lunes, 29 de septiembre de 2014

IMÁGENES DE SAN RAFAEL ARCÁNGEL, 29 DE SEPTIEMBRE







SAN GABRIEL ARCÁNGEL, 29 DE SEPTIEMBRE




 San Gabriel Arcángel
29 de Septiembre

A este Arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. Él fue el que le anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta: "Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos" (Dan. 9).

Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad.

Su carta de presentación cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta: "Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios" (Luc. 1, 19).

San Lucas dice: "Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’".

San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.

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Uno de los siete arcángeles, usado en innumerables ocasiones por Dios como mensajero (Deuteronomio 8:15-27). El se le apareció a Daniel y le explicó una visión de eventos futuros, diciéndole, "Tú eres un hombre elegido especialmente" (Deuteronomio 9:20-27). En el Nuevo Testamento se le apareció a Zacarías para avisarle que Isabel, su mujer, tendría un hijo al que llamaría Juan (Lucas 1:11-20). De igual manera, fue Gabriel quién se le apareció a María diciéndole que concebiría y daría a luz a un Hijo, a quién pondría por nombre Jesús (Lucas 1:26-38). 

A San Gabriel se lo representa con una vara de perfumada azucena, la que obsequió a María Santísima en la Anunciación que representa la Sublime Pureza Inmaculada de la Madre Virgen


IMÁGENES DEL ARCÁNGEL GABRIEL, 29 DE SEPTIEMBRE










MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL, ARCÁNGELES, 29 DE SEPTIEMBRE


Autor: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net 
Miguel, Gabriel y Rafael, Arcángeles
Arcángeles, los únicos cuyos nombres constan en la Biblia, 29 de septiembre

Miguel, Gabriel y Rafael, Arcángeles
Arcángeles

Martirologio Romano: Fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. En el día de la dedicación de la basílica bajo el título de San Miguel, en la vía Salaria, a seis miliarios de Roma, se celebran juntamente los tres arcángeles, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares y que, sirviendo a Dios día y noche, y contemplando su rostro, a él glorifican sin cesar.

Son los nombres con que se presentan en la Sagrada Escritura estos tres príncipes de la corte celestial.

Miguel aparece en defensa de los intereses divinos ante la rebelión de los ángeles malos; Gabriel, enviado por el Señor a diferentes misiones, anunció a la Virgen Maria el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su maternidad divina; Rafael acompañó al joven Tobías cuando cumplia un difícil encargo y se ocupó de solucionar difíciles asuntos de su esposa.

Actualmente, se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden "angelitos" de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres.

Hay que tener cuidado, pues se puede caer en dar a los ángeles atribuciones que no les corresponden y elevarlos a un lugar de semidioses, convertirlos en "amuletos" que hacen caer en la idolatría, o crear confusiones entre lo que son las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.

Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. 

A pesar de que están de moda, por otro lado, es muy fácil que nos olvidemos de su existencia, por el ajetreo de la vida y principalmente, porque no los vemos. 

Este olvido puede hacernos desaprovechar muchas gracias que Dios ha destinado para nosotros a través de los ángeles. 

Por esta razón, la Iglesia ha fijado dos festividades para que, al menos dos días del año, nos acordemos de los ángeles y los arcángeles, nos alegremos y agradezcamos a Dios el que nos haya asignado un ángel custodio y aprovechemos estos días para pedir su ayuda. 

Misión de los ángeles

Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su Voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad. 

Debido a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden ser vistos ni captados por los sentidos. 

En algunas ocasiones muy especiales, con la intervención de Dios, se han visto y oído materialmente. La reacción de las personas al verlos u oírlos ha sido de asombro y de respeto. Por ejemplo, los profetas Daniel y Zacarías.

En el siglo IV, el arte religioso representó a los ángeles con forma de figura humana. En el siglo V, se le añadieron las alas, como símbolo de su prontitud en realizar la Voluntad divina y en trasladarse de un lugar a otro sin la menor dificultad. 

En la Biblia encontramos algunos motivos para que los ángeles sean representados como seres brillantes, de aspecto humano y alados. Por ejemplo, el profeta Daniel escribe que un "ser que parecía varón" -se refería al arcángel Gabriel- volando rápidamente, vino a él (Daniel 8, 15-16; 9,21). Y, en el libro del Apocalipsis, son frecuente las apariciones de ángeles que claman, tocan las trompetas, llevan mensajes o son portadores de copas e incensarios; otros que suben, bajan o vuelan; otros que están de pie en cada uno de los cuatro puntos cardinales de la tierra o junto al trono del Cordero, Cristo.

La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser mensajeros y cuidar y ayudar a los hombres. Ellos están constantemente en la presencia de Dios, atentos a sus órdenes, orando, adorando, vigilando, cantando y alabando a Dios y pregonando sus perfecciones. Se puede decir que son mediadores, custodios, guardianes, protectores y ministros de la justicia divina.

La presencia y la acción de los ángeles aparece a lo largo del Antiguo Testamento, en muchos de sus libros sagrados. Aparece frecuentemente, también, en la vida y enseñanzas de Nuestro Señor, Jesucristo, en la Carta de san Pablo, en los Hechos de los Apóstoles y, principalmente, en el Apocalipsis.

Con la lectura de estos textos, podemos descubrir algo más acerca de los ángeles:

nos protegen, nos defienden físicamente y nos fortalecen al combatir las fuerzas del mal.
luchan con todo su poder por y con nosotros.

Como ejemplo, está la milagrosa liberación de San Pedro que pudo huir de la prisión ayudado por un ángel (Hechos 12, 7 y siguientes). También, aparece un ángel deteniendo el brazo de Abraham, para que no sacrificara a su hijo, Isaac.

Los ángeles nos comunican mensajes importantes del Señor en determinadas circunstancias de la vida. En momentos de dificultad, se les puede pedir luz para tomar una decisión, para solucionar un problema, actuar acertadamente y para descubrir la verdad.

Por ejemplo, tenemos las apariciones a la Virgen María, a San José y a Zacarías. Todos ellos recibieron mensajes de los ángeles.

Los ángeles cumplen, también, las sentencias de castigo del Señor, como el castigo a Herodes Agripa (Hechos de los Apóstoles) y la muerte de los primogénitos egipcios (Exódo 12, 29).

Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, después de nuestra muerte, hasta el trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Este será el último servicio que nos presten pero el más importante. El arcángel Rafael dice a Tobías: "Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor", (Tob 12, 12 - 16).

Ellos nos animan a ser buenos pues ven continuamente el rostro de Dios y también ven el nuestro. Debemos tener presentes las inspiraciones de los ángeles para saber obrar correctamente en todas las circunstancias de la vida. "Los ángeles se regocijan cuando un pecador se arrepiente", (Lucas 15, 10).

Jerarquía de los ángeles

Se suelen enumerar nueve coros u órdenes angélicos. Esta jerarquía se basa en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a ellos. Dentro de esta jerarquía, los superiores hacen participar a los inferiores de sus conocimientos. 
Cada tres coros de ángeles constituyen una jerarquía y todos ellos forman la corte celestial. 


Jerarquía Suprema:
serafines
querubines
tronos 
Jerarquía Media:
dominaciones
virtudes
potestades
Jerarquía Inferior:
principados
arcángeles
ángeles

Serafines: Son los "alabadores" de Dios. Serafín significa "amor ardiente". Los serafines alaban constantemente al Señor y proclaman su santidad. 
(Isaías 6, 17)

Querubines: Son los "guardianes" de las cosas de Dios. Aparecen como encargados de guardar el arca de la alianza y el camino que lleva al árbol de la vida. Entre dos querubines comunica Yahvé sus revelaciones. "Se sienta sobre querubines". 
(Génesis, Éxodo, en la visión de Ezequiel, 1, 4 y Carta a los Hebreos, 9,5).

Potestades, Virtudes, Tronos, Principados y Dominaciones: 

En la Biblia encontramos estos diversos nombres cuando se habla del mundo angélico. Hay quien interpreta los nombres de los ángeles como correspondientes a su grado de perfección. Para San Gregorio, los nombres de los ángeles se refieren a su ministerio: 

los principados son los encargados de la repartición de los bienes espirituales
las virtudes son los encargados de hacer los milagros
las potestades son los que luchan contra las fuerzas adversas
las dominaciones son los que participarán en el gobierno de las sociedades
los tronos son los que están atentos a las razones del obrar divino.


Existe, también, una jerarquía basada en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a ellos. A los arcángeles les podríamos llamar los "asistentes de Dios". Son ángeles que están al servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales.


Arcángel San Miguel: es el que arrojó del Cielo a Lucifer y a los ángeles que le seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la victoria final. El nombre de Miguel significa "quien como Dios". Su conducta y fidelidad nos debe invitar a reconocer siempre el señoría e Jesús y buscar en todo momento la gloria de Dios.

Arcángel San Gabriel: en hebreo significa "Dios es fuerte", "Fortaleza de Dios". Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones especiales y como portador de buenas noticias. Anunció a Zacarías el nacimiento de Juan, el Bautista y a la Virgen María, la Encarnación del Hijo de Dios.

Arcángel San Rafael: su nombre quiere decir "medicina de Dios". Tiene un papel muy importante en la vida del profeta Tobías, al mostrarle el camino a seguir y lo que tenía que hacer. Tobías obedeció en todo al arcángel San Rafael, sin saber que era un mensajero de Dios. Él se encargó de presentar sus oraciones y obras buenas a Dios, dejándole como mensaje bendecir y alabar al Señor, hacer siempre el bien y no dejar de orar. Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes. Es patrono, también, de los médicos (de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.

Los ángeles custodios

Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma sobre este tema San Jerónimo: "Grande es la dignidad de las almas, cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia".

En el Antiguo Testamento se puede observar como Dios se sirve de sus mensajeros para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando a Elías lo alimentó un ángel, (1 Reyes, 19, 5).

En el Nuevo Testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que aparecen estos seres: el mensaje a San José para que huyera a Egipto y los ángeles que sirvieron a Jesús, después de las Tentaciones en el desierto, entre otros ejemplos.

Se puede decir que los ángeles custodios son compañeros de viaje, que siempre estarán al lado de cada uno de nosotros, en las buenas y en las malas, sin separarse ni un solo momento. Está a nuestro lado mientras trabajamos, descansamos, cuando nos divertimos y cuando rezamos, cuando le pedimos ayuda y cuando le olvidamos. Y, lo más importante, es que no se aparta de nosotros ni siquiera cuando perdemos la gracia de Dios por el pecado. Nos presta auxilio para enfrentar de mejor ánimo las dificultades y tentaciones de la vida diaria.

Muchas veces se piensa en el ángel de la guarda como si fuera algo infantil. Pero, si pensamos que al crecer la persona se enfrentará a una vida con mayores tentaciones y dificultades, el ángel custodio será de gran ayuda.

Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. 

Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está muy cerca de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos. 

Recordemos que los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos ni deseos íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo Dios sabe lo que hay dentro de nuestro corazón. Ellos, en cambio, sólo pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras, gestos, etc.

También podemos pedirle favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinados peligros o las guíen en situaciones difíciles.



¿Qué nos enseñan los ángeles?

Nos enseñan a:

glorificar al Señor, proclamar su santidad y rendirle sus homenajes de adoración, de amor y de ininterrumpida alabanza.

cumplir con exactitud y prontamente todas las órdenes que recibimos del señor y a cumplir su Voluntad sin discutir sus mandatos ni aplazando el cumplimiento de éstas.

servir al prójimo, pues ellos están preocupados por nosotros y quieren ayudarnos en las diversas circunstancias que se nos presentan en la vida. Esto nos anima a compartir con nuestros hermanos penas y alegrías. 


¿Quiénes son los ángeles caídos?

Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia. Pero algunos, encabezados por Luzbel, el más bello de los ángeles, por su malicia y soberbia se negaron a adorar a Jesucristo, Dios hecho hombre, por sentirse seres superiores. Así, rechazaron eternamente a Dios con un acto inteligente y libre de su parte.
A Luzbel -también denominado Lucifer, Diablo o Satán- junto con los ángeles rebeldes que le siguieron -convertidos en demonios- fueron arrojados del Cielo al infierno. Quedaron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. 

No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales. 
Lucifer es el enemigo de Dios. Jesús le llama “el engañador”, “el padre de la mentira”. Su constante actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quiere evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para poder llegar al Cielo.

Los demonios se encuentran organizados en jerarquías, tal y como fueron creados en un principio, subordinados los inferiores a los superiores. 
Satanás y sus demonios comenzaron sus maléficas acciones con Adán y Eva y no se dan por vencidos en su labor. Aprovechan la inclinación del hombre hacia el mal por su naturaleza que quedó dañada después del pecado original. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien. Su acción ordinaria en el hombre es la tentación. Por ello rezamos en el Padrenuestro: “...no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.”

¿Por qué creer en los ángeles?

Toda la Sagrada Escritura está llena de versículos y capítulos completos que hablan de los ángeles. Si creemos en la Sagrada Escritura, no podemos negar la existencia y la acción de los ángeles.

Además del testimonio de la Revelación, tenemos el de los Santos Padres de la Iglesia quienes nos dejaron bellas y sugestivas descripciones de los ángeles que fueron retomadas por Santo Tomás no sólo en el aspecto teológico sino en un dinamismo cristiano. La Iglesia ha definido dogma de fe la existencia de los ángeles. 

El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494.

El Concilio IV de Letrán, en 1215, se señaló que Dios es creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, de las criaturas espirituales y las corporales. Se señaló que a unas y a otras, las creó de la nada.

En 1870, debido al materialismo y racionalismo que imperante en esa época, el Concilio Vaticano I afirmó de nuevo la existencia de los ángeles.

Pablo VI volvió a poner de manifiesto la existencia de los ángeles en 1968, al formular el Credo.

En la reforma litúrgica de la Iglesia de 1969, quedó establecido el día 29 de septiembre para dar culto a los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel y el día 2 de Octubre, para rendir culto a los ángeles custodios.

domingo, 28 de septiembre de 2014

IMÁGENES DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL - 29 DE SEPTIEMBRE

































CORONILLA A SAN MIGUEL ARCÁNGEL - 29 DE SEPTIEMBRE















EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 28 DE SEPTIEMBRE DEL 2014


Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
¿Cuál de ellos hizo la voluntad del Padre?
Mateo 21, 28-32. Tiempo Ordinario. Lo que verdaderamente importa para salvarse no son las palabras, sino las obras.
 
¿Cuál de ellos hizo la voluntad del Padre?
¿Cuál de ellos hizo la voluntad del Padre?
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32

«Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: Hijo, vete hoy a trabajar en la viña. Y él respondió: No quiero, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: Voy, Señor, y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» - «El primero» - le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en Él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en Él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en Él.

Oración introductoria 

Padre mío, aunque me duela, tengo que aceptar que aún sabiendo que nos amamos infinitamente, yo puedo traicionarte muy fácilmente. Pero te creo y sé que tu misericordia es más grande que mis debilidades, por eso te pido que me guíes en esta oración para encontrar la fuerza para perseverar siempre en el Amor.

Petición

Señor, ayúdame a ser siempre fiel a tu amor.

Meditación del Papa Benedicto XVI

«Hoy la liturgia nos propone la parábola evangélica de los dos hijos enviados por el padre a trabajar en su viña. De estos, uno le dice inmediatamente que sí, pero después no va; el otro, en cambio, de momento rehúsa, pero luego, arrepintiéndose, cumple el deseo paterno. Con esta parábola Jesús reafirma su predilección por los pecadores que se convierten, y nos enseña que se requiere humildad para acoger el don de la salvación."No hagáis nada por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismos". Estos son los mismos sentimientos de Cristo, que, despojándose de la gloria divina por amor a nosotros, se hizo hombre y se humilló hasta morir crucificado. El verbo utilizado -ekenosen- significa literalmente que “se vació a sí mismo y pone bien de relieve la humildad profunda y el amor infinito de Jesús, el Siervo humilde por excelencia» (Benedicto XVI, 28 de septiembre de 2008).

Reflexión

Seguramente nos es bastante familiar este refrán: “Obras son amores, que no buenas razones”. Es probable que nosotros mismos lo hayamos pronunciado miles de veces. Y, sin embargo, parece que en muchas ocasiones nos olvidamos fácilmente de él....

En el Evangelio de hoy nuestro Señor nos cuenta la historia de dos hijos. Su padre les pide que vayan a trabajar a la viña. El primero responde de un modo muy poco cortés y un tanto violento: "¡No quiero!" le dice al padre. En cambio, el otro, con palabras muy atentas y comedidas, dignas incluso de un caballero: "Voy, señor" le contesta, pero no va. En cambio, el hijo rebelde y "rezongón" se arrepiente y va a trabajar. Y Cristo pregunta a sus oyentes: "Cuál de los dos hizo lo que quería el padre?". La respuesta era obvia: el primero. Sus obras lo demostraron.

Y, después del "cuentito", el Señor dirige unas palabras muy duras a los sumos sacerdotes y jefes del pueblo que le oían: –"Yo os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios". ¡Un juicio duro, pero muy certero! ¿Por qué? Porque los pecadores y las prostitutas son como el primer hijo de la parábola: a pesar de que sus palabras no eran las más "bonitas" y adecuadas, ellos hicieron la voluntad del Padre: creyeron en Cristo y se convirtieron ante su predicación.

Mientras que los fariseos y los dirigentes del pueblo judío, que se consideraban muy justos y observantes, y se sentían muy seguros de sí mismos, ésos son como el segundo hijo: sus "pose" externo es muy respetuoso y comedido, pero NO obedecen a Dios. Y lo que Cristo quería era que hicieran la voluntad del Padre.

Yo creo que lo que nuestro Señor quiere decirnos con esta parábola es, en definitiva, que lo que verdaderamente importa para salvarse no son las palabras, sino las obras. O, mejor: que las palabras y las promesas que hacemos a Dios y a los demás cuentan en la medida en que éstas van también respaldadas por nuestras obras y comportamientos. Éstas son las que mejor hablan: las obras, no los bonitos discursos; las obras, no los bellos propósitos o los nobles sentimientos nada más.

Se cuenta que en una ocasión, la hermana pequeña de santo Tomás de Aquino le preguntó: "¿Tomás, qué tengo yo que hacer para ser santa?". Ella esperaba una respuesta muy profunda y complicada, pero el santo le respondió: "Hermanita, para ser santa basta querer".¡Sí!, querer. Pero querer con todas las fuerzas y con toda la voluntad. Es decir, que no es suficiente con un "quisiera". La persona que “quiere” puede hacer maravillas; pero el que se queda con el "quisiera" es sólo un soñador o un idealista incoherente. Éste es el caso del segundo hijo: él "hubiese querido" obedecer, pero nunca lo hizo. Aquí el refrán popular vuelve a tener la razón: "del dicho al hecho hay mucho trecho".

Por eso, nuestro Señor nos dijo un día que "no todo el que me dice ¡Señor, Señor! se salvará, sino el que hace la voluntad de mi Padre del cielo". Palabras muy sencillas y escuetas, pero muy claras y exigentes.

Y nosotros, ¿cuál de estos dos hijos somos?

Propósito

Iniciar y terminar el día con un momento de oración humilde ante el Dueño de mi vida.

Diálogo con Cristo

Tengo que salir de mí mismo, de mis gustos y proyectos cuando no están en consonancia con mi vocación a la santidad. Sé que cuento con tu presencia, cercana y amorosa en la Eucaristía, ayúdame a no sólo oír sino saber responder a tu llamado, apoyado en tu gracia.

CADA DESAFÍO



Cada desafío


Has podido con cada uno de los desafíos que has enfrentado. Y tienes lo necesario para salir airoso en muchos, muchos más.

Exigirte y ponerte a prueba puede darte miedo.

Pero también puede ser vigorizante y estimulante.

Superar un desafío complicado puede llevarte a un nivel de satisfacción que no puede alcanzarse de ninguna otra forma.

Junto con esa satisfacción viene la sólida confianza de tener la certeza de que, como lo has hecho antes, lo puedes hacer una vez más.

Cuando buscas desafíos, lo que terminas obteniendo son logros.

Agradeciendo cada desafío, lo que estás haciendo es expresar y expandir tu propia seguridad en tí mismo de una manera genuina y perdurable

Alguna vez te sentiste desafiado por muchas de las cosas que actualmente haces sin siquiera pensar en ellas.

Piensa en lo lejos que has llegado a partir de tu sincero deseo de enfrentar esos desafíos.

Y piensa en cuán lejos aún puedes llegar aceptando de buen grado los desafíos que vienen hacia tí, viéndolos como la enorme oportunidad que cada uno de ellos puede representar.


HABLA CON TU CORAZÓN Y NO CON TU MENTE


Habla con tu corazón y no con tu mente
Autor: Padre Diego Jaramillo


"Cuenta la historia que un día Jesús se encontró con un líder y le
preguntó:

¿Quién dice la gente que soy yo?. 
El líder, queriendo impresionar dijo:

"Tu eres la teofanía escatológica que manifiesta antológicamente la
intencionalidad de nuestras relaciones subconscientes e interpersonales.

Jesús abrió tremendos ojos y exclamó: ¿Que queeeeeeee? ¿Me lo puedes explicar?. 

Y el líder no pudo responder porque era algo que tenía en la
memoria y no en el CORAZÓN"

HIMNO DE LAUDES AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA


HIMNO DE LAUDES 
AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA

Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día.

Aunque espíritu invisible, sé que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos.

En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro.

Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga,
que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía.

Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía.

En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.

CUANDO LAS DIFICULTADES NO TE DEJAN VOLAR


Autor: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net 
Cuando las dificultades no te dejan volar
Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, esa ruta que te toca comenzar ahora a vivir.

Cuando las dificultades no te dejan volar


El pasar de los años, la rutina de los días, la erosión de las horas, van produciendo en nuestra vida y en nuestra alma un cierto cansancio, ese natural desgaste que no quisiéramos experimentar; pero la realidad es que ya no vemos la vida como antes, nos cuesta tomar decisiones que nos obliguen a sacudirnos de todo ese peso que se va incrustando en nuestra alma y en nuestra conciencia, nuestro ideal se nos ha apagado, el anhelo de seguir trabajando ha desaparecido, el ejercitar una virtud, el luchar contra las tentaciones, todo este mar de posibilidades para superarnos y crecer ha perdido su brillo y ahora nos encontramos tirados en el fango de la mediocridad, en el pantano de nuestras propias decepciones y fracasos, la vida ha perdido su ilusión y esperamos que un milagro cambie nuestra vida. Este milagro sucede siempre que experimentamos alguna situación que nos sacude y nos impulsa a salir adelante, a tener que esforzarnos y a vencernos a nosotros mismos; este milagro está tocando a tu puerta, no dejes que pase de largo.


Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo. 

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y él se dio cuenta que iba a morir.

En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.

Los problemas, las dificultades y los fracasos son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo, a mirar con optimismo tu futuro y aprovecharlos como una oportunidad para mejor.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el lodo y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, esa ruta que te toca comenzar ahora a vivir, con nuevos desafíos, nuevos retos, nuevos amigos, nuevos maestros, llena de enigmas e inseguridades. Dios te acompañará y te dirá qué camino tomar.

SAN VENCESLAO (WENCESLAO) DE BOHEMÍA, PATRONO DE LA REPÚBLICA CHECA, 28 DE SEPTIEMBRE


Autor: . | Fuente: ACIprensa.com 
Venceslao (Wenceslao) de Bohemia, Santo
Patrono de la República Checa, 28 de septiembre

 Venceslao (Wenceslao) de Bohemia, Santo
Mártir

Martirologio Romano: San Wenceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela santa Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, traicionado por su hermano Boleslao fue asesinado por sicarios en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia (929/935).

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludimila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvarguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses. 

Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios. Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y misericordia. 

Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de Checoslovaquia.

¡Felicidades a los Venceslaos!
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Archciócesis de 
Venceslao (Wenceslao) de Bohemia, Santo
Venceslao (Wenceslao) de Bohemia, Santo
Madrid


El joven príncipe, que nació en Bohemia hacia el año 907, personifica el ideaI del héroe nacional, valientemente comprometido en la promoción cultural y religiosa del pueblo eslavo.

Cuando se derrumbó el reino moravio, en el 895 los príncipes bohemios, entrando en el juego diplomático de las potencies de ese entonces, se aliaron con el fuerte reino franco, y adoptando los principios de las antiguas civilizaciones comenzaron el proceso de europeización de los Estados de Europa central.

Lider de esta política de visión hacia el futuro fue el joven duque de Bohemia, Wenceslao. El había sido educado cristianamente por la abuela Ludmila, venerada como santa. Tan pronto tuvo la edad requerida, sucedió al padre después de la breve regencia de la madre Draomira. Mujer intrigante, Draomira prefería al segundo hijo, Boleslao, y fomentó con todos los medios a su alcance la rivalidad entre los dos, hasta el punto de llevar al segundo a mancharse con el grave delito del fratricidio.

En la mañana del 28 de septiembre del 935, mientras Wenceslao salía de case para ir a Misa, Boleslao, que lo esperaba en un lugar solitario con un grupo de cómplices, le saltó encima para herirlo por la espalda. El joven rey, que todavía no tenía treinta años, detuvo el golpe y echó mano a su espada, pero cuando se dio cuenta que el asesino era su hermano bajó el arma, murmurando: “Podría matarte, pero la mano de un siervo de Dios no debe mancharse con el fratricidio”. Fue asesinado por los sicarios de Boleslao.

Este ejemplarísimo príncipe cristiano anteponía sus deberes religiosos a los de soberano, hasta el punto de llegar tarde a una importante asamblea de Worms, convocada por el emperador Otón, porque estaba en Misa. No era raro ver al joven rey mezclado con los otros fieles, con los pies descalzos, durante las procesiones penitenciales. Impuso a su cuerpo la dura disciplina del cilicio y las diarias mortificaciones.

Fue considerado como un rey renunciatario por haber buscado la alianza con los poderosos francos limítrofes, pero el mismo hermano Boleslao, que le sucedió, después de haberlo mandado asesinar, comprendió esa política realistica y la siguió. Boleslao comprendió el error de valoración respecto de su hermano, hacia quien la devoción popular creció de día en día, por los prodigios que se obraban sobre la tumba del mártir, venerado inmediatamente como santo, el primero de los pueblos eslavos.
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