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miércoles, 29 de febrero de 2012
PUEDE HABER MOMENTOS...
Puede haber Momentos..
Puede
haber momentos en que en mi vida parezca imperar cualquier cosa menos el
orden divino. Sin embargo, sé por experiencia que esos momentos son
pasajeros, que el perfecto orden de Dios está presente y activo siempre
en mi vida.
Cuando me siento desasosegada, cuando las cosas no salen como yo querría, recuerdo este versículo de Corintios: "Dios no es un Dios de desorden, sino de paz".
Y esta afirmación de verdad me bendice cada vez que la pienso o la digo. Al afirmar la verdad estoy apartando mi atención del desafío y poniendo una conciencia de Dios en todo lo que hago.
Pronto empezaré a ver el orden que hay a mi alrededor. Sé que Dios obra conmigo, así que concentro mis pensamientos en el orden divino. Como estoy concentrada, siento literalmente la presencia del orden y la paz divinos.
Traigo a este día una conciencia del orden de Dios y soy bendecida.
(Gra Baq)
EN LA COMUNIDAD DE JESÚS...
En la Comunidad de Jesùs...
En
la comunidad de Jesús no hay dirigentes y dirigidos, pastores y ovejas.
¡Todos somos hermanos y a todos nos incumbe la responsabilidad!
El pasaje evangélico nos habla del Buen Pastor que es Jesús y del pueblo de Dios, en el que todos somos corresponsables.
Si malo es sentirse “pastor”, considerando a los demás miembros de la comunidad “ovejas”, no es mejor sentirse “oveja” considerando a otros miembros “pastores”.
Esas falsas actitudes no ayudan a construir la comunidad ni el Reino de Jesús
¿DÓNDE ENCONTRAR LA FELICIDAD?
Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net ¿Dónde encontrar la felicidad? | |
¿Es lo mismo alegría y felicidad?, ¿depende de las circunstancias el ser feliz?, ¿de mí?, ¿en dónde la podremos encontrar? | |
Todos la buscan, todos la desean. Como una paradoja, se vende todo por conseguirla y se adquiere de todo por conservarla. La felicidad es ese escurridizo anhelo que pide ser permanente y que se confunde con lo efímero. ¿Es lo mismo alegría y felicidad?, ¿depende de las circunstancias el ser feliz?, ¿de mí?, ¿es objetiva o subjetiva?, ¿en dónde la podremos encontrar? Sin duda, para nosotros cristianos, la felicidad constituye una serie de realizaciones, proyectos y especialmente una gran armonía entre la paz, la verdad y el bien; es ahí en donde podremos llegar a una verdadera felicidad. Les dejo esta historia, como reflexión, a raíz de la experiencia que tuvo San Agustín, en la cual decía, "tarde te amé dulzura tan nueva y tan antigua; tarde te amé, mientras yo te buscaba fuera, Tú estabas dentro ¿dónde encontrar la felicidad?". En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los humanos, pero, ¿qué les quitamos?". Después de mucho pensar uno dijo: "¡Ya sé! vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar". Propuso el primero: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "No, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está". Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contestó: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará". Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad". El último de ellos, era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas, y entonces dijo: "Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren". Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo ¿dónde? El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán". Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así "El humano se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo". Estar contento es estar lleno de contenido. Si la vida está llena de contenido, se experimenta esa sensación de plenitud; y así, se puede ser feliz en momentos de dolor o de sufrimiento, porque se está hablando de un ser feliz y no ya de un estar feliz, dependiente del tiempo que dure, o de las circunstancias que lo rodeen. Aquí te va el decálogo del hombre feliz: 1. Conocerse bien a uno mismo, y tener interioridad. 2. Ser realista y exigente. 3. Puesta en práctica de un proyecto de vida. 4. Gran dosis de coherencia. 5. Método a seguir: orden, constancia y disciplina. 6. Seguir un comportamiento natural, no artificial ni forzado. 7. Equilibrio entre el corazón y la cabeza. 8. Apoyarse en una jerarquía de valores y tener sentido del humor para las situaciones críticas. 9. Personalidad equilibrada en sus actividades y en sus responsabilidades. 10. Tener una vida social estable en comunicación y compañía. |