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sábado, 26 de febrero de 2011

ORACIÓN DE REPARACIÓN POR LOS ABORTOS


Oración de reparación por los abortos
Señor, Dios Todopoderoso y Creador nuestro, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida

Oración inicial

Señor, Dios Todopoderoso y Creador nuestro, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida. Enséñanos a comprender cada vez mas profundamente, que toda vida humana es sagrada, tanto la del pequeño en el vientre de su madre, como la del enfermo desahuciado ; la del niño lisiado o anormal, como la del adulto incapacitado; la del vecino, como la del hombre distante y lejano. Recuérdanos, Padre Celestial, que independientemente de la edad, raza, color o credo, cada persona ha sido creada a tu imagen y semejanza, y ha sido redimida por Cristo. Esto los hace inapreciables ante tu mirada. Enséñanos a ver a los demás a través de tus ojos para poder venerar, preservar y sostener el don de la vida en ellos, y emplear con mayor fidelidad la nuestra en tu servicio. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

Amén.

Oración por la vida

Padre, tú eres la fuente de toda vida. Por Jesucristo, tu Hijo, ofreces la vida eterna a todo el que la desea. Nosotros creemos en esa vida, Padre. Te damos gracias por ella y esperamos con gozo el día en que podamos compartirla contigo.

Pero hoy te pedimos por la vida humana creada a tu imagen; la vida de todas las personas del mundo entero. Por tu amor y tu misericordia, santifica y fortalece nuestros esfuerzos por lograr que se respete y dignifique el fundamento de toda vida humana, especialmente por los jóvenes de nuestro mundo. Que tu rostro brille sobre nosotros y que en ti, la humanidad entera encuentre la felicidad y el valor de vivir en ayuda mutua, haciendo de esta vida un anticipo de la vida futura que gozaremos eternamente. Amén.

HISTORIA DE CANGREJOS


Historia de cangrejos



Con buen humor se curan muchas dolencias del alma, se iluminan las mentes y se mejoran las relaciones.

Por eso les cuento que una cangrejita salió a pasear a la playa y de pronto se llevó una grata sorpresa: Alcanzó a ver a un cangrejo bien "bizcocho" que venía hacia ella no andando para atrás sino para adelante.

El corazón le comenzó a latir más de prisa y la cangrejita se dijo para sí misma: ¡Uf, este es mi cangrejo! Diferente, original y, sobre todo, 'echao pa'lante' con su cuerpo de película.

La cangrejita se le declaró y se casaron de una, como acostumbraban los cangrejos.

Al otro día salieron a la playa y -¡oh decepción!- la cangrejita vio con desconsuelo que su galán empezó a caminar para atrás. -Mi amor -le dijo-, ¿cómo es que va para atrás si lo que más me atrajo de usted es que era distinto y 'echao pa'lante'? -¿Y usted qué quiere, mi vida? -respondió el cangrejo. ¿Usted quiere que yo me emborrache todos los días, o qué?

EL PODER DEL A ACTITUD

El poder de la actitud

Luis siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Luis era por su actitud. Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Luis estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Luis y le pregunté: "No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo, ¿cómo lo haces?" Luis respondió: "Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Luis, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor". "Cada vez que sucede algo malo puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello". "Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo enseñarle el lado positivo de la vida".

"Si claro pero no es tan fácil" (protesté). "Si lo es", dijo Luis. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges cómo reaccionas a cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor". En resumen: "TÚ ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".

Reflexioné en lo que Luis me dijo. Poco tiempo después, dejé la industria de restaurantes para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Luis cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella.

Varios años más tarde, me enteré que Luis hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante: dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por 3 ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalo de la perilla de combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Luis fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Luis fue dado de alta aun con fragmentos de bala en su cuerpo.

Me encontré con Luis seis meses después del accidente y cuando le pregunte cómo estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: "Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenía 2 opciones. Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".

"¿No, sentiste miedo?", le pregunté. Luis continuó - "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones de las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté... podía leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión." "¿Qué hiciste?", pregunté. "Bueno... uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grite: "Sí, a las balas". Mientras reían les dije: "Estoy escogiendo vivir... opérenme como si estuviera vivo, no muerto". Luis vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud.

Aprendí que cada día tenemos la elección de vivir plenamente. La ACTITUD, al final, define el horizonte.

Recuerda: "Solo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados".


CHATEANDO CON JESÚS



CHATEANDO CON JESÚS

Señor, hoy quiero hablar contigo. Concédeme la luz
y la paz interior para ir hablándote paso a paso y
sentirme escuchado. Hoy es tiempo de una gran prueba
interior, tu purificación para conmigo. Te siento como
el Podador, estás arrancando de cuajo lo que no sirve
y preparas el terreno para que ello suceda: una prueba aquí,
una cruz allá, un disgusto aquí, una resistencia acá.

Estás transparentando la toma de conciencia de mis propias
respuestas interiores para convertirme.
Sé que tu forma de amarme es purificarme.
¿pero cual es hoy mi respuesta? En la alternativa, sabes
que muchas veces elijo mi propio parecer y evado la
respuesta evangélica que me haría vivir en paz y hasta
soportar con alegría la cruz.

Me doy cuenta que aspiro a pensar y a actuar sobrenaturalmente
con medios y actitudes exclusivamente humanos,
apareciendo entonces por doquier, las contradicciones
que frustran, desconsuelan y angustian.
Te estoy escuchando: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos...
Sin mí no podéis hacer nada". En estos momentos quiero comenzar
algo distinto: AYÚDAME, ven con tu hierro candente,
cámbiame, transfórmame y que aprenda a orar incesantemente
noche y día contigo.

No quiero contar más conmigo, deseo vencer mi orgullo y
dar un paso de humildad: Sin ti, no puedo hacer nada y nada soy.
Espero verte cara a cara en el misterio, charlar juntos
con confianza y fe, sin miedos y sin culpas.

Tú resucitaste, estás en espíritu y verdad, aquí, ahora,
junto a mí. Acepta mis miserias, te las entrego como lo
único que puedo ofrecerte y háblame al oído con tu
delicada dulzura.

Amen