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lunes, 24 de febrero de 2014

EL ABORTO EN EUROPA

El aborto: suicidio de Europa
En el Viejo Continente faltan nacimientos y el aborto es una de sus principales causas; en 2050 habrá dos jubilados por cada empleado.
El aborto: suicidio de Europa
El aborto: suicidio de Europa
Los datos hechos públicos por el Banco Mundial en 2009 revelaban que la evolución de la población en Europa pone en serio riesgo la sociedad del bienestar actual -amén del sistema económico-. Asimismo, una información publicada por el diario La Gaceta el 24 de marzo de ese año confirmaba que en 2050 habrá dos jubilados por cada empleado con el actual ritmo de decrecimiento. ¿Quién sostendrá las pensiones?

Europa, Estados Unidos y los países más desarrollados de Asia, junto con China, serán los mayores damnificados ya que llegarán a perder 216 millones de trabajadores progresivamente hasta el año 2050. Sólo en la Unión Europea (UE) se perderán 66 millones de empleados. Si se continúa con la misma involución -no hay indicios que hagan pensar lo contrario- en 40 años habrá dos jubilados por cada persona activa.

España estará en el grupo de la Unión Europea de los países con mayor tasa proporcional de jubilados con un 35,6% de la población frente a un 52,9% de personas que estarán en edad de trabajar en 2050, según datos de Eurostat. Al mismo tiempo, la tasa de dependencia estará en el 89,2%, es decir, que por cada diez personas en edad de trabajar habrá nueve inactivas –por ser menores de 15 años o mayores de 65-. Además se espera un incremento del grupo de mayores de 80 años que se triplicarán pasando de un 4% en 2004 a un 11,4% en 2050 en el área de la UE.

España es el país de Europa que más crece en proporción de jubilados: del 16,9% en 2004, se pasará al 22% en 2025 y, finalmente, al 35,6% en 2050.


La inmigración no será una solución eficaz

Eurostat constata que la UE aumentará su población en más de 13 millones de habitantes desde ahora hasta el 2025 fijando la cifra total en 470 millones. Este crecimiento será gracias al saldo inmigratorio que tendrá lugar, ya que no encuentra respuesta en la población europea, que superará en número de muertes al de nacimientos a partir de 2010. De todas formas este saldo migratorio no compensará ese retroceso después de 2025 con lo que se reducirán en 20 millones los ciudadanos europeos hasta 2050, con un saldo negativo final de 7 millones de personas.

El déficit laboral en los países ricos se suplirá con el exceso de mano de obra –de hasta 500 millones de personas- en áreas como el África Subsahariana, el sur de Asia y Oriente Medio, pero se advierte que esto no frenará el progresivo envejecimiento de la población europea. Sólo uno de cada seis trabajadores en regiones con déficit podrá ser reemplazado por alguien que provenga de regiones con excedente.

Tampoco serán una solución el impulso del progreso tecnológico, la productividad laboral o el retraso de la edad de jubilación, según el Banco Mundial, ya que “estas respuestas políticas no serán suficientes para revertir el declive”.

Europa sufrirá un envejecimiento brutal que generará problemas sociales de mantenimiento económico del sistema laboral y de pensiones actual.

¿Cómo hemos llegado a esta situación?

El aborto es uno de los más importantes mecanismos mediante el cual esta situación es posible, con visos de empeorar. Datos de los abortos y nacimientos acontecidos en los países de la UE en 2006 revelan que en Europa nacieron 4.906.053 bebés y se practicaron ese mismo año 1.204.516 abortos*.

En Europa el aborto representa uno de cada cuatro nacimientos e incluso en algunos países uno de cada tres. Los países que se encuentran en este segundo grupo son principalmente de la Europa del Este con Estónia (1,59 nacimientos por cada aborto), Letonia (1,88), Bulgaria (1,98), Hungría (2,16) y Suecia (2,94).

Los países que están entre 3 y 4 nacimientos por aborto los constituyen también países del Este junto con Gran Bretaña y Francia -que prácticamente se podría situar en el siguiente grupo: Lituania (3,28), Eslovenia (3,36), Gran Bretaña (3,62), Eslovaquia (3,78) y Francia (3,96).

El grupo en el que se encuentra España es el que sostiene una tasa de 4 a 5 nacimientos por aborto: Noruega (4,14), República Checa (4,17), Dinamarca (4,32), Italia (4,45) y España (4,75). Los datos de Cataluña la incluyen en este grupo con una tasa de 4,08 nacimientos por aborto.

Un grupo de países que se apartan de la media –entre 5 y 6 nacimientos por aborto-, y son: Finlandia (5,53), Países Bajos (5,61) y Alemania (5,62).

Una mención al margen merecen los países que están por encima de 6 nacimientos por aborto como son: Croacia con 8,76 nacimientos por aborto y Polonia –excepcionalmente desmarcada- con 1.103,96 nacimientos por aborto, estos dos últimos países con posturas claramente católicas, al igual que Irlanda de donde no se tienen datos ya que el aborto es una práctica prohibida.


España por encima de la media europea

Se puede observar como existen diferentes dinámicas en los diferentes países europeos a pesar de encontrarse en el mismo marco de la UE. Este hecho viene a negar las afirmaciones que en su día hizo la ministra de la cartera de Igualdad, Bibiana Aído, quien sostenía que la ampliación de la Ley del aborto dotaba a la sociedad de mecanismos para controlar más y mejor el número de prácticas ya que los países del Este que tienen leyes más permisivas que el resto de países de la UE tienen los índices más altos de prácticas abortivas.

Mientras que la media europea era del 4,06, España se situaba sustancialmente por encima con 4,75 nacimientos por aborto, con una tendencia a precipitarse que en poco tiempo nos colocaría en 3 nacimientos por aborto, siendo uno de los países más amenazados demográficamente. En cifras totales en España nacieron 482.957 bebés y se abortaron 101.592 en 2006. El año siguiente, en 2007, la cifra de abortos en España se incrementó en un 9,4% llegando a una cifra total de 112.138 abortos.

De hecho España es el único país de Occidente en el que el aborto crecía a un ritmo tan alto: un 70% los últimos 7 años y más de un 100% los últimos 11 años. Mientras que en Europa, desde el año 2000 al 2006, el número de abortos en España creció un 59,4%, en Alemania se redujo un 11%, en Italia un 1%, en Reino Unido aumentó un 9% y en Francia un 5%, según indicaba un estudio del Instituto de Política Familiar en El aborto en España 23 años después.

La tendencia de la práctica abortiva en el futuro de la UE es de decrecimiento, sin embargo España representa la excepción más espectacular con tasas de crecimiento por encima de cualquier otro país occidental.

La revolución palestina: la demografía

En una entrevista publicada por La Vanguardia en esas fechas, la abogada palestina en Gaza Zeinab el Ghunaimi consideraba que el pueblo palestino se impondrá al judío sin necesidad de ninguna guerra sino sencillamente porque tienen más hijos.

A pesar de que los israelíes tienen más tasa de reposición, la abogada afirma que “nuestra bomba atómica son nuestros hijos” y constata que “por cada palestino muerto por las bombas israelíes, ellas [las mujeres palestinas] tendrán dos hijos”, ya que “tras los bombardeos de Gaza, miles de mujeres palestinas cumplen un deber que consideran patriótico: quedarse embarazadas”.

Gran conocedora del índice de natalidad palestino e israelí, Zeinab afirmaba que su tasa de maternidad “es del 5,6, casi seis hijos por madre palestina, pero yo, que trabajo sobre el terreno en Gaza con cientos de mujeres palestinas, sé que ese porcentaje está aumentando tras la invasión israelí”.

A pesar de que admitía que Israel tiene una natalidad alta para tratarse de un país industrializado, recuerda que los israelíes tan sólo “tienen un promedio de 2,7 hijos por familia”.


Autor: Juan Francisco Jiménez Jacinto

BUSCAR LO MEJOR


Buscar lo mejor


Somos lo que elegimos, lo que optamos. Dios no impone nada, solamente ofrece, dejando al hombre la libertad de decidir.

Muchos prefieren las joyas, los coches, los caminos fáciles.

Hay sendas para los más variados deseos, pero hay cosas que la herrumbre no corroe. Son los ideales nobles, el bien, la fraternidad, la alegría, el evangelio.

¿Por qué será tan difícil preferir la paz en lugar de la guerra; el amor, en lugar del odio; la generosidad, en lugar del egoísmo; la acción, en lugar de la comodidad; la confianza, en lugar del orgullo; el perdón, en lugar de la envidia; el desprendimiento y la pobreza, en lugar de la satisfacción; el corazón de niño, en lugar de la vanidad?

¿Por qué será tan difícil elegir al Creador en lugar de la criatura; el sacrificio, la renuncia, lo correcto, lo humano, el deber, en lugar del placer?
¡Ojalá que todos sepan optar: los padres, las madres, los jóvenes, los niños!
En todo momento debemos decidir.

Podemos siempre escoger las cosas mejores: la luz, en lugar de las tinieblas; la comunión de vida, en lugar de la soledad; la unión, en lugar de las separaciones; la verdad, en lugar de la mentira; Dios, los hombres y la familia, en lugar de la evasión y de la irresponsabilidad.

Para ser feliz, decídete por lo verdadero, lo justo, lo difícil.

Felicidad es sinónimo de sacrificio, de renuncia, de abnegación. En todo tiempo lleva a tus hermanos a vivir la fraternidad.

El mundo necesita de fraternidad, la que depende de ti y de tus elecciones. 

Trata con amabilidad a todos.

El pasajero que viaja a tu lado no es tu enemigo ni tu competidor. Es un hermano a quien debes tratar con amabilidad. No rezongues con el fin de desahogarte.

Busca consolar, más que ser consolado.

Y, aunque sea sin darte cuenta, serán recompensadas las benevolencias de tu corazón.

Nunca es tarde para hacer el bien, para ser hermano, para decir; cuenta conmigo. La decisión es tuya.

Piensa y resuélvete siempre para lo mejor.

OFRENDA DE AMOR - SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS


Ofrenda de amor
Autora: Santa Teresita del Niño Jesús.


Yo me ofrezco Señor como victima
de holocausto a tu amor misericordioso.

Yo recibo, Señor de tu infinito amor,
la posesión eterna de Ti mismo.

Consúmeme sin cesar, y haz mi alma desbordar
de tu ternura infinita.

Cada latido Señor,
desde mi corazón,
sea un renovar de esta ofrenda.

Hasta la eternidad!

ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA


ORACIÓN 
DE LA MISERICORDIA DIVINA

¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!; y clama con la potente voz de la desdicha.

¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh señor!, Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, Te lo imploramos: Adelante con Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos Tuyos, aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes). Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

Porque Jesús es nuestra esperanza: Através de su Corazón misericordioso, como en el Reino de los Cielos.

UNA IMAGEN QUE PASARÁ A LA HISTORIA: PAPA FRANCISCO Y BENEDICTO XVI

Autor: Andrea Tornielli | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
Una imagen que pasará a la historia
El Papa emérito entra en San Pedro, entre la sorpresa de los cardenales, y asiste al Consistorio
 
Una imagen que pasará a la historia
Una imagen que pasará a la historia
La participación del Papa emérito, Benedicto XVI, en el Consistorio para la creación de los nuevos cardenales en la Basílica de San Pedro representa la novedad más significativa después de la renuncia al Pontificado de hace un año. Ratzinger había anunciado que quería vivir "escondido del mundo", pero ayer aceptó la invitación de su sucesor y estuvo presente en la creación de los nuevos purpurados, entre los que estaba su amigo el teólogo alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Corrían rumores sobre su participación en la próxima canonización de Juan XXIII y Papa Wojtyla, pero su presencia, inesperada e imprevista, en el Consistorio ahora abre la posibilidad para que salga de su semi-clausura en otras ocasiones el Papa emérito que vive en el convento que se encuentra a pocos metros de la residencia de su sucesor.

Ratzinger entra en San Pedro, entre la sorpresa de los cardenales que, al darse cuenta, acuden inmediatamente para saludarlo, asistió al Consistorio 15 meses después del último presidido por él mismo. Es una imagen que quedará en la historia de la Iglesia y del papado. Hace algunas semanas, diferentes comentadores habían insistido en la importancia de la presencia de Benedicto XVI al lado de Francisco. Incluso algunos llegaron a decir que el la inédita presencia "oculta" en el perímetro del Vaticano del Papa que renunció (en oración y vestido de blanco) permitía interpretar algo más, n "secreto". Algunos incluso hablaron de "diarquía".

Ayer, la presencia de Ratzinger en San Pedro habría podido reforzar estas especulaciones infundadas. En cambio, fue justamente Benedicto XVI quien demolió las interpretaciones equivocadas. A pesar de que se le había ofrecido un sitio de honor, quiso sentarse en un rinconcito, en la misma fila de los cardenales obispos, y en una silla idéntica a las de estos. Llevaba la sotana blanca. Pero, tanto al principio como al final de la ceremonia, cuando Francisco se le acercó para abrazarlo, Ratzinger se quitó el solideo como muestra de reverencia. Nunca lo había hecho antes: ni cuando participó en la inauguración de una estatua con Francisco frente al Gobernatorado en el Vaticano, ni cuando Bergoglio fue a visitarlo para darle sus felicitaciones navideñas.

Estos signos concretos y visibles (la silla idéntica a la de los demás cardenales y el gesto de quitarse el solideo) se revisten de una mayor elocuencia. La humildad de Benedicto XVI deja imaginar que no le costó renunciar a un sitio especial, mezclarse con los cardenales. Francisco considera a su predecesor un recurso de sabiduría, y siempre le invita a no vivir retirado. La excepcional presencia de ayer en el Consistorio es otro paso hacia la normalidad: hay un Papa reinante que guía a la Iglesia y un obispo emérito de Roma que vive a su lado y reza por él.

¿CÓMO ORAR CUANDO SIENTES MIEDO?


Autor: P Evaristo Sada LC | Fuente: www.la-oracion.com
¿Cómo orar cuando sientes miedo?
Cuando un hijo se dirige a su padre con humildad y absoluta confianza, lo obtiene todo de él.


Todos queremos seguridad y buscamos seguridades. Nos da miedo cuando no hay seguridad, cuando perdemos nuestras seguridades o cuando se ven amenazadas o reducidas. 

Te da seguridad un buen empleo, la aceptación de los demás, las cosas que posees, los amigos que te respaldan, un entorno conocido, tus habilidades, tu formación profesional, tus títulos, el dinero, recibir reconocimientos y dignidades, ser consultado, recibir atenciones, tu hogar, una buena salud, etc. 

Cuando se ponen en riesgo nuestras seguridades nos entra miedo. Se derrumban o disminuyen nuestras seguridades y corremos el riesgo de desmoronarnos. Cuando esto sucede nos encontramos en la posición del pobre, del que nunca ha tenido nada o del que lo ha perdido todo y depende totalmente de la gratuidad del amor de Dios. 

Es humano tener miedo. No nos extraña que hasta los Papas sientan miedo cuando son elegidos. Tengo a la mano una oración del Cardenal Eduardo Pironio, argentino, en que se presenta ante Dios con mucho miedo. Tuve la gracia de tratar mucho con él y hablaba con frecuencia de la confianza, de la virtud de la esperanza; tal vez por el miedo que sentía. Extraigo partes de una de sus oraciones: 

Señor, 
Hoy necesito hablar contigo con sencillez de pobre, con corazón quebrantado pero enteramente fiel. 

Sufro, Señor, porque tengo miedo, 
mucho miedo, más que nunca. 
Yo no sé por qué, o mejor, sí se por qué: 
porque Tú, Señor, adorablemente lo quieres. 
Y yo lo acepto. 
Pero también escucho tu voz de amigo: 
"No tengas miedo, no se turbe tu corazón. 
Soy yo. Yo estaré contigo hasta el final." 
Repítemelo siempre Señor, 
y en los momentos más difíciles, 
suscita a mi alrededor almas muy simples 
que me lo digan en tu nombre. 

Tengo miedo, Señor, mucho miedo. 
Miedo de no comprender a mis hermanos 
y decirles las palabras que necesitan. 
Miedo de no saber dialogar, 
de no saber elegir bien a mis colaboradores, 
de no saber organizar la diócesis, 
de no saber planear, 
de dejarme presionar por un grupo o por el otro, 
de no ser suficientemente firme 
como corresponde a un Buen Pastor, 
de no saber corregir a tiempo, 
de no saber sufrir en silencio, 
de preocuparme excesivamente por las cosas al modo humano, 
y entonces, estoy seguro de que me irá mal. 
Por eso, Señor, te pido que me ayudes. 

Me hace bien sentirme pobre, 
muy pobre, muy inútil y pecador. 
Ahora siento profundamente mis pecados. 
He pecado mucho en mi vida 
y tú me sigues buscando y amando. 
Pero te repito, sigo teniendo miedo, mucho miedo. 
No lo tendría si fuera más humilde. 
Yo creo que me asusta la posibilidad del fracaso. 
Temo fracasar, sobre todo, después de que me esperaron tanto. 
Pero no pienso que Tú también fracasaste, 
que no todos aceptaron tu enseñanza. 
Hubo muchos que te dejaron porque "les resultaba dura" y absurda tu doctrina. 

Nunca te fue bien, Señor: 
te criticaron siempre y quisieron despeñarte. 
Si no te mataron antes fue por miedo al pueblo que te seguía. 
Pero te rechazaron los sacerdotes; te traicionó Judas; te negó Pedro; 
te abandonaron todos tus discípulos 
¿y no sufrías entonces? 
Y yo, ¿quiero ser más que el Maestro y tener más fortuna que mi Señor? 
Jesús, enséñame a decir que sí y a no dejarme aplastar por el miedo. 

El Cardenal Pironio sabía ver en el sufrimiento la mano providente de Dios Padre. En su testamento espiritual escribe: Que nadie se sienta culpable de haberme hecho sufrir, porque han sido instrumento providencial de un Padre que me amó mucho. 

Lo que más aprendo de esta oración es la humildad y la confianza con que se dirige a Dios. Cuando un hijo se dirige a su padre con humildad y absoluta confianza, lo obtiene todo de él. El padre es protector y proveedor. Si el hijo expone a su padre su debilidad, su miseria, sus faltas, su condición vulnerable, y se dirige a él pidiendo ayuda con absoluta confianza, un buen padre siempre responde. 

Cuando sentimos miedo al perder nuestras seguridades o al no tener seguridad alguna, podemos tener la certeza de que si lo aceptamos con humildad y acudimos con confianza a Dios Padre, el amor de Dios vendrá en nuestro auxilio. La confianza filial lo obtiene todo de Dios. 

Cuando sentimos miedo también podemos orar con la ayuda del Salmo 23: Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo. Tu vara y tu cayado me sosiegan y del Salmo 30 En ti, Señor, me cobijo, nunca quede defraudado. Sé mi roca de refugio, alcázar donde me salve; pues tú eres mi peña y mi alcázar. 

Cuando sentimos miedo, la roca firme del amor misericordioso de Dios es nuestra seguridad. 

EL EVANGELIO DE HOY: 24.02.2014

Autor: Laureano López, L.C. | Fuente: Catholic.net
¡Creo, pero ayuda mi poca fe!
Marcos 9, 14-29. Tiempo Ordinario. La fe se tambalea ante las dificultades y contrariedades de la vida. Dios mío, acrecienta mi fe.
 
¡Creo, pero ayuda mi poca fe!
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 14-29

Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos. Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle. El les preguntó: «¿De qué discutís con ellos?» Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espumarajos, rechinar de dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido». El les responde: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo!» Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos. Entonces él preguntó a su padre: «¿Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto?» Le dijo: «Desde niño. Y muchas veces le ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros». Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!» Al instante, gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!» Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él». Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie. Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?» «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración».

Oración introductoria

Señor Jesús, gracias por acercarte una vez más a mi vida. Señor, como el padre del Evangelio, grito desde el fondo de mi alma: ¡Creo, ayuda mi poca fe! Te ofrezco esta meditación por todos aquellos que su fe tambalea ante las dificultades y contrariedades de la vida. Dios mío, acrecienta mi fe, pues Tú mismo me has dicho: ¡Todo es posible para el que cree! Jesús, guíame durante esta meditación para que pueda arrojar, con el poder de la oración, todos esos demonios que se me presentan en mi vida de diversas formas.

Petición

Señor creo en ti, ayuda mi incredulidad para que pueda conocerte cada vez mejor.

Meditación de Papa Francisco

Los discípulos no pueden curar a un niño; debe intervenir el mismo Jesús que se queja de la falta de fe de los presentes; y al padre del niño que pide ayuda le dice que "todo es posible para el que cree". Los que quieren amar a Jesús, a menudo no arriesgan demasiado en la fe y no se confían totalmente a Él: Pero ¿por qué esta falta de fe? Creo que es el corazón, que no se abre, el corazón cerrado, el corazón que quiere tener todo bajo control. Es un corazón, por lo tanto, que no se abre, que no le da el control de las cosas a Jesús.
Cuando los discípulos le preguntan por qué no podían sanar al joven, el Señor dice que aquella "especie de demonios no pueden ser expulsados por nada, excepto por la oración".
Todos nosotros tenemos un poco de incredulidad en el interior. Es necesaria una oración fuerte, y esta oración humilde y fuerte hace que Jesús pueda hacer el milagro. La oración para pedir un milagro, para pedir una acción extraordinaria, debe ser una oración que involucre, que nos involucre a todos. (S.S. Francisco, 20 de mayo de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta).

Reflexión apostólica

El verdadero apóstol de Jesucristo no puede olvidar que cuando sale a evangelizar, es el mismo Cristo que le acompaña. No son las fuerzas humanas las que convierten a las personas sino la gracia de Dios. Por ello es importante ser personas de una profunda vida interior, para poder llevar a nuestros hermanos la salvación de sus dolencias en la persona de Cristo. Pidámosle a Dios que aumente nuestra fe incipiente para que podamos ser realmente eficaces en nuestro apostolado. Transmitamos en nuestra familia una visión más grande de fe ante las dificultades, recordando constantemente la invitación del Señor: ¡Todo es posible para el que tiene fe!

Propósito

Unirme a Dios durante el día mediante esta sencilla jaculatoria: ¡Señor creo, aumenta mi poca fe!

Diálogo con Cristo

Jesús, me acerco a ti porque soy consciente que mi fe es débil pero que tu puedes acrecentarla. Sé que tú quieres que vaya con las personas y que de testimonio de esta fe para que muchos otros puedan creer en ti. Jesús, al terminar esta oración te suplico que te quedes conmigo durante el día para que pueda transmitir mejor el don de la fe que me has dado.


Recuerden que la Pasión de Cristo desemboca siempre en la alegría de la Resurrección, para que cuando sientan en su corazón los sufrimientos de Cristo, tengan bien presente que luego llegará la resurrección.(Madre Teresa de Calcuta)




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