Juan Pablo II
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miércoles, 19 de enero de 2011
PENSAMIENTO DE SAN JUAN PABLO II
INVOCACIONES A LA VIRGEN MARÍA
Ave, Tú por quien resplandecerá la dicha.
Ave, Tú por quien se renueva la creación.
Ave, iniciada en los misterios
de una inefable voluntad.
Ave, fe de acontecimientos que requieren silencio.
Ave, oh puente que de la tierra hace pasar al cielo.
Ave, Tú que inefablemente generaste la luz.
Ave, terreno que germina
abundancia de misericordia.
Ave, porque haces reflorecer el jardín de delicias.
Ave, incienso que haces escuchar las súplicas.
Ave, propiciadora del mundo entero,
Ave, benevolencia de Dios por los hombres.
Ave, confianza de los hombres en Dios.
Ave, de los Apóstoles vez perenne.
Ave, de los mártires invencible valor,
Ave, luminoso signo de la gracia.
Ave, Tú por quien fuimos revestidos de gloria.
Ave, rayo de místico día.
Ave, Tú que iluminas los iniciados en los misterios de la Santísima Trinidad.
Ave, alegría de todas las generaciones.
Ave, flor de pureza.
Ave, corona de fortaleza.
Ave, que en Ti resplandece el tipo de la resurrección.
Ave, morada del Dios infinito.
Ave, columna de la virginidad.
Ave, iniciadora de espiritual plenitud.
Ave, Tú que revistes corno esposas
a las almas santas.
Ave, fulgor que ilumina las almas.
Ave, de la Iglesia irremovible torre.
Ave, arca revestida de oro por el Espíritu Santo.
MAESTRÍA EN EL VIVIR
Maestría en el vivir
Autor: Gonzalo Gallo G.
Dichoso el que se acepta a sí mismo y acepta a los demás, sin beber las aguas de la envidia.
Dichoso el que trabaja con lo bueno que hay en todos los seres, sin amargarse la vida por los errores propios o ajenos.
Dichoso el que evita compararse con los demás, y sabe equilibrar la suavidad con la firmeza.
Dichoso el que es enemigo del chisme y amigo de la verdad, el que es tolerante y comprensivo.
Dichoso el que no viaja al ayer con rencor ni al futuro con angustia, sino que vive el hoy con entusiasmo.
Dichoso el que tiene a Dios como amigo y a todos como hermanos, amando igualmente a la naturaleza y a toda forma de vida.
Dichoso el que dedica tiempo a los seres amados y pone su hogar antes que el trabajo y las riquezas.
Dichoso el que actúa con ética y sabe elegir lo mejor sin lastimarse ni lastimar.
¡Quienes conocen esos goces son maestros en el Arte de Vivir!
Dichoso el que trabaja con lo bueno que hay en todos los seres, sin amargarse la vida por los errores propios o ajenos.
Dichoso el que evita compararse con los demás, y sabe equilibrar la suavidad con la firmeza.
Dichoso el que es enemigo del chisme y amigo de la verdad, el que es tolerante y comprensivo.
Dichoso el que no viaja al ayer con rencor ni al futuro con angustia, sino que vive el hoy con entusiasmo.
Dichoso el que tiene a Dios como amigo y a todos como hermanos, amando igualmente a la naturaleza y a toda forma de vida.
Dichoso el que dedica tiempo a los seres amados y pone su hogar antes que el trabajo y las riquezas.
Dichoso el que actúa con ética y sabe elegir lo mejor sin lastimarse ni lastimar.
¡Quienes conocen esos goces son maestros en el Arte de Vivir!