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ORACION A JESÚS EUCARISTÍA


Oración a Jesús Eucaristía
 Jesús Eucaristía:

Venir a Visitarte, me colma el alma de alegría
inmensa, porque es venir a conversar con el
Amigo, porque es venir y colmarse de luz, de
paz y de un gozo que no me cabe en el alma.

Venir a visitarte, y postrarme a tus pies
es para mí causa de inmensa honra, pues me
siento más favorecido que si uno de los grandes
de este mundo me concediera audiencia y me
otorgara toda clase de favores.

Y es natural que mi alma se dilate en ese gozo
santo, al sentirme cerca de ti, Jesús Eucaristía,
al experimentar que bondadosamente me amas y que te agrada que venga a visitarte.

¡Que gozo! ¡Que alegría! ¡ Que inmenso júbilo
poder estar aquí en tu presencia! Jesús Eucaristía. Es el gozo de quien sabe que está junto a su Redentor, cerca de Aquel que todo lo puede, todo lo sabe y que desea curar nuestros males, aliviar nuestras heridas y derramar su consuelo divino en nuestros corazones.

Es un gozo que supera toda alegría humana, porque simplemente es el gozo de Dios, que se comunica con plenitud a nuestras almas.

¡Gracias, Jesús Eucaristía! Mil gracias por
concederme esta alegría íntima y profunda de
vivir estos momentos de oración cerca de Ti,
bajo el influjo de tu amor misericordioso que
nos ama, nos purifica y nos santifica.

¡Un momento cerca de ti, vale más que miles de
años lejos de tu santificadora presencia.
¡Te amo, Jesús Eucaristía! y gracias por permitirme vivir estos momentos cerca de ti.
Amén.  




DIOS ME HA DADO LIBERTAD...



 
 Dios me ha dado libertad...
 
Dios me ha dado la capacidad de pensar clara y creativamente, y también la libertad de ser el piloto de mi propia vida. Por tanto, puedo cambiar mis pensamientos y hábitos por otros que expresen con más plenitud lo mejor de mí.

Soy libre de desechar cualquier conducta que ya no me parezca provechosa. Puedo apartar de mi mente los pensamientos de culpa o duda. Los reemplazo con una confiada seguridad de ser capaz de discernir un modo mejor. Me regocija continuar creciendo y desarrollándome.

No estoy obligada a ser perfecta, pero puedo progresar todos los días para ser un poco mejor que el día anterior. Mientras continúe intentándolo no habré fracasado. Con cada logro obtengo tanta satisfacción y autoestima que me siento confiada para intentar nuevas aventuras.

"De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo".1 Corintios 3, 7
 

 
 
 
 
 
 
 

CUÍDATE DE LOS CAMIONES DE BASURA


 
Cuídate de los camiones de basura

¿Con qué frecuencia permites que las tonterías de otras personas cambien tu estado de ánimo? ¿Permites que otro conductor te haga enojar cuando vas manejando, o un mesero grosero, un jefe cortante o un empleado insensible arruinen tu día?

A menos que seas el Terminator, por un instante estás algo molesto. Sin embargo, lo que distingue a una persona exitosa es lo rápido que puede enfocarse de nuevo en lo que realmente es importante. Hace 16 años que aprendí esta lección. La aprendí en el asiento trasero de un taxi en Nueva York.

Me subí a un taxi y partimos para la estación 'Grand Central'. Íbamos en el carril derecho cuando de repente un coche negro brincó de un cajón de estacionamiento justo enfrente de nosotros. El chofer frenó con fuerza, dio un patinazo, y por unos pocos centímetros evitó chocar con el otro carro. El conductor del otro coche, el que casi causó un accidente, volteó su cabeza y empezó a gritarnos con muchas palabrotas. El taxista sólo sonrió y le saludó amable. Así que yo le pregunté, '¿Por qué hizo eso?' Ese tipo por poco destruye su auto y nos manda al hospital.

Entonces el taxista me dijo lo que ahora llamo 'La Ley del Camión de Basura'. Muchas personas son como un camión de basura. Andan llenos de basura; llenos de frustración, enojo, y decepción. Ya que se les va amontonando la basura, necesitan un lugar en donde puedan tirarla. Si se los permites, te la echan a ti.

Cuando alguien quiere echar su basura sobre ti, no lo tomes en forma personal. Sólo sonríe, saluda, deséales lo mejor, y sigue adelante. Estarás feliz de que lo hayas hecho.

¡Así que esto era la Ley del Camión de Basura!

Empecé a pensar, '¿Cada cuánto permito que los camiones de basura me atropellen?' Y '¿cada cuánto tomo la basura que llevan y la riego sobre otras personas... en el trabajo, en casa, en las calles?'

Fue ese día que dije, 'Ya no voy a hacer eso.' Empecé a ver muchos camiones de basura. Veía lo que llevaban. Veía cuando llegaban para vaciar la basura. Y como mi taxista, ya no lo tomo en forma personal. Sólo sonrío, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante.

Uno de mis jugadores favoritos de fútbol americano de toda la historia, Walter Payton, hizo esto todos los días en el campo de fútbol. Tan pronto como caía al suelo después de ser tacleado, se levantaba. Nunca se quedaba pensando en el evento. Payton estaba listo para hacer que la siguiente jugada fuera la mejor.

Los buenos líderes saben que tienen que estar listos para su próxima junta. Los padres buenos saben que tienen que recibir a sus hijos con abrazos y besos cuando regresan de la escuela. Los maestros y padres saben que tienen que estar totalmente presentes y dando lo mejor para las personas que les son importantes.

La gente exitosa no permite que los camiones de basura tomen el control de su día.


¿Y tú? ¿Qué pasaría en tu vida, empezando hoy, si permitieras que más camiones de basura pasaran sin que te afectaran? Apuesto que estarías más feliz. Así que ama a las personas que te tratan bien. Olvídate de las que no lo hacen. Cree que todo sucede por una razón. Si se te presenta una oportunidad, tómala. Si algo cambia tu vida, deja que te cambie. Nadie dijo que sería fácil. Sólo prometieron que valdría la pena.

'Sé más amable de lo que es necesario, porque cada persona con la que te topas está peleando alguna batalla'
David J. Pollay



 

SALMO 7: ORACIÓN DEL JUSTO CALUMNIADO


  
Salmo 7
Oración del justo calumniado

Señor, Dios mío, a ti me acojo,
líbrame de mis perseguidores y sálvame, que no me atrapen como leones y me desgarren sin remedio.
Señor, Dios mío: si soy culpable,
si hay crímenes en mis manos,
si he causado daño a mi amigo,
si he protegido a un opresor injusto,
que el enemigo me persiga y me alcance, que me pisotee vivo por tierra, apretando mi vientre contra el polvo. 

Levántate, Señor, con tu ira,
álzate contra el furor de mis adversarios, acude, Dios mío, a defenderme en el juicio que has convocado. Que te rodee la asamblea de las naciones, y pon tu asiento en lo más alto de ella. El Señor es juez de los pueblos.
Júzgame, Señor, según mi justicia,
según la inocencia que hay en mí. 

Cese la maldad de los culpables,
y apoya tú al inocente, tú que sondeas el corazón y las entrañas, tú, el Dios justo.Mi escudo es Dios,
que salva a los rectos de corazón. 

Dios es un juez justo,  Dios amenaza cada día: si no se convierten, afilará su espada,
tensará el arco y apuntará. Apunta sus armas mortíferas, prepara sus flechas incendiarias. Mirad: concibió el crimen, está preñado de maldad, y da a luz el engaño. 

Cavó y ahondó una fosa, caiga en la fosa que hizo, recaiga su maldad sobre su cabeza, baje su violencia sobre su cráneo. 

Yo daré gracias al Señor por su justicia, tañendo para el nombre del Señor altísimo.  




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