lunes, 26 de enero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 26 DE ENERO DEL 2015


Un reino no puede estar dividido
Tiempo Ordinario

Marcos 3, 22-30. Tiempo Ordinario. Aprendamos a perdonar, para que seamos perdonados en el amor de Dios, en el Espíritu Santo. 


Por: Carlos Llaca | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 3, 22-30
Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios». El, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin. Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa. Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno». Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo».

Oración introductoria
Gracias, Padre mío, por recordarme la importancia de la unidad. Tú conoces mis limitaciones y mis miserias y sabes cuánto falta me hace tu gracia para crecer en el amor y ser factor de unidad en todas mis relaciones familiares y sociales. Concédeme tu luz en esta oración para que sea la caridad la que me mueva siempre a buscar la unión contigo y con los demás.

Petición
Jesús, ayúdame a conocer, vivir y transmitir tu amor.

Meditación del Papa Francisco
Debemos trabajar también por la unidad de todos los cristianos, ir por el camino de la unidad que es el que Jesús quiere y por el que ha rezado.
Frente a todo esto, debemos hacer seriamente un examen de conciencia. En una comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves, porque la hace signo no de la obra de Dios, sino de la del diablo, el cual es por definición el que separa, que rompe las relaciones, que insinúa prejuicios... La división en una comunidad cristiana, ya sea una escuela, una parroquia o una asociación, es un pecado gravísimo, porque es obra del demonio. Dios, sin embargo, quiere que crezcamos en nuestra capacidad de acogernos, de perdonarnos, de querernos, para parecernos cada vez más a Él que es comunión y amor.  En esto está la santidad de la Iglesia: en el reconocer a imagen de Dios, colmada de su misericordia y de su gracia.»(S.S. Francisco, 27 de agosto de 2014).
Reflexión
Cuando una persona se apasiona por un ideal, no sólo lo lleva a cabo, sino que contagia a los que están a su alrededor.

Cristo reunía en torno a sí más gente que los escribas. Y, claro, la manera más común entre los envidiosos y egoístas para quitar la atención de la gente de su adversario es la calumnia. Esto es lo que hacen los escribas. Temen enfrentarse a Jesús cara a cara y le calumnian. Pero Cristo les da una lección. Primero les dice que su razonamiento está equivocado cuando se refieren a la división interna de un reino. Cristo no pertenece al mismo reino que el diablo. Aquí está su error. Y se lo explica con una parábola.

Luego les pone en guardia contra el peor pecado que pueda cometer un hombre, que es el negar el Espíritu Santo. Aquel que niegue o rechace al Espíritu Santo es reo de condenación eterna por propia elección. La razón es porque en el amor de Dios es donde nos salvamos y somos perdonados. Porque la misericordia de Dios sobre nosotros depende del infinito amor que nos tiene. Por tanto, si una persona rechaza este amor, el Espíritu de Amor, el Espíritu Santo, está rechazando al mismo Dios. En otras palabras, está prefiriendo su condenación.

Aprendamos hoy a perdonar, para que seamos perdonados en el amor de Dios, en el Espíritu Santo. Perdonemos aquellos que nos ofenden o que no nos agradan tanto. Dios en su infinito amor nos perdona. Imitémosle amando y perdonando de corazón, olvidando las ofensas.

Propósito
Reconciliar a todos los cristianos en la unidad de una sola y única Iglesia de Cristo, supera las fuerzas y las capacidades humanas, por eso hoy haré una oración por la unidad.

Diálogo con Cristo
Una iglesia dividida, como cualquier familia, no puede subsistir. La persona misma, dividida interiormente, tampoco puede subsistir. El pecado, particularmente aquel que hiere la caridad, causa división. Los primeros cristianos me dan ejemplo clarísimo de cómo vivir la unidad. Ellos superaron las barreras sociales, económicas y culturales. Rezaban por los demás y se animaban unos a otros a perseverar en la fe en Jesucristo. Ayúdame, Señor, a vivir así la caridad, no permitas que hiera nunca la unidad. Que todas mis palabras y acciones sean para construir la caridad.

10 MOTIVOS PARA APRENDER A PENSAR EN LA SOCIEDAD DIGITAL



10 motivos para Aprender a Pensar en la sociedad digital
¿Será verdad que pensamos, incluso sin poder evitarlo?

La sociedad actual nos ofrece infinita información, pero cada persona tiene que transformarla en conocimiento reflexionando sobre ella 


Por: Jorge Úbeda / Leticia Soberón | Fuente: blog.dontknow.net



¿Será verdad que pensamos, incluso sin poder evitarlo?

Mmmm… Que muchas ideas, imágenes y deseos den vueltas en nuestra cabeza, no significa que estemos seleccionando bien, comprendiendo, y asimilando lo que sucede a nuestro alrededor. Ni que todo ello nos sirva para vivir mejor. O sea, pensar, no pensamos tanto como sería deseable.

La sociedad actual nos ofrece infinita información, pero cada persona tiene que transformarla en conocimiento reflexionando sobre ella.

¿Por qué aprender a pensar?

i. Nadie nos ha enseñado: aunque todos los seres humanos pensamos, no siempre lo hacemos ni por nosotros mismos ni de manera eficiente u orientada. Generalmente entendemos la educación como la adquisición de contenidos, y se supone que eso enseña, de por sí, a pensar. Hoy sabemos que sin actividades explícitas de aprender a pensar, no lo aprendemos.

ii. Es posible aprender a pensar: el ser humano puede potenciar su pensamiento para hacerlo más eficaz y más autónomo. Para ello tiene que cultivar una serie de virtudes y ejercitarse en determinadas prácticas que puedan ayudar a mejorar los procesos de pensamiento.

iii. Actuamos de acuerdo con lo que pensamos: nuestra manera de pensar influye en lo que hacemos y en las decisiones que tomamos. Por ello es muy importante ser conscientes de lo que pensamos y de cómo lo hacemos. Es un primer paso para mejorar en nuestras acciones y decisiones.

iv. Es peligroso decidir sin pensar: ¿cuántas decisiones tomamos sin reflexión y sin dedicar tiempo a pensar? ¿Y cuántas de estas decisiones han sido malas decisiones? Por ello, es relevante que aprendamos a tomar mejores decisiones basadas en un pensamiento autónomo y eficaz.

v. El exceso de información nos aturde: vivimos en un contexto donde el flujo de información y la multiplicación de canales nos hacen estar en constante alerta, pero de manera dispersa, impidiendo que asumamos personalmente la información o busquemos lo que realmente nos interesa y ayuda.

vi. Vamos a remolque de lo que otros piensan: si no hacemos el esfuerzo de pensar por nosotros mismos, de manera autónoma, entonces alguien pensará por nosotros. Pero si aprendemos a pensar por nosotros mismos entonces no nos dejaremos manipular fácilmente y tomaremos las riendas de nuestra vida.

vii. Tenemos interferencias en el pensar: hábitos, rutinas mentales, prejuicios, etc. Muchas veces vivimos agarrados a lo conocido y a nuestros propios hábitos porque necesitamos seguridad y estabilidad. Pero cuando nos enfrentamos a cambios personales y a la complejidad de nuestro mundo, estas interferencias nos frenan. Por ello es importante revisar y repensar nuestros hábitos, prejuicios y creencias.

viii. Dedicamos poco tiempo a pensar: estamos respondiendo todo el tiempo a las demandas que vienen del exterior, lo que reduce el tiempo para cultivar la interioridad y la reflexión. Sin ese cultivo es muy complicado mejorar el pensamiento, tomar mejores decisiones y aprender a ser autónomos.

ix. Adaptarnos a un mundo cambiante requiere pensar: una de las características de nuestra sociedad es la velocidad con la que se producen los cambios. El desafío para el pensamiento es enorme, porque debemos aprender a pensar en la complejidad y la incertidumbre.

x. De la calidad de nuestro pensamiento dependen gran parte de nuestras decisiones y de nuestra felicidad. Si el pensamiento es algo que define a los seres humanos, de su uso autónomo y eficaz van a depender tanto la acción concreta y la decisión como la posibilidad de lograr (o malograr) la propia vida.

EL ABUELO


El abuelo



El abuelo se había hecho muy viejo. Sus piernas flaqueaban, veía y oía cada vez menos, babeaba y tenía serias dificultades para tragar.

En una ocasión -prosigue la escena de aquella novela de Tolstoi- cuando su hijo y su nuera le servían la cena, al abuelo se le cayó el plato y se hizo añicos en el suelo. La nuera comenzó a quejarse de la torpeza de su suegro, diciendo que lo rompía todo, y que a partir de aquel día le darían de comer en una palangana de plástico. El anciano suspiraba asustado, sin atreverse a decir nada.

Un rato después, vieron al hijo pequeño manipulando en el armario. Movido por la curiosidad, su padre le preguntó: "¿Qué haces, hijo?" El chico, sin levantar la cabeza, repuso: "Estoy preparando una palangana para daros de comer a mamá y a ti cuando seáis viejos."

El marido y su esposa se miraron y se sintieron tan avergonzados que empezaron a llorar. Pidieron perdón al abuelo y a su hijo, y las cosas cambiaron radicalmente a partir de aquel día. Su hijo pequeño les había dado una severa lección de sensibilidad y de buen corazón.

PARA REFLEXIONAR


Para reflexionar



Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque; un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno del sabio.

Poderoso T.: "Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa y que inclusive puedes hacer milagros".

Sabio: "Soy una persona vieja y cansada... ¿Como crees que yo podría hacer milagros?".

Poderoso T.: "Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos..... esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso".

Sabio: "¿Te referías a eso?... Tu lo has dicho, esos milagros solo los
puede hacer alguien muy poderoso... no un viejo como yo. Esos milagros los hace Dios, yo solo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego, y todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo".

Poderoso T.: "Yo quiero tener la misma fe para poder realizar los milagros que tu haces..... muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios".

Sabio: "¿Esta mañana volvió a salir el sol?".

Poderoso T.: "Si, claro que si!!".

Sabio: "Pues ahí tienes un milagro..... el milagro de la luz".

Poderoso T.: "No, yo quiero ver un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra.... mira, hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas".

Sabio: "¿Quieres un verdadero milagro? No es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?".

Poderoso T.: "Si!! Fue varón y es mi primogénito".

Sabio: "Ahí tienes el segundo milagro.... el milagro de la vida".

Poderoso T.: "Sabio, tu no me entiendes, quiero ver un verdadero
milagro..."

Sabio: "¿Acaso no estamos en época de cosecha?, no hay trigo y sorgo donde hace unos meses solo había tierra?".
Poderoso: "Si, igual que todos los años".

Sabio: "Pues ahí tienes el tercer milagro...."

Poderoso T.: "Creo que no me he explicado. Lo que yo quiero...." (el sabio lo interrumpe)

Sabio: "Te entiendo bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por
ti...Si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer".

Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiro muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El sabio y su alumno se quedaron parados en la vereda. Cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos como para ver lo que hacían el sabio y su alumno, el sabio se dirigió a la orilla de la  vereda, tomo al conejo, intercedió por su curación y sus heridas sanaron; el joven estaba algo desconcertado...

Joven: "Maestro te he visto interceder por milagros como este casi todos los días, ¿Por que te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿Por que lo haces ahora que no puede verlo?".

Sabio: "Lo que el buscaba no era un milagro, sino un espectáculo. Le señale 3 milagros y no pudo reconocerlos. Hay que tener humildad, para llegar a ser maestro primero hay que ser alumno... no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran dia a dia. El dia que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren en tu vida, veras que Dios realiza milagros aun sin que tu se los hayas pedido".

LOS ESCALONES HACIA DIOS


Los escalones hacia Dios



1) Para saber

¿Cómo se puede llegar a conocer a Dios? El Papa Francisco da la respuesta: A través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios.

Recordó que el amor de Dios no es como el de las telenovelas, sino que es concreto y eterno, como lo mostró a través de su Hijo Jesucristo. Así el amor al prójimo que también es real, nos lleva al amor de Dios. Las telenovelas nos presentan amores, muchas veces solo sentimentales que son irreales, los actores están representando una ficción, están actuando.

Pero el amor de Dios es un amor sólido, fuerte, eterno, amor con obras.



2) Para pensar

Se cuenta que un sabio maestro encontró a sus alumnos jóvenes que se declaraban en contra de la atadura del matrimonio, argumentando que el romanticismo constituye el sustento de las parejas y si se apaga es preferible acabar con la relación.

El maestro les escuchó y después les relató su testimonio personal: Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá sufrió un infarto y falleció en brazos de mi padre.

Después del sepelio, estábamos mis hermanos y yo con mi padre. En un ambiente de dolor, de pronto pidió: "Llévenme al cementerio".

“¡Pero papá, son las 11 de la noche!” Pero insistió: "No discutan por favor, ¡vamos!”

Con permiso del cuidador llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos: "Fueron 55 buenos años... ¿saben?, Nadie puede hablar del amor verdadero si no ha compartido toda su vida con una mujer así… Ella y yo estuvimos juntos en todo. Alegrías y penas. Cuando nacieron ustedes, cuando me echaron de mi trabajo, cuando ustedes enfermaban… Compartimos la alegría al terminar sus estudios, lloramos cuando se marcharon, rezamos juntos en la sala de espera de muchos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos y perdonamos nuestras faltas... ahora se ha ido y ¿saben por qué estoy contento?, porque se fue antes que yo y no tuvo que sufrir al enterrarme y quedarse sola. Le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo, llorando, lo abrazamos. Él nos consoló: "Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios. Es una alianza capaz de sufrir y negarse cualquier cosa por el otro."

Cuando el maestro terminó, los alumnos no pudieron debatirle. Ese tipo de amor verdadero les superaba. El maestro les había dado la lección más importante de sus vidas.


3) Para vivir

Como Dios es amor, dice el Papa, sólo por el camino del amor tú puedes conocer a Dios. ¿Y cómo puedo amar lo que no conozco?' Ama a aquellos que tienes cerca. “Y ésta es la doctrina de dos Mandamientos: El más importante es amar a Dios; Pero el segundo es amar al prójimo, pero para llegar al primero debemos subir por los escalones del segundo: es decir a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor”, afirmó.

En la persona de Jesús, que murió por nosotros, podemos contemplar el amor de Dios y siguiendo su ejemplo “llegamos – escalón por escalón – al amor de Dios”.


© Pbro. José Martínez Colín

CASAS EMBRUJADAS


Casas embrujadas
La respuesta de la ciencia, la respuesta de la fe

Los fenómenos espiritistas sólo tienen éxito entre las personas que están más ávidas de emociones que de verdad, de ilusiones que de realidades 


Por: Luis Sánchez Alcántara | Fuente: Catholic.net



¿Quién ha escuchado alguna vez ruidos extraños desconocidos en su casa: sentir corrientes de aire, teniendo el lugar cerrado; ver caer o moverse objetos de su lugar, sin razón aparente; o más aún haber visto a una persona que luego desaparece? En este apartado abordaremos los fenómenos de las casas embrujadas y del espiritismo, con sus fraudes y peligros, ya que éstos no solamente son un aspecto de lo maravilloso, sino que también plantean la posible comunicación de los muertos con los vivos.

¿Hay comunicación con el más allá?

Algunas personas se plantean esta pregunta al escuchar o presenciar los fenómenos de la llamadas casas embrujadas y del espiritismo; pero, ¿cuáles son estos fenómenos, y qué nos dice la ciencia al respecto?

Las casas embrujadas

Esta es una expresión popular, usada para describir una variedad de fenómenos a primera vista inexplicables, y que se dan en una casa o lugar determinado; la variedad de éstos pueden ser desde las apariciones, ruidos extraños y desconocidos, movimientos y caídas de objetos, ambientes fríos, sensaciones extrañas en el cuerpo, etc. Las casas embrujadas encantadas o hechizadas, se han descrito desde que existieron los primeros grupos humanos; pero es en 1848 cuando este tipo de fenómenos, originó el llamado movimiento espiritista moderno.

El espiritismo moderno

La nigromancia o necromancia (adivina el futuro, por la invocación de los muertos), fue una práctica de las culturas primitivas que no trascendió más allá de cada una de ellas; en cambio el espiritismo por sus prácticas y doctrina trascendió a nivel internacional, entrando incluso a todos los grupos sociales. Dejando a un lado la doctrina espiritista, sus fenómenos descritos son desde: las simples sesiones de recepción de mensajes de los espíritus: ya sea a través del médium, la ouija u otro medio; la manifestación de los espíritus a través de luces, ectoplasma, etc. Pero después de haber mencionado los fenómenos de las casas embrujadas y de los espiritismos, nos preguntamos ¿son hechos reales o ilusiones? ¿Qué dice la ciencia al respecto?

La respuesta de la ciencia

La mayoría de los fenómenos manifestados en las llamadas casas embrujadas, se han explicado por causas tan naturales y simples, cuando personas con sentido crítico y común, buscan las causas de los mismos. Lo mismo se puede decir de la mayoría de los fenómenos espiritistas, donde especialmente abunda más el fraude y el engaño.

En cuanto al resto de los fenómenos, la parapsicología ha puesto de relieve la manifestación de las facultades parapsicológicas (especialmente subconscientes), que producen fenómenos aparentemente sobrenaturales. Hoy los fenómenos espiritistas sólo tienen éxito, entre las personas que están más ávidas de emociones que de verdad, de ilusiones que de realidades.

¿Podemos comunicarnos con los muertos?

Esta pregunta que es respondida afirmativamente por la doctrina espiritista; debe ser confrontada por la teología católica, para conocer los peligros morales y espirituales que pueden haber.

La respuesta de la fe

En primer lugar, debemos hacer notar que la visión del hombre según el espiritismo, es bastante diferente a la del cristianismo, de aquí el rechazo de la Iglesia a esta doctrina que está en oposición a lo que ésta ha venido enseñando.

En segundo lugar, por más que un católico quiera conciliar la doctrina espiritista con la doctrina católica, pronto se dará cuenta de que el espiritismo rechaza muchas verdades enseñadas por la Iglesia; y que también la autoridad eclesiástica ha prohibido a los católicos, participar en las llamadas sesiones espiritistas (Dz. 1645 y 2182), sobre todo porque en éstas puede haber presencias diabólicas para confundir la mente del cristiano (II Concilio del Baltimore, 1866).

Por último, es necesario recordar al cristiano el sencillo consejo bíblico, para saber enfrentar nuevas supuestas revelaciones, ya que... “si alguien viene con un evangelio que no es el que ustedes han recibido, sea anatema”. (Gál. 1,9)

SANTOS TIMOTEO Y TITO, OBISPOS Y DISCÍPULOS DE SAN PABLO, 26 DE ENERO


Timoteo y Tito, Santos
Obispos y Discípulos de San Pablo, 26 de enero
Por: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid


Obispos y Discípulos de San Pablo


Martirologio Romano: Memoria de los santos Timoteo y Tito, obispos y discípulos del apóstol san Pablo, que le ayudaron en su ministerio y presidieron las Iglesias de Éfeso y de Creta, respectivamente. Les fueron dirigidas cartas por su maestro que contienen sabias advertencias para los pastores, en vista de la formación de los fieles (s. I).

Etimología: Timoteo = Aquel que siente amor o adoración a Dios, es de origen griego.

Tito = Aquel que es protegido y honrado, es de origen latino.

San Pablo nombró obispos a Timoteo y Tito, sus discípulos y colaboradores.

Los Santos Timoteo y Tito vivieron en la órbita del grande apóstol de las Gentes, y el nuevo calendario los coloca después de la fiesta de la “conversión” de San Pablo.

Timoteo es la imagen del discípulo ejemplar: obediente, discreto, eficaz, valiente. Por estas cualidades Pablo quiso que fuera su compañero de apostolado, en vez de Juan Marcos, durante el segundo viaje misionero en el año 50.

Había nacido en Listra, en donde Pablo lo encontró durante el primer viaje, y fue de los primeros convertidos al Evangelio; había sido educado en la religión hebrea por la abuela Loida y por la madre Eunice. Desde su encuentro con Pablo, siguió su itinerario apostólico; lo acompaña a Filipos y a Tesalónica. 

Después los encontramos juntos en Atenas, en Corinto, en Éfeso y finalmente en Roma durante el primer cautiverio de Pablo. Fue un infatigable “viajero enviado” por el apóstol de las Gentes, y mantuvo los contactos entre Pablo y las jóvenes comunidades cristianas fundadas por él.

A menudo le llevaba las cartas y le daba noticias respecto de las mismas comunidades. Entre el 63 y el 66, cuando recibió la primera carta que le envió Pablo, Timoteo era el jefe de la Iglesia de Éfeso. Desde Roma Pablo le escribió una segunda carta, invitándolo a visitarlo antes del invierno. Es conmovedora la petición del anciano apóstol al “hijo” Timoteo, para que le llevara el abrigo que había dejado en Tróade, pues le servía para el frío en la cárcel de Roma. Timoteo estuvo presente en el martirio de Pablo; después regresó definitivamente a la sede de Éfeso, en donde, según una antigua tradición, murió mártir en el año 97.

El segundo fiel colaborador de Pablo fue San Tito, de origen pagano. Convertido y bautizado por el mismo apóstol, que lo llama “hijo mío”, se encuentra en compañía de Pablo en Jerusalén, en el año 49. Hizo con él el tercer viaje misionero y fue Tito quien llevó la “carta de las lágrimas” de Pablo a los fieles de Corinto, entre los cuales restableció la armonía y organizó la colecta para los pobres de Jerusalén.

Después del cautiverio de Roma, Pablo, de paso por Creta, dejó ahí a Tito con la misión de organizar la primera comunidad cristiana. Aquí recibió la carta de Pablo. Es un documento muy importante, porque nos informa sobre la vida interna de la Iglesia apostólica. Después Tito fue a Roma donde su Maestro, que lo mandó probablemente a evangelizar a Dalmacia, en donde todavía hoy está muy difundido su culto. Una antigua tradición, históricamente no confirmada, dice que Tito murió en Creta, de edad muy avanzada.

domingo, 25 de enero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 25 DE ENERO DEL 2015


Vocación de los primeros discípulos
Solemnidades y Fiestas

Marcos 1, 14-20. Cristo se presenta a nosotros cuando menos lo esperamos. Él nos ve y nos llama. 


Por: Jorge Molino | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-20
Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: Decía: -El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertios y creed en la Buena Nueva. Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres. Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.

Oración introductoria
Espíritu Santo, que inmerecida misión el poder ser «pescador de hombres». Ilumina mi entendimiento en esta oración para terminar de comprender la grandeza de mi vocación e inflama mi corazón para amarte con toda la pasión y fuerza posible.

Petición
Padre mío, dame tu gracia para que conozca, ame e imite más a Cristo.

Meditación del Papa Francisco
Viendo este mar, la playa y a todos ustedes, me viene a la mente el momento en que Jesús llamó a sus primeros discípulos a orillas del lago de Tiberíades. Hoy Jesús nos sigue preguntando: ¿Quieres ser mi discípulo? ¿Quieres ser mi amigo? ¿Quieres ser testigo del Evangelio? En el corazón del Año de la Fe, estas preguntas nos invitan a renovar nuestro compromiso cristiano. Sus familias y comunidades locales les han transmitido el gran don de la fe. Cristo ha crecido en ustedes. Hoy quiere venir aquí para confirmarlos en esta fe, la fe en Cristo vivo que habita en ustedes, pero he venido yo también para ser confirmado por el entusiasmo de la fe de ustedes. Ustedes saben que en la vida de un obispo hay tantos problemas que piden ser solucionados. Y con estos problemas y dificultades, la fe del obispo puede entristecerse. Qué feo es un obispo triste. Qué feo. Para que mi fe no sea triste he venido aquí para contagiarme con el entusiasmo de ustedes.» (S.S. Francisco, 25 de julio de 2013).

Reflexión
En este pasaje podemos comprobar cómo Jesús pasa a nuestro lado y nos llama. Cristo se presenta a nosotros en las actividades diarias, cuando menos lo esperamos, ya sea en la oficina, ya sea en las labores de casa. Él nos ve y nos llama.

El seguimiento de este llamado requiere dejar las cosas de lado y seguirle a Él totalmente. Esto no significa que haya que dejar de trabajar en ese momento o salir del trabajo para estar con Él (aunque si fuera posible sería maravilloso, como quien atiende a su mejor amigo recibiéndole en casa y no sólo llamando por teléfono). Jesús nos llama sin importarle lo que somos o cómo somos. No le importa si somos un banquero, un albañil, un ama de casa, un pecador o un santo. Eso sí, una vez que le hemos respondido se nos pide dejarlo todo y seguirlo. Escogió a pescadores y a publicanos. Y no fueran los más inteligentes o capaces de su tiempo. Dios escoge a quien quiere. No hay motivos para tener miedo a fallarle, a no ser del todo fieles a Cristo en nuestro trabajo. Los apóstoles también le dejaron pero, sin embargo, tuvieron el valor de levantarse.

Es verdad que en nuestras vidas hemos abandonado a Cristo muchas veces, pero eso a Jesús no le importa. Él nos llama a predicar el evangelio como volvió a llamar a los apóstoles y como un día llamó a san Pablo, cuya conversión celebramos hoy. San Pablo persiguió a los apóstoles y quería borrar el nombre de Jesús de Nazareth de la faz de Israel. Pero Jesús resucitado le convierte de un perseguidor a un precursor de la Buena Nueva y en un apóstol apasionado de este Cristo a quien perseguía. Jesús nos manda a predicar el Evangelio y es el primero que nos da ejemplo convirtiendo al más "temido" de todos los judíos.

La conversión infundió en Saulo una fe que lo hace ser misionero incansable; enciende en su alma un ardor de caridad que le obliga a transmitir a los demás la verdad que ha encontrado; le da la fuerza para ser tanto de palabra como de obra un ferviente testimonio del evangelio. Ahora bien, ¿qué nos diferencia a nosotros de san Pablo? Tenemos la misma fe, la misma caridad, la misma doctrina, el mismo Dios... Pero nos falta su amor apasionado a Cristo, que le llevó a considerar todo basura y estiércol comparado con Cristo.

Propósito
Hoy es un día de conversión. No esperemos más, convirtámonos en esos apóstoles resucitados y pidamos esa fe y ese amor que convirtió a san Pablo para que nos convierta también a nosotros en luz y fuego en medio de la oscuridad del mundo.

Diálogo con Cristo
Señor, tu «síganme» no deja de resonar en mi corazón. Es sencillo entusiasmarme por el llamado, pero mantener ese entusiasmo cuando las exigencias parecen sobrepasarme, es imposible si Tú no estás como centro y motivo de mi vida. Permite que viva cada día como una nueva oportunidad para crecer en el amor. Quiero ser, vivir, pensar, trabajar, gozar y sufrir por Ti. Ayúdame a ser fiel en mis compromisos como miembro del Regnum Christi; dame la gracia de serte fiel en las obligaciones de mi vida diaria, porque la fidelidad se construye en las cosas pequeñas y en el momento presente.

COMIENZA HACIENDO LO QUE ES NECESARIO


Comienza haciendo lo que es necesario
Sembrando Esperanza I. Comienza con lo que es necesario, después lo que es posible y estarás haciendo lo imposible.
Por: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net




Conócete, acéptate y supérate

Quien se conoce como persona, quien se conoce a sí mismo, tendrá ante sus ojos las mil y una posibilidades de crecimiento, descubrirá con facilidad las áreas de oportunidad para desarrollarse, será capaz de establecerse metas a alcanzar, y sobre todo, vivir en paz consigo mismo.

Conocernos a nosotros mismos es una labor fascinante. Es una aventura hermosa. Descubrir nuestra estructura, el por qué de nuestros comportamientos, las necesidades que tenemos por ser personas; el conocimiento de la propia inteligencia y de la voluntad, de la libertad y de la afectividad, de los impulsos y tendencias naturales.

Quien se descubre como criatura de Dios, imagen y semejanza de Él, solidificará su autoestima plenamente. Quien descubre su temperamento, iniciará, si quiere, el fascinante camino de la formación de su propio carácter y de su personalidad.

Quien descubre que amar es la vocación de toda persona humana, se le abre un horizonte inmenso de posibilidades para su crecimiento. Quien conoce sus tendencias naturales y sus impulsos instintivos, ya tendrá la posibilidad de hacerse amo y señor de su corporeidad.

El conocimiento personal abre la puerta a la formación, a las miles de áreas de oportunidad para el crecimiento. Quien se conoce a sí mismo, si es humilde, podrá reconocer sus cualidades y defectos; este reconocimiento le llevará a aceptarse tal cual es, para luego comenzar la aventura de superarse….por eso hay que comenzar por lo necesario y fundamental.

"Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible."

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el pino. Volviéndose al pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la vid. Y la vid se moría porque no podía florecer como la rosa. La rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el roble. Entonces encontró una planta, un clavel floreciendo y más fresco que nunca.

El rey le preguntó: ¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? La flor contestó: Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste querías claveles; si hubieras querido un roble, lo habrías plantado. En aquel momento me dije: Intentaré ser clavel de la mejor manera que pueda, y heme aquí, el más hermoso y bello clavel de tu jardín."

Somos esto que somos. Vivimos marchitándonos: en nuestras propias insatisfacciones, en nuestras absurdas comparaciones con los demás... si yo fuera, si yo tuviera, si mi vida fuera..., siempre conjugando el futuro incierto en vez del presente concreto, empecinados en no querer ver, que la felicidad es un estado subjetivo y voluntario.

Podemos elegir hoy estar felices con lo que somos, con lo que tenemos, o vivir amargados por lo que no tenemos o no podemos ser. Sólo podremos florecer el día que aceptemos que somos lo que somos, que somos únicos y que nadie puede hacer lo que nosotros vinimos a hacer.

Quien se conoce a sí mismo, posee una gran arma: saber quién es, su fisonomía moral, psicológica, afectiva, e incluso física; entonces, podrá planear serena y confiadamente un plan personal para su crecimiento como persona.

Quien se acepta tal cual es, ya inició su camino de perfección, de crecimiento, pues ya sabe y acepta lo que tiene naturalmente, su base humana para crecer. ¡Acéptate tal cual eres! Con todas tus grandezas y tus flaquezas, tus cualidades y tus debilidades, tus aciertos y tus errores, tus triunfos y tus derrotas.

Quien se supera, quien se esfuerza por ser mejor, quien lucha por su crecimiento personal, podrá amar mejor a los demás, servirlos mejor, acelerará su camino a la madurez personal, será más dueño de sí mismo, será más grato a Dios.


"Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible."

EL PAPA FRANCISCO: LOS SACRAMENTOS SON GRATUITOS


El Papa: los sacramentos son gratuitos
 Fecha: 23 de Enero de 2015
Fuente: Catholic.net 



Los sacramentos son gratuitos. Los sacramentos nos dan la gracia. Y un proceso matrimonial toca el Sacramento del matrimonio. ¡Cuánto me gustaría que todos los procesos fueran gratuitos! Así lo ha exclamado el santo padre Francisco en la audiencia con los prelados auditores, oficiales y abogados del Tribunal de la Rota Romana.


Durante su discurso, el Papa ha reflexionado sobre el contexto humano y cultural en el que se forma la intención matrimonial. A propósito de esto, Francisco ha observado que la crisis de los valores en la sociedad es un un fenómeno reciente. De hecho, “el abandono de una perspectiva de fe conduce inexorablemente a una falsa comprensión del matrimonio, que no queda sin consecuencias en la maduración de la voluntad nupcial”.

Por un lado, el Señor concede a la Iglesia la alegría por muchas familias que “apoyadas y alimentadas por una fe sincera, realizan con la fatiga y la alegría de lo cotidiano los bienes del matrimonio, asumidos con sinceridad en el momento de la boda y perseguidos con fidelidad y tenacidad”; pero por otro, la Iglesia conoce también “los sufrimientos de muchos núcleos familiares que se rompen, dejando atrás los escombros de relaciones afectivas, de proyectos, de expectativas comunes”. El juez, por tanto, está llamado a trabajar su análisis judicial cuando hay duda sobre la validez del matrimonio. De este modo, el Santo Padre ha señalado que la crisis del matrimonio “tiene a menudo en su raíz la crisis de conocimiento iluminado de la fe, es decir, de la adhesión a Dios y a su diseño de amor realizado en Jesucristo”.

A propósito, el Papa ha observado que la experiencia pastoral nos enseña que hoy hay un gran número de fieles en situación irregular, “sobre cuya historia ha tenido una fuerte influencia la difundida mentalidad mundana”. De este modo, ha recordado que el juez, al valorar la validez del consentimiento “debe tener en cuenta el contexto de valores y de fe --o de su carencia o ausencia-- en la que la intención matrimonial se ha formado. De hecho, ha indicado, “el no conocimiento de los contenidos de la fe podría llevar a lo que el Código llama error determinante de la voluntad”. Por eso, Francisco ha precisado que esta eventualidad ya no se considera excepcional como en el pasado, debido a la frecuente prevalencia del pensamiento mundano sobre el magisterio de la Iglesia.

Así, el Pontífice ha exhortado a los presentes a un mayor y apasionado compromiso en su ministerio, “que sirve para salvaguardar la unidad de la jurisprudencia en la Iglesia”. De este modo, ha señalado lo difícil de esta misión “no cerrar la salvación de las personas dentro de las construcciones del legalismo”.

Además, el Papa ha considerado útil recordar “la necesaria presencia en cada Tribunal eclesiástico de personas competentes que presten asistencia y consejo sobre la posibilidad de introducir una causa de nulidad matrimonial, mientras que también se requiere la presencia de patrones estables, retribuidos por el mismo tribunal, que ejerzan el oficio de abogados”.

Finalmente, el Obispo de Roma ha subrayado que un relevante número de causas en la Rota Romana son de patrocinio gratuito a favor de partes que, por las malas condiciones económicas en las que están, no son capaces de procurarse un abogado.

IMÁGENES DE LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, 25 DE ENERO




LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO - 25 DE ENERO


La conversión de San Pablo
Fiesta Litúrgica, 25 de enero
Por: Archidiócesis de Madrid | 



Fiesta Litúrgica

Martirologio Romano: Fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. Viajando hacia Damasco, cuando aún maquinaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, el mismo Jesús glorioso se le reveló en el camino, eligiéndole para que, lleno del Espíritu Santo, anunciase el Evangelio de la salvación a los gentiles. Sufrió muchas dificultades a causa del nombre de Cristo.

Pablo, llamado Saulo en el uso y rigor judío, afirmaba con vehemencia que el Evangelio que predicaba no lo había aprendido o recibido de los hombres.

Perteneció a la casta de los fariseos. Había nacido en Tarso, ciudad que pertenecía al mundo grecorromano; quien nacía allí tenía la categoría de ciudadano romano y lo era tanto como el centurión, el procurador, el tribuno o magistrado. Necesariamente, por ser judío no le cupo más suerte en la niñez que andar disimulando su condición entre los demás del pueblo, ocultando su creencia, tenida como superstición por los paganos romanos. Es posible que esto le fuera encendiendo por dentro y le afirmara aún más en su fe, cuando iba creciendo en edad y tenía que defenderse marchando contra corriente.

Era más bien bajo, de espaldas anchas y cojeaba algo. Fuerte y macizo como un tronco. Un rictus tenía que le hacía fanático. Conocía los manuscritos viejos escritos con signos que a los griegos y a los romanos les parecían garabatos ininteligibles, pero que encerraban toda la sabiduría y la razón de ser de un pueblo. Listo como un sabio en las escuelas griegas de Tarso, familiarizado con los poetas y filósofos que habían pasado el tiempo escribiendo en tablillas o pensando. Para los griegos solo era un hebreo, miembro de aquellas familias que vivían en un islote social, aislado entre misterios inaccesibles a los de otra raza, uno de los que tenían prohibido el acceso a las clases cultas y dirigentes; era de esos que se hacían despreciables por su puritanismo, por sus rarezas ante los alimentos, su modo de divertirse, de casarse, de entender la vida, de no asistir a los templos ¡un ambiente nada claro!

A los dieciocho años se fue a Jerusalén para aprender cosas del judío verdadero, las de la Ley patria, la razón de las costumbres; ansiaba profundizar en la historia del pueblo y en su culto. Gamaliel lo informó bien por unos cuartos. Aprendió las cosas yendo a la raíz, no como las decía la gente poco culta del pueblo sencillo y llano. Supo más y mejor del poder del Dios único; aprendió a darle honra y alabanza en el mayor de los respetos y malamente soportaba con su pueblo el presente dominio del imponente invasor. Esto le ponía furioso. Los profetas daban pistas para un resurgimiento y los salmos cantaban la victoria de Dios sobre otros pueblos y culturas muy importantes que en otro tiempo subyugaron a los judíos y ya desaparecieron a pesar de su altivez; igual pasaría con los dominadores actuales. El Libertador no podría tardar. Mientras tanto, era preciso mantener la idiosincrasia del pueblo a cualquier costa y no ser como los herodianos, para que la esperanza hiciera posible su supervivencia como nación. No se podía dejar que un ápice lo apartara de la fidelidad a las costumbres patrias. Eso le hizo celoso.

Y mira por donde, aquella herejía estaba estropeando todo lo que necesitaba el pueblo. Locos estaban adorando a un hombre y crucificado. No se podía permitir que entre los suyos se ampliara el círculo de los disidentes. Había que hacer algo. No pasaban, sino que las noticias decían que estaban por todas partes como si se diera una metástasis generalizada de un cáncer nacional. Hacía años que ya estuvo, colaborando como pudo, en la lapidación de uno de aquellos visionarios listos, serviciales, piadosos y caritativos pero que hacían mucho daño al alto estamento oficial judío; fue cuando lo apedrearon por blasfemo a las afueras de Jerusalén, y lastimosamente él sólo pudo guardar los mantos de los que lo lapidaron. Hasta le parecía recordar aún su nombre: Esteban.

Su conversión fue en un día insospechado. Nada propiciaba aquel cambio. Precisamente llevaba cartas de recomendación de los judíos de Jerusalén para los de Damasco; quería poner entre rejas a los cristianos que encontrara. Hasta allí se extendía la autoridad de los sumos sacerdotes y principales fariseos; como eran costumbres de religión, los romanos las reconocían sin hacerles ascos. Saulo guiaba una comitiva no guerrera pero sí muy activa, casi furiosa, impaciente por cumplir bien una misión que suponían agradable a Dios y purga necesaria para la estabilidad de los judíos y para proteger la pureza de las tradiciones que recibieron los padres. Aquello parecía la avanzada de un ejército en orden de batalla, con el repiqueteo de las herraduras en las pezuñas de las monturas sobre el duro suelo de roca ante Damasco donde caracoleaban los caballos. Llevaban ya varios días de caminata; se daban por bien empleados si la gestión terminaba con éxito. Iba Saulo "respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor". En su interior había buena dosis de saña.

"Y sucedió que, al llegar cerca de Damasco, de súbito le cercó una luz fulgurante venida del cielo, y cayendo por tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dijo: ¿Quién eres, Señor? Y él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y entra en la ciudad y se te dirá lo que has de hacer. Y los hombres que le acompañaban se habían detenido, mudos de espanto, oyendo la voz, pero sin ver a nadie. Se levantó Saulo del suelo y , abiertos los ojos, nada veía. Y llevándole de la mano lo introdujeron en Damasco, y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió" (Act. 9, 3-9).

Tres días para rumiar su derrota y hacerse cargo en su interior de lo que había pasado. Y luego, el bautismo. Un cambio de vida, cambio de obras, cambio de pensamiento, de ideales y proyectos. Su carácter apasionado tomará el rumbo ahora marcado sin trabas humanas posibles _su rendición fue sin condiciones_ y con el afán de llevar a su pueblo primero y al mundo entero luego la alegría del amor de Dios manifestado en Cristo.

El relato es del historiador Lucas, buen conocedor de su oficio. Se lo había oído veces y veces al mismo protagonista. No hay duda. Vió él mismo al resucitado; y lo dirá más veces, y muy en serio a los de Corinto. Por ello fue capaz de sufrir naufragios en el mar y persecuciones en la tierra, y azotes, y hambre y cárcel y humillaciones y críticas, y juicios y muerte de espada; por ello hizo viajes por todo el imperio, recorriéndolo de extremo a extremo. Y no creas que se lamentaba; le ilusionaba hacerlo porque sabía que en él era mandato más que ruego; el dolor y sufrimiento más bien los tuvo como credenciales y las heridas de su cuerpo las pensaba como garantía de la victoria final en fidelidad ansiada.

Entre tantas conversiones del santoral, la de Pablo es ejemplar, paradigmática. Más se palpa en ella la acción divina que el esfuerzo humano; además, enseña las insospechadas consecuencias que trae consigo una mudanza radical.

sábado, 24 de enero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 24 DE ENERO DEL 2014



Jesús predica el Evangelio

Tiempo Ordinario

Marcos 3, 20-21. Tiempo Ordinario. Contemplemos el ejemplo de Cristo e imitémosle en esa locura por hacer el bien a los demás. 



Por: Carlos Llaca | Fuente: Catholic.net





Del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que no los dejaban ni comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: Está fuera de sí. 

Oración introductoria
Jesucristo, permite que esta meditación me lleve a entregarme sin reservas a mi misión. Tú me has mostrado el camino, nada fácil, pero seguro a la felicidad. Quiero enamorarme y ser fiel a mi vocación, por eso te suplico el don de vivir solamente para Ti.

Petición
Señor, Tú sabes que te amo, pero acrecienta mi amor.

Meditación del Papa Francisco
Jesús no trae neutralidad, esta paz no es una componenda a cualquier precio. Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al egoísmo y elegir el bien, la verdad, la justicia, incluso cuando esto requiere sacrificio y renuncia a los propios intereses. Y esto sí, divide; lo sabemos, divide incluso las relaciones más cercanas. Pero atención: no es Jesús quien divide. Él pone el criterio: vivir para sí mismos, o vivir para Dios y para los demás; hacerse servir, o servir; obedecer al propio yo, u obedecer a Dios. […]Queridos amigos, también entre los parientes de Jesús hubo algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar, nos lo dice el Evangelio. Pero su Madre lo siguió siempre fielmente, manteniendo fija la mirada de su corazón en Jesús, el Hijo del Altísimo, y en su misterio. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares de Jesús entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana.» (S.S. Francisco, 18 de agosto de 2013).

Reflexión
A primera vista parece que este Evangelio habla mal de Cristo en vez de hablar bien. Pero si leemos entre líneas encontraremos que no es así. Cristo se consagró al Padre para cumplir una misión dada, concreta e importantísima, que era precisamente la salvación de todos los hombres. Y Cristo, sabiendo la responsabilidad que tenía y teniendo un amor infinito hacia el Padre, no dudaba en sacrificar nada para cumplir su misión, por amor al Padre y a los hombres.

Si tenía que predicar todo el día, lo hacía, aunque esto implicara quedarse sin comer, aunque no durmiera, aunque apenas tuviera tiempo para descansar. Hasta cierto punto, es normal que sus parientes, al verle, dijeran "está fuera de sí." Y claro, una persona apasionada por llevar el Evangelio a todas las gentes no puede hacer otra cosa que aparecer como un loco delante de los hombres. Pero delante de Dios, es un héroe, pues su principal motivación es el amor. Contemplemos el ejemplo de Cristo e imitémosle en esa locura por hacer el bien a los que nos rodean, por amor a Cristo y su Reino.

Propósito
Examinar qué tanto dejo que me influya el qué dirán de los demás en mis decisiones.

Diálogo con Cristo
Señor, yo tampoco quiero dar importancia al «qué dirán» ni quiero dejarme influenciar por el ambiente, desgraciadamente cada vez más alejado de tu verdad y de tu amor. No me debe interesar el grado de popularidad, ni la simpatía que mi estilo de vida pueda provocar en los demás. Yo sólo quiero que mi testimonio acerque a más personas a tu amor, por ello dame la luz para saber ser ese imán, no para mi vanagloria, sino únicamente para tu gloria, Señor.
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