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DE ESTE A OESTE

De este a oeste
 Autor: Adolfo Robleto


        "Como el oriente esta lejos del occidente,
        asi aleja de nosotros nuestras culpas" Salmo 103:12.

        ¿Qué tan lejos queda el este del oeste?
        ¿Dónde termina el este y dónde comienza el oeste?

        Cierta Ciudad tenía una vez el siguiente lema:
        "Donde comienza el oeste y crece el maíz alto."
        La última parte del lema es verdad; la primera no.
        Nadie sabe dónde comienza el oeste ni dónde termina.
        Todo es cuestión de dónde nos encontremos.

        Si estuviera en Nueva York y quisiera viajar hacia el oeste
        tanto como me fuera posible,
        ¿qué distancia tendría que cubrir?
        Cuando llegara a Los Angeles,
        las Filipinas seguirían estando al oeste,
        y después de allí, China seguiría estando al oeste,
        y de allí, Europa quedaría al oeste,
        y de Europa volvería a Nueva York.

        ¿Cuánto tengo que viajar en dirección oeste
        para llegar al este? Eso no se puede medir.

        Alguien preguntó a una anciana creyente una vez:

        ¿Alguna vez la molesta el diablo
        respecto a sus pecados pasados?

        Ella contestó: "Sí."

        Cuando le preguntaron qué hacía entonces contestó: "

        Oh, le digo que se vaya al este"

        ¿Y qué hace si regresa?

        "Le digo que se vaya al oeste"

        Y cuando regresa del oeste, ¿qué hace entonces?

        La anciana dijo: "Lo mantengo yendo de este a oeste."

GRACIAS SEÑOR...


Gracias Señor

Gracias Señor, por que nos das la esperanza de una vida mejor.
Gracias Señor, por que a pesar de las dificultades existe el amor.
Gracias Señor, por que vivimos en una comunidad de hermanos.
Gracias Señor, por que tenemos hambre de ti.
Gracias Señor, por que te siento junto a mi..
Gracias Señor, por que me das fuerza para seguir adelante.
Gracias Señor, por los pesares, porque te tengo a ti para consolarme. Gracias, Señor por todo lo que me rodea, me enseña a vivir mejor.
Gracias, Señor por este espacio que me demuestra que sin conocernos podemos llegar a amarnos como hermanos que somos en Tí Cristo Señor.

OLVIDA EL AYER...


Olvida el ayer
Autor:C. Torres Pastorino



        "Recordar los malos ratos del pasado no aporta nada positivo al presente.

        ¿Por qué detenerse en el pasado si lo que importa es el futuro? El espejo retrovisor del automóvil te muestra el camino recorrido y sirve únicamente de aviso para ver los vehículos que te piden el paso y que podrían poner en peligro tu propio viaje.

        El pasado sirve de base al presente como los muros del primer piso que hoy sostienen la azotea de mañana.

        Quien está en el primer piso quiere sencillamente subir a la terraza y no detenerse escarbando en los cimientos de la casa porque encontraría sólo alacranes.

        Sube y contempla las estrellas que te muestran los caminos del futuro y deja que la animalidad se pierda entre los terrenos del suelo húmedo y frío.

        No vuelvas al pasado que se ha ido y no regresará jamás. Si regresara sería un gran impedimento para tu progreso.

        Lo que pasó, pasó. La vida pasada te dejó experiencias y conocimientos que tendrías que aprovechar.

        El estudiante experimenta en el laboratorio con instrumentos de química. Al salir del aula se lleva los conocimientos y deja las probetas y elementos porque ya no le sirven.

        ¿Qué ganamos con recordar errores, cuyas consecuencias nos hacen sufrir, si ya es imposible corregirlos y su recuerdo constante puede arruinar nuestro camino? Por eso, no vuelvas al pasado y mira hacia el porvenir.

        No remuevas la tierra con la azada y planta frutales que mañana te abriguen y alimenten.

        Olvida el ayer y orienta el corazón hacia mañana.

        Cuando el hoy despuntó con la aurora del nuevo día, el ayer había concluido.

        Táchalo en la hoja de tu vida.

        Prepara tus lecciones para el examen de mañana porque en el examen de ayer fuiste aprobado con notas demasiados bajas.

        Levántate y camina hacia lo alto y hacia adelante, dejando que los muertos en espíritu entierren a sus muertos (Mateo 8,22).