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sábado, 28 de septiembre de 2013

ORACIÓN POR LOS HIJOS


Oración Por los Hijos

Señor, ilumina la mente de nuestros hijos
para que conozcan el camino
que tú has querido para ellos,
para que te puedan dar gloria
y alcancen la salvación.

Sosténlos con tu fuerza,
para que alienten en su vida
los ideales de tu Reino.

Ilumínanos también a nosotros, sus padres,
para que les ayudemos a reconocer
su vocación cristiana
y a realizarla generosamente,
colaborando con tus inspiraciones interiores. Amén.

CREO EN TI


CREO EN TI 

Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El. 

1. Señor, Tu siempre me has dado 
La fuerza necesaria, 
y, aunque débil, 
Creo en Ti. 

2. Señor, Tu siempre me has dado 
La paz de cada día, 
y, aunque angustiado, 
Creo en Ti. 

3. Señor, Tu siempre me has guardado 
En la prueba, 
Y, aunque estoy en ella, 
Creo en Ti. 

4. Señor, Tu siempre has alumbrado 
Mis tinieblas, 
Y, aunque no tengo luz, 
Creo en Ti.

EL PESCADOR


EL PESCADOR

Un banquero especialista en inversiones estaba en el muelle de un pueblecito caribeño cuando llegó un bote con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos. 
El pescador respondió que sólo un poco tiempo. El banquero luego le preguntó por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado. El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. 

El banquero luego preguntó: "Pero, ¿qué haces con el resto de tu tiempo?"

El pescador dijo: "Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi esposa, María, y me acerco todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco la guitarra con mis amigos. Tengo una vida placentera y ocupada."

El banquero replicó: "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos, comprar un bote más grande. Con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, con lo que en un tiempo podrías tener una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario, lo podrías hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pequeño pueblo e irte a la Capital, donde dirigirías tu empresa en expansión."

El pescador preguntó: "Pero, ¿cuánto tiempo tarda todo eso?" A lo cual respondió el banquero: "Entre 15 y 20 años."

"¿Y luego qué?" El banquero se rió y dijo que esa era la mejor parte. "Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones."

"Millones... y ¿luego qué?" El banquero le respondió: "Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblecito de la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer la siesta con tu mujer, acercarte todas las noches al pueblo para tomar vino y tocar la guitarra con tus amigos."

El pescador respondió: "¿Acaso eso no es lo que tengo ya?"

Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos.

EL EVANGELIO DE HOY: 28.09.2013

Autor: Comunidad de Carmelitas Descalzas de Toro | Fuente: Catholic.net
Anuncio de la Pasión
Lucas 9, 43-45. Tiempo Ordinario. Jesús aceptó la muerte y sólo así nos trajo la salvación.
 
Anuncio de la Pasión
Del santo Evangeli según san Lucas 9, 43-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres. Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto. 

Oración Introductoria

Ven Espíritu Santo, ilumina mi mente y mi voluntad para que nunca tema acercarme a mi Padre celestial en la oración. Hazme dócil a tus inspiraciones y ayúdame a corresponder a ellas con generosidad.

Petición

Jesús, ayúdame a entender, y a vivir, lo que hoy me quieres decir en esta oración.

Meditación del Papa Francisco

La novedad de Dios se presenta ante los ojos de las mujeres, de los discípulos, de todos nosotros: la victoria sobre el pecado, sobre el mal, sobre la muerte, sobre todo lo que oprime la vida, y le da un rostro menos humano. Y este es un mensaje para mí, para ti, querida hermana y querido hermano. Cuántas veces tenemos necesidad de que el Amor nos diga: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? Los problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana tienden a que nos encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura..., y es ahí donde está la muerte. No busquemos ahí a Aquel que vive. Acepta entonces que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como amigo, con confianza: ¡Él es la vida! Si hasta ahora has estado lejos de él, da un pequeño paso: te acogerá con los brazos abiertos. Si eres indiferente, acepta arriesgar: no quedarás decepcionado. Si te parece difícil seguirlo, no tengas miedo, confía en él, ten la seguridad de que él está cerca de ti, está contigo, y te dará la paz que buscas y la fuerza para vivir como él quiere. (S.S. Francisco, 30 de marzo de 2013)..

Reflexión

Los discípulos de Jesús estaban asustados y no se atrevían ni a preguntar por el significado de sus palabras. Hablar de muerte no es fácil a nadie, porque es enfrentarse con el misterio y lo que nos trasciende no tiene explicación, sino que hay que aceptarlo en la fe y en la confianza. Jesús aceptó la muerte desde el abandono en su Padre y sólo así fue capaz de atraer sobre nosotros la salvación.

¡Cuántas veces nosotros nos perdemos en preguntas y cuántas otras no somos capaces ni de cuestionarnos por miedo a la respuesta!. Dios nos sorprende siempre en su infinito amor, y es la confianza y el amor lo que nos tiene que mover en la vida porque el temor paraliza y nos deja sin fuerzas para actuar. El que ama ha pasado de la muerte a la vida; por eso echemos fuera el miedo y vivamos en la plenitud del amor.

Propósito

Rezar una oración por el día de mi muerte porque solo Dios conoce el día y la hora que estaremos en su Presencia.

Diálogo con Cristo

Padre del Cielo y de la tierra, que no abandonas nunca la obra de tus manos, te pedimos alejes de nosotros todo temor, para que viviendo en la plenitud de tu amor sepamos dar testimonio de tu bondad y así nos hagamos creíbles ante los hombres.