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jueves, 12 de septiembre de 2013

EL PESO DE LA ORACIÓN


EL PESO DE LA ORACIÓN 

Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba derrota, entró a una tienda. La mujer se acercó al dueño de la tienda y, en la manera más humilde, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito (fiado). Con voz suave, le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida. El dueño le gritó y le pidió que abandonara su tienda.


Viendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer continuó: 
"¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda". El dueño le dijo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta en su tienda.
De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia.
El dueño, de una manera muy tosca, preguntó a la mujer: "¿Tiene usted una lista de la compra?". La mujer dijo: "Sí señor".
"Está bien," dijo el dueño, "ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, le daré yo en comestibles". La mujer titubeó por un momento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió algo en él. Puso el pedazo de papel, cabizbaja aún, en la balanza.


Los ojos del dueño y el cliente se llenaron de asombro cuando la balanza se fue hasta lo mas bajó y se quedó así. El dueño entonces, sin dejar de mirar la balanza y de mala gana, dijo: "¡No lo puedo creer!".
El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles al otro lado de la balanza. La balanza no se movió por lo que continuó poniendo más y más comestibles hasta que no aguantó más. 
El dueño se quedó allí parado con gran disgusto. Finalmente, agarró el pedazo de papel y lo miró con mucho más asombro.... No era una lista de compra, era una oración que decía:
"Querido Señor, tú conoces mis necesidades y yo voy a dejar esto en tus manos".
El dueño de la tienda le dio los comestibles que había reunido y quedó allí en silencio. La mujer le agradeció y abandonó su tienda. El cliente le entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo: "Valió cada centavo de este billete, ahora sabemos cuanto pesa una oración".

La oración es uno de los mejores regalos gratuitos que recibimos. No tiene costo pero sí muchas recompensas.

ESTOY CONTIGO


Estoy contigo

A veces es difícil encontrar la respuesta a esa sencilla pregunta.

¿Para qué buscarte?  Me preguntaba...

¿Qué gano con seguirte?  Me cuestionaba...

¿Porqué he de hacer tu voluntad?  Me replicaba...

Y hoy, estando solo y con miles de problemas encima, hoy cuando los que creí mis amigos me han abandonado, hoy cuando más solo me siento, y atareado me encuentro, vienen a mi mente las respuestas a estas preguntas, pues en medio de
los problemas, sin importar cuanto le he fallado, Tu sigues firme a mi lado.

Y en medio del cansancio siento tus brazos sostenerme.  Y entre el bullicio de cada día y los problemas que me agobian, escucho tu dulce voz susurrarme al oído:  "Calma, estoy contigo".

Y ahora me doy cuenta que todo vale la pena, y que aquellas dudas no eran mas que trampas de mi enemigo para evitar tu consuelo, tu paz, tu compañía.

Gracias Señor, porque a pesar de todas mis dudas me recibiste en tu seno, y siempre que te cuestionaba sonriendo me decías:  "Tranquilo, que ya llegarán unos de esos días".

INTELIGENCIA EMOCIONAL


Inteligencia emocional

Uno de los libros de más venta en E.U., Canadá y otros países, invita a un gran cambio en la valoración propia y ajena.

Se titula "Inteligencia emocional" y supone una recuperación de nuestra dimensión afectiva.

Nos ahogamos en una sociedad en la que pensamos poco y sentimos menos.

Una cultura que ha supervalorado la razón en detrimento de lo espiritual y lo emocional.

Pero el mundo avanza y, aunque los pesimistas no lo crean, se está acabando el reinado de la diosa razón.

Ya haya empresas que realizan test emocional a sus a sus empleados y cada día le dan más importancia a este campo.

Saben que sin equilibrio emocional de poco sirven los títulos y los muchos conocimientos. No quieren más doctores y peritos esclavos de la ira, el egoísmo, el sexo, el alcohol o la droga.

Sí, más que datos necesitamos amor, más que saber mucho, nos hace falta sentir mucho. Lo que necesitamos es inteligencia emocional.

LA CRUZ EN MI BOLSILLO


LA CRUZ EN MI BOLSILLO

Llevo una cruz en mi bolsillo
un recordatorio de que soy cristiano.
No importa donde me encuentre.

Esta pequeña cruz no es mágica
ni es un talismán de buena suerte.
No esta hecha para protegerme de todo daño.

No es para identificación
para que todo el mundo la vea.
Es simplemente un acuerdo entre mi Salvador y yo.

Cuando meto la mano en mi bolsillo
para sacar una moneda o una llave,
la cruz esta ahí para recordarme que 
El se sacrificó por mí.

Me recuerda también dar las gracias 
por mis bendiciones diarias
y esforzarme por servir a Dios mejor en todo
lo que digo y hago.

También es un recordatorio diario por la paz
y el bienestar que comparto con quienes
conocen al Señor y se entregan a su cuidado.

Por lo tanto, llevo una cruz en mi bolsillo.
Recordándome a mi solo
que Jesucristo será Señor de mi vida
únicamente con permitirle que lo sea.

EL EVANGELIO DE HOY: 12.09.2013

Autor: María Cruz | Fuente: Catholic.net
El amor hacia los enemigos
Lucas 6, 27-38. Tiempo Ordinario. Te pedimos nos concedas un corazón misericordioso que se compadezca de las necesidades de nuestros hermanos.
 
El amor hacia los enemigos
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38


En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: «Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos. «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá». 

Oración introductoria

Gracias, Señor, porque conoces mi debilidad y aún así me llamas a la santidad. Te suplico que mi oración me llene de confianza, no en mi esfuerzo o virtud, sino en tu inmensa misericordia, en tu compasión para conmigo y en tu gracia que hace que todo sea posible.

Petición

Señor, ayúdame a no defraudarte y a corresponderte buscando la perfección en mi amor, hoy más que ayer.

Meditación del Papa Francisco

Y, hermanos y hermanas, el rostro de Dios es el de un padre misericordioso, que siempre tiene paciencia. ¿Habéis pensado en la paciencia de Dios, la paciencia que tiene con cada uno de nosotros? Ésa es su misericordia. Siempre tiene paciencia, paciencia con nosotros, nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él con el corazón contrito. «Grande es la misericordia del Señor», dice el Salmo. [...] El problema es que nosotros nos cansamos, no queremos, nos cansamos de pedir perdón. Él jamás se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca. Él es Padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón misericordioso con todos nosotros. Y aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos. Invoquemos la intercesión de la Virgen, que tuvo en sus brazos la Misericordia de Dios hecha hombre. (S.S. Francisco, 17 de marzo de 2013)..

Reflexión

En nuestra sociedad, amamos a los que nos aman; hacemos el bien a quienes nos lo hacen y prestamos a quienes sabemos nos lo van a devolver. Una conducta muy razonada, que no compromete en nada. Pero obrando así, ¿qué es lo que nos distingue de los que no tienen fe?. Al cristiano se le pide un "plus" en su vida: amar al prójimo, hacer el bien y prestar sin esperar recompensa, pues eso es lo que hace Dios con nosotros, que nos ama primero para que nosotros le amemos.

Tenemos que adelantarnos a hacer el bien, para despertar en el corazón de los otros sentimientos de perdón, de entrega, de generosidad, paz y gozo; así nos vamos pareciendo al Padre del cielo y vamos formando en la tierra la familia de los hijos.

Propósito

Transformar los problemas y conflictos del día de hoy en oportunidades para crecer en la confianza en la providencia de Dios.

Diálogo con Cristo 

Señor, Dios Todopoderoso, rico en misericordia y perdón, mira nuestra torpeza para amar, nuestra poca generosidad en la entrega y nuestra dificultad a la hora de perdonar. Te pedimos nos concedas un corazón misericordioso que se compadezca de las necesidades de nuestros hermanos.