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miércoles, 1 de mayo de 2013

MAYO, MES CONSAGRADO A LA VIRGEN

MAYO, MES CONSAGRADO A LA VIRGEN

Hoy comienza el mes que la piedad popular ha consagrado de modo especial al culto de la Virgen María. Al hablar de San José y de la casa de Nazaret, el pensamiento se dirige espontáneamente a Aquella que, en esa casa, fue durante años la esposa afectuosa y madre tiernísima, ejemplo incomparable de serena fortaleza y de confiado abandono. ¿Cómo no desear que la Virgen Santa entre también en nuestras casas, obteniendo con la fuerza de su intercesión materna -como dije en la Exhortación Apostólica "Familiaris consortio"- que "cada familia cristiana pueda llegar a ser verdaderamente una ´pequeña Iglesia´, en la que se refleje y reviva el misterio de la Iglesia de Cristo" (n. 86)?

Para que esto suceda, es necesario que en las familias florezca de nuevo la devoción a María, especialmente mediante el rezo del Rosario. El mes de mayo, que comienza hoy, puede ser la ocasión oportuna para reanudar esta hermosa práctica que tantos frutos de compromiso generoso y de consuelo espiritual ha dado a las generaciones cristianas, durante siglos. Que vuelva a las manos de los cristianos el rosario y se intensifique, con su ayuda, el diálogo entre la tierra y el cielo, que es garantía de que persevere el diálogo entre los hombres mismos, hermanados bajo la mirada amorosa de la Madre común.

ORACIÓN A SAN JOSÉ OBRERO


Oración a San José Obrero

        A tí acudimos, amoroso padre nuestro San José,
        modelo de los hombres y las mujeres trabajadores,
        para rogarte me obtengas del Señor la gracia de
        que el trabajo que tengo me sirva de relación con Dios
        y sea un medio de santificación.

        Que sepa trabajar a conciencia, haciendo de mi deber
        una ofrenda agradable a Dios, que utilice debidamente
        los dones recibidos de El, para trabajar con ahínco,
        paciencia, orden y en paz, como trabajaste Tú, en el
        taller de Nazareth; que la alegre esperanza de la
        Resurrección, me sostenga ante las dificultades cotidianas,
        que no pierda de vista la cuenta que tengo que dar a Dios
        por el tiempo que me ha brindado y por la manera de
        recibir y dar amor.

        Esto te lo pido por el amor a tu santísima esposa María
        y por el gran amor que le tienes a tu Hijo, Jesucristo,
        que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por
        los siglos de los siglos.


        Amén.



SAN JOSÉ OBRERO, HOMBRE DEL TRABAJO, 1 DE MAYO


San José, hombre de trabajo
Fiesta de San José Obrero. Todos los trabajadores están invitados hoy a mirar el ejemplo de este "hombre justo".
San José, hombre de trabajo


"Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor... Servid a Cristo Señor" ( Col 3, 23 s.).


¿Cómo no ver en estas palabras de la liturgia de hoy el programa y la síntesis de toda la existencia de San José, cuyo testimonio de generosa dedicación al trabajo propone la Iglesia a nuestra reflexión en este primer día de mayo? San José, "hombre justo", pasó gran parte de su vida trabajando junto al banco de carpintero, en un humilde pueblo de Palestina. Una existencia aparentemente igual que la de muchos otros hombres de su tiempo, comprometidos, como él, en el mismo duro trabajo. Y, sin embargo, una existencia tan singular y digna de admiración, que llevó a la Iglesia a proponerla como modelo ejemplar para todos los trabajadores del mundo.

¿Cuál es la razón de esta distinción? No resulta difícil reconocerla. Está en la orientación a Cristo, que sostuvo toda la fatiga de San José. La presencia en la casa de Nazaret del Verbo Encarnado, Hijo de Dios e Hijo de su esposa María, ofrecía a José el cotidiano por qué de volver a inclinarse sobre el banco de trabajo, a fin de sacar de su fatiga el sustento necesario para la familia. Realmente "todo lo que hizo", José lo hizo "para el Señor", y lo hizo "de corazón".

Todos los trabajadores están invitados hoy a mirar el ejemplo de este "hombre justo". La experiencia singular de San José se refleja, de algún modo, en la vida de cada uno de ellos. Efectivamente, por muy diverso que sea el trabajo a que se dedican, su actividad tiende siempre a satisfacer alguna necesidad humana, está orientada a servir al hombre. Por otra parte, el creyente sabe bien que Cristo ha querido ocultarse en todo ser humano, afirmando explícitamente que "todo lo que se hace por un hermano, incluso pequeño, es como si se le hiciese a Él mismo" (cf. Mt 25, 40). Por lo tanto, en todo trabajo es posible servir a Cristo, cumpliendo la recomendación de San Pablo e imitando el ejemplo de San José, custodio y servidor del Hijo de Dios.

Al dirigir hoy, primer día de mayo, un saludo cordialísimo a todos vosotros, (...), mi pensamiento va con todo afecto especialmente a los trabajadores presentes y, mediante ellos, a todos los trabajadores del mundo, exhortándoles a tomar renovada conciencia de la dignidad que les es propia: con su fatiga sirven a los hermanos: sirven al hombre y, en el hombre, a Cristo. Que San José les ayude a ver el trabajo en esta perspectiva, para valorar toda su nobleza y para que nunca les falten motivaciones fuertes a las que pueden recurrir en los momentos difíciles.



Autor: SSJuan Pablo II | Fuente: Catholic.net

1 DE MAYO - DIA DEL TRABAJADOR - SAN JOSÉ OBRERO


1de MAYO - SAN JOSÉ OBRERO

 EL TRABAJO ES UNA VOCACIÓN. Ejercerlo con profesionalismo cualesquiera que fuera...poner todo el Amor y la creatividad...no hay trabajo superior o inferior, pues cada persona es importante en la CONSTRUCCIÓN de un mundo para todos...Esto implica conocer bien el propio DEBER y DERECHO...habrá verdadera igualdad cuando cada habitante de la tierra viva con autenticidad su FE EN DIOS Y SU DESTINO EN LA VIDA ETERNA...sin Dios todo esfuerzo y lucha queda vacío y sin sentido...sólo desde Dios Creador el TRABAJO SE CONVIERTE EN MEDIO DE FELICIDAD...UNA MIRADA A SAN JOSE OBRERO.en este día del hombre...¡salud y bendición!