Autor: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net Explicación de la parábola del sembrador | |||
Lucas 8, 4-15. Tiempo Ordinario. Que la Palabra de Dios entre como una semilla y de fruto en nuestro corazón. | |||
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sábado, 20 de septiembre de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 20 DE SEPTIEMBRE DEL 2014
¿HACE CUÁNTO QUE NO LE CANTAS A LA VIRGEN MARÍA?
Autor: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
¿Hace cuánto que no le cantas a María?
Porque necesitamos la paz de su mirada, el calor de su compañía, la ternura de su afecto, la alegría de su sí al Padre.
¿Hace cuánto que no le cantas a María?
Cantar a María es una manera íntima, humana, muy nuestra, de cantar a Dios. Es reconocer que la Redención ha sido completa en nuestra Madre. Es celebrar que Ella, en cierto modo, nos representa ante el Dios amante de la vida, redentor del hombre y de la historia.
Cantar a María es mirar al mundo con ojos distintos. Porque la santidad divina purificó completamente una existencia humana. Porque el sí de la creatura fue genuino y alegre. Porque el Amor encontró en una joven de Nazaret su morada. Porque no faltó el vino en Caná y empezaron, para todo el mundo, las bodas del Cordero.
Cantar a María es reconocer la grandeza de Dios. Porque mira al humilde, porque acoge al débil, porque rechaza al soberbio, porque salva al pecador arrepentido. Porque quiso ser Niño, porque quiso tener Madre humana, porque empezó a ser Hermano nuestro. Porque tuvo necesidad de alguien que sufriese, como Mujer, como Mediadora, al lado de la cruz.
Cantar a María es aprender a ser como niños. Porque necesitamos la paz de su mirada, el calor de su compañía, la ternura de su afecto, la alegría de su sí al Padre. Porque queremos ser creyentes como Ella, porque necesitamos fiarnos de Dios, porque no nos resulta fácil caminar en las tinieblas, porque necesitamos ayuda para escuchar la voz del Espíritu.
Cantar a María es parte de nuestro caminar cristiano. No hay Hijo del Hombre sin la Madre. Jesús la quiso, y, en Ella, nos quiso a todos. También a quien lucha contra el egoísmo, a quien siente difícil la pureza, a quien piensa que es imposible el amor al enemigo. También a quien se levanta, una y mil veces, tras la caída, para pedir perdón a Dios (un Dios presente a través del sacerdote que repite lo que diría el Hijo: te perdono).
Cantar a María es decir, simplemente, desde el corazón, un gracias a Dios. Porque en su Madre nos ha amado con locura. Porque venció así nuestro pecado. Porque nos abrió el cielo, donde está Ella esperándonos. Porque nos quiere pequeños, débiles, pero seguros: no hay miedo junto a la Madre. Sólo hay esperanza, alegría y amor sincero.
MUJER FORMADORA ¿DE QUÉ?
Autor: Lizy Dueñas | Fuente: http://www.agenciacatolica.org
Mujer formadora, ¿de qué?
Depende de cada mujer qué tipo de formadora quiere ser
Mujer formadora, ¿de qué?
Es común pensar en la mujer como una persona atenta, acogedora, protectora y hasta consentidora. Una mamá, una tía favorita, una buena amiga, una maestra, la monjita, la abuelita, etc. Su actitud regularmente es para ayudar, escuchar, comprender y/o dar un consejo.
Las cualidades de una mujer son excepcionales y no sólo cuando se trata de atender a un hijo, sino de manera general. Significan un punto de apoyo básico en la vida de cualquier ser humano. De hecho, al lado del hombre como la figura paterna, la mujer se considera parte fundamental en la vida de cualquier ser humano desde su nacimiento.
Sin embargo, también se puede concebir a la mujer de una forma negativa, donde esa cualidad de ser atenta se traduce como ser metiche, si es acogedora se ve como acaparadora, si es protectora se define como controladora y si es consentidora se le ve como favorecedora de la inutilidad.
¿Cómo es que todas esas bellas y fundamentales cualidades que aporta la mujer en la vida de los demás, se puedan transformar en tales acciones fastidiosas y desagradables?
Es aquí donde nos planteamos ¿La mujer es formadora? ¿de qué?
No podemos negar frases e ideas históricas y bastante universales como ¡Cuidado con tu suegra!, ¡Ahí viene la chismosa de la vecina!, ¡Mamá no te metas!, ¡Esa mujer es una histérica!, ¡Si quieres comunicar algo, díselo a una mujer! y otras más recientes en la historia: ¡Esa mamá parece otra adolescente, compite con su hija! y qué decir cuando es una mujer la que va frente al volante: ¡Tenía que ser mujer! y así podríamos seguir, pero estas frases son suficientes para aclarar la idea.
Aunque suene grotesca la idea, es real que la mujer tiene varios puntos de desliz. Es decir, tienen como cualquier ser humano, debilidades e imperfecciones. Sin embargo, la mujer “claro que es formadora”, sobre todo, primero de sí misma porque debe forjar aquellas cualidades que describía de ella al inicio. Esas cualidades dan una trascendente aportación al desarrollo y formación de quien la mujer tiene a su cargo para educar.
Así que además de ser formadora primero de sí misma, es formadora de quien le toque formar. Y no solo pensamos aquí en los hijos, sobrinos, alumnos, sino en cualquier persona con quien convive, ya sea su esposo, compañeros de trabajo, demás miembros de la familia, amigos. Hombres y mujeres, de cualquier edad.
Esto no significa que llevará un letrero que anuncie, soy formadora. O que pondrá una alarma en el celular para que le recuerde durante el día que es formadora. O que estará encima de quien se le ponga enfrente, para formarlo. No. Significa simplemente que pone al servicio de los demás sus cualidades naturales, bien formadas y oportunamente aplicadas.
Entonces, la mujer ¿es formadora o no? Lo es, sin embargo depende de cada mujer qué tipo de formadora quiere ser.
Efectivamente, hay algunas tendencias típicas en la mujer que es necesario detectar. Edith Stein las describía con claridad en una conferencia que dio sobre el tema de la mujer:
“Interesarse por una misma y hacer que los demás se interesen por una. Vanidad, deseo de alabanza, reconocimiento, deseo desenfrenado de comunicación, interés desmedido por los demás, curiosidad, chismorreo. Indiscreta, que es meterse en lo íntimo de los otros”.
Por lo tanto, cada mujer tiene que estar atenta a sí misma. Detectar esos puntos frágiles donde puede acabar siendo controladora, en lugar de mostrar un sano interés por el otro. O donde es consentidora y no contribuye a la realización libre de la personalidad del otro. Donde en lugar de ser atenta, lo que quiere es inmiscuirse y enterarse de todo.
Un ejemplo claro se puede ver en la familia, a veces por buena intención de la madre de saber cómo están o que le pasa a los hijos o al esposo, éstos terminan fastidiados, echando, al menos por un momento, a su madre de sus vidas. Ocultándole sus cosas personales o mintiéndole. Porque la mujer en este caso, no ha sabido encontrar el límite de la intimidad del otro, respetar y esperar. Sin embargo, si ella sabe respetar, naturalmente y a su tiempo, el otro al no sentirse invadido, acudirá por propia iniciativa a ella, en busca de un consejo, de escucha o de cariño.
En el campo laboral, cada vez es más común compartir el trabajo entre hombres y mujeres. Aquí es muy diferente si las mujeres muestran una actitud controladora, mandona y dominante, de jefa autoritaria, a querer buscar la colaboración de todos, que se sientan parte de un proyecto, que tengan confianza en sí mismos y se respete su dignidad. Esto lo puede hacer muy bien la mujer. Pues ella tiene esa cualidad por naturaleza, de inclinarse a lo humano y vivo, a la persona. Se podría decir que lo que hace, lo hace con el sentido último de hacer un bien a la persona. No se conforma sólo con un resultado material y monetario.
Por eso de nuevo la pregunta, ¿formadora? Sí, por su naturaleza, ella es formadora. Su tarea es humanizar la sociedad, los ambientes familiares, laborales y sociales. Y lo logra formando primero su propia persona, su ser mujer. Para aportar lo mejor de sí misma en el momento y la forma conveniente. Sin deformar esas cualidades femeninas con que ha sido dotada por naturaleza.
Por eso, también es bueno recordar otra frase histórica sobre la mujer:
“Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer”.
Quizá esta frase no indique que la mujer siempre deba estar detrás del hombre, sino que quien tiene la tarea de formar, es normal que sepa estar detrás, impulsando a quien forma a salir para dar lo mejor de sí.
PARA VENCER AL DEMONIO
Para vencer al demonio
El presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, P. Francesco Bamonte, compartió algunos consejos sobre las mejores armas para hacer frente al diablo, y advirtió que no es suficiente saber que los demonios existen, sino que es preciso conocer cómo actúan para no caer en sus trampas.
En entrevista con Radio Vaticano, al poco tiempo de que la Asociación Internacional de Exorcistas recibiera el reconocimiento jurídico de la Congregación para el Clero en la Santa Sede, el P. Francesco Bamonte señaló que “los demonios actúan en la historia personal y comunitaria de los hombres, tratando de propagar entre los hombres la elección del mal”.
“Por eso, no basta saber que existen, sino que es preciso también conocer cómo actúan para prevenir y rechazar sus ataques y no caer en sus trampas”, advirtió el exorcista de la diócesis de Roma.
El exorcista recordó que “el Papa también ha subrayado varias veces que los demonios –que son repelentes y repugnantes– se disfrazan de ángeles de luz para hacerse atractivos y engañar mejor a los hombres. Jesús en el Evangelio nos enseña cómo luchar y vencer a los demonios con su gracia”.
Cuatro "armas" para luchar contra la tentación del demonio
Para hacer frente a las tentaciones de los demonios, el sacerdote enumeró cuatro armas muy poderosas: la Palabra de Dios, el Rosario, la confesión frecuente y la participación en la Santa Misa.
El presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas aseguró que “el arma poderosa, ante todo, es la lectura y la meditación de la Palabra de Dios, como dice el Papa Francisco, que nos ha invitado a llevar siempre en el bolsillo un Evangelio. En nuestro interior, esta Palabra, cuando entra, vive, actúa y nos llena de la gracia del Espíritu Santo”.
“Y luego está el Rosario, el encomendarse a la Virgen, a quien el demonio odia especialmente”.
La tercera arma, dijo, es “la confesión frecuente: reconocernos pecadores humildemente, confesar nuestros pecados y pedir a Dios la fuerza para no pecar más”.
A continuación recomendó “la participación en la Santa Misa los días festivos. Y también la lucha contra nuestros vicios, contra lo que el pecado original ha dejado en nosotros, para que triunfe el hombre nuevo en Cristo”.
El P. Francesco Bamonte señaló que la presencia de un sacerdote exorcista en una diócesis es importantísima. “De hecho, cuando no hay un sacerdote exorcista, a menudo la gente se dirige a magos, hechiceros, lectores de cartas y del futuro, sectas”.
El P. Bamonte indicó que “el exorcista es ante todo un evangelizador, un sacerdote, por lo que sea cual sea el origen del mal que padece quien acude a él, sea o no sea una auténtica forma de acción extraordinaria del demonio. El sacerdote exorcista se esfuerza por infundir serenidad, paz, confianza en Dios y esperanza en su gracia”.
Fuente: ReL
RECUERDA SIEMPRE
Recuerda siempre
1. Tu presencia es un regalo para el mundo.
2. Eres una persona única en un millón.
3. Tu vida puede ser como tu quieras que sea.
4. Vive cada día con intensidad.
5. Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.
6. Lucharás contra la adversidad que se presente.
7. Dentro tuyo hay infinitas respuestas.
8. Comprende, ten coraje, se fuerte.
9. No te impongas límites.
10. Hay tantos sueños que esperan ser realizados!!!
11. Las decisiones son demasiado importantes para librarlas al azar.
12. Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.
13. No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.
14. Cuanto más carguemos con un problema, más pesado se hace.
15. No te tomes las cosas con tanta seriedad.
16. Vive una vida de serenidad, no de lamentos.
17. Recuerda que un poco de amor recorre un largo camino.
18. Recuerda que mucho es para siempre.
19. Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
20. Los tesoros de la vida son las personas unidas.
21. Nunca es tarde.
22. Transforma lo cotidiano en extraordinario.
23. Ten salud, esperanza y felicidad.
24. DEJA QUE DIOS GUIE TU VIDA.
Y jamás olvides... ni siquiera por un día... cuan especial eres.
RECETA AL ALCANCE DE TODOS
Receta al alcance de todos
1.- TENER A MANO:
Abrelatas, para abrir corazón endurecido Cuchillo, para cortar vicios.
Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
2.- ABSTENERSE:
Abstenerse de comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias).
Bajarle al condimento de desquites.
Evitar altas grasas de egoísmo.
No tomar vinagre, que pone de mal genio.
Lavar bien el corazón, para que no se infecte de la cólera.
Evitar el consumo excesivo de picantes.
Para no enojarse y decir maldiciones, evitar el camarón, porque adormece la
conciencia, y "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente".
No tomar postres helados, que congelen el afecto, evitar comer de muertos-
de envidia -, para que luego no te digan " que con su pan se lo coma ", no
echarle demasiada crema a tus tacos.
3.- MENÚ RECOMENDADO:
Como platillo fuerte:
Exquisita caridad para con el necesitado.
Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
Ensalada de detalles de afecto para el prójimo.
Pan abundante para compartir con el hambriento.
Vino de alegría para invitar a los tristes y desanimados. Sopa de letras para escribir mas seguido a familiares y amigos.
Sopa de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan para los afligidos, ya que " las penas con pan son menos " y con manteca
son mejores....
De postre se recomienda: perita en dulce, para ser mejor persona, naranja para tapar los defectos de los otros, yogurt para repetir... para repetir gestos de perdón, naranja dulce y limón partido " dame un abrazo yo te pido " (abrazar a los seres queridos y darles besitos de verdad, no de chocolate)
Y NO OLVIDES:
" Donde come uno, comen dos "
" Échale siempre mas agua a los fideos"
" Comparte tu vida con los otros "
SI ESTÁS...
SI ESTÁS..
Si estás enojado con alguien, y nadie hace nada por arreglar la situación... arréglala tú. Tal vez hoy, esa persona todavía quiera ser tu amiga, y si no la arreglas, tal vez mañana puede ser muy tarde.
Si estás enamorado de alguien, pero esa persona no lo sabe... díselo. Tal vez hoy, esa persona también esté enamorada de ti y si no lo dices hoy, tal vez mañana puede ser muy tarde.
Si te mueres con ganas por darle un beso a alguien... dáselo. Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, si no se lo das hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado... díselo. Tal vez esa persona siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si necesitas un abrazo de un amigo... Pídeselo. Tal vez ellos lo necesitan más que tú, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.
Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias... díselo. Tal vez también te aprecian, y si se van o se alejan, tal vez mañana puede ser muy tarde.
Si quieres a tus papás, y nunca has tenido la oportunidad de demostrarlo... hazlo. Tal vez hoy, tienes ahí para demostrárselos, pero si se van, tal vez mañana puede ser muy tarde.
(Pequeñas Semillitas)