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domingo, 1 de febrero de 2015
EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 1 DE FEBRERO DEL 2015
Este hombre tiene autoridad
Tiempo Ordinario
Marcos 1, 21 - 28. Tiempo Ordinario. Sólo el camino de unión progresiva con Él puede ser el verdadero proceso de curación del hombre.
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Marcos 1, 21-28
En aquel tiempo, se hallaba Jesús en Cafarnaúm y el sábado fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué quieres Tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús le ordenó: «¡Cállate y sal de él!» El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: «¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen». Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Oración introductoria
Señor, no permitas que las preocupaciones de este día, que silenciosamente se convierten en espíritus inmundos, dominen esta oportunidad que tengo ahora de dialogar contigo en la oración. Quiero poder contemplarte en silencio. Dame tu gracia para poder encontrarme contigo.
Petición
Jesús, aumenta mi fe, cura mi debilidad.
Meditación del Papa Francisco
En aquel tiempo, se hallaba Jesús en Cafarnaúm y el sábado fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué quieres Tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús le ordenó: «¡Cállate y sal de él!» El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: «¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen». Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Oración introductoria
Señor, no permitas que las preocupaciones de este día, que silenciosamente se convierten en espíritus inmundos, dominen esta oportunidad que tengo ahora de dialogar contigo en la oración. Quiero poder contemplarte en silencio. Dame tu gracia para poder encontrarme contigo.
Petición
Jesús, aumenta mi fe, cura mi debilidad.
Meditación del Papa Francisco
Jesús es perseguido desde el principio: recordamos cuando, al inicio de su predicación, regresa a su pueblo, va a la sinagoga y predica; inmediatamente, después de una gran admiración, empiezan: 'Pero este, sí sabemos de donde es. Este es uno de los nuestros. ¿Pero con qué autoridad viene a enseñarnos? ¿Dónde ha estudiado?' ¡Lo descalifican! Es el mismo discurso, ¿no? ¡Pero este sabemos de dónde es! ¡Cristo, sin embargo, cuando venga nadie sabrá de dónde es! ¡Descalificar al Señor, descalificar al profeta para quitarle la autoridad!
Descalificarlo porque Jesús salía y hacia salir de ese ambiente religioso cerrado, de esa jaula, lucha contra las personas que enjaulan al Espíritu Santo. Y por esto es perseguido: ¡siempre! Los profetas son todos perseguidos o incomprendidos, dejados de lado. ¡No les dan su lugar! Esta situación, ha proseguido, no ha terminado con la muerte y resurrección de Jesús: ¡ha continuado en la Iglesia! ¡Perseguidos fuera y perseguidos dentro! Cuando leemos las vidas de los santos cuántas incomprensiones, cuántas persecuciones han sufrido los santos, porque eran profetas. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 4 de abril de 2014, en Santa Marta).
Propósito
Pedir a Dios me libre de buscar la gloria humana y esforzarme por ser discreto en todo.
Diálogo con Cristo
Señor, te pido que así como rescataste al hombre poseído por un espíritu inmundo me liberes de la búsqueda de la gloria humana. Ayúdame a ser humilde, que todas mis acciones estén impregnadas de la pureza de intención. Que haga el bien de manera oculta, sin esperar recompensa.
DÍ LO QUE SIENTES
Dí lo que sientes
Siempre dí lo que sientes y haz lo que piensas...
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.
Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso, y que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.
Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.
EL ÁRBOL DE LOS AMIGOS
El árbol de los amigos
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz y lo que necesitamos sin que se lo pidamos.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado. Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.
Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.
También hay amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido están siempre cerca en nuestro corazón.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestras vidas.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre.
Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho y, habrá de los que no nos dejaran casi nada. Esta es la situación en la que se comprueba que dos almas no se encuentran por casualidad.
EL CRUCIFIJO DE ALTAR
El crucifijo de altar
El crucifijo se debe colocar sobre el altar durante la Santa Misa. Hay dos excepciones a esta regla...
Por: Redacción | Fuente: www.enciclopediacatólica.com
El crucifijo es el elemento principal del altar. Se coloca en el altar para recordar al celebrante y a los feligreses que la víctima que se ofrece sobre el altar es la misma que se ofreció en la Cruz. Por esta razón el crucifijo se debe colocar sobre el altar siempre que se celebra la Misa. La rúbrica del Misal Romano (XX) establece que debe ser colocado en el centro del altar entre los candeleros, y que debe ser lo suficientemente grande como para ser visto convenientemente por el celebrante y los feligreses.
Como ya señalamos, el crucifijo se debe colocar sobre el altar durante la Santa Misa. Hay dos excepciones a esta regla:
(1) Cuando la crucifixión es la parte principal del retablo o del cuadro detrás del altar. Decimos deliberadamente la parte principal del retablo o del cuadro, porque si el cuadro representa a un santo, por ejemplo, San Francisco Javier con un crucifijo en la mano, o Santo Tomás arrodillado ante la Cruz, incluso si ésta es grande, tal cuadro no es suficiente para tomar el lugar del crucifijo de altar.
(2) Cuando se expone el Santísimo Sacramento.
QUÍTAME LO QUE QUIERAS PERO NO LA ALEGRÍA
Quítame lo que quieras pero no la alegría
Son innumerables los beneficios que acarrea una simple sonrisa: ahuyenta la tristeza, la melancolía, la depresión...
Por: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD | Fuente: Catholic.net
Cuenta una anécdota que yendo santa Teresa a hacer las escrituras de una de las fundaciones, preguntó al escribano, después de hechas, cuánto eran sus honorarios. Éste le contestó con desparpajo:
– Solamente un beso.
Y la santa se lo dio, natural y sonriente, al tiempo que exclamaba:
– Nunca una escritura me salió tan barata.
El pueblo ha visto en Santa Teresa de Jesús la santa del buen humor, de la gracia y del donaire. Estaba dotada verdaderamente de gracias naturales como la jovialidad, espontaneidad, cordialidad, afabilidad y sencillez. María de la Encarnación nos dice que "era muy discreta, y alegre con gran santidad, y enemiga de santidades tristes y encapotadas, sino que fuesen los espíritus alegres en el Señor, y por esta causa corregía a sus monjas si andaban tristes, y les decía que mientras les durase la alegría les duraría el espíritu".
La vida de sacrificio y penitencia no la consideraba reñida con la alegría. Tanta importancia daba a la hora de la recreación como a la de la oración. Así ponía gran empeño en que las monjas participaran del momento de la recreación y pudieran compartir libremente. En cierta ocasión, estando en Medina del Campo, reprimió severamente a la hermana Alberta, que se quejaba: "¿Ahora nos llaman a cantar? Mejor fuera para contemplar".
Gozaba de gran libertad para hablar de sí misma, de sus dolores y achaques. Bromeaba con la Inquisición, ponía apodos con gracia. Al pintor Fray Juan de la Miseria, que la retrató, le dijo: "Dios te perdone, Fray Juan, que ya que me pintaste podías haberme sacado menos fea y legañosa".
Santa Teresa fue una mujer madura, capaz de maravillarse y asombrarse de las cosas de cada día. Ella nos dejó esta frase célebre: "También entre los pucheros anda Dios", gozó con todo lo creado. De su fe en este Dios cercano, vivo en cada cosa y acontecimiento, le brotó esa alegría natural y contagiosa. A brazo partido luchó para que sus monasterios gozaran de este ambiente de libertad donde se respirase a un Dios alegre, capaz de llenar de felicidad cualquier corazón humano.
Un grupo de matrimonios americanos que regresaban a su patria acudió a visitar a la Madre Teresa. Al despedirse le pidieron un consejo para su vida de familia. "Sonrían a sus mujeres", dijo a los hombres. "Sonrían a sus maridos", dijo después a las mujeres. Extrañado alguno de ellos, preguntó a la religiosa: "¿Usted está casada?". Y la Madre Teresa, sin perder la sonrisa, sorprendió a los presentes con esta respuesta: "Naturalmente que estoy casada. Y créame que no siempre me es fácil sonreír a mi marido. Porque Jesús es un esposo muy exigente".
¿Si podemos enamorarnos de personas y de cosas, si nuestro corazón queda prendado de una puesta de sol o de un paisaje tropical, por qué no nos vamos a poder enamorar de Dios? Dichosos aquellos que se enamoran radicalmente de Dios, porque su vida será una fuente inagotable de paz, de alegría y de felicidad.
El amor a Dios es un mandato para todos los creyentes. No es especialidad o exclusividad de una cultura, época, edad o estado. Lo que importa es el amor, no la manera de expresar ese amor.
Se puede amar en el silencio de una noche y en medio del bullicio del día. No dejamos de amar a los nuestros cuando trabajamos o cuando estamos de brazos cruzados, cuando sonreímos o cuando lloramos. Lo que importa es amar.
Siempre que amamos a Dios lo debemos demostrar con la vida amando al hermano. Y al hermano también se le puede demostrar el amor de mil maneras. La mamá ama a su hijo cuando lo mece, cuando lo corrige, cuando le da de comer, cuando lo lleva al médico...
El cristianismo se puede vivir de varias formas. Lo importante no es el modo que se elige, la vocación o profesión. Lo importante es ser y vivir lo que se cree, pues cualquier trabajo se pude hacer a la perfección o rayando la mediocridad. Y si uno es mediocre, no es por la profesión o vocación que se ejerce, sino por la talla de la propia persona.
Podemos sonreír a todo y en todo. Un poco de alegría vale más que todo el oro del mundo. Son innumerables los beneficios que acarrea una simple sonrisa: ahuyenta la tristeza, la melancolía, la depresión... La sonrisa rejuvenece, sana las heridas del pasado, abre horizontes al futuro y pone alas en el alma. La sonrisa es la mejor medicina para el cuerpo y para el alma. La alegría más auténtica nace del corazón.
Consciente san Pablo de la importancia de la alegría, repetía machaconamente a los cristianos que siempre estuvieran alegres. No nos debe extrañar, pues, el consejo de la Madre Teresa a los matrimonios: "Sonrían". Quizá debamos repetir con Neruda: "Quítame el pan, si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu sonrisa porque moriría".
LA LEYENDA DE LA CAPA DE SANTA BRÍGIDA, PATRONA DE IRLANDA, 1 DE FEBRERO
La leyenda de la capa de Santa Brígida
Patrona de Irlanda
El rey de Leinster era conocido por su avaricia y poca ayuda para los pobres, de hecho...
Por: Redacción | Fuente: centroaletti.com / otros
Cuenta la leyenda que el rey de Leinster era conocido por su avaricia y poca ayuda para los pobres, de hecho ni siquiera Santa Brígida era capaz de hacerle contribuir de forma respetable con las necesidades de los menesterosos.
Cierto día, la Santa tuvo una idea para que escarmentara por su codicia, así se dirigió al rey solicitándole que le concediera la tierra que pudiera cubrir su capa. A pesar de sus recelos, para zafarse de la cuestión terminó por consentir.
En ese momento, todos estaban situados sobre el punto más alto de Curragh, por lo que solicitó a cuatro de sus hermanas que extendieran bien abierta su capa sobre la hierba. Tomaron la prenda, y en vez de tenderla sobre la hierba, cada una de ellas comenzó a correr velozmente hacia el norte, sur, este y oeste, extendiendo la capa a voluntad del viento en todas direcciones.
Otras damas, cuando los límites aumentaron, aferraron partes de la capa para que mantuviera una forma más o menos regular, y siguieron estirándola y estirándola. El manto creció de inmediato y comenzó a cubrir muchas hectáreas de tierra.
El rey consternado preguntó a Santa Brígida qué estaba ocurriendo. La Santa le dirigió una de sus miradas más duras y le contestó que estaba cubriendo con su capa todo su territorio, para castigarle por su inmensa mezquindad.
El rey cayó al suelo y se arrodilló ante ella y le prometió Brígida y sus hermanas dinero, alimentos y suministros. Poco después, el rey se convirtió al cristianismo y comenzó a ayudar a los pobres y puso en marcha la construcción del convento.
Cuenta la leyenda que el convento fue reconocido por hacer mermelada de los arándanos locales y pronto comenzaron a solicitarla desde toda Irlanda. Así comenzó la tradición, entre los devotos de Santa Brígida, de comer mermelada el 1 de febrero en honor de este milagro.
Imagen:
Santa Brígida en la Capilla del Pontificio Colegio Irlandés de Roma
Santa Brígida está representada con la iglesia de Kildare en llamas. Gracias a ella, el fuego del paganismo que ardía en este lugar es sustituido con el fuego de la de Pascua de Cristo. La imagen de la encina está ligada a la de la zarza ardiente, pues está cerca el sagrario. A través del fuego se abre una riquísima simbología: la Virgen que genera el cuerpo de Cristo es esta zarza ardiente, el pan se convierte en el cuerpo de Cristo es esta zarza ardiente, la Iglesia misma es esta zarza ardiente. En el mosaico vemos a santa Brígida mientras extiende el manto para conquistar la tierra a fin de fundar su monasterio.
SANTA BRÍGIDA DE KILDARE, PATRONA DE IRLANDA, 1 DE FEBRERO DEL 2015
Brígida de Kildare, Santa
Patrona de Irlanda, 1 de febrero
Por: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Patrona de Irlanda junto con los santos
Patricio y Columbano
Martirologio Romano: En Kildare, en Irlanda, santa Brígida, abadesa, que fundó uno de los primeros monasterios de la isla y, según se cuenta, continuó el trabajo de evangelización iniciado por san Patricio (c. 525).
Breve Biografía
Parece una contradicción, pero a pesar de su gran fama que la hace pasar por la santa más conocida de Irlanda y de estar unidos a su figura gran cantidad de elementos festivos y folclóricos se conocen muy pocos hechos históricos sobre su vida.
Fue Cogitosus que vivió del 620 al 680 su primer biógrafo, pero -lastimosamente- poco escribe acerca de la vida terrena de la santa; su escrito se pierde en descripciones sociales y religiosas en torno al monasterio de Kindale, probablemente mixto y con jurisdicción quasi-episcopal, fundado por Brígida.
También existen himnos y poemas irlandeses de los siglos VII y VIII que en sí mismos testimonian el culto que se tributaba a la santa irlandesa.
Un poco más adelante, el obispo de Fiésole, Donatus, a mitad del siglo IX, escribe su vida en verso y este debió ser el vehículo de la rápida difusión de su culto por Europa.
Pero de esta carencia de datos que impiden el diseño de un perfil hagiográfico completo; la religiosidad popular y el calor de las gentes por su santa ha suplido con creces la grandeza de su vida fiel al Evangelio y entregada a su vocación religiosa.
Del hecho de pertenecer Brígida a una tribu inferior en su tiempo, concretamente la de Forthairt, la fantasía la hace nacer del fruto de la unión -extraña al matrimonio- de su padre, Duptaco, con una bellísima esclava, con todos los problemas que esto produce en el entorno familiar legítimo, desde el disgusto de la esposa hasta la proposición de su venta. Claro que de esto se sacará la noble lección de que Dios puede tener planes insospechados para los espúreos inculpables que pueden llegar a las cimas más altas de la santidad y dejar tras de sí una estela de bien para la gente.
Heredada la extrahermosura de su madre, para no ser ocasión de pecado y no ser ya más pedida en matrimonio, pide a Dios que la haga fea. ¿Para qué quiere la hermosura quien sólo piensa en Dios? Ha decidido entrar en religión. Derrama lágrimas abundantes y son escuchados sus ruegos con un reventón del ojo; por este favor da gracias a Dios que luego le devuelve todo su esplendor. La lección está clara: quien posee al Amor desprecia lo que a tantas vuelve locas y vanas para alcanzar un amor.
También los pobres están presentes en el relato; no podría concebirse santidad sin caridad. Y ahora es la vaca su cómplice; nunca se secaron las ubres, una y otra vez ordeñadas por Brígida, cuando había que remediar a un menesteroso. La vaca ha quedado presente, como emblema, en las representaciones pictóricas de los artistas, junto a la imagen de la santa.
Y aún hay más; sí, son inagotables los relatos de bondades. Se habla de leprosos curados y de monjas tibias descubiertas; la muda Doria comienza a hablar y termina sus días como religiosa en el convento; frustra asesinatos; da vista a ciegos y... como expresión del estilo de un pueblo ¡convierte el agua de su baño en cerveza para apagar la sed!
Los himnos, versos, poemas y canciones populares -con sencillez y regocijo- muestran el calor de un pueblo por su santa y dice con sus leyes lo que las de la crítica histórica ni puede ni debe decir.