francisco en la Santa Misa celebrada ayer en la plaza de Cristo Redentor de Santa Cruz (Bolivia):

“Hemos venido desde distintos lugares, regiones, poblados, para celebrar la presencia viva de Dios entre nosotros. Salimos hace horas de nuestras casas y comunidades para poder estar juntos, como Pueblo Santo de Dios. La cruz y la imagen de la misión nos traen el recuerdo de todas las comunidades que han nacido en el nombre de Jesús en estas tierras, de las cuales nosotros somos sus herederos. 

En el Evangelio que acabamos de escuchar se nos describía una situación bastante similar a la que estamos viviendo ahora. Al igual que esas cuatro mil personas, estamos nosotros queriendo escuchar la Palabra de Jesús y recibir su vida. Ellos ayer y nosotros hoy junto al Maestro, Pan de vida.

Me conmuevo cuando veo a muchas madres cargando a sus hijos en las espaldas. Como lo hacen aquí tantas de ustedes. Llevando sobre sí la vida y el futuro de su gente. Llevando sus motivos de alegría, sus esperanzas. Llevando la bendición de la tierra en los frutos. Llevando el trabajo realizado por sus manos. Manos que han labrado el presente y tejerán las ilusiones del mañana. 

Pero también cargando sobre sus hombros desilusiones, tristezas y amarguras, la injusticia que parece no detenerse y las cicatrices de una justicia no realizada. Cargando sobre sí el gozo y el dolor de una tierra. Ustedes llevan sobre sí la memoria de su pueblo. Porque los pueblos tienen memoria, una memoria que pasa de generación en generación, los pueblos tienen una memoria en camino. 

Y no son pocas las veces que experimentamos el cansancio de este camino. No son pocas las veces que faltan las fuerzas para mantener viva la esperanza. Cuántas veces vivimos situaciones que pretenden anestesiarnos la memoria y así se debilita la esperanza y se van perdiendo los motivos de alegría. 

Y comienza a ganarnos una tristeza que se vuelve individualista, que nos hace perder la memoria de pueblo amado, de pueblo elegido. Y esa pérdida nos disgrega, hace que nos cerremos a los demás, especialmente a los más pobres.

A nosotros nos puede suceder lo que a los discípulos de ayer, cuando vieron esa cantidad de gente que estaba ahí. Le piden a Jesús que los despida: “Mandálos a casa”, ya que es imposible alimentar a tanta gente. Frente a tantas situaciones de hambre en el mundo podemos decir: “Perdón, no nos dan los números, no nos cierran las cuentas”. Es imposible enfrentar estas situaciones, entonces la desesperación termina ganándonos el corazón. 

En un corazón desesperado es muy fácil que gane espacio la lógica que pretende imponerse en el mundo, en todo el mundo, en nuestros días. Una lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, todo en objeto de consumo, todo negociable. 

Una lógica que pretende dejar espacio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no «producen», que no se los considera aptos o dignos porque aparentemente «no nos dan los números».

Y Jesús, una vez más, vuelve a hablarnos y nos dice: “No, no, no es necesario excluirlos, no es necesario que se vayan, denles ustedes de comer”.

Es una invitación que resuena con fuerza para nosotros hoy: “No es necesario excluir a nadie. No es necesario que nadie se vaya, basta de descartes, denles ustedes de comer”. 

Jesús nos lo sigue diciendo en esta plaza. Sí, basta de descartes, denles ustedes de comer. La mirada de Jesús no acepta una lógica, una mirada que siempre “corta el hilo” por el más débil, por el más necesitado.

Tomando “la posta” Él mismo nos da el ejemplo, nos muestra el camino. Una actitud en tres palabras, toma un poco de pan y unos peces, los bendice, los parte y entrega para que los discípulos lo compartan con los demás. Y este es el camino del milagro. Ciertamente no es magia o idolatría. Jesús, por medio de estas tres acciones, logra transformar una lógica del descarte en una lógica de comunión, en una lógica de comunidad.

Quisiera subrayar brevemente cada una de estas acciones. 

Toma. El punto de partida es tomar muy en serio la vida de los suyos. Los mira a los ojos y en ellos conoce su vivir, su sentir. Ve en esas miradas lo que late y lo que ha dejado de latir en la memoria y el corazón de su pueblo. Lo considera y lo valora. Valoriza todo lo bueno que pueden aportar, todo lo bueno desde donde se puede construir. 

Pero no habla de los objetos, o de los bienes culturales, o de las ideas; sino habla de las personas. La riqueza más plena de una sociedad se mide en la vida de su gente, se mide en sus ancianos que logran transmitir su sabiduría y la memoria de su pueblo a los más pequeños. Jesús nunca se salta la dignidad de nadie, por más apariencia de no tener nada para aportar y compartir. Toma todo como viene.

Bendice. Jesús toma sobre sí, y bendice al Padre que está en los cielos. Sabe que estos dones son un regalo de Dios. Por eso, no los trata como “cualquier cosa” ya que toda vida, toda esa vida, es fruto del amor misericordioso. Él lo reconoce. Va más allá de la simple apariencia, y en este gesto de bendecir y alabar, pide a su Padre el don del Espíritu Santo.

El bendecir tiene esa doble mirada, por un lado agradecer y por el otro poder transformar. Es reconocer que la vida siempre es un don, un regalo que puesto en las manos de Dios, adquiere una fuerza de multiplicación. Nuestro Padre no nos quita nada, todo lo multiplica. 

Entrega. En Jesús, no existe un tomar que no sea una bendición, y no existe una bendición que no sea una entrega. La bendición siempre es misión, tiene un destino, el compartir lo que se ha recibido, ya que sólo en la entrega, en el com-partir es cuando las personas encontramos la fuente de la alegría y la experiencia de salvación. Una entrega que quiere reconstruir la memoria de pueblo santo, de pueblo invitado a ser y a llevar la alegría de la salvación. 

Las manos que Jesús levanta para bendecir al Dios del cielo son las mismas que distribuyen el pan a la multitud que tiene hambre. Y podemos imaginarnos, podemos imaginar ahora cómo iban pasando de mano en mano los panes y los peces hasta llegar a los más alejados. 

Jesús logra generar una corriente entre los suyos, todos iban compartiendo lo propio, convirtiéndolo en don para los demás y así fue como comieron hasta saciarse, e increíblemente sobró: lo recogieron en siete canastas. Una memoria tomada, una memoria bendecida, una memoria entregada siempre sacia al pueblo.

La Eucaristía es el «Pan partido para la vida del mundo», como dice el lema del V Congreso Eucarístico que hoy inauguramos y tendrá lugar en Tarija. Es Sacramento de comunión, que nos hace salir del individualismo para vivir juntos el seguimiento y nos da la certeza de lo que tenemos, de lo que somos, que si es tomado, si es bendecido y si es entregado, con el poder de Dios, con el poder de su amor, se convierte en pan de vida para los demás.

Y la Iglesia celebra la Eucaristía, celebra la memoria del Señor, el sacrificio del Señor. Porque la Iglesia es comunidad memoriosa. Por eso fiel al mandato del Señor, dice una y otra vez: «Hagan esto en memoria mía» (Lc 22,19) Actualiza, hace real, generación tras generación, en los distintos rincones de nuestra tierra, el misterio del Pan de vida. Nos lo hace presente, nos lo entrega. Jesús quiere que participemos de su vida y a través nuestro se vaya multiplicando en nuestra sociedad. No somos personas aisladas, separadas, sino somos el Pueblo de la memoria actualizada y siempre entregada. 

Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar en la lógica del amor. 

María, al igual que muchas de ustedes llevó sobre sí la memoria de su pueblo, la vida de su Hijo, y experimentó en sí misma la grandeza de Dios, proclamando con júbilo que Él «colma de bienes a los hambrientos» (Lc 1,53). 

Que Ella sea hoy nuestro ejemplo para confiar en la bondad del Señor, que hace obras grandes con poca cosa, con la humildad de sus siervos. Que así sea”.