Páginas

jueves, 16 de enero de 2014

EL PAPEL ARRUGADO



EL PAPEL ARRUGADO


Mi carácter impulsivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación.

La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.

Un día mi consejero, quien me vió dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso.

Y entonces me dijo: Estrújalo

Asombrado, obedecí e hice una bola con él papel.

Luego me dijo: Ahora déjalo como estaba antes. Por supuesto que no pude dejarlo como estaba. Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.

Entonces mi consejero hablo: "El corazón de las personas es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel. " Aunque intentemos enmendar el error, ya estará "marcado".

Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos. Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos "arrugas" en muchos corazones.

Cuando sientas ganas de estallar recuerda

"El papel arrugado"

EL VIEJO ERMITAÑO


EL VIEJO ERMITAÑO

Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, uno de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia. Se quejaba muchas veces que tenía demasiado que hacer. La gente preguntó cómo era eso de que en la soledad estuviera con tanto trabajo. Les contestó: "Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león". "No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales?" Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron. Porque estos animales los tienen todos los hombres, ustedes también. 

"Los dos halcones son mis ojos. Se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que domarlos para que sólo se lanzan sobre una presa buena. Los dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlos para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir. Son mis dos manos. Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las cosa difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta. Son mis dos pies. Los más difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas. Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula. Es mi lengua. Si no la vigilo de cerca hace daño. 

El burro es muy obstinado. No quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día. Es mi cuerpo. Finalmente necesito domar el león. Quiere ser rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso. Es mi corazón.

PENSAMIENTO MARIANO 23



PENSAMIENTO MARIANO

En la vida cotidiana, María será nuestra educadora, la que nos forme en las virtudes cristianas. 

Padre Evaristo Sada, LC

DIEZ REGLAS PARA ORAR CON SENCILLEZ



Diez reglas para orar con sencillez


1.- Tómate cada día dos minutos de tiempo para estar a solas y en paz. Relaja tu cuerpo, tu cabeza y tu corazón.
2.- Habla con Dios con sencillez y naturalidad, cuéntale todo lo que te preocupa. No hace falta que uses formulas extrañas. Háblale en tus propias palabras. él las entiende bien.

3.- Entra en diálogo con Dios cuando estás en tu trabajo diario. Cierra tus ojos un par de segundos donde estés, en el negocio, en el autobús, en tu mesa de trabajo.

4.- Convéncete de esta verdad: que Dios está contigo y te quiere ayudar. No es que tú estés siempre acosando a Dios para que te dé su bendición: es al revés, es Él el que quiere bendecirte.

5.- Ora con la seguridad de que tu oración es inmediatamente eficaz, más allá de las tierras y los mares, y protege a tus personas queridas allí donde estén, y haz que también a ellas las alcance el amor de Dios.

6.- Cuando ores has de tener ideas positivas, no negativas.

7.- Siempre tienes que constatar, cuando te pones a orar, que estés dispuesto a aceptar la voluntad de Dios, cualquiera que sea.

8.- Cuando ores, déjalo todo en manos de Dios. Pide que te dé fuerzas para hacer todo lo que te sea posible, y lo demás, déjalo a Él.

9.- Di una palabra de intersección por aquellos que no te quieren bien o que te han tratado mal. Eso te dará fuerzas de un modo extraordinario.

10.-Cada día tendrías que decir una oración por tu país, por la paz.

El consejo más sencillo es éste: habla con Dios como si estuviera sentado contigo en una silla, como si acabara de entrar en la habitación y dijera: ¿ Qué quieres que haga por ti?

OLOR


OLOR


Un hombre abrió un negocio de venta de pescado y puso un rótulo en la puerta que decía;

"Aquí SE VENDE PESCADO FRESCO".

Un amigo le hizo la indicación de que bien podía suprimir la palabra "aquí" pues estaba sobreentendido que si se vendía pescado era "aquí". El buen hombre siguió el consejo y eliminó el adverbio de lugar.

Otro llegó después que le hizo la observación de que sobraba el adjetivo " fresco", de otra manera no habría razón para venderlo. El hombre aceptó también esta sugerencia y lo quitó.

Mas tarde vino otro que le dijo que no había razón para indicar que "se vende", pues si es un establecimiento abierto al público y hay pescado, esta claro que es para venderlo. Y también lo eliminó. 

Por ultimo, llegó otro que le preguntó por qué anunciaba que allí había pescado. "!QUITALO! ¡No hace falta! ¡. 

Pues de lejos se siente el OLOR A PESCADO…

¿Huele la gente donde hay Cristianos?

¿Hueles tu a un Cristiano autentico?

2da Corintios 2,15-16 "Porque nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo, tanto entre los que se salvan, como entre los que se pierden: para éstos, olor de muerte que lleva a la muerte, para aquellos, olor de vida que lleva a la vida..

Efesios 5,2 "Y hagan del amor la norma de su vida, a imitación de Cristo que nos amo y se entregó a si mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio de suave olor a Dios"

1ra Pedro 2,12 "Portense dignamente entre los no creyentes, para que el buen comportamiento de ustedes desmienta a quienes los calumnian como si fueran malhechores, y así ellos mismos glorifiquen a Dios el día de su venida.

EL EVANGELIO DE HOY: 16.01.2014

Autor: Vicente David Yanes | Fuente: Catholic.net
Curación de un leproso
Marcos 1, 40-45. Tiempo Ordinario. El leproso sabía que Cristo lo amaba y por eso le pide su curación.
 
Curación de un leproso
Del santo Evangelio según san Marcos 1, 40-45


Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.

Oración introductoria

Señor, si Tú quieres esta meditación puede hacer la diferencia en mi día, y en mi vida. Vengo ante Ti como el leproso, necesito de tu gracia. Tócame y sáname de todas mis iniquidades, de mi egoísmo, de mi soberbia, de mi vanidad, de mi indiferencia.

Petición

Ayúdame, Jesús, a vivir tu Evangelio al convertirme en un apóstol fiel y esforzado de tu Reino.

Meditación del Papa Francisco

La piedad popular valora mucho los símbolos, y el Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios; pero no es un símbolo imaginario, es un símbolo real, que representa el centro, la fuente de la que brotó la salvación para toda la humanidad.[...]
Pensemos esto, es hermoso: la misericordia de Dios da vida al hombre, le resucita de la muerte. El Señor nos mira siempre con misericordia; no lo olvidemos, nos mira siempre con misericordia, nos espera con misericordia. No tengamos miedo de acercarnos a Él. Tiene un corazón misericordioso. Si le mostramos nuestras heridas interiores, nuestros pecados, Él siempre nos perdona. ¡Es todo misericordia!
Vayamos a Jesús. Dirijámonos a la Virgen María: su corazón inmaculado, corazón de madre, compartió al máximo la compasión de Dios, especialmente en la hora de la pasión y de la muerte de Jesús. Que María nos ayude a ser mansos, humildes y misericordiosos con nuestros hermanos. (S.S. Francisco, Angelus, 9 de junio de 2013).

Reflexión

El Evangelio nos presenta una vez más a uno de esos hombres que se acercó a Jesús para que le curase. Como los demás, reconoció en Cristo al Salvador. Pasó por su vida y creyó en él como en él único que podía remediar sus males. En esta ocasión se trata de un leproso. Para Jesús el caso no presentaba novedad. Lo que sí impresiona es que el leproso se expresa en unos términos inauditos: "Si quieres, puedes curarme". ¿Sería posible que Cristo no quisiese? Si así sucediera estaríamos perdidos. Fuera de Cristo, ¿dónde puede encontrarse la salud?

El leproso no se presentó con su petición con las torcidas intenciones de los fariseos. "Tu puedes curarme, porque todo te es posible. Si no me curas es porque no quieres. Si no quieres no eres bueno. Y si no eres bueno, ¿cómo haces milagros? Con el poder de los demonios..." Nada de esto. Él conoce a Cristo, profundamente. Sabe lo que hay en su corazón. Por eso se arrodilla. Por eso dice "si quieres". Porque cree plenamente en que Cristo le ama. ¿Creemos nosotros esto? De nuestra confianza depende nuestra curación.

Propósito

Revisar mi programa de vida espiritual para concretar medios que me acerquen más a Cristo.

Diálogo con Cristo

Jesús, ¡cuánto podrías hacer conmigo si me dejara transformar por Ti! ¡Sería un instrumento que Tú podrías usar para comunicar a los hombres tus tesoros y tus gracias! Jesús, ayúdame a vivir tu Evangelio y a sentir el apremio de cumplir con tu mandato misionero. 

EL GOZO DE ESTAR JUNTO A TI


El gozo de estar junto a Ti


Jesús Eucaristía:
Venir a Visitarte, me colma el alma e alegría
inmensa, porque es venir a conversar con el
Amigo, porque es venir y colmarse de luz, de
paz y de un gozo que no me cabe en el alma.

Venir a visitarte, y postrarme a tus pies
es para mí causa de inmensa honra, pues me
siento más favorecido que si uno de los grandes
de este mundo me concediera audiencia y me
otorgara toda clase de favores.

Y es natural que mi alma se dilate en ese gozo
santo, al sentirme cerca de tí, Jesús Eucaristía,
al experimentar que bondadosamente me amas y que
te agrada que venga a visitarte.

¡Que gozo! ¡Que alegría! ¡ Que inmenso júbilo
poder estar aquí en tu presencia! Jesús Eucaristía.

Es el gozo de quien sabe que está junto a su
Redentor, cerca de Aquel que todo lo puede, todo
lo sabe y que desea curar nuestros males, aliviar
nuestras heridas y derramar su consuelo divino en
nuestros corazones.

Es un gozo que supera toda alegría humana, porque
simplemente es el gozo de Dios, que se comunica
con plenitud a nuestras almas.

¡Gracias, Jesús Eucaristía! Mil gracias por
concederme esta alegría íntima y profunda de
vivir estos momentos de oración cerca de Tí,
bajo el influjo de tu amor misericordioso que
nos ama, nos purifica y nos santifica.

¡Un momento cerca de tí, vale más que miles de
años lejos de tu santificadora presencia.

¡Te amo, Jesús Eucaristía! y gracias por permitirme
vivir estos momentos cerca de tí.

Amén.

DÉJAME VER TU GRANDEZA, SEÑOR


Déjame ver tu grandeza, Señor.


Señor:
Me acaricias con la brisa,
me besas con la luz del sol,
me meces en las olas de Tus playas,
me mimas con las gotas de la lluvia,
me consuelas con Tu Palabra,
me perdonas en el Sacramento de la Reconciliació n
y me das Vida con la Eucaristía.

¡Si supiéramos la grandeza del Sagrario!
Te das por amor en la Eucaristía,
Te inmolas constantemente por mí.
Aumenta mi amor por Tí
y déjame ver Tu Grandeza
y sentir Tu Amor.
¡Amén!