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domingo, 26 de abril de 2015

EL PAPA FRANCISCO PIDE A LOS NUEVOS SACERDOTES HOMILÍAS QUE LLEGUEN AL CORAZÓN


El Papa Francisco pide a los nuevos sacerdotes
 'homilías que lleguen al corazón'



En la ordenación sacerdotal en la Basílica de San Pedro, Francisco recuerda que el ejemplo a imitar para los presbíteros es el del Buen Pastor, el que da la vida por sus ovejas

Ciudad del Vaticano, 26 de abril de 2015 (Zenit.org) Rocío Lancho García | 1068 hits

El ejemplo edifica, pero las palabras sin ejemplo son palabras vacías. Ser siempre misericordioso como el Padre lo es con nosotros. No dar homilías aburridas. No celebrar la misa con prisas y no pavonearse. No condenar en el confesionario. Estos son algunos de los consejos que el santo padre Francisco ha dado a los 19 nuevos sacerdotes a quienes ha ordenado en la eucaristía celebrada esta mañana en la Basílica de San Pedro.


Durante su homilía, el Papa ha recordado que el ejemplo que el sacerdote debe imitar es el Buen Pastor, el que da la vida por sus ovejas.

Asimismo, el Pontífice ha precisado que “el obispo corre el riesgo de elegirles, como el Padre ha corrido el riesgo por cada uno de nosotros”. Pero, también ha recordado que estos nuevos sacerdotes “serán predicadores del Evangelio, pastores del pueblo de Dios”.

De este modo, el Santo Padre ha invitado a los 19 presbíteros que lean y mediten asiduamente la palabra del Señor “para creer lo que habéis leído, enseñad lo que habéis aprendido de la fe, vivir lo que habéis enseñado”. Y así, les ha pedido que sus homilías “no sean aburridas”, sino que lleguen al corazón de la gente porque “salen de vuestro corazón”.

El perfume de vuestra vida --ha indicado-- será el testimonio porque el ejemplo edifica, pero las palabras sin ejemplo son palabras vacías, son ideas, no llegan nunca al corazón. Incluso hacen mal, no hacen bien.  

Otro consejo que ha dado el Santo Padres es no celebrar la misa deprisa, sino siendo consciente de lo que se celebra, que no es “un rito artificial”. Por otro lado, les ha pedido que no rechacen nunca el bautismo a quien lo pide y que sean siempre misericordiosos en el confesionario. Y también les ha recordado que la única intención que deben tener es agradar a Dios y no a sí mismos, “es feo un sacerdote que vive para gustarse a sí mismo, parece un pavo real”, ha advertido.   

Finalmente, el Obispo de Roma ha pedido a los nuevos sacerdotes que tengan siempre delante de los ojos el ejemplo del Buen Pastor, “que no ha venido para ser servido, sino para servir, no para quedarse en sus comodidades sino para salir y buscar y salvar lo que estaba perdido”

(26 de abril de 2015) © Innovative Media Inc.

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 26 DE ABRIL DEL 2015 - JESÚS EL BUEN PASTOR



El Buen Pastor
Yo soy el Buen Pastor

Juan 10, 11-18. 4o. Domingo Pascua B. oremos también por las vocaciones, para que el Dueño de la mies mande a su Iglesia muchos y santos sacerdotes según su Corazón.


Por: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.

Oración introductoria
Señor mío, vengo ante Ti porque quiero tener un momento de intimidad contigo. Soy esa oveja que pierde fácilmente el rumbo si no está en comunicación permanente con su pastor. En esta oración, con un acto libre de mi voluntad, quiero entregarme completamente a Ti, quiero ser parte de tu rebaño, muéstrame el camino a seguir.

Petición
¡Ven Espíritu Santo! Dame la docilidad de la oveja que nunca abandona a su pastor.

Meditación del Papa Francisco
Jesús es el Buen Pastor, las ovejas escuchan su voz y lo siguen. No era ni un fariseo casuístico moralista, ni un saduceo que hacia negocios políticos con los poderosos, ni un guerrillero que buscaba la liberación política de su pueblo, ni un contemplativo del monasterio. ¡Era un pastor! Un pastor que hablaba la lengua de su pueblo, se hacía entender, decía la verdad, las cosas de Dios: ¡no negociaba nunca las cosas de Dios! Pero las decía de tal forma que el pueblo amaba las cosas de Dios. Por esto lo seguían.
¿A mí a quién me gusta seguir? A quienes me hablan de cosas abstractas o de casuísticas morales; los que se dicen del pueblo de Dios, pero no tienen fe y negocian todo con los poderes políticos, económicos; los que quieren siempre hacer cosas extrañas, cosas destructivas, guerras llamadas de liberación, pero que al final no son el camino del Señor; o un contemplativo lejano?
Que esta pregunta nos haga llegar a la oración y pedir a Dios, el Padre, que nos haga llegar cerca de Jesús para seguir a Jesús, para asombrarnos de lo que Jesús nos dice. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de junio de 2014, en Santa Marta).
Reflexión
En algunos países de América Latina, en este domingo de Pascua, día del "Buen Pastor", se celebra -además del Jueves Santo- el día de los sacerdotes. Gracias a Dios, nuestra Iglesia Católica cuenta con muchos y muy santos sacerdotes en todas las latitudes del mundo. Pero algunos de nuestros enemigos se han confabulado rabiosamente para atacarlos con calumnias de muy mal gusto, para desprestigiarlos y manchar públicamente su buena fama y reputación con mentiras soeces y deshonestas. Y, lo que es peor, algunos católicos inconscientes se han prestado como tontos útiles para hacerles eco y seguir su juego tan sucio y tan poco leal. Pero, en fin, si Cristo mismo fue perseguido y calumniado, no podemos esperar una suerte diversa para sus sacerdotes. Él mismo nos lo advirtió: "El discípulo no es más que su Maestro: si al amo le llamaron Beelzebul -o sea, príncipe de los demonios-, ¿cuánto más a los de su casa?" (Mt 10, 24-25). Si nos calumnian injustamente, es señal de que vamos por el mismo camino que siguió nuestro Señor.

Pero, aunque es verdad que algunos pocos, poquísimos, sí han fallado -pues los sacerdotes son también seres humanos frágiles y pecadores- debemos hacerles justicia y reconocer públicamente que los buenos sacerdotes son, por fortuna, la inmensa mayoría, casi todos. Y se comportan como "buenos pastores", siguiendo el ejemplo de Jesucristo, el Buen Pastor.

Todos nosotros, en las más diversas circunstancias de la vida, hemos tenido a nuestro lado a santos sacerdotes que nos han ayudado a mantenernos en pie, a pesar de las dificultades. Y a ellos les debemos la perseverancia en nuestra fe y en nuestra vocación cristiana.

Yo recuerdo con grandísimo cariño -y estoy seguro de que también tú, querido amigo lector- la figura de sacerdotes que han dejado una huella indeleble en mi existencia porque han sabido ser, como Cristo, "buenos pastores". Pastores, sí; y también buenos, como auténticos padres, amigos y compañeros de la vida.

De san Francisco de Sales, aquel obispo inefablemente amable, dulce y bondadoso, la gente solía decir: "¡Cuán bueno debe ser Dios, cuando ya es tan bueno el obispo de Ginebra!". Y se cuenta que un hombre incrédulo de la Francia del siglo XIX, alrededor del año 1840, fue invitado a visitar al padre Juan María Vianney, conocido como el santo Cura de Ars. Y, a pesar de haber ido en contra de su voluntad, después de conocerlo, exclamó: "¡Hoy he visto a Dios en un hombre!".

Es impresionante también el testimonio que nos narró personalmente, hace algunos años, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, entonces Administrador apostólico de la Rusia europea y actual Arzobispo de Moscú: Perni es una ciudad que se encuentra en los Urales y, durante el comunismo, había allí campos de concentración. Todavía en los años ochenta estaba detenido en ese lugar un sacerdote lituano, Sigitas Tamkjavicius, hoy obispo metropolitano de Kaunas. Después de la santa Misa los fieles me invitaron a visitar el cementerio. Me llevaron ante la tumba del primer sacerdote que había trabajado en esa ciudad, muerto en el siglo XIX. La gente me decía: "Durante sesenta años hemos permanecido sin iglesia y sin sacerdote, pero estaba esta tumba; y durante las fiestas veníamos aquí y rezábamos sobre esta tumba, incluso confesábamos nuestros pecados. Ninguno de nosotros ha conocido al sacerdote que está aquí sepultado. De él sólo sabemos lo que nos han contado nuestros abuelos. Y, sin embargo, durante estos sesenta años él, de modo invisible, ha estado presente entre nosotros, como si hubiera salido de la tierra para enseñarnos a ser fieles a nuestra vocación cristiana. Gracias a esta tumba hemos conservado la fe, que ahora renace y se refuerza".

Gracias a Dios, en nuestra Iglesia hay muchos sacerdotes santos. Y, como éstos, tenemos legiones enteras y miríadas de ejemplos. Sacerdotes que, llenos de amor a Dios y a los demás, desgastan su vida en silencio y a escondidas, como la vela roja del Santísimo Sacramento que se consume de día y de noche en un continuo acto de amor y de adoración a Jesús Eucaristía.

Pero los sacerdotes también necesitan de nuestra oración y de nuestro apoyo, para que el Señor les dé a todos el don de la santidad y de la perseverancia en su vocación. Y oremos también por las vocaciones, para que el Dueño de la mies mande a su Iglesia muchos y santos sacerdotes según su Corazón: buenos pastores, como Jesús, "el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas".

Propósito
Ante Cristo Eucaristía, ofrecerme como pobre instrumento para acercar a otros al Buen Pastor y pedir especialmente por los sacerdotes.

Diálogo con Cristo
El Señor es mi pastor, nada me falta. Qué verdad tan consoladora en este mundo individualista en donde nadie parece preocuparse por los demás. El pastor pide obediencia a sus ovejas y da la vida por ellas, por eso, permite, Padre mío, que sepa siempre responder a tu llamado y que sepa dar una dimensión sobrenatural a todos mis esfuerzos y actividades del día de hoy.
Preguntas o comentarios al autor  P. Sergio Cordova LC

MEDITACIÓN DE JESÚS EL BUEN PASTOR


El Buen Pastor



Todos los años en este domingo, 4º de Pascua, la Iglesia nos presenta a nuestra consideración la alegoría del buen pastor. Es una especie de parábola donde cada palabra y frase tiene una correspondencia espiritual. En este año, ciclo B, nos trae la parte central. Para el tiempo de Jesucristo esta palabra de “pastor”, en el sentido espiritual, tenía mucho vigor. Se llamaba pastor al mismo Dios, como hoy lo vemos en el salmo responsorial. Dios no es un ser abstracto, sino alguien vivo que quiere guiarnos hacia el bien. Jesús nos dirá que Dios es nuestro Padre, que nos creó, que nos envió a su Hijo para redimirnos, que nos guía en nuestro caminar de la vida.

Jesucristo es el “buen pastor”, porque está dispuesto a dar su vida por aquellos a quienes ha venido a salvar. Él nos da el alimento espiritual que necesitamos, renueva las energías, cuando estamos cansados, nos guía por el camino recto, cuando encontramos situaciones peligrosas, está a nuestro lado para reparar las heridas del alma. Siempre actúa por amor. Nadie como Jesús puede decir que “las ovejas le pertenecen”. Las conoce de verdad y nos ama a cada uno de nosotros.

En cierto sentido todos somos un poco pastores, ya que encontramos gentes a quienes podemos y debemos guiar hacia el bien. Pueden ser hijos, padres ancianos, amigos, vecinos, compañeros y muchos débiles y necesitados. Pero para el camino de la salvación, el del espíritu, que es el principal camino, Jesús quiso dejar, para representarle, a san Pedro y sus sucesores. Cuando Jesús le daba la responsabilidad a san Pedro le decía: “pastorea a mis ovejas”. Ayudando al sucesor de san Pedro están sobre todo los obispos y sacerdotes. Ciertamente ha habido algunos o bastantes que no han cumplido con el deber de ser buenos pastores; pero la mayoría sí cumplen bien. Por eso no hay derecho a que por unos pocos todos sean perseguidos injustamente. En este día del “buen Pastor” debemos pedir para que haya muchos buenos pastores, que sigan el ejemplo de Jesucristo, hasta dar la vida. Y cuando se dice dar la vida, se entiende que es la fortuna material, la fama, posición social, seguridad, etc.

Hoy Jesús nos dice que tiene “otras ovejas que están fuera del redil”. Es una llamada universal. Nos indica su deseo de felicidad para todos, para que también nosotros lo compartamos y podamos ser comunicadores de vida, especialmente comunicando amor. El amor no tiene límites y quiere que todos tengan nuestra alegría de pertenecer al grupo de Jesucristo. Para ello debemos conocer más internamente a Jesús. Él nos dice que “sus ovejas le conocen”. Conocer para los antiguos no era algo sólo del intelecto, sino que toda la persona estaba involucrada. El verdadero conocimiento llega al amor. No es sólo saber que Dios es nuestro Padre, sino experimentarlo y sentirle a nuestro lado como puede estar el padre o madre de carne y hueso. Hoy con este ejemplo nos quiere enseñar que el Padre, el Hijo y el Espíritu están a nuestro lado, que Dios nos acompaña y nos da la confianza de vivir bajo su misericordia para poder estar un día juntos en su eterna gloria.

© P. Silverio Velasco (España)