Páginas

viernes, 14 de octubre de 2011

OBSEQUIOS A LA VIRGEN MARÍA


Obsequios a la Virgen María

Que los hijos amantes suelen tributar a su Santísima Madre; y pueden servir de flores  espirituales. 


1) Consagrarle el mes que va desde el 7 de noviembre al 7 de diciembre. 


2) Tener una imagen de María adornada en casa, y obsequiarla lo mejor que se pueda. 


3) Saludarla afectuosamente al pasar delante de alguna iglesia o imagen suya. 


4) Pedirle la bendición al levantarse por la mañana, y al acostarse por la noche. 


5) Al salir de casa pide a la Virgen que bendiga tus pasos y acciones. 


6) Inspirar la devoción de María a otros, sobre todo a los hijos y amigos. 


7) Decir con grande afecto el Avemaría cuando diere el reloj. 


8) En los peligros y tentaciones acogerse al manto de la Virgen invocando su auxilio. 


9) Decir mañana y tarde un Avemaría con alguna oración a la Virgen.
10) Decir con toda confianza el “Acordaos” para alcanzar una buena muerte. 


11) No dejes pasar día alguno sin ofrecer tu familia y tus trabajos a la Virgen. 


12) Hacer a María protectora del hogar y la familia. 


13) Llevar siempre algún escapulario o medalla de la Virgen. 


14) Oír o hacer celebrar Misa en honor a María Santísima. 


15) Visitar alguna Iglesia o altar consagrado a María. 


16) Dar limosna a los pobres en obsequio de nuestra Señora. 


17) Visitar y consolar algún enfermo por amor a María. 


18) Socorrer a las almas del purgatorio más devotas de María rezando por ellas. 


19) Entrar en alguna Congregación de la Virgen y observar fielmente sus estatutos. 


20) Llevar medalla de la Virgen, y, apretándola de cuando en cuando al corazón, decirle: yo te lo  entrego para siempre, oh Madre mía. 


21) Compadecerse de los dolores de la Virgen y rezar en su honor siete Avemarías. 


22) Tener los sentidos, principalmente la vista, recogidos en honor de la Virgen. 


23) Rezar con especial devoción el Angelus. 


24) Ejercitarse en algún trabajo bajo y humilde por amor a María. 


25) Ofrecer de cuando en cuando las penas y trabajos a María. 


26) Imitar las virtudes de la Virgen, y para esto preguntarse a menudo: ¿qué haría María puesta  en las circunstancias en que yo me hallo? 


27) Ofrecer el Corazón a la Virgen. 


28) Trabajar en la conversión de algún pecador. 


29) Frenar la lengua en honor de María. 


30) El principal obsequio y el más agradable a María es perseverar, en su devoción, cualquiera  sea. 


31) Rezar por el Santo Padre. 


32) Hacer comuniones espirituales durante el día. 


33) Rezar con fervor el Santo Rosario. 


34)Hacer alguna mortificación en la comida. 

35)Rezar por las misiones y los misioneros. 


36) Hacer una visita a Jesús sacramentado. 


37) Lectura espiritual sobre la Virgen. 


38) Rezar por nuestro Padre Fundador y sus intenciones.

Fuente: cristorey.org

COMPARTIR

Compartir

En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto, año tras año.  El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con sus vecinos.

"¿Porqué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año?" preguntó el reportero.

"Verá usted, señor," dijo el agricultor, "¿no lo sabía usted? El viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembrío a otro.  Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío.  Si voy a sembrar buen maíz, debo ayudar a que mi vecino también lo haga"

Y lo mismo es con otras situaciones de nuestra vida.  Quienes quieran lograr el éxito, deben ayudar que sus vecinos también tengan éxito.  Quienes decidan vivir bien, deben ayudar  a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca.  Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.

DATE CUENTA DE

Te has dado cuenta que...

Cuando otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando tú lo haces, son los nervios.

Cuando el otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando tú lo haces, es firmeza.

Cuando el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a ti no te gusta su amigo, sencillamente muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

Cuando el otro hace las cosas con calma, es una tortuga; pero cuando tú lo haces despacio es porque te gusta pensar las cosas.

Cuando el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando tú lo haces, eres generoso.

Cuando el otro encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.

Cuando el otro tiene modales suaves, es débil; cuando tú lo haces, eres cortés.

Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo haces  eres enérgico.

¿Por qué te fijas en las astillas que tiene tu hermano y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?

 Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, que conforme a nuestro juicio seremos juzgados.