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LA SOMBRA DEL ASNO



La sombra del asno


Demóstenes echaba en cara los errores a los atenienses. Un día, que les estaba hablando en una  plaza pública, recibió un abucheo fenomenal. “¡Sólo dos palabras para contaros la historia de 
un asno”, gritó. Y la multitud le dejó hablar.

“Había una vez, prosiguió Demóstenes, un viajante que alquiló un asno para  ir de Atenas a Megara y el dueño del asno le acompañó en el viaje. A mediodía buscaron la sombra  de un árbol para sentarse a comer y como no había ninguno, el dueño del animal se sentó a la sombra  del asno.

-Te he alquilado el asno, pero no su sombra de modo que el asno sigue perteneciéndome –  explicó el propietario.

-De ninguna manera. Me has alquilado el burro entero con todas sus circunstancias, replicó el  viajante”.

Al llegar a este punto, Demóstenes se calló. Los asistentes gritaron : “¿Y qué ocurrió  después?” Y el orador preguntó: “¿Os interesa más oír hablar de la sombra de un asno que de 
vuestros propios intereses?

PARÁBOLA DE LA VERDAD Y LA LIBERTAD



Parábola de la verdad y la libertad
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

Los corazones de los discípulos se encendían de santo orgullo. Veían que los judíos convertidos ante las palabras del Maestro, se acercaban a él  entusiasmados y sin vergüenza de ser vistos por sus compinches.

El Maestro les decía: Manteneos fieles a mi palabra, seréis mis discípulos, entenderéis la verdad y la verdad os hará libres.

            Maestro, ¿cómo puede ser eso? Sabe que somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie.

Esta es la cuestión. Antes de verse implicados en la novedad que el Maestro traía consigo, querían saberlo todo a la perfección.

-    Sí, amigos. No le deis más vueltas a la cabeza. La verdad es la que traigo de parte de mi Padre celestial. Yo no hablo por cuenta propia. Transmito sus palabras. Las mismas que creyó Abrahán.

-     ¿Las mismas? Sí, acudid a la Escritura. Toda ella  se refiere a mi venida al mundo. Yo soy el Mesías. Lo tenéis delante. Es la verdad. Todo el que cree en mi, es un ser libre.¿ Qué?  ¿Le tenéis miedo a los otros judíos santones e hipócritas?

-    Y los dejó pensativos.

Hoy, Maestro, hay gente que piensa que seguirte a ti es perder  la libertad. Y es todo lo contrario. Tu seguimiento supone estar en la verdad y ésta lleva aneja la libertad, que es respuesta al bien y a la novedad de vida que nos propones. 

¿ Sigues al Maestro con libertad?

ORACIÓN DEL MAESTRO: Padre, ¡cuánto cuesta meter en la cabeza y  en el corazón de esta gente que yo soy tu enviado, el que todos esperan. Pero, ¡ qué pena!, creían que ibas a enviarme como un guerrillero o caudillo para que acabase con todos sus enemigos. Y, al verme tan normal, no me creen. Pero, gracias, Padre porque no me desanimo nunca.


FLORECILLAS A MARÍA: 30 DE MAYO

FLORECILLAS A MARÍA
Flor del 30 de mayo: María Reina de la Paz

Meditación: “Reina de la Paz,…da al mundo la Paz en verdad, en la Justicia y en la Caridad de Cristo” (Pío XII, 1942, Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María). “Ella dio a Luz al Príncipe de la Paz” (Isaías 9,5). La Paz, bendición del Salvador, no es la del mundo, pues el seguirle es persecución (conforme a Mateo 10,34-39). Es la Paz del corazón que quita la angustia y el temor, es fruto del Espíritu de Dios que habita en nuestro corazón y nos anticipa la alegría de la esperanza de quien a Dios da su alma (conforme a Juan 14,26-28). En Fátima, María nos prometió que “al final mi Corazón Inmaculado triunfará y vendrá un tiempo de Paz”. Todo está cercano, pero Dios está esperando al hombre, para que vuelva a Su lado, para que haga la paz con El. Sometiéndose a Su Santa Voluntad, haciendo penitencia por los pecados de ésta pobre tierra que está desierta, y oración para reparar y volver todos al Padre Celestial. Confesemos nuestros pecados para tener un corazón sano y ofrezcamos la Santa Comunión por la conversión.

Oración: ¡Oh María, Reina de la Paz!. Enséñanos a orar y reparar a través de tu Inmaculado Corazón, para así alcanzar la Redención, trayendo a la tierra el Reino de Dios. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ayuno en reparación de los pecados y las ofensas al Santísimo Sacramento del Altar.

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 30 DE MAYO DEL 2014

Autor: H. Esteban M. Castro | Fuente: Catholic.net
De la tristeza a la alegría
Juan 16, 20-23. Pascua. Si estoy convencido de que Dios está cerca de mí, en lo hondo del corazón reina una alegría que es mayor que todos los sufrimientos.
 
De la tristeza a la alegría
Del santo evangelio según San Juan 16, 20-23

Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre. 

Oración introductoria

Señor Jesús, con razón me dijiste que habría de llorar y lamentarme en esta tierra. ¿Sabes? Cuando he intentado serte fiel, he sufrido muchas veces a manos de mi egoísmo y mi sensualidad, o a manos de los hombres que no creen en ti. Sin embargo, Señor, tu palabra me sostiene. Sé que ves mi esfuerzo. Sé que estás a mi lado. Gracias, Señor.

Petición

Señor Jesús, ayúdame a reconocer detrás de todo lo que me pasa, bueno o malo, tu mano amorosa que me quiere llevar a la eternidad. Dame fuerza para llevar la cruz que me has dado con una sonrisa en los labios, sabiendo que tú marchas delante de mí con tu cruz.

Meditación del Papa Francisco

Jesús mismo "se llenó de alegría en el Espíritu Santo". Su mensaje es fuente de gozo: "Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena". Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: "Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría". E insiste: "Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría". Después ellos, al verlo resucitado, "se alegraron". El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad "tomaban el alimento con alegría". Por donde los discípulos pasaban, había "una gran alegría", y ellos, en medio de la persecución, "se llenaban de gozo". Un eunuco, apenas bautizado, "siguió gozoso su camino", y el carcelero "se alegró con toda su familia por haber creído en Dios". ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría? (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 5). 

Reflexión 

Por la gracia de Dios, nosotros hemos tenido la suerte de conocer a Cristo. Caminamos a su lado, caminamos de su mano. Sin embargo, hay muchas personas a nuestro derredor que no lo conocen o lo han dejado de tener presente en sus vidas. No tenemos que ir muy lejos. Posiblemente nuestros propios padres, hermanos o amigos caminan tristes por no ver al Señor que los guía, que los carga en brazos cuando ya no pueden más.

Nosotros lo vemos y ello nos da la felicidad. Sus pies nos enseñan por dónde caminar, sus manos nos ayudan a cargar con nuestros dolores, su aliento nos da fuerza para seguir adelante, sus heridas gloriosas nos dan salvación.

Propósito

Hoy hablaré con una persona sobre el amor que Dios nos ha tenido y cómo las contrariedades de nuestra vida se vuelven más llevaderas si lo vemos siempre a nuestro lado.

Diálogo con Cristo

Señor, gracias porque no me has abandonado en este valle de lágrimas a merced del diablo. Tú has bajado del cielo para enseñarme el camino que lleva al cielo, has muerto para mostrarme que no es esta vida lo importante sino alcanzar con ella el paraíso, y te has quedado en la Eucaristía para ser mi alimento y mi sostén.

Perdóname, Señor, perdón por mi ceguera; pues muchas veces me desanimo, me canso bajo el peso de la cruz. ¡Oh, qué sería de mí si tu no estuvieras a mi lado!

Dame valor para dar testimonio de ti ante los hombres que me encuentre, y ayúdame a mostrarles la alegría de vivir de cara a ti.



Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios (Pastor de Hermas, Mand. 10, 1)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Esteban M. Castro 

    SAN JOSÉ MARELLO, OBISPO Y FUNDADOR DE LA CONGREGACIÓN DE LOS OBLATOS DE SAN JOSÉ , MAYO 30


    San José Marello, OSJ
    Mayo 30

    Apóstol de los jóvenes y Fundador de los Oblatos de San José

    Nuestro Padre Fundador nació el 26 de diciembre de 1844 en Turín (Italia). Tuvo una niñez bastante común con una vida arraigada en la fe sencilla, humilde y de mucho servicio al prójimo tal como lo aprendió de sus padres. A los 10 años fue acólito en su Parroquia y a los 12 años, en 1856, el 31 de octubre, pide ingresar al Seminario Menor de Asti con la intención de hacerse sacerdote.

    De joven seminarista, despliega gran sensibilidad ante las necesidades de su entorno social, pastoral y espiritual de su tiempo. Se prepara con el entusiasmo y empeño más atento para lograr ser otro Cristo en el ejercicio de la caridad.
    Se ordena Sacerdote a los 24 años, el 19 de setiembre de 1868 en la Catedral de Asti por la imposición de manos de Mons. Carlos Savio quien lo elige su secretario el 21 de octubre del mismo año.

    Participa, como secretario de su Obispo en el Concilio Vaticano I, desde el 21 de noviembre de 1869 hasta el verano de 1870. Funda la Compañía de San José el 14 de marzo de 1878. El 4 de noviembre de 1884, traslada a sus primeros hijos espirituales de la Obra Michelerio al hospicio de Santa Clara, que se convirtió en la Casa Madre de la Congregación.

    Es nombrado Obispo de Acqui el 23 de noviembre de 1888. Al año siguiente, es consagrado Obispo, el 17 de febrero, en la ciudad de Roma; y tomó posesión canónica de su diócesis el 16 de junio. Desempeñó una labor apostólica inmensa en bien de sus feligreses. Muere santamente el 30 de mayo de 1895, en la ciudad de Savona. Tras su deceso es llamado "Mártir de de los pobres", "perla de Obispo", "Pastor insigne", "Apóstol de los jóvenes". Es canonizado el 30 de mayo de 2001.

    ALGUNOS ASPECTOS DE SU VIDA
    Retorno al Seminario

    En diciembre de 1863 se enfermó gravemente de tifus. Le dijo a su padre: “Papá, yo hubiera querido continuar con los estudios para hacerme sacerdote. Tú no has querido y yo te he obedecido. Pero la Virgen viendo los peligros en los que me encuentro, ha escuchado mi oración y está por liberarme. Si tú consientes que yo siga mi camino, me curaré rápidamente, de otro modo, la Virgen me llamará a sí”.


    Sacerdote, nuestro modelo de vida

    Al inicio de 1864, completamente restablecido, reinició los estudios en el Seminario y el 19 de setiembre de 1868 fue ordenado sacerdote en la Catedral de Asti. Por su inteligencia y por sus grandes capacidades prácticas, el obispo Monseñor Carlos Savio lo escogió como su secretario. Con él tuvo la oportunidad de conocer el gobierno de la Diócesis, acompañándolo en todas sus visitas a las parroquias de la Diócesis y en todos sus viajes.

    Confesor en el seminario

    En Asti, su preocupación particular era el Seminario, donde daba lecciones de catecismo. Durante dos años, entre 1881 y 1883, recibe el encargo de director espiritual y confesor de los seminaristas. De 1881 a 1889 fue también director espiritual en el Instituto Michelerio. Ya nombrado canónigo en 1881 frecuentó asiduamente la catedral para el oficio litúrgico del coro y para las confesiones.

    Concilio Vaticano I

    A fines de noviembre de 1869, Monseñor Carlos Savio fue a Roma para participar en el Concilio Vaticano I y llevó consigo a su secretario. Se alojó en el palacio del Quirinale, por entonces residencia de los papas, y conoció al cardenal Gioacchino Pecci, futuro Papa León XIII. Monseñor Savio y el Padre Marello tuvieron un encuentro con el Papa Pío IX en audiencia privada la noche de navidad del mismo año.

    Fundador

    El 14 de marzo de 1878 nació la Congregación en los locales del Instituto Michelerio donde el Padre José Marello había intentado construir la primera Compañía de San José. Los primeros cuatro jóvenes iniciaron la vida común. La espiritualidad de la nueva institución se inspira en San José, en su amor a Jesús, en el ocultamiento y en la laboriosidad: «Cartujos en casa y apóstoles fuera de casa».


    La Congregación

    La nueva familia religiosa se desarrolló, humilde y desapercibida, primero en un orfanatorio y luego en un hospicio. Su labor apostólica fue la actividad pastoral en las parroquias, en las escuelas, colegios y orfanatos, en la enseñanza de la religión, en el servicioProcesion en Lima
    a los párrocos, en el cuidado de la juventud, en la dedicación a los más humildes.

    Obispo
    Su nombramiento como obispo llegó improvisadamente el 23 de noviembre de 1888. Tenía apenas 44 años. El ingreso a su Diócesis tuvo lugar el 16 de junio de 1889. Su servicio episcopal en Acqui duró seis años, la muerte llegó también repentinamente el 30 de mayo de 1895, en Savona. Durante su gobierno pastoral visitó todas las parroquias. El contacto directo con la población era para él su primer deber. Por donde pasara suscitaba sentimientos de entusiasmo y de fe. En todos lados se repetía: “¡Es un santo!”.

    LA GLORIA

    Las virtudes heroicas 
    «Mons. Marello aparece como un pastor celoso, un modelo de virtudes practicadas con heroicidad, en la simplicidad y humildad de todos los días. Amaba la vida desapercibida, aunque no podía evitar ser admirado por su carácter dulce. Hombre de grandes virtudes y de un gran amor a Dios, estaba abierto a todas las iniciativas de caridad» (juicio de los consultores de la Congregación para la Causa de los Santos).

    Beatificación
    Manteniéndose después de su muerte la fama de su santidad, testimoniada con numerosas gracias obtenidas, se iniciaron los procesos informativos. El 28 de mayo de 1948 se introdujo la Causa de Beatificación y el 12 de junio de 1978, en presencia del Papa Pablo VI, se leyó el decreto sobre la heroicidad de sus virtudes. Juan Pablo II lo proclamó Beato en Asti Capilla de Ranquish
    el 26 de septiembre de 1993, presentándolo a los Pastores del Pueblo de Dios, a sus Oblatos y a los fieles, como ejemplo y modelo de caridad hacia todos, y de incansable y silenciosa labor en favor de los jóvenes y de los marginados.

    Canonización
    Ocho años más tarde, con un decreto solemne del 18 de diciembre del 2000, el Santo Padre Juan Pablo II declaró que "ha sido probado el milagro obrado por Dios por la intercesión del Beato José Marello, Obispo de Acqui, Fundador de la Congregación de los Oblatos de San José: es decir, la curación improvisa, completa y duradera de los niños Alfredo e Isila Chávez León, sanados ambos simultáneamente de broncopulmonía con fiebre alta, disnea y cianosis en pacientes con desnutrición crónica". Por tanto, el 25 de noviembre de 2001, al día siguiente del Sínodo de los Obispos, fue canonizado por el Papa Juan Pablo II quien recordó que el lema de vida del nuevo santo era « Proteger los intereses de Jesús ».

    ORACIONES A SAN JUAN DIEGO


    Oración a San Juan Diego

    Gracias por el mensaje evangelizador que con humildad nos has entregado.

    Tus nos recuerdas que la V. Santísima de Guadalupe es la Madre del Verdadero Dios por quien se vive y es la portadora de Jesucristo que nos da el Espíritu Santo, que vivifica a la Iglesia.

    Tu nos recuerdas que Santa María de Guadalupe es también nuestra Madre amorosa y compasiva.

    Gracias al obediente cumplimiento de tu misión, sabemos que Santa María  de Guadalupe nos ha colocado en su corazón.

    Gracias Juan Diego por este mensaje que nos fortifica en la Paz, en la Unidad y en el Amor de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.








     Oración a Juan Diego

    San Juan Diego, estrella maravillosa de Dios.
    Santidad comprobada desde tu nacimiento, modelo insigne de humildad y pureza, rectitud y sencillez marcaron tu vida.

    La inocencia fuè tu estandarte, y tanta y tan bella es tu alma que la más blanca y celestial doncella, nuestra Madre siempre Santa te escogió para dar al mundo Su hermosísima imagen.

    Hoy te suplico me concedas por su intercesión de Jesucristo Nuestro Señor la gracia de la santidad para mí y para toda mi familia la raza humana. 

    Ruega por nosotros San Juan Diego Para que seamos sanados, salvados y liberados del maligno y de todas sus amenazas y persecuciones, para que seamos programados por el Espíritu Santo, y alcancemos salud del alma, de la mente y del cuerpo, progreso material y espiritual; y que al final de esta vida seamos dignos por tu intercesión de la Patria Celestial.
    Amén.

    San Juan Diego intercede por nosotros.
    Santa María de Guadalupe ruega al Señor Jesús por nosotros.



    3 credos a Nuestra Señora de Guadalupe en honor y por todas las intenciones de San Juan Diego.