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Diez consejos para vivir en cristiano
1. No presumas de "cristiano", vive como buen cristiano.
Sé humilde. Reconoce que todos necesitamos el perdón
y la misericordia. El tercer milenio del nacimiento de Cristo
es una buena oportunidad para renovar
nuestras actitudes cristianas.
2. Agradece a Dios la fe que tienes.
Dedica, cada día, unos minutos a hacer oración. Ten un plan
de vida de piedad. Lee algún libro de formación cristiana.
3. Valora el hecho de ser cristiano y católico.
Alégrate de ser hijo de Dios y ciudadano del Cielo.
Renueva tu fe, recita despacio el Credo, reza el Padrenuestro.
4. Tomate en serio la misa del Domingo.
Se dice que "primero es la obligación que la devoción";
pues no olvides que nuestra primera obligación es con Dios.
Vivirás como buen hijo de Dios unido a toda la familia cristiana.
5. Confiesa tus pecados.
Nadie es del todo bueno. Atiende la llamada de Dios
que nos ofrece el perdón, la renovación interior, la alegría
de la salvación. Ve a la Iglesia, confiesa tus pecados
al sacerdote y recibe el gozo del perdón de parte
de Cristo y del Dios salvador.
6. Invoca a la Virgen para que te ayude a creer en Jesucristo
con amor, con fidelidad, con fortaleza, con coherencia.
Ella es madre y modelo de los discípulos, de la Iglesia entera.
Jesús la preparó para que fuera la madre espiritual
de todos sus hermanos. Acude a Ella con confianza de hijo.
7. Vive más sobriamente.
Confórmate con lo que tienes. Frena las ambiciones y los caprichos.
Piensa en los que tienen menos que tú. Ayúdales con tu tiempo
y con tu dinero. Con tu amor.
8. Habla de Jesucristo a tus amigos, a tus vecinos,
a tus compañeros de trabajo.
Háblales de la bondad de Dios, de la esperanza de la salvación,
de la posibilidad y la alegría de ser cada día un poco mejores
amando a Dios y haciendo el bien. Sé apóstol.
9. Cumple tus obligaciones de cada día.
Con amor, con alegría, con el gozo de ayudar a vivir a los demás
y de ir construyendo un mundo de fraternidad y de esperanza.
10. Ama a todos.
Defiende y protege la vida, desde la concepción hasta la muerte.
Ponte a favor de cuantos necesitan nuestra ayuda. Da gracias
a Dios por haberte llamado a colaborar con Él en la construcción
de un mundo mejor.