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lunes, 23 de mayo de 2011

El Imán de las virtudes de María

El Imán de las virtudes de María
Padre Tomás Rodríguez Carbajo



1.-El conocimiento de María tiene una gran capacidad de atraer hacia sí a aquellos que la conocen: La admiran, la invocan, la imitan, la veneran.., en una palabra, la aman.
Varios son los motivos de atracción de los que dispone María, nos vamos a fijar en la excelencia de sus virtudes.

. Toda virtud exige un esfuerzo para poderla conseguir, y no menos para conservarla, esto acarrea a veces un renunciar a muchos impulsos e instintos, que arrastran a la comodidad, al egoísmo, a la indiferencia, etc...; pero el valor de la virtud invita y arrastra a superar cualquier obstáculo con tal de conseguir el ideal propuesto.

. Hay virtudes que no se exteriorizan sin que ello mengüe el esfuerzo para conseguirla, otras son conocidas por las personas de alrededor, ya que tienen repercusión social externa, v.gr. la paciencia, la mansedumbre.

. María modelo de todas las virtudes en grado excelso es un punto de admiración y una invitación a imitarla.
Cualquier virtud ha supuesto en María una colaboración con la gracia divina para poderla conseguir y conservar. En personas excelentes han sobresalido alguna de las muchas virtudes conocidas, pero en María han sobresalido todas y en grado eminente.


. Las virtudes teologales: Fe, esperanza y caridad fueron ejercidas por María de manera extraordinaria, como correspondía a su función de Madre del Redentor en la Historia de la Salvación. "Sin fe es imposible amar a Dios", nos dice la Sagrada Escritura. Ella tuvo más fe que todos los hombres juntos, pasó por trances muy variados y difíciles para mantenerse firme en la fe.

. La monotonía de la vida, que no hacía resplandecer ningún atisbo de la condición extraordinaria de su Hijo, que venía a salvarnos y que pasó tantos años en vida oculta, fue una prueba dura y larga por la que pasó la fe de María, quien a pesar de todo era Ella la que sabía por experiencia la concepción milagrosa. Si el inicio de su maternidad divina le fue costoso de aceptar, la vida que le iba a seguir le aumentaría su dosis de fe.

. Cómo se purificó y aumentó la fe de María junto a la cruz de su Hijo?. Sobre el desastre y el fracaso humano Ella supo emerger con entereza, con una fe más robustecida.

. Las demás virtudes teologales son consecuencia de la fe, por eso resplandecieron de modo admirable en María. Porque esperó en la Palabra de Dios, no necesitó ir al sepulcro para ver las huellas de la resurrección. Porque amó no regateó nada de lo que era una insinuación de la voluntad de Dios, tenía siempre a punto: "Hágase en mí tu palabra".

. Con la máxima sencillez María ejercitó todas las virtudes, por eso cuando se las conocemos, producen en nosotros no sólo admiración, sino un deseo ferviente de imitación.

. Cualquiera de los misterios que contemplamos de María nos gratifica y en ellos vemos alguna de sus virtudes, v.gr. disponibilidad, sencillez, generosidad, etc..., virtudes llamadas humanas, que son base de las propiamente cristianas, como las teologales.

. Todo lo bueno nos atrae, por eso en la medida en que vamos conociendo más a María es mayor la atracción que sentimos hacia Ella, nos arrastra la virtud al mismo tiempo que nos sirve de modelo.

. A cada uno de nosotros nos llamará más la atención aquella virtud de la que carecemos, y que de manera eminente sobresale en María. Todo lo bueno y positivo que encontramos en las personas no le falta a María, pues, Dios fue el único que pudo elegir a su Madre y no iba a permitir que alguien le aventajase en cualquiera de las virtudes, que cada una de ellas es signo del esfuerzo de superación y del grado de madurez.

. San Agustín nos dice que María es "molde de Dios", ya que en sus entrañas se encarnó y es "perfecto Dios y perfecto hombre".
María es la mujer hacendosa cuyas alabanzas canta la Escritura, la primera cristiana (en cronología y vivencia), que más amó a Dios, hasta el punto que para El era reconocida como "la llena de gracia" (Lc. 1, 28).

. Si es la primera en todo lo bueno que una criatura puede tener por qué extrañarnos que sea la Mujer que más admiradores e invocadores tenga?. Sus virtudes amasadas por la gracia no son fugaces, sino permanentes y nos sirven de modelo para todos, de ahí su capacidad de atracción.

ACTO DE SOBERBIA


Acto de soberbia
(Parábolas para meditar)

Un día el viejo león se despertó y conforme se desperezaba se dijo que no recordaba haberse sentido tan bien en su vida.

El león se sentía tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habría en el mundo nada que lo pudiese vencer. Con este sentimento de grandeza, se encaminó hacia la selva, allí se encontró con una víbora a la que paró para preguntarle.

"Dime, víbora, quien es el rey de la selva? le preguntó el leon.

'Tu, por supuesto' le respondió la víbora, alejándose del leon a toda marcha.

El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido cerca de una charca.

El león se acercó y le preguntó'Cocodrilo, dime ¿quien es el rey de la selva?'
'¿por qué me lo preguntas? le dijo el cocodrilo, si sabes que eres tu el rey de la selva'

Así continuó toda la mañana, a cuanto animal le preguntaba todos le respondían que el rey de la selva era el.

Pero, hete ahí que de pronto, le salió al paso un elefante.

Dime elefante, le preguntó el león ensoberbecido ¿sabes quién es el rey de la selva?'

Por toda respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo cual si fuera una pelota, lo tiraba al aire y lo volvía a recoger...hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.

'Muy bien, basta ya, lo entiendo' atinó a farfullar el dolorido león. 'pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta.

NO IMPORTA, VUELVE A EMPEZAR



No importa... vuelve a empezar...

Aunque sientas cansancio,
Aunque el triunfo te abandone,
Aunque el error te lastime,
Aunque un negocio se quiebre,
Aunque una traición te hiera,
Aunque el dolor queme tus ojos,
Aunque una ilusión se apague,
Aunque ignoren tus esfuerzos,
Aunque la ingratitud sea la paga,
Aunque la incomprensión corte tus risas,
Aunque todo parezca nada...
No importa, vuelve a empezar!!, pues tu eres más grande que tus desaciertos y eres valioso ante los ojos del más Grande: Dios.

CÓMO SE HACE UN SANTO?




Autor: . | Fuente: VIS
¿Cómo se hace un santo?
Los diez pasos necesarios, según la legislación canónica vigente, para los procesos de las Causas de los Beatos y de los Santos


¿Cómo se hace un santo?


Los diez pasos necesarios, según la legislación canónica vigente, para los procesos de las Causas de los Beatos y de los Santos

1.- Para iniciar una causa es preciso que pasen al menos cinco años desde la muerte del candidato. Ello facilita mayor equilibro y objetividad en la valoración del caso, y permitir decantar las emociones del momento. Solo el Papa puede dispensar de este primer requisito, si se dan razones especiales.


2.- Debe ser clara entre el pueblo de Dios la convicción sobre la fama de santidad (“fama sanctitatis”) y sobre la eficacia de la intercesión del candidato ante el Señor (“fama signorum”).

3.- La instrucción que comienzo al proceso debe proceder del obispo de la diócesis donde ha muerto el candidato, la persona sobre la que se pide la beatificación. A partir de ahí, el grupo promotor de la causa (“actor causae”), que puede ser una diócesis, una parroquia, una congregación religiosa, una asociación, pide al obispo, a través del postulador, la apertura de la instrucción.

4.- Una vez presentada la causa, el obispo de la diócesis, obtenido el “nulla obsta” de la Santa Sede, constituye un tribunal diocesano especial.

5.- Este tribunal diocesano, constituido, al menos, por un juez, un promotor de justicia y un notario-actuario, han de llamar a los testigos presentados por la postulación o por el mismo tribunal para que testifiquen sobre hechos concretos y, si es posible, experiencias personales sobre cómo vivió su fe y cómo practicó las virtudes cristianas el candidato a la beatificación. En concreto, los testigos serán preguntados acerca de cómo vivió el candidato las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y las cuatro virtudes cardinales (prudencia, justicia, templanza y fortaleza), así como las específicas del propio estado de vida del candidato. Además, el tribunal ha de reunir todos los documentos que conciernan al candidato. Una vez completada esta fase, al candidato le corresponde el tratamiento de siervo de Dios.

6.- Terminada la instrucción diocesana, las actas y documentación pasan a la Congregación para las Causas de los Santos, donde se elabora la copia pública que sirve para el trabajo posterior. El postulador, residente en Roma, sigue la dirección de un relator de la Congregación la preparación de la “positio”, que es la síntesis de los documentos que prueban el ejercicio heroico de las virtudes por parte del candidato.

7.- Presentada la “positio”, se somete al examen teológico de nueve teólogos que emiten su voto. Si el parecer de la mayoría de los teólogos es favorable, la causa pasa al examen de los cardenales y de los obispos miembros de la Congregación, que se reúnen dos veces al mes. Si el resultado es favorable, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos pasa el proceso al Papa para que proceda, si corresponde, a su aprobación y autorice a la Congregación a redactar el decreto correspondiente de reconocimiento de virtudes heroicas. A ello sigue la lectura pública y la promulgación del decreto. Desde ese momento el candidato pasa a denominarse venerable siervo de Dios.

8.- El siguiente paso es el reconocimiento de un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Este milagro ha de haberse producido después de su muerte. Se trata de una curación duradera y científicamente inexplicable después de que el enfermo en su persona y/o a través de las oraciones de otras personas se hayan encomendado al candidato a la beatificación. El milagro requerido es estudiado por una comisión de teólogos, una comisión médico-legal y finalmente por el consejo de cardenales y obispos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos. Con estos vistos buenos, se procede a que el Papa apruebe el milagro y se emane el correspondiente decreto de reconocimiento de milagro.

9.- Promulgados los dos decretos –el de virtudes heroicas y el del milagro-, el Papa decide la beatificación, que es la concesión del culto público limitado a un ámbito particular de la Iglesia. Con la beatificación, al candidato le corresponde el título de beato.

10.- Para la canonización hace falta otro milagro atribuido a la intercesión del beato y ocurrido después de su beatificación. Las condiciones y procesos para la verificación del milagro son las mismas que las seguidas para la beatificación. Mediante la canonización se concede el culto público en toda la Iglesia universal. Compromete la infalibilidad pontificia. Con la canonización corresponde el título de santo.