Páginas

jueves, 4 de octubre de 2012


wpeF.jpg (10420 bytes)
ORACIÓN SIMPLE DE
SAN FRANCISCO DE ASÍS

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
D
onde hay odio, que lleve yo el Amor.

D
onde haya ofensa, que lleve yo el   Perdón.
D
onde haya discordia, que lleve yo la Unión.
D
onde haya duda, que lleve yo la Fe.
D
onde haya error, que lleve yo la Verdad.
D
onde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.

D
onde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.

Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

LA ESCALERA DE LA VIDA


LA ESCALERA DE LA VIDA

Sube los escalones de tu existencia despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y buena voluntad.
Súbelos pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la escalera que estás subiendo.


No cedas ni un segundo al desánimo; no permitas que la indecisión te domine, aprende a superarlos. 


El mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera.


Prosigue en línea recta, buscando tus sagrados objetivos, en nombre del Creador a quien debemos la vida, hónrala.
Si alguien no te recibe de buena gana, ni acepta tu buena intención, no pierdas el tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no soluciona el problema.


Y si te caes antes de llegar al escalón al que te propusiste llegar, no te desanimes, porque el caer es una oportunidad para levantarte y reaccionar, continúa subiendo nuevamente con más fuerza y altruismo.


Victoria no es nunca haber caído, sino levantarse de la caída y seguir alegremente, prometiéndote a ti mismo, mirar con orgullo los demás escalones que se encuentran adelante y altivamente seguir subiendo.


Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.
Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida.


Si no vences, es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final, porque quien lucha dando el verdadero esplendor a la vida y al bien, y persiste sin retroceder: ¡Vencerá!

Autor Desconocido

SER FELIZ A TIEMPO...


 
SER FELIZ A TIEMPO

Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla.

Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano. En un recodo del camino vio un letrero que decía: "Le quedan dos meses de vida".

Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: "Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida, con las personas que me rodean". Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar.

Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior.

Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: ¡Cuánto gozamos con lo poco que tenemos, y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos!

Autor Desconocido

EN MOMENTOS DIFÍCILES... NO PIERDAS LA FE EN TI


En momentos difíciles,
No pierdas. La fe en ti.

Hay momentos en la vida.
En que no todo es perfecto.
Y los problemas parecen rodearte.

Mientras buscas la salida.
Es importante conservar.
Una actitud positiva.
En relación a tu vida y tu rumbo.

Tal vez dudes de haber tomado.
Las decisiones correctas.
Quizás te preguntes como saldría todo.
Si tomaras un camino diferente.

Pero eres una persona.
Fuerte y motivada,
Capaz de hacer frente
A cualquier desafío.

Eres una persona cálida y afectuosa.
Que ama la vida.
Y sabrás superar
Esos tiempos difíciles.