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AMOR QUE CURA


Amor que cura
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Hay hospitales y farmacias, pero no siempre está ahí el remedio para todas las enfermedades. ¿Cuál es el remedio para el desamparo y la orfandad del hombre de nuestra cultura?

Solo el amor de Jesús puede curar, sanar, restaurar el corazón herido del hombre. Y el Amor de Jesús puede curar el desamparo, el sin-sentido y la terrible orfandad del hombre, porque su amor es un amor rigurosamente probado y no ha sido vencido por el mal, ni por la muerte. El amor de Jesús es el amor de Dios siempre nuevo que dura, más fuerte que la infidelidad y el rechazo, más fuerte que el mal y que la muerte. ‘En sus llagas somos curados’ dicen los Escritos Sagrados de la Biblia, hablando de las heridas que Jesús lleva en su manos, en sus pies y en su corazón. A Jesús podemos ir con confianza para sanar las relaciones rotas con Dios y con la gente, a él podemos ir para fortalecer el corazón y hacerlo capaz del perdón y de la caridad.

Fuimos especialmente a Jesús resucitado cuando sobre nuestra cabeza se derramó el agua del Bautismo, y recibimos la unción del Santo Crisma. Vamos a Jesús resucitado cuando escuchamos o leemos los Escritos Sagrados, vamos a Jesús resucitado cuando miramos las imágenes y pinturas de Jesús y los misterios de su vida entre nosotros, y cuando le rezamos a él, a su Madre, o a los santos.
Vamos a Jesús resucitado en el sacramento de la Reconciliación, para recibir el perdón de los pecados. Vamos a Jesús resucitado en el Sagrario de los templos y santuarios cristianos y en la Sagrada Comunión. Vamos a Jesús resucitado en los hermanos de comunidad y vamos a Jesús en los pobres y en los más débiles y necesitados

FLORECILLAS A MARÍA: 20 DE MAYO

FLORECILLAS A MARÍA
Flor del  20 de mayo: María Corredentora

Meditación: Llegaron los días del Calvario para el Hijo, el Cristo…y también para la Madre. Cristo se entrega, María se entrega y entrega al Cordero de Dios en oblación de amor. ¡Qué dolor!. La Madre sigue el rastro de la Santa Sangre en la calle de la amargura, el Gólgota. Busca en su Dulce Jesús la preciosa mirada del Niño que alguna vez acunaba. El Cristo, su Cristo es una sola Llaga…y la miraba…su Corazón traspasado, también Sangre derramaba al ver la tragedia Sagrada, veía los Clavos como taladraban aquellas Manos que un día la acariciaban…y aquellos Pies que tanto caminaron sanando y santificando la tierra seca fruto del pecado. Ella que escuchó Sus primeras Palabras también las últimas escuchaba…y Su última mirada…a Su Madre amada sólo Amor confesaba…Su último latido, el de su Niño que había perdido. El Padre le pidió lo que Abraham ofreció, pero Ello tomó ese cáliz y lo bebió hasta el final. Perdón María porque sola te dejamos, porque no queremos nuestro pequeño calvario, perdón por preferir sólo vivir para mí, lleno de egoísmos y de vacíos, perdón por decir que mi cruz es pesada, si tú por mí haz sido también clavada…clavada espiritualmente la Madre, clavado en Su Cruz el Hijo, y todos esos Clavos debieron ser míos.

Oración: ¡Oh María Dolorosa, Oh Madre Corredentora!. Hazme un alma piadosa que esté junto a tí en el Calvario y permíteme participar del dolor de la Cruz para ser como tú, para asemejarme al Rey, y así poderlo ver. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar sobre nuestro destino de corredención junto a la Madre, que nos enseña el camino de la Cruz y nos invita a recorrerlo junto a Su Hijo, Jesús, como Ella lo hizo.

BUSCA LA DICHA


Busca la dicha
Autor: Susan Polis Shutz


Busca la dicha en la naturaleza
en lo bello de una montaña
en lo sereno del mar

Busca la dicha en la amistad
en el gozo de hacer cosas juntos
en el compartir y comprender

Busca la dicha en tu familia
en la estabilidad de saber
que a alguien le importas
en la fuerza del amor y la sinceridad

Busca la dicha en ti mismo
en tu mente y tu cuerpo
en tus valores y tus logros

Busca la dicha en todo cuanto hagas.

CÓMO SERÁ EL VIAJE DE PAPA FRANCISCO A TIERRA SANTA

Autor: Iacopo Scaramuzzi | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
Cómo será el viaje de Papa Francisco a Tierra Santa
El P. Lombardi habla sobre la visita a Jordania, Palestina e Israel del 24 al 26 de mayo: será breve pero intenso, como el de Pablo VI
 
Cómo será el viaje de Papa Francisco a Tierra Santa
Cómo será el viaje de Papa Francisco a Tierra Santa
El viaje del Papa a Tierra Santa (del 24 al 26 de mayo) será «muy breve y muy intenso», como fue el de Pablo VI en 1964. Lo dijo el vocero vaticano, padre Federico Lombardi, durante una reunión con los periodistas en la que explicó por qué no hay algunas etapas típicas de los viajes papales en el programa y en el que subrayó una serie de puntos en común entre los dos viajes de Bergoglio y Montini, a partir de la duración.

El primero que invitó al Papa a Jordania, Palestina e Israel, subrayó el jesuita, fue el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, «que le comenzó a hablar, desde la inauguración del pontificado, de un viaje de conmemoración del 50 aniversario del encuentro entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras».

Cuatro, durante el viaje, serán los momentos que compartirán el Papa y el Patriarca: el primer encuentro privado, que se llevará a cabo el domingo 25 en la delegación apostólica en Jerusalén (diferente de la Nunciatura de la Santa Sede que se encuentra en Tel Aviv), «el mismo lugar, la misma habitación» en la que se encontraron Papa Montini y el Patriarca ortodoxo, dijo Lombardi. Después de la entrevista privada y el intercambio de regalos, los dos firmarán una «declaración conjunta». Posteriormente, el Papa y Bartolomeo se dirigirán por separado al Santo Sepulcro para un «encuentro ecuménico», durante el que conmemorarán la muerte y la resurrección de Jesús y rezarán juntos un Padre Nuestro: «una oración común en un lugar santo de Jerusalén, en particular en el Santo Sepulcro, es algo que no se ha dado nunca», subrayó el vocero vaticano, pues ni siquiera Atenágoras y Pablo VI compartieron un «momento público de oración común».

Bergoglio y Bartolomeo después se dirigirán en el mismo vehículo al Patriarcado latino de Jerusalén, en donde cenarán con los patirarcas, los obispos y con el séquito papal. El cuarto y último encuentro, el lunes, el Papa visitará al “primus inter pares” de la ortodoxia en el edificio que se encuentra al lado de la Iglesia ortodoxa de Viri Galilaei en el Monte de los Olivos.

Durante el viaje el programa será muy intenso: catorce discursos, incluido el Regina Coeli del domingo, tres países, muchos desplazamientos internos, encuentros con todas las respectivas autoridades. El Papa hablará siempre en italiano.

Papa Francisco no usará durante estos tres días «ni el papamóvil ni ningún coche blindado», sino que se desplazará con un «coche normal o un jeep abierto». En particular, hay dos momentos previstos para el jeep descubierto: para saludar a los fieles que participarán en la Misa del sábado por la tarde en el International Stadium en Amán, Jordania, y el domingo, antes de la misa en la plaza del Pesebre en Belén, Palestina.

Y debido a todas las citas programadas, no habrá algunas etapas típicas de los viajes papales. No está previsto, por ejemplo, ningún encuentro oficial con los representantes de otras religiones. Además del cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y otros tres cardenales responsables de las Iglesias orientales, Leonardo Sandri, del Ecumenismo, Kurt Koch, y del Diálogo Interreligioso, Jean Louis-Tauran, formarán parte de la delegación papal Abraham Skorka, rector del Seminario rabínico latinoamericano, y el musulmán Omar Abboud, ex-secretario general del Centro Islámico de Argentina. No habrá discurso de despedida en ninguno de los aeropuertos de los tres países visitados.

¿El Papa hablará con los periodistas que viajarán con él durante el vuelo de regreso, como hizo durante el vuelo de Río de Janeiro a Roma el verano del año pasado?, preguntaron algunos periodistas. «Creo –respondió Lombardi– que podemos esperarnos con una cierta naturalidad que salude a los periodistas, y luego, si al final de tres días masacrantes, a las 9 de la noche, tendrá la fuerza y el deseo de conversar, será algo casi milagroso… pero lo que es cierto es que no nos decepcionará con su gentileza y su atención». 

EL MUNDO NECESITA..



El mundo necesita


El mundo necesita hombres que no puedan ser comprados; hombres cuya palabra sea su garantía.

El mundo necesita hombres que no hagan compromisos con el mal, cuyas ambiciones no estén confinadas a sus deseos egoístas.

El mundo necesita hombres que sean tan honestos en las cosas pequeñas como en las grandes; hombres que no se avergüencen ni tengan temor de defender la verdad, aunque sea impopular.

El mundo necesita hombres que sean leales a sus amigos, tanto en la adversidad como en la prosperidad.

El mundo necesita hombres que no vacilen en aprovechar las oportunidades para servir a los demás, aún a sacrificio propio.

El mundo necesita hombres que coloquen el carácter por encima de la riqueza; hombres que posean opiniones sanas y buena voluntad.

El mundo necesita hombres que no pierdan su individualidad en medio de la multitud; hombres que no digan que ellos lo hacen "porque todos los demás lo hacen".

El mundo necesita hombres que no crean que la astucia, el disimulo y la terquedad son las mejores cualidades para lograr el éxito.

El mundo necesita hombres que confían en Dios y que viven en paz con su prójimo.

ORACIÓN DEL PERDÓN



Oración del perdón.


Señor Jesús, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. 

Sé que tu me darás la fuerza para perdonar. 

Te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad mas que yo mismo. 

Señor, yo te perdono por todas las veces que pensé que enviabas la muerte a mi familia y la gente decía que era la "Voluntad de Dios"...si ha habido un resentimiento subconsciente en mi, yo te perdono Señor. 

Yo te perdono también por las dificultades, problemas económicos, etc, ya que pensaba que Tú los enviabas a mí y a mis familiares. 

Señor, es posible que desde niños haya guardado estos resentimientos, pero, ahora te perdono. 

Señor, me perdono a mi mismo por mis faltas, mis caídas, muchas veces somos nuestros peores jueces, pero ahora me perdono por todo  lo malo que he cometido porque confío en tu amor misericordioso y dejo que ese amor me invada y me sane...lo acepto de corazón. 

Perdono a mis padres porque no recibí el amor que necesitaba,  a cambio menosprecié lo que me daban, quizás yo buscaba tu amor en la figura de ellos y no me daba cuenta que tienen sus limitaciones como yo tengo las mías. 

Hoy los acepto como son y les agradezco todo lo que han hecho por mi. 

Hoy perdono a todas las personas que me han hecho algún daño intencionalmente o por ignorancia.

Las recibo en mi corazón y las cubro con un manto de misericordia y de amor. 

Dame la gracia Señor,  de ver de ahora en mas con los ojos del alma cada actitud, que me preocupe mas en comprender en lugar de juzgar

para que el día de mañana, yo reciba lo mismo de ti según Tus Palabras.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 20 DE MAYO DEL 2014

Autor: H. Joel Castañeda Ochoa | Fuente: Catholic.net
Despedida y palabras de aliento
Juan 14, 27-31. Pascua. Cristo nos trae una paz profunda, aquella capaz de dar una tranquilidad profunda en mi corazón .
 
Despedida y palabras de aliento
Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31

Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí».

Oración introductoria

Jesucristo, ahora que voy a iniciar esta meditación, te quiero pedir la gracia necesaria de experimentar un amor tan grande como el que tuvieron los primeros apóstoles, en el cenáculo. Concédeme amarte de tal manera que también yo busque la voluntad del Padre, para que crea en tus palabras, porque en verdad tú obras en unión con el Padre.

Petición

¡Señor, que cada vez logre escuchar con mayor atención tu mensaje de paz y que lo viva en lo más personal e íntimo del corazón!

Meditación del Papa Francisco

Nosotros pensamos siempre en Jesús cuando predicaba, cuando sanaba, cuando caminaba, iba por las calles, también durante la Última Cena... Pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: lleno de alegría. En esa intimidad con su Padre: ´Exultó de alegría en el Espíritu y alabó al Padre´- es precisamente el misterio interno de Jesús, esa relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él nos da.
Esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila. No, la paz cristina es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre. Es alegre cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del Padre sin alegría. Nuestro Dios es alegre. Y Jesús ha querido que su esposa, la Iglesia, también sea alegre.
No se puede pensar en una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es precisamente esta: anunciar el nombre de Jesús. Decir: "Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él me salva, Él camina con nosotros". Y esta es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se hace madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es precisamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer. (Cf. S.S. Francisco, 3 de diciembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta).

Reflexión 

Cristo viene a traernos un mensaje de paz, pero nos advierte desde el inicio que no es la paz que da el mundo. En efecto para el mundo la paz se concibe muchas veces en no estar en guerra, en no tener alguien que venga a disturbar dentro del ambiente en el que nos encontramos. Cristo en cambio habla de una paz más profunda, de aquella capaz de dar una tranquilidad profunda. Dice que no nos inquietemos en el corazón porque él ha vencido al mundo; en efecto la paz surge de la consciencia de que con Cristo nos mantendremos salvos en el alma.

Y la sabiduría de Cristo está en que el mensaje de paz nos lo da antes de anunciarnos la venida del príncipe de este mundo, es decir la del demonio como enemigo del alma y de la verdad. Por lo mismo Jesús nos invita a confiar, porque ello implicará algunas persecuciones, algunas críticas por ser seguidores de Cristo. Pero el demonio en sí no tiene ningún poder sobre Cristo.

Que hermoso momento para darnos ese mensaje de paz; justo antes de subir al Padre y de enviarnos al consolador. Así la paz se convierte en parte de su testamento, porque está a punto de partir al Padre y quiere que estemos tranquilos, llenos de confianza en las enseñanzas que nos ha dejado a lo largo de su predicación, pues la vivencia de las mismas serán el origen de la paz, porque en el confronto con la vivencia según el mundo, tal vez traerán dificultades, pero la paz que inunda el corazón es mucho más profunda que la que pueda ofrecer la mentalidad del mundo, el mundo que es en primer lugar el egoísmo que llevamos dentro y no tanto la materialidad que nos rodea.


Cristo trae la paz para nosotros como seguidores de él, nos da su mensaje en un momento de grande intimidad, pero a la vez tenemos que ser conscientes que si nos da ese regalo es para transmitirlo a los demás, por tanto como cristianos nos convertimos en verdaderos propagadores de la paz. El mundo y quienes nos rodean esperan que nosotros cristianos vivamos de acuerdo a los criterios de nuestro Señor y en la medida en que demos a los demás esa paz se dirá entonces como se dijo de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a dar la vida unos por otros."

Propósito

En el día de hoy buscaré transmitir serenidad a quienes me rodean, teniendo presente que Cristo está a mi lado y quiere que de verdad tenga paz en mi corazón.

Diálogo con Cristo

Señor Jesús, muchas veces me has permitido experimentar la paz del alma, de verdad que no te has dejado ganar en generosidad. Otras veces me he visto sumido en la angustia y desesperación por no actuar de cara a ti, por no buscar tu voluntad, sino mis propios caprichos y maneras de pensar. Te pido la gracia de tenerte siempre presente, dame la fe necesaria para tenerte siempre a mi lado y para no buscar otra paz distinta a la tuya, por muy buena que parezca.


La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.
Juan XXIII, Pacem in terris, 11 de abril de 1963




  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Joel Castañeda Ochoa 

    EL AMOR DE MARÍA LLENA NUESTRO CORAZÓN



    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    El amor de María llena nuestro corazón
    Si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado?


    Dios es amor. 

    María Santísima es también amor. 

    Podríamos decir que María es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios. 
    "Tú sola, Virgen María, le curas a Dios de todas las heridas que le hacemos los hombres. Por ti sola valió la pena la redención, aunque, afortunadamente, hay otras y otros que se han tomado en serio la redención". 

    Este amor tuyo que, por un lado, sube hasta Dios y, por lo tanto, tiene toda la gratitud de una creatura, toda la profundidad de una madre, toda la pureza de una virgen; por otro lado, se dirige a nosotros, hacia la tierra, hacia tus hijos. 

    Cómo me impresionó -y aparte al principio no lo creí- leer aquellas palabras de San Alfonso María de Ligorio: "Si juntáramos el amor de todos los hijos a sus madres, el de todas las madres a sus hijos, el de todas las mujeres a sus maridos, el de los santos y los ángeles a sus protegidos: todo ese amor no igualaría al amor que María tiene a una sola de nuestras almas". Primero, no lo creí porque era demasiado grande para ser cierto. Hoy, lo creo, y posiblemente estas palabras de San Alfonso se quedaron cortas. 

    Yo me pregunto: si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado? ¿Podrá vivir una vida sin alegría, sin fuerza, sin motivación? ¿Podrá alguna vez, en su apostolado, llegar a decir "no puedo, me doy"? ¿Podrá algún día decir : "renuncio al sacerdocio y lo dejo"? Si Cristo, por nosotros, dio su sangre, su vida, ¿qué no dará la Santísima Virgen por salvarnos? Ella ha muerto crucificada, espiritualmente, por nosotros. A Cristo le atravesaron manos y pies por nosotros; a ella una espada le atravesó el alma, por nosotros. Si Él dijo: "He ahí a tus hijos" ¿cómo obedece la Santísima Virgen a Dios? Entonces, cuánto nos tiene que amar. Y si somos los predilectos de su hijo: "vosotros sois mis amigos", somos también los predilectos de Ella. 

    El amor de María llena nuestro corazón, debe llenarlo. El amor de una esposa no es el único que puede llenar el corazón de un hombre como yo. El amor de María Santísima es muchísimo más fuerte, rico, tierno, confortante, que el de todas las esposas de la tierra. El amor de mi madre celestial llena, totalmente, mi corazón. Una mirada, una sonrisa de María Santísima, me ofrecen más que todo lo que pueden darme todas la mujeres de la tierra juntas. 

    ¿Cuál debe ser mi respuesta a tan grande y tierno amor? 

    Como Juan Pablo II debemos decir cada uno de nosotros, también, "totus tuus": todo tuyo y para siempre. Aquella expresión que el Papa nos decía: "Luchando como María y muy juntos a María", que le repitan siempre: "totus tuus". 

    ¿Por qué no llevarme a todas partes a la Santísima Virgen? En el pensamiento, en el corazón, y también, en una imagen, en un cuadro: su presencia es benéfica. Yo tengo en mi despacho y en mi cuarto una imagen de la Santísima Virgen. Con mucha frecuencia la miro, con mucha frecuencia le hablo y, también, la escucho. Siento su presencia y su amor a través de esa imagen.