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sábado, 30 de noviembre de 2013

ORDENAR LOS AFECTOS


Ordenar los Afectos
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Desde la ventana se puede gozar la belleza del parque que Alfredo, el jardinero, trabaja con esmero. Es como un pequeño paraíso, pero es grande el trabajo constante de Alfredo, porque si lo descuida deja de ser un paraíso.

Dios es generoso en la abundancia de semillas, formas y colores, pero esta abundancia es una selva sin el trabajo del hombre contra los yuyos y la maleza, sin el trabajo para que las flores crezcan como deben crecer.

Este jardín de Alfredo es en pequeño lo que pasa en el mundo. Dios nos da las semillas, pero las semillas crecen indiscriminadamente, y muchas veces la maleza ahoga los frutos y las flores. Tenemos que poner mucho trabajo una y otra vez, todos los días de la vida, para tener un jardín en medio de la selva impenetrable y peligrosa.

Si los afectos son semillas del corazón, pasa lo mismo que con la tierra: tenemos que seleccionar las flores y los frutos que queremos, y cultivarlos con trabajo y cuidado, para que sean un jardín en nuestra vida y no una selva de afectos descontrolados y primitivos, que hacen de la vida un verdadero infierno en vez de un cielo sobre la tierra, como el jardín de Alfredo. Para tener en la vida un jardín como el de Alfredo, tenemos que ponerle un poco de inteligencia y trabajo al corazón.

EL ADVIENTO



EL ADVIENTO

La Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con una gran fiesta a la cual llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.

La palabra Adviento, como se conoce este temporada, significa "llegada" y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.

En este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad? ¿con quien vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué vamos a regalar? Pero todo este ajetreo no tiene sentido si no consideramos que Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación espiritual.

Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores para recibir a Jesús.

La Iglesia durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la liturgia de la misa a la contemplación de la primera "llegada" de Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y la disposición que debemos tener para recibirlo. El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos tener para prepararnos a tan importante evento.

La familia como Iglesia doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación. Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo. En otros lugares se elabora un calendario en el cuál se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos países, como México, familiares y amigos se reúnen para celebrar las Posadas rezando el rosario, recordando el peregrinar de María y José para llegar a Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.

ADORA Y CONFÍA


Adora y Confía
Autor: Padre Teilhard de Chardin


No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.

Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de su providencia.

Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado;
a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás le veas.

Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.

Vive feliz. Te lo suplico.
Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro
una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.

Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.

Recuerda: 
cuanto te reprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso, cuando te sientas 
apesadumbrado,
triste,
adora y confía...

ACTITUD POSITIVA



Actitud positiva
Autor: Dr. Christian Barnard 


Si piensas que estas vencido, lo estas.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar,
pero que no puedes, no lo lograras.
Si piensas que perderás, ya has perdido.

Porque en el mundo encontraras que el éxito
comienza con la voluntad del hombre.

Todo esta en la actitud mental.
Porque muchas carreras se han perdido antes de
haberse corrido.

Y muchos cobardes han fracasado
antes de haber empezado su trabajo.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedaras atrás.
Piensa que puedes y podrás.

Todo esta en la actitud mental.
Si piensas que estas aventajado, lo estas.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo
antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana
el mas fuerte o el mas rápido.
Tarde o temprano, aquel que gana,
es el que cree poder hacerlo.

EL EVANGELIO HOY: 30.11.2013

Autor: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net
El pequeño hermano de Pedro
Mateo 4, 18-22. Fiesta de San Andrés. ¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? Entonces Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia no lo hubiera conocido.
 
El pequeño hermano de Pedro
Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, paseando Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.
Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.


Oración introductoria

Ven Espíritu Santo, dame la luz para aguardar, en silencio, el llamado que Jesús quiera darme en esta oración. Fortalece mi espíritu para que sepa responder rápida y eficazmente, con generosidad y amor, a lo que Dios, en su Divina Providencia, quiera pedirme.

Petición

Señor, quiero seguirte, conviérteme en un auténtico discípulo y misionero de tu amor.

Meditación del Papa

Dios nos acompaña, Dios nos llama por nuestro nombre, Dios nos promete una descendencia. Y esta es un poco la seguridad del cristiano. ¡No es una casualidad, es una llamada! Una llamada que nos hace seguir adelante. Ser cristiano es un llamado de amor, de amistad; una llamada a convertirse en hijo de Dios, hermano de Jesús; a ser fecundo en la transmisión de esta llamada a los demás, a ser instrumentos de esta llamada. Hay tantos problemas, hay momentos difíciles: ¡Jesús ha pasado por tantos! Pero siempre con esa confianza: El Señor me ha llamado. El Señor es como yo. El Señor me ha prometido. Dios es fiel, pues Él nunca puede renegar de sí mismo: Él es la lealtad. Y pensando en esta pasaje donde Abraham es ungido como padre, por primera vez, padre de los pueblos, pensamos también en nosotros que hemos sido ungidos en el Bautismo, y pensamos en nuestra vida cristiana. (cf S.S. Francisco,25 de junio de 2013)

Reflexión

Dos grupos de hermanos presenta nuestro Evangelio de hoy, quizás insinuándonos que las cosas para Dios tienen caminos tan singulares como llamar a todo el "futuro" de una familia. Pero si es Cristo quien llama... El sabe de sobra lo que hace. Y lo que hacía con la familia de Pedro y de Santiago era algo verdaderamente espectacular.

Andrés, el pequeño hermano de Pedro. ¡Quién lo fuera a pensar! De esos dos hombres habría de sacar la roca donde edificar la Santa Madre Iglesia. Efectivamente, porque otro pasaje, el que nos refiere Juan en su primer capítulo, nos presenta a los dos hermanos menores que se les ocurre seguir a Cristo, le conocen y ellos, terriblemente impresionados de ese singular Hombre que es Jesús, se lo cuentan a sus respectivos hermanos, que debieron ser hombres recios pues eran pescadores, y de gran corazón.

¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? O pongamos que lo hubiese seguido, ¿si no le hubiese dicho nada a Pedro? Era legítimo que se callase. El había encontrado al Señor y Pedro era ciertamente su hermano pero nada más. Pero cuando uno conoce a Cristo inevitablemente lo da a conocer. De no haberlo hecho no tendríamos quizás a Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia.

Sin embargo Andrés comprendió bien lo que significaba haber estado con el Señor. Tenía que mostrárselo a fuerzas a su hermano, tenía que llevarlo a su presencia como lo hizo, aunque Pedro se la estuviera pasando muy bien entre sus pescados, aunque fuera el "hombre" de la casa, aunque no aparentara tener mucha resonancia interior.

Andrés es, pues, el que lo conduce a Cristo, es el que nos hizo el favor de poder tener a ese Pedro tan bueno entre nosotros. Y tan buen hermano fue que no sólo fue apóstol como su hermano sino que dio su vida en la cruz y fundó (así es estimado en las iglesias de oriente) con su sangre la fe de tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, tendremos algún día el gusto de abrazar en la plena comunión con Roma. Andrés, buen ejemplo. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

ORACIÓN A CRISTO REY



ORACIÓN A CRISTO REY

Oh Cristo Jesús, te reconozco por Rey universal. Todo cuanto existe ha sido creado por ti. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo mis promesas del bautismo, renunciando a Satanás, a sus seducciones y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de tu Iglesia.

Jesucristo, te ofrezco mis pobres acciones para obtener que todos los corazones reconozcan y vivan tu mensaje de paz, de justicia y de amor.

Amén.

ALGO QUE NO DEBES OLVIDAR EN EL TIEMPO DE ADVIENTO




ALGO QUE NO DEBES OLVIDAR 
EN TIEMPO DE ADVIENTO

El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad. 
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.



Cuida tu fe

Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

FIN DE LA CONSTRUCCIÓN


Fin de la construcción


...el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6.

Un día, Billy y Rut Graham estaban conduciendo por un largo trecho de carretera que estaba en construcción. Encontraron muchos retrasos, desvíos y paradas. Finalmente llegaron al final de la dificultad, y delante de ellos se extendía un largo trecho de pavimento suave. El siguiente letrero captó la atención de Rut: <<Fin de la construcción. Gracias por su paciencia.>> Ella comentó que esas palabras serían apropiadas para inscribirlas en su tumba algún día.

En realidad, esas palabras nos quedan bien a todos los creyentes, porque en esta vida estamos <<en construcción>>, Cuando aceptamos a Cristo como Salvador y Señor comenzamos el proceso de crecimiento espiritual, el cual dura toda la vida. El Espíritu Santo obra en nosotros para quitar nuestro egoísmo (Filipenses 2:4), renovar nuestra manera de pensar (Romanos 12:2), y desarrollar cualidades en nosotros que sean cada vez más como las de Cristo (Colosenses 3:5-14) . Pablo describió este proceso como una obra de Dios. Dijo: "El que comenzó con vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Filipenses 1:6)

Mientras viajamos con destino al cielo, cooperemos con la construcción de Dios en nuestras vidas. Cuando su obra en nosotros esté completa,"seremos semejantes a él" (1 Juan 3:2), perfectamente conformados a la semejanza de nuestro Salvador.

Dios nos ama demasiado para dejarnos como somos. No rehúses los cambios que el quiera hacer en ti hoy, recuerda: "Estas en Construcción"

REGALOS QUE NADA CUESTAN


Regalos que nada cuestan


1.  El regalo de escuchar. 
     Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo escuchar.

2.  El regalo del cariño.
     Ser generoso con besos, abrazos, una palabra amable, un apretón de manos.
     Con estas pequeñas acciones demuestras el cariño por tu familia y amigos.

3.  El regalo de la sonrisa.
     Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas, y tu
     regalo dirá "me gusta reír contigo".

4.  El regalo de una nota escrita.
     Puede ser un simple "gracias por ayudarme". Un detallito así puede      ser recordado toda una vida, y aún, tal vez, inclusive cambiarla.

5.  El regalo del reconocimiento.
     Un simple, pero sincero "te ves preciosa con ese vestido", "has hecho un gran trabajo", "fue una cena estupenda",  pueden convertir en    especial un día ordinario.

6.  El regalo del favor.
     Todo los días procura hacer un favor.

7.  El regalo de la soledad.
     Hay momentos en que preferimos estar solos. En esas ocasiones
     especiales ofrécete ese regalo a ti mismo, o pídele a otros que te lo obsequien.

8.  El regalo de la disposición a la gratitud.
     Una manera de hacer sentir bien a los demás es decirles esas cosas tan "hola",  "muchas gracias", "eres un cielo", "qué suerte tenerte cerca"...

ESQUEMAS DE ORACIONES PARA ENCENDER VELAS DE ADVIENTO


PROPONEMOS ESTE ESQUEMA SENCILLO PARA ORAR AL ENCENDER LA VELA DE ADVIENTO 

Primer domingo 

ENTRADA. Se entona algún canto. 
Saludo. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... 

LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cual será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar) 
Reflexión. 

Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos. 

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. 

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús! 

PADRE NUESTRO 
Guia: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro... 

CONCLUSION 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvos. Amén. 


SEGUNDO DOMINGO 

ENTRADA. Se entona algún canto. Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... 

LITURGIA DE LA PALABRA. 
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14: ”Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios. 
Breve pausa para meditar 

Reflexión 
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿ Se notará que creemos de veras en Cristo? 

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne... 

Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador! 

PADRE NUESTRO. 
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro... 

CONCLUSION. 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvados. Amén. 


TERCER DOMINGO 

ENTRADA. 
Se entona algún canto. Saludo. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... 

LITURGIA DE LA PALABRA. 
Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23: ”Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios. 
Breve pausa para meditar. Reflexión. 

Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El? 

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz. 

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor! 

PADRE NUESTRO. 
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro... 

CONCLUSION. 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvados. Amén 


CUARTO DOMINGO 

Todos hacen la señal de la cruz. 
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor" 
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra" 

Liturgia de la Palabra: 
Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios" 
Todos: "Te alabamos Señor". 

Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios" 
Todos: "Te alabamos Señor". 
Guía: "Ven, Señor, y no tardes. 
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo". 

SE ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS 
Guía: "Bendigamos al Señor" 
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios". 

Humildad y gloria 
El Nacimiento de Jesús 

Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7) 
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron 
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, 
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento." 
"Palabra de Dios" 
Todos: "Te alabamos Señor". 

MEDITACION 

La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe. 

Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón. 

Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión 
Padre Nuestro / Ave María. 

ORACIÓN FINAL 

Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Todos: "Amén" 


PREPARA TU CORONA DE ADVIENTO



Autor: P. Alberto Ramírez Mozqueda | Fuente: Catholic.net
Prepara tu Corona de Adviento
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. ¿Qué significa? ¿Cómo encender las velas?


La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. Es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la esperanza y la vida... 

Dios se hace presente en la vida de cada ser humano y de cualquier manera le hace sentir su amor y deseo de salvarle. 

La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad. 

Actualmente hay inquietud por reavivar una costumbre muy significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo: La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. 

La corona es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la esperanza y la vida. Va enrollada con un listón rojo, símbolo del amor de Dios que nos envuelve y también de nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. En el centro de círculo se colocan las cuatro velas (pueden ser tres moradas y una rosa o bien todas blancas) para encenderse una cada domingo de Adviento. La luz de la vela simboliza nuestra fe. 

El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón de la Palabra, si es en la Iglesia, o en un lugar adecuado si se utiliza en un ambiente familiar o escolar. 

En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de Navidad y si se quiere se puede situar la imagen del Niño en relación con la corona: se tiene que ver que la Navidad es más importante que la espera del Adviento. 

La corona, que procede del Norte (países escandinavos, Alemania), tiene raíces simbólicas universales: la luz como salvación, el verde como vida, forma redonda como eternidad. Simbolismos que se vieron muy coherentes con el misterio de la Navidad cristiana y que pasaron fácilmente a los países del sur. 

Se ha convertido rápidamente en un simpático elemento complementario de pedagogía cristiana para expresar la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida, junto a otros ciertamente más importantes, como son las lecturas bíblicas, los textos de oración y el repertorio de cantos. 

EL EVANGELIO DE HOY: 29.11.2013

Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Señales de la venida del Reino
Lucas 21, 29-33. Tiempo Ordinario. Es nuestra responsabilidad no perder el tiempo porque es un regalo de Dios de valor incalculable.
 
Señales de la venida del Reino
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33


Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Oración introductoria

Espíritu Santo, te pido el don de ciencia para valorar las cosas humanas en relación a mi último fin y para saber discernir lo que debo hacer en cada momento. En este momento de oración, ayúdame a guardar el silencio necesario para agradarte y escuchar lo que hoy me quieres decir.

Petición

Señor, dame fortaleza, para buscar con constancia la santidad.

Meditación del Papa Francisco

¿Cuál es la finalidad de este pueblo? El fin es el Reino de Dios, iniciado en la tierra por Dios mismo y que debe ser ampliado hasta su realización, cuando venga Cristo, nuestra vida. El fin, entonces, es la comunión plena con el Señor, la familiaridad con el Señor, entrar en su misma vida divina, donde viviremos la alegría de su amor sin medida, un gozo pleno. Queridos hermanos y hermanas, ser Iglesia, ser pueblo de Dios, según el gran designio de amor del Padre, quiere decir ser el fermento de Dios en esta humanidad nuestra, quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios a este mundo nuestro, que a menudo está desorientado, necesitado de tener respuestas que alienten, que donen esperanza y nuevo vigor en el camino. Que la Iglesia sea espacio de la misericordia y de la esperanza de Dios, donde cada uno se sienta acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio. Y para hacer sentir al otro acogido, amado, perdonado y alentado, la Iglesia debe tener las puertas abiertas para que todos puedan entrar. Y nosotros debemos salir por esas puertas y anunciar el Evangelio. (S.S. Francisco, 12 de junio de 2013)

Reflexión

La parábola de la higuera se sitúa prácticamente al final del discurso de Jesús sobre las señales del fin universal. Hace aproximadamente dos mil años que Cristo pronunció estas palabras, y no pueden ser más actuales. No hace falta detenerse demasiado en dicho discurso para encontrar rápidamente el paralelismo entre lo que Cristo nos describe y lo que nosotros vivimos en la actualidad. Ante tanta adversidad el mensaje de Cristo es, como siempre, esperanzador: "el Reino de Dios está cerca". Somos pues, hijos todos de la misma generación, descendientes de Adán y Eva, los expulsados del paraíso. Pero hijos principalmente de Dios, que nos dignifica a través de su Hijo Jesucristo y que nos muestra ya la higuera que retoña, es decir, el Reino naciente en cada corazón que le ama.

El tiempo ha demostrado la autenticidad de las palabras de Nuestro Señor: "El cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". Esta sorprendente expresión de Jesús está cargada de un profundo significado: nada perdura en el tiempo, sólo Él es eterno, sólo Él puede decir "siempre".

Por eso, nos equivocamos si centramos nuestra vida en lo estrictamente pasajero, material y efímero. Debemos anclarnos en Cristo, con Él no damos pasos en falso.

Desde luego, y estamos avisados, la senda es estrecha y espinada, y cuesta transitarla, pero vamos acompañados y guiados por el Maestro. Este pasaje nos llama a volver a la frescura del Evangelio, a buscar la autenticidad del mensaje cristiano, seguros de que no pasa, jamás se desfasa, ni es atemporal. A veces, nuestros prejuicios nos empujan a quedarnos en lo más superficial de lo que conforma nuestra fe; nos ocupamos con demasiada frecuencia de lo externo; estamos estancados en nuestra dimensión más horizontal, olvidándonos de que es la vertical la que nos conduce a las alturas.

Propósito

El Señor nos advierte: "mis palabras no pasarán", es nuestra responsabilidad no perder más el tiempo, el tiempo es un regalo de Dios de valor incalculable. Utilizarlo de cara a Él, obedeciendo su santa voluntad. He ahí la tarea del cristiano y lo único que puede darnos la felicidad. 

jueves, 28 de noviembre de 2013

PENSAMIENTOS EUCARÍSTICOS


PENSAMIENTOS EUCARÍSTICOS DE LOS SANTOS

San Alfonso María de Ligorio

"El mismo Dios no puede hacer una acción más sagrada y más grande que la celebración de una Santa Misa".
Experimentó unos dolores muy agudos en el abdomen. El religioso que le acompañaba, lo urgía a que se detuviera a tomar un sedante. Pero el Santo aún no celebraba Misa, y su respuesta inmediata fue: "Mi querido hermano, yo caminaría diez millas en esta condición con el fin de no perder el ofrecer la Santa Misa." Y su dolor no lo hacía romper el ayuno eucarístico, el cual en ese tiempo era obligatorio desde la media noche anterior. Esperó a que el dolor menguara un poco, y luego continuó su camino a la Iglesia.
"Creo Jesús Mío que estás real y verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte dentro de mi alma, más ya que no lo puedo hacer en este momento sacramentalmente ven por lo menos espiritualmente a mi corazón. (Pausa) Como si ya te hubiese recibido, yo me abrazo y me uno totalmente a Ti. Nunca, nunca permitas que me separe de Ti. Amén".


San Francisco de Asís 

"El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote".
Asistía usualmente a dos Misas cada día; y cuando estaba enfermo, le pedía a un fraile sacerdote que celebrara la Santa Misa para él, en su celda, a fin de no quedarse sin la Santa Misa.


San Felipe Neri 

"Con oraciones pedimos gracia a Dios; en la Santa Misa comprometemos a Dios a que nos las conceda".
Amaba tanto la Eucaristía, que aún cuando estuvo gravemente enfermo recibía la Sagrada Comunión a diario, y si no le traían a Jesús muy tempranito en la mañana, se trastornaba mucho y no encontraba reposo de ningún modo. "Mi deseo de recibir a Jesús es tanto,- exclamaba,- que no puedo encontrar paz mientras espero".
"La devoción al Santísimo Sacramento y la devoción a la Santísima Virgen, no son simplemente el mejor camino, sino que de hecho son el único camino para conservar la pureza. A la edad de veinte, nada sino la comunión puede conservar puro el corazón de uno ... La castidad no es posible sin la Eucaristía."


Santa Gertrudes 

Nuestro Señor le dijo: "Puedes estar segura que referente a alguien quien asistió a la Santa Misa devotamente, Yo le mandaré tantos de mis Santos a que lo consuelen y lo protejan durante los últimos momentos de su vida, como Misas haya oído bien".


Santo Cura de Ars 

"Si supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella".
"¡Qué feliz es ese Ángel de la Guarda que acompaña al alma cuando va a Misa!".
"La Misa es la devoción de los Santos."
Un día durante un sermón, el Santo Cura de Ars dijo un ejemplo de un sacerdote que al celebrar una Misa por su amigo muerto, después de la Consagración oró de la manera siguiente: "Eterno y Santo Padre, vamos haciendo un cambio. Tú posees el alma de mi amigo en el Purgatorio; yo tengo el Cuerpo de Tu Hijo en mis manos. Libérame Tú a mi amigo, y yo Te ofrezco a Tu Hijo, con todos los méritos de Su Pasión y Muerte".
"Todas las buenas obras, tomadas juntas, no pueden tener el valor de una Santa Misa, porque aquéllas son obras de los hombres, mientras que la Santa Misa, es el trabajo de Dios".
"Toda Hostia Consagrada está hecha para consumirse con amor en un corazón humano".
"A la vista de una torre de Iglesia, ustedes pueden decir: Jesús está ahí, pues ahí hay un sacerdote que ha celebrado Misa".


San Maximiliano M. Kolbe 

Ofrecía la Santa Misa aún cuando su salud estaba en tan lastimoso estado, uno de sus hermanos religiosos tenía que sostenerlo en el altar para evitar que cayera.



DECÁLOGO DE ADVIENTO

 
 DECÁLOGO DEL ADVIENTO

1.- Reconoce tu pobreza y tu vacío.

2.- Reconoce tu debilidad: tú solo no puedes alcanzar lo que tanto deseas.

3.- No te acomodes a tu pequeñez: lucha por crecer siempre más, estírate, transciéndete.

4.- No te distraigas, no te entretengas, vive con el alma de puntillas.

5.- Sé persona de grandes deseos: no te conformes con las migajas de la  mesa de la esperanza.

6.- Grita, suplica, llora, ora. Apacionate, crece en el deseo, crece en el amor. El amor engendra deseo y el deseo enciende el amor.

7.- Paciencia y perseverancia. Todo tiene su tiempo para madurar y todo  se debe preparar. No seas caprichoso ni ansioso. La esperanza aquilata y capacita.

8.- No duermas. Vigila. No dejes que tu lámpara se apague.

9.- También la fe ha de estar despierta.

10.- Atento a cualquier signo, voz y pisada. Los ojos y los oídos bien abiertos, no vaya a pasar de largo.

¿Puede nacer mi hijo en tu casa? ¿ Me abrirás la puerta? ¿Me abrirás tu corazón? 

Autor desconocido.



ORACIÓN A SANTA CATALINA LABOURÉ



ORACIÓN A SANTA CATALINA LABOURÉ

Santa Catalina Labouré, que fuiste elegida como confidente de la Virgen María. Ella te reveló su deseo de que sus hijos llevan la Medalla Milagrosa como señal de su amor por ella y en honor de su Inmaculada Concepción. Intercede por nosotros, para que podamos cumplir los deseos de nuestra madre celestial. Pide que podamos recibir las gracias especiales que se derivan de las manos maternales como rayos de luz. Amén

CADA UNO FORJA SU DESTINO


Cada uno forja su destino
Autor: Aurelio Mejía Mesa


Estando en un mismo jardín, las abejas se dirigen hacia la flor que tiene el dulce néctar, mientras las moscas revolotean por la fétida basura. Cuando las primeras se encuentran ocupadas elaborando la miel, y expandiendo el polen que dará vida a los buenos frutos, las segundas desperdician su tiempo posando sus patas contaminadas por todas partes.

Cual si fueses un envase conteniendo una esencia aromática o fétida, en tus gestos, palabras y pensamientos se reconoce el aroma que irradias. Evita que éste sea el de la basura, el de las expresiones vulgares, el de los sentimientos negativos, el del obrar con rencor. Llena tu corazón con amor. Olvida las ofensas. Recuerda siempre los favores que te hacen. Ayuda a los demás. Refleja en tu rostro la alegría de una sonrisa sincera. Piensa que los contratiempos y sinsabores de la vida son simplemente un medio de pulir el diamante que hay en tu alma. Y cada día recuerda a Dios para darle gracias por haberte dado lo que tienes; no ores sólo cuando tengas necesidad de pedir favores materiales.

EL EVANGELIO DE HOY: 28-11-2013

Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
La ruina de Jerusalén
Lucas 21, 20-28. Tiempo Ordinario. Cristo no nos pide lo que no le podemos dar pero sí que le amemos por encima de nuestras preocupaciones.
 
La ruina de Jerusalén
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28

«Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación». 

Oración introductoria

Señor Jesús, pasajes del Evangelio como el de hoy pueden parecer inquietantes en un primer momento. Pero sabiendo que tengo la enorme gracia de poder tener un momento de intimidad contigo en la oración, lo que hago es levantar la cabeza para estar dispuesto a escucharte, porque sé que Tú eres mi liberación.

Petición

Jesús, Tú eres mi esperanza, ¡aumenta mi confianza!

Meditación del Papa Francisco

Atención: no es un simple "oír" superficial, sino es "la escucha", acto de atención, de acogida, de disponibilidad hacia Dios. No es el modo distraído con el cual nosotros nos ponemos delante del Señor o ante los otros: oímos las palabras, pero no escuchamos realmente. María está atenta a Dios, escucha a Dios.
Pero María escucha también los hechos, es decir lee los acontecimientos de su vida, está atenta a la realidad concreta y no se para en la superficie, sino que va a lo profundo, para captar el significado. La pariente Isabel, que es ya anciana, espera un hijo: éste es el hecho. Pero María está atenta al significado, lo sabe comprender: "porque no hay nada imposible para Dios".
Esto también vale en nuestra vida: escucha de Dios que nos habla, y también escucha de la realidad cotidiana, atención a las personas, a los hechos, porque el Señor está en la puerta de nuestra vida y golpea en muchos modos, pone señales en nuestro camino; está en nosotros la capacidad de verlos. María es la madre de la escucha, escucha atenta de Dios y escucha también atenta de los acontecimientos de la vida. (S.S. Francisco, 1 de junio de 2013)

Reflexión

El lenguaje escatológico empleado por Cristo en este pasaje nos muestra dos cosas: que Él es el Señor y dueño de la historia y de los acontecimientos, y que todo cristiano tiene como consigna la vigilancia, pues desconocemos el día y la hora en que todo esto sucederá.

El Señor nos dice: "quien está en el campo que no entre en la ciudad y quien esté en la ciudad que se aleje". Cristo no nos pide lo que no le podemos dar pero sí reclama un seguimiento convencido por parte de cada uno: que le amemos por encima de nuestras tribulaciones o en medio de la perplejidad; que aguardemos con esperanza su segunda venida.

También nos advierte que el camino de la cruz no es fácil y que a veces cuesta, sin embargo sabemos que cuando Dios pide algo, no hace más que requerir lo que precisamente ha dado. Por lo tanto tenemos un modelo donde reflejarnos. Él nunca nos deja solos. Repitamos las palabras de Santa Teresa "Solo Dios basta" y seamos capaces de cobrar el animo y levantar nuestra cabeza porque se acerca nuestra liberación.

Propósito

Liberarnos ante todo del pecado, de nuestra miseria, de nuestros rencores e insatisfacciones.

Diálogo con Cristo

Señor, ayúdame a ver todos los sucesos de mi vida en la perspectiva de la eternidad. Ver todo con tu mirada, para saber qué es lo que realmente tiene valor. Sólo al final de mi vida podré confirmar que todo tiene sentido y que la lucha por vivir el Evangelio vale la pena, pero ahora sé que nunca me voy arrepentir de lo que haya hecho por amor a Ti, ¡gracias por darme la certeza de mi fe! 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

ESTÁS HECHO PARA LA ALEGRÍA


Estás hecho para la alegría

Hoy le declaro la guerra al desaliento.

Hoy mando mis dudas lejos y más lejos 
mis tristezas.

No quiero que la desconfianza o el abatimiento echen raíces en mi alma. No quiero ser amargado.

Envío el desánimo a un destierro perpetuo, y en el mismo viaje le compro al pesimismo un boleto sin retorno.

Tú, corazón mío, estás hecho para la alegría. Eres templo de Dios y Él no mora en lugares oscuros.

No le abras la puerta, oh, corazón, al desconsuelo. Tus amigos son el entusiasmo y el ánimo resuelto.

Hoy le grito NO al pesimismo y en la fe encuentro inmensas reservas de coraje. Nací para vencer.

Nací también para avanzar y superar barreras. De toda caída aprendo algo y me levanto decidido.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.


Gonzalo Gallo

¿QUÉ ES LA CORONA DE ADVIENTO?


¿QUÉ ES LA CORONA DE ADVIENTO?

La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos: 

La forma circular

El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar. 

Las ramas verdes

Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.



Las cuatro velas

Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.

Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia. 
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal. 

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve. 

Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote. 

Sugerencias

a) Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.

b) La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.

c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.

d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia.

Por ejemplo: 
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña. 
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final. 
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico. 
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios. 
un encargado de leer las lecturas. 
un encargado de encender las velas.