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lunes, 16 de julio de 2012

EL COLLAR TURQUESA



El collar turquesa

Un hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle distraídamente.

Una pequeña niña de 8 años llegó a la tienda y apretó su naricita contra el vidrio de la vitrina. De pronto, sus ojos de color del cielo brillaron cuando vio aquello que estaba buscando. Pidió ver el collar de turquesa azul.

- Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?, dijo al hombre del mostrador.

El dueño del negocio miro desconfiado a la niña y le preguntó:

- ¿Cuánto dinero tienes?

Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:

- ¿Eso da?

Eran apenas algunas monedas que ella exhibía con orgullo.

- Sabe, continuó, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy convencida que estará feliz con este collar que es del color de sus ojos.

El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.

- Tome -dijo a la niña-. Llévelo con cuidado.

Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo. Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio.

Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho y preguntó:

- ¿Este collar fue comprado aquí?

- Sí señora, respondió el dueño

- ¿Y cuánto costó?

- ¡Ah!. El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente.

- La joven continuó: Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tenía dinero para pagarlo.

El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la
cinta y lo devolvió a la joven diciéndole:

- Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO LO QUE TENIA.

JESÚS EN TU CASA...


Jesús en tu casa

Un día estaba un joven en su casa y alguien tocó la puerta.

Al abrir la puerta como sorpresa encontró al diablo quien lo agarró del pelo, lo pateó, lo golpeó y se luego se fue.

¿Y dijo el muchacho que debo hacer?

De pronto cuando el diablo se había marchado vio pasar a Jesús y pensó...

¡Si Él esta en mi casa el diablo no va a entrar!

!Entonces lo invitó a pasar y le mostró la casa y le dijo, puedes venir mañana cuando el diablo pase por aquí...

Y Jesús le dijo que sí.

Al día siguiente el diablo volvió a tocar la puerta y ya Jesús estaba dentro de la casa.

El muchacho muy tranquilo abrió la puerta y el diablo volvió a darle una golpiza.

Entonces el muchacho muy molesto le reclamó a Jesús que porqué no hizo nada por defenderlo y dijo: No hice nada porque no estoy en mi casa, sólo estoy de visita.

El muchacho pensó un poco y lo invitó a vivir en su casa, le mostró su cuarto y dijo:

Vas a seguir viviendo aquí, éste será tu cuarto y Jesús aceptó.

Como era ya costumbre al día siguiente tocaron nuevamente la puerta, y era otra vez el diablo, el joven muy confiado abrió la puerta pues ya Jesús vivía en su casa, y el diablo nuevamente le dio la golpiza.

El joven, molesto fue donde Jesús y dijo: Ya vives en mi casa, ¿qué más deseas para defenderme?

Y Jesús contestó: Yo sólo vivo en tu casa, en mi cuarto. Mientras no estés en mi cuarto no te puedo defender.

Entonces el joven reflexionó un poco y dijo:

De hoy en adelante ésta es tu casa, yo estaré aquí como un invitado si me lo permites.. Y así fue.

Al otro día tocan nuevamente la puerta, pero esta vez no fue el joven quien abrió la puerta pues ya no era él dueño de la casa, al abrir Jesús la puerta el diablo se disculpó pues pensó que se había equivocado de casa.

Queridos amigos, como consejo quiero decir que no es suficiente el decir dentro de nosotros que Jesús vive en nuestro corazón, tenemos que entregar de corazón nuestra vida para que Él pueda actuar por nosotros.

REGLAS PARA LA TRANQUILIDAD INTERIOR


Reglas para la tranquilidad interior
Autor: Germán Darío Montoya


Nunca odies.
¿Quién vive con más paz interior,
al que odia o el que es odiado?

Nunca envidies.
¿Quién vive mejor,
el que envidia o el que es envidiado?

Sé humilde.
¿A quién se le quiere más,
al orgulloso o la humilde?

Nunca mientas.
¿Quién vive mas preocupado,
el que miente o el que es mentido?

Nunca aborrezcas.
¿Quién vive mejor,
el que es aborrecido o el que aborrece?

Nunca te preocupes por lo que ya pasó.
¿Acaso puedes cambiar el pasado?

Nunca te preocupes por el que viaja.
¿Acaso lo puedes cuidar desde donde estás?

Nunca te preocupes por algo
de lo cual no puedes hacer.
No vale la pena preocuparse por cosas así.
Nunca te preocupes por lo que vas a hacer.
Sólo hazlo.

Nunca peques.
El pecado es la mayor causa de la infelicidad.

Ama a Dios con todo tu corazón
y deja que el maneje tu vida.

Ni vivas de la felicidad pasajera.
Pues está se acaba pronto.

Ama a tu prójimo como a ti mismo
y verás que el prójimo te amará a ti.

Que tu rostro siempre
demuestre una sonrisa interior.
Te ayudara a ser feliz.

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, 16 DE JULIO


Autor: . | Fuente: Corazones.org
Nuestra Señora del Carmen
Advocación Mariana, 16 de julio



Nuestra Señora del Carmen
Patrona de los marineros

Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, monte en el que Elías consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo y en el que, más tarde, algunos, buscando la soledad, se retiraron para hacer vida eremítica, dando origen con el correr del tiempo a una orden religiosa de vida contemplativa, que tiene como patrona y protectora a la Madre de Dios.

Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.

En las palabras de Benedicto XVI, 15,VII,06:
"El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del  Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith Stein). Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña» (Oración de la colecta de la Memoria), y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor. A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de aquí [Valle de Aosta]. Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la oración.

La estrella del Mar y los Carmelitas

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

Los Carmelitas y la devoción a la Virgen del Carmen se difunden por el mundo

La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es  decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: "Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.

La devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los carmelitas se establecieron.

España
Entre los lugares en que se venera en España la Virgen de España como patrona está Beniaján, Murcia. Vea ahí mas imágenes.

América
Es patrona de Chile; en el Ecuador es reina de la región de Cuenca y del Azuay, recibiendo la coronación pontificia el 16 de Julio del 2002. En la iglesia del monasterio de la Asunción en Cuenca se venera hace más de 300 años. Es además venerada por muchos en todo el continente.