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domingo, 11 de marzo de 2012

CRISTO ES...


CRISTO... ES

El Cristo en nosotros es la fuente ilimitada de paz. Al aquietarnos ahora, permitimos que la paz calme cualquier temor o inquietud. Respiramos profundamente y liberamos cualquier sentimiento de tensión. Nos hacemos receptivos a la serenidad y a la tranquilidad.

Al relajarnos en el silencio, permitimos que la paz del Cristo llene cada faceta de nuestros cuerpos, mentes y espíritus. Con serenidad y seguridad, dejamos que la paz de nuestros corazones fluya hacia las personas que sostenemos en oración.

SI CONSIGO...

SI CONSIGO...

Si consigo evitar que un corazón se rompa, no habré vivido en vano.

Si consigo aliviar el dolor de una vida, calmar una pena, o tan sólo que vuelva el zorzal desvalido a su nido, no habré vivido en vano.

Quien hace algo para ayudar sincera y gratuitamente a los demás, no ha vivido en vano.

Vive en vano solamente aquel que se cierra, estéril, en su egoísmo. Aquel que pasa distraído a la vera de quien sufre.

Vive en vano el que sólo piensa en acaparar y nunca en compartir. Nada de lo que hayas hecho en favor de los demás será inútil.

Al final de tu vida lo que de verdad tendrá importancia, será la ayuda que habrás prestado a los otros.

En el momento de la verdad, solamente los otros constituirán tu recompensa

NUESTROS SUFRIMIENTOS


NUESTROS SUFRIMIENTOS..

Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
 
Madre Teresa de Calcuta.