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miércoles, 16 de noviembre de 2016

DEPRESIÓN.. QUÉ CAMINOS SEGUIR?


Depresión… ¿qué caminos seguir?



Vivimos un ritmo de actividades y de exigencias en una sociedad que tiene prisa por obtener resultados y éxito. En un mercado de trabajo altamente competitivo y desafiante, las enfermedades surgen en el ambiente profesional y preocupan a las organizaciones y a la sociedad en su conjunto.

Una de las enfermedades que llaman la atención, en este escenario, es la depresión. Considerada una de las enfermedades que han crecido de forma exponencial en los últimos años, la depresión tiene características propias y no debe ser confundida con un estado de tristeza.

Podemos pensar en la tristeza como un sentimiento que nos lleva a un proceso de reflexión, de estar quietos; sentimiento manifestado por la pérdida de alguien, por algo relacionado con el trabajo, por la decepción con alguien o la frustración de expectativas irrealizadas.

La gran diferencia es que una persona triste logra mantener su rutina diaria, su cuidado personal y hasta experimentar alegrías que surjan en ese periodo. Como hecho pasajero, ese sentimiento puede ser identificado en su origen, es decir, logramos descubrir el motivo por el cual estamos tristes.

Señales aparentes de depresión:

Cuando hablamos de depresión, las señales aparentes de desmotivación, desinterés, tristeza persistente, falta de deseo de cuidar de sí y de dar seguimiento a las actividades cotidianas, así como la sensación de ver el mundo “gris”, sin color y sin motivación, se vuelven más prolongados.

En esos casos, la intervención médica se vuelve necesaria, así como el apoyo psicológico para que la persona pueda reestructurar sus pensamientos y descubrir su forma de lidiar con la enfermedad y con la vida. Sabemos también que la espiritualidad además tiene un papel importante en la superación de cualquier enfermedad, incluso la depresión.

No olvidemos que, muchas veces, en nuestra familia, en la sociedad y entre nuestros amigos aún existe dificultad en comprender la situación por la cual una persona deprimida está pasando. También para el deprimido no es una tarea fácil aceptar la enfermedad y el tratamiento.

Lo más importante es que los tratamientos existen, y creer en la superación y en la mejoría es un paso esencial tanto para el paciente como para aquellos que conviven con él.

Los cuadros depresivos pueden durar algunos meses o ser más persistentes; en ambos casos, los enfermos pueden contar con ayuda especializada, a fin de que las sensaciones causadas por el cuadro puedan minimizarse y se obtenga una mayor calidad de vida.

Por más difícil que sea o por mayor que sea la vergüenza o el sentimiento que te esté impidiendo dar pasos para curarte, no dejes de buscar ayuda.

Un amigo, un familiar, ese médico que ya conoce un poco tu salud pueden ser los primeros a quienes pidas ayuda cuando te des cuenta de que ese cuadro de tristeza está tardando un poco más en pasar, dando señales de que va más allá de lo habitual.


© Canção Nova

viernes, 21 de octubre de 2016

TEMAS MÉDICOS: DEMENCIA


Demencia



Hay diferentes causas que generan la demencia, encontrando a la enfermedad de Alzheimer en el primer puesto en cantidad de casos.

La palabra demencia es generalmente usada en forma peyorativa para designar a personas “ancianas”, “insanas”, “locas”, “alienadas” o “debilitadas mentalmente”, aunque su significado en la medicina dista mucha de estas acepciones. Se usa para delimitar entidades con rasgos comunes producto de alteraciones a nivel de las células neuronales.

La demencia es una disfunción cerebral progresiva que altera la capacidad para realizar actividades cotidianas, producto de la afectación de ciertas funciones mentales superiores denominadas cognitivas (pensamiento, memoria, razonamiento, percepción).

No es en sí una enfermedad, sino un término que agrupa unas 50 entidades diferentes, siendo la más frecuente la enfermedad de Alzheimer.

Hay diferentes causas de demencia que comparten entre si estos rasgos fundamentales de afección de las funciones cognitivas. Si hablamos de cantidad de casos en la población vemos que la frecuencia aumenta con la edad, de 2% para los que están entre los 65 a 69 años, 5% para los de 75 a 79 años, y más de 20% para los de 85 a 89 años. Una de cada tres personas por arriba de los 90 años sufre de demencia severa. Muchas de estas personas son las que son tildadas de “arterioscleróticas’’, término impropio y con significado diferente.

La enfermedad de Alzheimer ocupa el primer puesto en cantidad de casos de todas las demencias, con en 50% aproximadamente. La que le sigue es la llamada demencia multinfarto, con un 20% del total de casos, causada por múltiples infartos cerebrales pequeños con la consiguiente muerte de neuronas (un infarto es una pérdida brusca de la llegada de sangre a un grupo de células que lleva a su muerte). Otras causas de demencia incluyen a la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Pick y la enfermedad de cuerpos de Lewy, secuelas del alcoholismo y la drogadicción.

Las primeras manifestaciones pueden ser las pérdidas de memoria y los cambios de la personalidad. Se desarrollan en forma progresiva alteraciones de la orientación en cuanto al tiempo y los lugares, fallas en la concentración, el habla, y el caminar. Es por estos motivos que la persona requiere muchos cuidados por parte de terceros, y se considera por ello invalidante.

Entre las causas de demencia existen algunas que son pasibles de tratamiento, y es importante distinguirlas del resto. El diagnóstico empieza evaluando con una entrevista para recabar datos, que son en su mayoría proporcionados por los familiares. También se realizan pruebas neuropsicológicas, con ciertos tests que miden el grado de dificultad, y técnicas modernas de diagnóstico por imágenes (resonancia magnética nuclear, SPECT). La sumatoria de estas puede resultar en un diagnóstico preciso que puede ser importante ante la posibilidad de tratamiento curativo.

Entre las formas que pueden ser tratadas, con posibilidad de restitución, se encuentran el abuso crónico de drogas, ciertos tumores que pueden ser removidos, déficit vitamínico (como la falta de vitamina B12), y el hipotiroidismo.

La enfermedad de Alzheimer, la demencia multinfarto, la asociada a la enfermedad de Parkinson, y la asociada al SIDA, no tienen tratamiento curativo, aunque se pueden mejorar los síntomas y disminuir el avance. Esto se debe a que existen tratamientos de activación mental para mejorar el pensamiento y la memoria.

En el mercado hay drogas criticadas por muchos especialistas ya que pueden ser usadas para tranquilizar a la persona y no para tratarla. Ninguna es curativa, pero la experiencia propia del profesional es importante para decidir si puede mejorar el estado de cada paciente en particular. Una cosa es lo que se dice, otra es lo que se ha visto en los propios pacientes.

Lo más importante a resaltar en todos los casos de demencia es la necesidad de que la persona tenga un entorno favorable, especialmente una familia continente, ya que por más que se crea que el enfermo carece de facultades mentales, este siente los afectos de los que tiene a su alrededor.

sábado, 24 de septiembre de 2016

DIEZ MITOS SOBRE EL TABACO


Diez mitos sobre el tabaco



1.- La mayoría de la gente lo deja por consejo médico.
FALSO. Sólo el 6% lo deja por esa razón.

2.- Lo mejor es dejarlo de un momento para otro.
FALSO. Sólo el 5% de los que intentan dejarlo sin ningún tipo de ayuda resisten un año sin fumar.

3.- Asqueados por el hábito de sus padres, los hijos de fumadores fuman menos.
FALSO. Las estadísticas revelan que tener un padre o una madre fumador es un factor de riesgo para la contraer la adicción. (Si los dos padres son fumadores el riesgo es aún mayor.)

4.- Si el tabaco fuera tan malo, no habría tanta gente sana que lleva 20 años fumando.
FALSO. Los efectos del tabaco son acumulativos. En algunos casos, pueden pasar décadas antes de que células con mutaciones se transformen en cancerosas. De todos modos, las estadísticas revelan que un fumador tiene un riesgo a enfermar mucho mayor que un no fumador de sus mismas características.

5.- La contaminación ambiental es bastante peor que el hecho de fumar...
FALSO. El riesgo de un fumador pasivo es 100 veces mayor que el que provocan los contaminantes presentes en el ambiente.

6.- No hay forma de evitar engordar si se deja de fumar.
FALSO. Hay una tendencia a engordar unos kilos en los primeros meses, pero luego esa tendencia se reduce. También, se ha comprobado que un programa de ejercicio diario junto con una dieta rica en vegetales y pobre en grasas evita engordar en esos meses de riesgo.

7.- Las vitaminas no ayudan…
DEPENDE. No ayudan a dejarlo, pero sí al fumador. Porque hay que saber que el tabaco despoja al organismo de vitaminas y minerales, en especial de las vitaminas C y E, esenciales para contrarrestar los efectos de los radicales libres producidos por el tabaco.

8.- Los cigarrillos bajos en nicotina son un recurso…
FALSO. Se ha comprobado que los fumadores dan caladas más profundas o fuman más para compensar el déficit de nicotina.

9.- Las mujeres tienen menos riesgos…
HASTA CIERTO PUNTO. Una mujer fumadora de 35 años tiene 5 años menos de esperanza de vida que una que no fuma. Un fumador de 35 años tiene 7 años menos.

10.- La dependencia dura años.
FALSO. Los expertos calculan que el síndrome físico de abstinencia de nicotina dura unas 9 semanas. El síndrome psicológico puede durar más de 3 meses.


* Marisol Guisasola

viernes, 9 de septiembre de 2016

EL ALCOHOLISMO


Alcoholismo



El alcoholismo es la adicción más extensamente difundida en las sociedades actuales además del tabaquismo, ya sea por la accesibilidad, el costo o la falta de prohibiciones sobre la venta de bebidas alcohólicas. El creciente consumo de alcohol representa un verdadero problema, con grandes repercusiones económicas y sociales. Estas van desde enfermedades propias del organismo del bebedor hasta rupturas familiares y alteraciones en la productividad de los sistemas.

Diversos estudios epidemiológicos indican la clara relación existente entre el consumo de alcohol y enfermedad hepática. Asimismo, se ha demostrado una correlación muy estrecha entre mortalidad por cirrosis alcohólica por habitante por año.

A pesar de la directa relación entre la cantidad de consumo de alcohol ingerido y el riesgo de desarrollar lesiones en el hígado, la cirrosis sólo se observa en una baja proporción de casos. Del total de personas alcohólicas, aproximadamente el 40 - 50% presenta alteraciones hepáticas y el 15 - 20% tiene cirrosis.

El alcohol puede desencadenar diversos cuadros clínicos en el hígado, entre los que podemos destacar.

- Esteatosis hepática y el consumo de alcohol
Es la acumulación de grasa dentro de las células hepáticas (los hepatocitos). Es la alteración más frecuente que se observa en la mayoría de las personas alcohólicas. Se produce como consecuencia de los cambios en el metabolismo de las grasas inducidos por el consumo de alcohol. En algunos casos no produce manifestaciones clínicas, pero en otros, provoca síntomas inespecíficos como náuseas, vómitos, malestar abdominal y pérdida de peso.

- Hepatitis por el consumo de alcohol
Generalmente son personas alcohólicas crónicas que, posteriormente a una elevada ingesta, presentan un cuadro de pérdida del apetito, cansancio, náuseas y vómitos. Luego de varios días, aparece dolor en la parte superior y derecha del abdomen, fiebre y coloración amarillenta de la piel y las mucosas. La hepatitis alcohólica es el paso previo inmediato a la cirrosis, favoreciendo su desarrollo la persistencia del consumo de alcohol, sobre todo en mujeres.

- Cirrosis hepática por el consumo de alcohol
La cirrosis es una enfermedad caracterizada por una alteración en la arquitectura del hígado y por la presencia de nódulos de regeneración rodeados de tejido fibroso. En este tipo de cirrosis se observan las mismas manifestaciones clínicas que las producidas por cualquier otra causa. Pero son más evidentes los cuadros de desnutrición, falta de vitaminas, trastornos de la conducta y cuadros delirantes.

- Posibilidades de recuperación
En la esteatosis hepática, con la abstinencia de alcohol y una dieta equilibrada con suplementos vitamínicos se produce la remisión del cuadro.

En las hepatitis alcohólicas, deben adoptarse una serie de medidas que disminuirán considerablemente el índice de mortalidad. La rehidratación, la administración de vitaminas y el aporte calórico mejoran el estado general de la persona. Actualmente uno de los tratamientos más prometedores está diseñado en base a corticoides.

Cuando la cirrosis es avanzada, con gran compromiso del hígado y del estado general, el trasplante hepático debe tenerse en cuenta como opción terapéutica.

Si bien no es fácil para una persona que padece la enfermedad del alcoholismo dejar del consumo de alcohol, existen tratamientos psicológicos y numerosos grupos de autoayuda que han posibilitado a muchas de estas personas recuperar su bienestar.


* Fuente: Latin Salud

viernes, 2 de septiembre de 2016

CONSEJOS PARA DORMIR MEJOR


Consejos para dormir mejor



Una buena noche de sueño es muy terapéutico, un antídoto valioso para el estrés y la tensión, y una forma vital de descansar tanto el cuerpo como la mente. Dormir también le permite soñar, dejar que la mente subconsciente repase la información y los acontecimientos del día; la investigación ha demostrado que el sueño es importante para la salud mental. Pero las pautas del sueño se ven fácilmente perturbadas por la preocupación o el estrés, y el sueño es a menudo elusivo precisamente cuando más se lo necesita. Eso inicia un círculo vicioso: la falta de sueño conduce a una pobre concentración y reduce su capacidad para afrontar problemas o preocupaciones rutinarias.

Algunas personas funcionan con efectividad durmiendo bastante menos que otras. La gama es amplia, entre cuatro y diez horas para los adultos. No hay un número ideal de horas para dormir. Si se duerme con facilidad, no se despierta durante el sueño, se despierta sintiéndose descansado y, una vez que lleva levantado unos diez minutos, puede pensar claramente durante el resto del día es porque está durmiendo lo suficiente.

El insomnio es común: casi todos lo sufrimos de vez en cuando. Una dificultad para combatirlo es que, a menudo, se perpetúa a sí mismo. Si está cansado pero no ha dormido bien, sentirá tanta ansiedad por descansar lo suficiente que no podrá quedarse dormido. Necesita romper el ciclo del insomnio antes de poder establecer una pauta sana del sueño. No es aconsejable tomar somníferos como solución a largo plazo, porque el dejar de tomarlos puede agravar el insomnio. Existen otros muchos tratamientos efectivos.

Lo primero que debe hacer es asegurarse de que no hay posibles causas físicas que expliquen sus problemas de sueño, como deficiencias de vitaminas o minerales, o factores ambientales como el ruido. Es útil establecer una rutina antes de acostarse que le relaje y convenza indirectamente a su mente inconsciente de que el sueño es inminente. Concédase tiempo suficiente para serenarse. Si trabaja frenéticamente hasta el último minuto y luego intenta quedarse inminentemente dormido, quizá lo consiga debido al agotamiento físico o mental, pero también es muy probable que despierte a cabo de una hora porque su mente todavía está activa.

Si no puede quedarse dormido porque su mente se ve agobiada por ciertas preocupaciones, pruebe a usar una técnica de desplazamiento: mientras está acostado en la cama, hágase una lista mental de todos los muebles que hay en la casa, luego otra de todas las lámparas. Mantenga la mente ocupada con cosas sin importancia, para bloquear la aparición de preocupaciones persistentes.

Una mujer llamada Nicolasa, por ejemplo, descubrió que al cambiar de profesión empezó a tener una pauta de sueño errático. Se despertaba al cabo de dos horas de sueño y permanecía despierta durante horas. Así pues, probó con una técnica de visualización: se imaginó que era una camarera de un gran hotel donde tenía que hacer las camas durante todo el día, con lo que se cansaba tanto que lo único que deseaba era acostarse en una de aquellas camas y dormir. Pronto observó una notable mejoría en sus pautas de sueño y, al cabo de dos meses, volvía a dormir con normalidad.

Otro detalle importante es terminar el día con una nota positiva: resulta demasiado fácil acostarse y pensar en todas las cosas que han salido mal durante el día. Eso no sólo le impide dormir bien, sino que también despertará sentimientos tensos y negativos. En lugar de permanecer en la cama pensando en las cosas que podría haber hecho o dicho de modo diferente, piense en algo bueno que ocurrió durante el día. Puede ser algo comparativamente trivial, como un piropo por su aspecto, o algo más importante, como la terminación de una tarea. Si tiene pensamientos positivos al acostarse, su sueño será más profundo y satisfactorio y al día siguiente despertará sintiéndose más positivo y poderoso.

Si trata de romper una pauta de noches de insomnio, quizá le sean útiles las siguientes sugerencias:

· El ejercicio físico practicado durante el día le ayudará a dormir, pero no lo haga directamente antes de acostarse, porque aumentará los latidos y el pulso y dificultará la relajación.

· Elija con cuidado lo que bebe antes de acostarse; lo mejor es leche caliente o un té de hierbas. El alcohol puede ayudarle a dormir, pero quizás se despierte durante la noche, mientras que las bebidas que contienen cafeína tomadas dos o tres horas antes de acostarse pueden actuar como un estimulante.

· Si lee, escucha música o ve la televisión antes de acostarse, asegúrese de que el material no sea demasiado estimulante, o le resultará más difícil desconectarse y dormir.

· Tome un baño tibio, no caliente ni frío, al acostarse por la noche, y relaje su cuerpo. Su mente se relajará enseguida.

· La infusión de manzanilla se considera como la mejor ayuda para dormir. Tomar una taza por la noche ayuda a combatir el insomnio y aliviar la ansiedad y el estrés.

· Asegúrese de que el dormitorio no esté sobrecargado; abra una ventana y deje entrar aire fresco.

· Una vez que esté en la cama, escuche algo de música suave o lea una historia con largas descripciones de paisajes o de viajes. Luego practique un ejercicio básico de relajación. Si está realmente relajado al iniciar una visualización agradable, debería de quedarse dormido antes de llegar al final.

Y ahora amigos… ¡Felices sueños!

sábado, 13 de agosto de 2016

EL CÁNCER Y EJERCICIOS


Cáncer y ejercicios


El ejercicio es un tratamiento clínico importante y debe ser complemento también del tratamiento contra el cáncer.

Decir que el ejercicio, aparte de ayudar a prevenir el cáncer, beneficia a los sobrevivientes de la enfermedad y a quienes están en algún tratamiento para combatirla, no es nuevo. Desde hace más de dos décadas, cientos de estudios han dado cuenta de la necesidad de que los pacientes (y cualquier persona) eviten el sedentarismo y sean más activos.

Pese a eso apenas ahora los oncólogos están incluyendo en la lista de sus prescripciones al ejercicio.

De acuerdo con Mauricio Serrato, especialista en medicina del deporte, “esta es una paradoja de la actividad física: entre más tenemos conocimiento de lo que se debe hacer, menos lo hacemos”.

Un estudio publicado por “The Lancet” en agosto del 2011, y llevado a cabo con datos de 400.000 personas por un equipo de científicos taiwaneses, encontró que hacer ejercicio durante al menos 15 minutos diarios, reduce en un 10 por ciento las probabilidades de morir a causa de cáncer y aumenta las expectativas de vida en tres años.

El oncólogo Carlos Castro, director científico de la Liga Colombiana contra el Cáncer, asegura que el ejercicio “es un medicamento bueno, bonito y barato”. No hace falta correr maratones ni ser un deportista de alto rendimiento, “una simple caminata, a buen ritmo, es suficiente”, dice.

En eso coincide el informe “A moverse más”, de la organización británica MacMillan Cancer Support. De acuerdo con los resultados del trabajo, el ejercicio podría ser “la mejor medicina” para tratar un mal crónico como el cáncer. Una de las razones por las que, quizá, algunos médicos no recomiendan a sus pacientes permanecer activos es la resistencia de estos a hacer cualquier esfuerzo físico, teniendo en cuenta el cansancio, el dolor muscular, el estrés y la depresión causados por tratamientos como las quimioterapias y radioterapias.

No obstante, según sugiere una reciente investigación publicada en la última edición del British Journal of Sports Medicine, “el ejercicio es un tratamiento clínicamente relevante y debe ser complemento del tratamiento oncológico”.

Al respecto, Olga Lucía Estrada, vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, asegura que se ha demostrado que el ejercicio regulado tiene un efecto positivo en el plano físico, psicológico y adaptativo de las personas con cáncer, al punto que favorece los procesos de recuperación y disminuye de manera significativa los efectos negativos de los tratamientos.

En este sentido, señala la especialista, el ejercicio aeróbico (caminar, montar bicicleta o hacer gimnasia), practicado de manera regular, aporta ventajas significativas frente a personas que en las mismas condiciones no hacen ningún tipo de actividad.

Planee su rutina

Si bien el ejercicio trae beneficios múltiples, es importante definir el tipo y la intensidad de la actividad que puede favorecer a cada persona. Según Estrada, deben fijarse pautas específicas; las siguientes pueden ser aplicables a todos los tipos de cáncer:

- Hable con el oncólogo. El médico tratante es el encargado de aclarar las dudas sobre la posibilidad de hacer algún tipo de actividad física y las restricciones que tendría la misma.

- No improvise. Elija el ejercicio que le es familiar y que está en capacidad de practicar. Es importante que a la persona le guste la actividad que está realizando. Si es posible, no se ejercite solo, hágalo en compañía de otras personas.

- Es ideal que, previamente, solicite una evaluación con un médico especialista, en este caso un deportólogo, fisiatra o terapeuta físico, que lo oriente.

- Agéndese. Establezca una hora determinada para su actividad y un tiempo para realizarla.

- Regule su actividad. Tanto el día que reciba tratamiento, como los posteriores, hay que reducir la intensidad y el tiempo del ejercicio (5 o 10 minutos al día, en esas condiciones, pueden ser suficientes).

- Evite el ejercicio extenuante. Recuerde que el propósito no es entrenarse para una competición, sino obtener beneficios físicos y emocionales.


* Fuente: “El Tiempo”

jueves, 4 de agosto de 2016

LOS CINCO REMEDIOS PARA COMBATIR LA TRISTEZA SEGÚN SANTO TOMÁS


Los cinco remedios para combatir la tristeza, 
según Santo Tomás
Una cerveza, un amigo para desahogarse, un baño, llorar, contemplar la verdad y la belleza


Por: Salvador Aragonés | Fuente: http://www.forumlibertas.com 




La tristeza, las penas, las melancolías, los desencantos y las tribulaciones no son estados de ánimo que afectan solo a los hombres y mujeres de nuestro siglo. Ciertamente hoy están mucho más difundidos junto a las enfermedades mentales y psicológicas.

El hombre cada vez está más solo y le resulta difícil desahogarse con otro cuando sufre penas y tristezas. La globalización de la economía no ha llegado a las personas, y más bien se ha fortalecido el individualismo y el egocentrismo. Entonces, a  veces, uno se encierra sobre sí mismo (sobre sí misma) para ahogar las penas, pero en lugar de aliviarlas las hace más grandes desgranando el presente y el pasado, que se ve gris y oscuro, de su vida.

Esta no es la solución. Las penas deben ser compartidas y aliviadas por el consejo de personas amigas o que te quieren desinteresadamente. La tristeza no es un estado de ánimo de hoy, sino del hombre de todos los tiempos, después del pecado original. Los desamores, las contrariedades familiares y profesionales, las antipatías y animadversiones, no son de hoy, vienen ya de Adán y Eva.

Uno de los grandes sabios de la humanidad, y gran conocedor de lo humano y lo divino, es un santo medieval: santo Tomás de Aquino. Fue este santo el que estableció ya en el siglo XIII los cinco remedios contra la tristeza. Tienen mucha actualidad, aunque fueron escritos hace casi 800 años.

Las recordó en una conferencia el sacerdote italiano Carlo De Marchi, en el Convegno Ecclesiale Nazionale celebrado en Florencia. Se peguntó: ¿cómo superar el malhumor  y recuperar la sonrisa? Cualquiera tiene jornadas tristes.


Veamos cuáles son los cinco remedios que propone Santo Tomás:

Primero.- Darse un placer cualquiera. Algo agradable. Puede parecer algo materialista, pero en nuestros días, tras una jornada triste o atribulada, es bueno tomar una cerveza o un plato de buena comida. Dice Carlo De Marchi que en el Evangelio también el Señor gustaba de buen vino (las Bodas de Caná) y de ir a banquetes, porque apreciaba las cosas buenas de la vida. El Salmo 104 afirma que “el vino alegra el corazón del hombre”. Naturalmente sin caer en excesos, ni en cerveza ni en vino, pues de la alegría se pasa a la embriaguez que es mala para la salud del alma y del cuerpo.

Segundo.- Llorar. Santo Tomás dice que el llorar es un desahogo importante, tanto para el alma como para el cuerpo: limpia el dolor. También Jesús lloró ante la muerte de su amigo Lázaro. El papa Francisco comenta: “algunas realidades de la vida se ven mejor con los ojos lavados por las lágrimas. Invito a todos a pedirse: ¿he aprendido a llorar?

Tercero.- La compasión de los amigos. Cuando se siente bajo de forma y a verlo todo de color gris u oscuro, es muy eficaz desahogarse con un amigo y escuchar sus consejos. A veces tomando un vino o una cerveza en un bar, a veces con solo un golpe de teléfono y se aclara todo.

Cuarto.- La contemplación de la verdad. Es contemplar las maravillas de las cosas, de una obra de arte, una película, contemplar la naturaleza, escuchar música y dejarse sorprender. Es un remedio muy eficaz contra la tristeza.

Y quinto.- Dormir mucho y bañarse o ducharse. Este remedio de santo Tomás es muy eficaz. Algunos dirán que es “poco teológico”, pero es un remedio muy cristiano que para aliviar penas del alma conviene apaciguar el cuerpo. Jesús fue perfecto Dios y perfecto Hombre y por lo tanto superó la separación entre la materia y el espíritu.

Hay un prejuicio extendido, señala Di Marchio, que consiste en oponer el alma y el cuerpo, en el sentido que el cuerpo sería un obstáculo para la vida espiritual. En realidad, el humanismo cristiano considera que la persona (cuerpo y alma) se “espiritualiza” cuando busca la unión con Dios.

Esto indica también que esta interrelación entre alma y cuerpo, que la tendremos hasta el final de nuestro andar terreno, necesita un médico para el alma (un consejero o director espiritual) y otro para el cuerpo (el médico), y en el primer caso es muy aconsejable el sacramento de la confesión, que limpia el alma de todas las impurezas, y así de la tristeza se pasa a la alegría. ¿Estamos tristes? Busquemos al médico del cuerpo y al médico del alma?

lunes, 18 de julio de 2016

DEJARÍA DE IR A CONSULTA POR UN MAL MÉDICO?


¿Dejaría de ir a consulta por un mal médico?
No debemos esperar todo del sacerdote, porque como laicos tenemos un aporte concreto y, por ende, original, pero juntos, sumando esfuerzos, podremos hacer un buen trabajo


Por: Carlos J. Díaz Rodríguez | Fuente: http://www.religionenlibertad.com 




El otro día, mientras estaba haciendo fila para entrar a un evento, me tocó escuchar a una persona expresarse muy mal de los sacerdotes en general. Dijo adjetivos tan fuertes e injustos que francamente me hizo voltear para ver qué pasaba. Pensé, quizá tuvo una mala experiencia con alguno, pero reiteraba con voz potente: “todos son tal cosa…” y así varias veces. Entonces, busqué una comparación o analogía. Supongamos que me siento mal del estómago y voy con un gastroenterólogo, cuya receta me deja peor de lo que estaba. ¿Preferiría quedarme con el dolor en vez de buscar una segunda opinión por creer o suponer que todos los médicos son iguales? Sin duda, haría lo posible por salir del problema y pensaría: el mal de uno, no puede atribuirse al conjunto. Pues lo mismo con los sacerdotes. No es defender lo indefendible, pero aceptar sistemáticamente que hay un mismo patrón de conducta no solo es injusto, sino también absurdo desde el punto de vista psicológico.

Recordemos todas las veces en las que un sacerdote nos ha escuchado y dado elementos para seguir. Nadie niega que los escándalos de abusos son un tema gravísimo que debe atenderse bajo el principio de tolerancia cero, pero de ahí a negar la coherencia de la inmensa mayoría, es demasiado. Ahora bien, ¿qué nos toca hacer? Desde luego, no vamos a ponernos a regañar a la gente por su variedad de opiniones, pero sí compartir los ejemplos positivos y, en muchos casos, realmente admirables, de tantos que han decidido dejarlo todo para estar al pendiente de las necesidades humanas y espirituales de cada uno de nosotros en el marco de la Iglesia y de la sociedad en general. Esto nunca es sinónimo de mirar para otro lado. Al contrario, debemos de trabajar por la coherencia (santidad) de los sacerdotes desde la oración y, en la medida de lo posible, contribuyendo materialmente en la mejora constante de la formación que reciben.

Necesitamos sacerdotes, hombres dispuestos a saber acompañar en las aventuras y desventuras de la vida. A veces, escuchamos a muchos católicos reconocer el déficit que hay, al tiempo que opinan estar en desacuerdo si alguno de sus hijos quisiera dar el paso de serlo. Tenemos que evitar tal disociación y sin presionar, trabajar por ofrecer la opción del sacerdocio. Está claro que no todos optaran por dicho camino. De hecho, sería un error grave proponerlo como única opción, pero hay que abrir puentes, promover, plantear, porque habrá quien, dentro de sí mismo, identifique que se trata de la opción que lo hará feliz. ¿Imaginamos lo que debe ser poder consagrar y dar paso al Cuerpo y a la Sangre de Cristo? Da emoción con solo pensarlo.

El V.P. Félix de Jesús Rougier, decía: “nada de lo que se refiere al sacerdocio nos debe ser indiferente” y es verdad. Ciertamente, no debemos esperar todo del sacerdote, porque como laicos tenemos un aporte concreto y, por ende, original, pero juntos, sumando esfuerzos, podremos hacer un buen trabajo.

viernes, 29 de abril de 2016

LA DEPRESIÓN


 La Depresión



Lo que conocemos como depresión es un trastorno afectivo, una enfermedad que provoca variaciones anímicas cíclicas, que varían en gravedad y duración. Como cualquier otra enfermedad afecta al organismo, es más que una sensación de tristeza.

¿Por qué nos deprimimos?

• Casos más graves

En los casos más graves, como es el caso de los enfermos bipolares, se piensa que puede ser genético.

• Resto de casos

Hay muchos factores que influyen en que se desencadene la enfermedad: posiblemente tensiones en la vida, problemas de familia, trabajo o estudio. La pérdida de un ser querido, los problemas en una relación personal, los problemas económicos, o cualquier situación estresante en la vida también pueden precipitar un episodio depresivo.
Las causas de los trastornos depresivos generalmente incluyen una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales.

• Síntomas

La gravedad de los síntomas varía según la persona y la gravedad de la depresión:
- Falta de energía, agotamiento; dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
- Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
- Sentimientos de desesperanza, pesimismo, culpa, inutilidad o desamparo.
- Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
- Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
- Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta.
- Inquietud, irritabilidad, pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.

• Tipos de depresión

Los tres tipos más comunes son: depresión severa, la distimia y el trastorno bipolar. En cada uno de estos tres tipos de depresión, el número, la gravedad y la persistencia de los síntomas varían.

1.- La distimia, un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos (a largo plazo) que no incapacitan tanto, pero sin embargo interfieren con el funcionamiento y el bienestar de la persona.

2.- La depresión severa se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras.

3.- Otro tipo de depresión es el trastorno bipolar, llamado también enfermedad maníaco-depresiva. Éste no es tan frecuente como los otros trastornos depresivos. El trastorno bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico y fases de ánimo bajo.

• Evaluación

El primer paso para recibir un tratamiento adecuado para la depresión consiste en un examen médico. Ciertos medicamentos, así como algunas enfermedades, por ejemplo infecciones vitales, pueden producir los mismos síntomas que la depresión.
El médico debe descartar esas posibilidades por medio de un examen físico, entrevista del paciente y análisis de laboratorio.

• Medicamentos

Entre los medicamentos antidepresivos utilizados se encuentran los "inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina" (ISRS) que son medicamentos nuevos, los tricíclicos y los "inhibidores de la monoaminoxidasa" (IMAO). Generalmente la dosis se debe ir aumentando hasta que la medicación es efectiva.
Por lo general, el efecto terapéutico completo de los medicamentos antidepresivos no se observa inmediatamente. Es importante seguir tomando el medicamento hasta que éste tenga oportunidad de actuar en el organismo.

• Terapia naturista

En los últimos años, el uso de hierbas para el tratamiento tanto de la depresión como de la ansiedad ha generado un gran interés.

• Psicoterapias

Actualmente son dos las psicoterapias más empleadas para superar la depresión a corto plazo. Por un lado, están las terapias dinámicas que ayudan al paciente a resolver sus conflictos internos.
Y por otro, se encuentran las terapias cognitivo-conductuales que ayudan a los pacientes a cambiar los estilos negativos de pensamiento y comportamiento que se asocian con la depresión.
Estas terapias a menudo se reservan para casos en que los síntomas depresivos han mejorado bastante. Para obtener mejores resultados, sobretodo en los cuadros depresivos severos por lo general requieren medicamentos, junto con, o antes de, una psicoterapia.
Por otra parte, la pauta que combina fármacos y psicoterapias ha resultado muy eficaz en el tratamiento de la depresión. Sin embargo, lo mejor para atajar la depresión es la prevención.

• Ayudándose uno mismo

Es importante ser consciente de que las maneras negativas de ver las cosas son parte de la depresión. Asimismo, el enfermo debe fijarse metas realistas, tomando en cuenta la depresión. Tratar de estar acompañado y de confiar en alguna persona; siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie. Tomar parte en actividades que le ayuden a sentirse mejor. No rendirse si su estado de ánimo no mejora de inmediato. Dejarse ayudar por sus amigos y familiares.

• Cómo prevenir la depresión

La estrategia preventiva se sintetiza en tres tipos: Prevención primaria que trata de evitar nuevos casos de depresión; Prevención secundaria, consiste en evitar agravamiento, recaídas y recurrencias, y finalmente la prevención terciaria, enfocada como la prevención del suicidio y de la cronicidad.
Centrándonos en la prevención primaria podemos diferenciar las medidas generales y las medidas individuales.
Medidas generales orientadas a la educación familiar y social (prevención familiar; autoestima familiar y escolar, y aprendizaje de autocontrol), política social (apoyo social y emocional a toda la población) y acción sanitaria (supresión del consumo abusivo de alcohol y drogas).

• Medidas individuales:

- Tratar de mantener unos niveles adecuados de autoestima;
- Educar la capacidad de autocontrol para poder afrontar los momentos de estrés mediante el pensamiento y la acción;
- Capacidad de superación en los infortunios naturales mediante la desdramatización y el sentido del humor;
- Tratar de desconectar de la vida laboral mediante la práctica de algún hobby, actividad recreativa, intelectual o cultural;
- Dedicar el tiempo suficiente a relacionarse con los demás, ya sean familia o amigos;
- Practicar sistemáticamente ejercicio físico, desde una actividad deportiva hasta un tranquilo paseo -su capacidad antidepresiva se potencia si se realiza al aire libre- y
- Mantener un estilo de vida regular, manteniendo ciertos hábitos sobretodo el ritmo de sueño-vigilia.

miércoles, 13 de abril de 2016

LA DIABETES, QUÉ ES?


Reportaje a la Diabetes



Afecta a 9 de cada 10 adultos en el mundo, y solo el año pasado acabó con la vida de 1,5 millones de personas, pero aun así la gente sigue viéndola como una enfermedad pacífica y hasta cándida. Se trata de la DIABETES, una protagonista en el escenario de los grandes males del mundo

¿Quién es usted?
Mi nombre completo es Diabetes Mellitus (orina de miel) y soy una enfermedad causada porque el cuerpo no puede usar el azúcar; eso pasa cuando la hormona encargada de meterla en las células, llamada insulina, no existe o funciona mal. Eso hace que el azúcar se acumule en la sangre y escasee en los sitios del organismo que la necesitan.

¿Qué es la insulina?
Es una hormona que produce el páncreas; es como un mensajero que lleva la glucosa de la sangre hasta el interior de las células. Insulina viene de isla, y se llama así porque se fabrica en los islotes de Langerhans (en el páncreas).

¿Es cierto que usted tiene varios tipos?
Así es. Puedo ser del tipo 1, cuando el páncreas no produce insulina; con ella ataco principalmente a niños y adolescentes. También puedo ser tipo 2, en la que existe insulina, pero escasa o funciona mal; con ella molesto a los adultos. También asusto a las embarazadas cuando tomo una forma gestacional.

¿Por qué le da por aparecer?
Mi tipo 1 aparece cuando el páncreas se daña y no produce insulina, bien porque las mismas defensas del cuerpo lo atacan o porque algo desconocido o externo lo destruye. Desarrollo mi tipo 2 por herencia o ayudada por la obesidad, la falta de ejercicio, el envejecimiento y el estrés. Con los malos hábitos, sin saberlo, las personas impulsan mi existencia. Allá ellas.

¿Cómo se manifiesta cuando se instala?
Si se refiere a los síntomas, le doy este listado: sed y hambres intensas, sueño, cansancio, orina frecuente, calambres, adormecimiento de las extremidades, visión borrosa, lesiones en la piel, heridas que no cicatrizan, infecciones que se repiten, pérdida de peso y disfunciones sexuales. Claro, también puedo hacerme la graciosa y no producir síntomas, y cuando tomo ventaja con las complicaciones produzco unos cuadros aterradores.

Me parece algo solapada...
Si se refiere a que una vez que tomo posesión de un cuerpo, me desarrollo y de él jamás me voy y además lo maltrato de por vida, tiene razón. Usted sabe que soy crónica y que no tengo cura. ¿Algo más?

¿Y las complicaciones que produce?
Yo no soy una perita en dulce, y en mi máximo nivel de acción puedo causar ceguera, falla renal, amputaciones, daños cardiacos y la muerte... ¿Aterrado?

¿Cómo hace todo ese daño?
Aunque el asunto es más complejo, le digo que el aumento de azúcar en la sangre y la falta de ella dentro de las células que la necesitan se suman y hacen que, por ejemplo, los pequeños vasos sanguíneos se destruyan y dejen los tejidos sin la posibilidad de recibir oxígeno y nutrientes, con lo que los voy matando poco a poco. Empiezo con cosas pequeñas, pero sensibles. Dejo la retina sin irrigación, los nervios con la arquitectura alterada, los dedos sin nutrientes, el riñón con sus redes vasculares destruidas, y si no me frenan avanzo hasta comprometer la función de estos órganos. Soy la primera causa de amputaciones, de ceguera, de daño renal y de lo que me dejen destrozar.

¿Es cierto que se instala en todos los obesos?
No en todos, pero sí le digo que 8 de cada 10 personas en las que asenté mi tipo 2 son obesas o lo fueron en algún momento; es para que quienes tienen sobrepeso se preocupen.

¿Por qué se ensaña con los obesos?
Las personas aumentan progresivamente de peso gracias a las dietas hipercalóricas; eso hace que la insulina se vuelva un poco perezosa (resistencia), por lo que el páncreas tiene que fabricar más para bajar de la sangre los niveles de azúcar de esa dieta; el asunto es que llega el momento en que se cansa de producirla, la insulina empieza a escasear y poco a poco yo me abro camino y llego con mis maletas a quedarme por siempre en ese cuerpo.

¿Y eso se puede prevenir?
Claro, si la gente se metiera en la cabeza que con una dieta equilibrada, baja en calorías, pobre en grasas saturadas y rica en fibra, además de hacer ejercicio y bajarle al estrés, me mantienen a raya, estoy segura de que se ahorrarían muchos problemas.

¿Es posible llevar una vida normal con usted ya acomodada en el cuerpo?
Si me atajan no molesto, y en ocasiones hasta puedo esconderme por mucho tiempo. Eso se logra con medidas simples, como los controles médicos regulares, tomarse con rigor los medicamentos, seguir una dieta rigurosa de la mano de un nutricionista, hacer ejercicio, mantenerse en el peso adecuado, mermarle al estrés, revisar el cuerpo y estar atento a cualquier cambio; y consultar, no fumar, medir el azúcar con frecuencia y reconocer signos de alarma para prevenir complicaciones.

Parece fácil...
Ese es el problema, que son medidas sencillas que la gente pasa por alto. De ahí que se necesiten planes continuos de promoción y prevención, campañas serias para generar conciencia del autocuidado en todas las personas, acceso sin barreras al sistema de salud y entender que me pueden controlar.

¿Algo más?
Sí, que mi glotonería crece cada día, que no respeto edades ni razas y que, si no me paran, puedo comerme el mundo.



* Carlos F. Fernández – Asesor Médico de EL TIEMPO

sábado, 9 de abril de 2016

DIEZ IDEAS PARA CALMAR LOS NERVIOS


10 ideas para calmar los nervios



Recopilemos ideas para afrontar eventos que nos ponen especialmente nerviosos: citas, entrevistas, exámenes, días especiales, etc. Si te sientes especialmente tenso, espero que alguna de estas sugerencias te sea útil. Pocos días antes del evento

1. Identifica qué te preocupa
Cuando el miedo se apodera de ti, el evento venidero se transforma en una masa terrorífica difusa.
Es hora de ser objetivo. Pregúntate qué te estresa exactamente:
¿Quedarte en blanco? ¿Que te hagan preguntas difíciles? ¿Que alguien se ría?
Repasa mentalmente esos pequeños desastres. Te darás cuenta de que parte de tus nervios se deben a las exageraciones en las que te hace caer el miedo.
Quita importancia a eso que temes. Trivialízalo. Si puedes, añádele algo de humor. Y trata de convencerte de que tú tienes “arte” para salir airoso de cualquier inconveniente. ¿Acaso no lo has hecho otras veces?

2. Practica
Está bien. Quizás no tengas todo el “arte” que te gustaría. Entonces, ¿por qué no preparas el evento a conciencia? Por ejemplo: Si es un examen, estudia más. Si es una entrevista, simula alguna. En otro caso, haz un plan o simulacro con algún amigo.
Planea, lee, investiga, pide asesoramiento y entérate de la experiencia de gente que haya pasado por la misma situación.
Cuanto mejor estudies y planees el caso, y cuanto más te expongas, más preparado estarás para afrontar ese momento difícil.

3. Cuídate cuanto puedas
Quedan días para ese evento y prepararte para él hará que lo afrontes mejor, pero servirá de muy poco si dejas de cuidar de ti.
La preparación sin energía no llega muy lejos. Así es que no pases por alto tus horas de sueño y de comida. Haz ejercicio y también incluye algún ratito de esparcimiento.

4. Ocúpate en otras cosas
Practica actividades que se relacionen poco con el evento que te tiene de los nervios. También pueden servirte para desconectar.

5. Haz algo divertido
Dentro de esas actividades, que no falten aquéllas que te hagan reír o, en general, que te hagan sentir muy bien.
Baila, pasea por la playa, visita a un amigo y recordáis anécdotas divertidas, etc. Lo que se te ocurra. Así, hasta que llega el “gran día”. ¿Se desbocarán los nervios? ¡Nada de eso!

6. Respira
Llega el día del evento… Hoy es el gran día. Una buena manera de empezarlo es respirando tranquilamente. Tómate unos instantes para respirar sin pensar en nada más. Si tienes la ocasión, medita, pasea o haz algo de ejercicio.
Yo he comprobado que esto es muy útil. Porque experimentas sensaciones de calma que puedes evocar en los momentos en los que la tensión pretende apoderarse de ti. Si no sabes cómo llegar a ese estado de calma, es más difícil controlar los nervios en las situaciones más tensas.

7. Arréglate para la ocasión
Elige un atuendo con el que te sientas cómodo, que te siente bien y que sea apropiado para la situación.
En este punto, lo que más te ayudará es que te gustes cuando te mires al espejo antes de salir de casa. Eso da un plus de confianza.

8. Tómate tiempo
Para respirar, ejercitarte, arreglarte, alimentarte y desplazarte donde sea que tengas que ir. No llegues tarde. Eso te haría estar más tenso. Al contrario, puedes llegar un poquito antes de la hora “H”, para familiarizarte con el lugar (si no lo conoces).

9. Aprovecha los nervios
¿Sigues un poquito nervioso? Sientes ese cosquilleo porque te enfrentas a algo que te importa. Es natural… Es más, estar algo nervioso es positivo, ya que puedes sacarle provecho a esa adrenalina que corre por tu cuerpo. Estás totalmente despierto, alerta, con tus cinco sentidos aguzados.
No hablamos de nervios desbocados o un miedo paralizante, sino una situación sobre la que tienes control.

10. Sé positivo
Dítelo a ti mismo: La situación está controlada. ¡Puedes hacerlo! Eres tú (tu aliado incondicional) quien tiene que inyectarte algo de confianza. ¿No puedes?
Si, justo a la hora de la verdad, crees que el asunto se te va de las manos, acude al viejo truco de ir al baño (o a cualquier lugar donde puedas pasar a solas unos instantes).
Ve allí. Respira con calma. Y recuérdate que tú puedes con esto.
Vuelve también a recordarte que es mucho peor lo que imaginas que lo que puede suceder en realidad.
Bueno, así es en muchas ocasiones, ¿o no?

Nota:
Este artículo me llegó por correo de parte de una persona amiga. No consta quién es el autor. He procedido a transcribirlo sin cambiar nada del texto original. Pero ahora, al final, se me ocurre adecuado agregar un consejo más, el número 11 (o tal vez debería ser el primero): Reza. Encomiéndate a Dios y a la Virgen para que te ayuden a superar los nervios y te acompañen en la actividad que vas a realizar… No creo que exista mejor ayuda.


Felipe

martes, 23 de febrero de 2016

CIENTÍFICOS AFIRMAN QUE REZAR REDUCE RIESGO DE ALZHEIMER

Científicos afirman que rezar reduce riesgo de Alzheimer
Los resultados apuntaron a que la oración influye de forma notablemente positiva en el cerebro.


Por: ACI Prensa | Fuente: ACI Prensa 



Un grupo de científicos de Estados Unidos e Israel concluyeron que rezar regularmente puede reducir, en el caso de las mujeres, hasta en 50 por ciento el riesgo de sufrir Alzheimer.
Los resultados, expuestos en junio en la Universidad de Tel Aviv (Israel), apuntaron a que la oración influye de forma notablemente positiva en el cerebro.
De acuerdo al profesor Rivka Inzelberg, que encabezó el estudio, “la oración es una costumbre en la que se emplea el pensamiento, y la actividad intelectual ocasionada podría constituir una medida de protección contra la enfermedad”.
“Cualquier trabajo intelectual influye positivamente al trabajo del cerebro”, señaló el científico.
La investigación experimentó dificultades al determinar la relación entre la oración y el Alzheimer entre hombres, ya que el 90 por ciento de varones aseguraron rezar diariamente, lo que imposibilitó tener una muestra adecuada.
Sin embargo, “entre las mujeres, sólo el 60 por ciento rezaba cinco veces al día, y 40 por ciento no rezaba regularmente, así que pudimos comparar la información”, indicó Inzelberg.

miércoles, 3 de febrero de 2016

¿QUÉ ES EL VIRUS DEL ZIKA?


Virus del Zika



Ahora que nos habíamos recuperado del susto del Ébola, otro virus aparece en nuestras vidas. Siguiendo la costumbre, el virus del Zika lleva el nombre del lugar en el que fue descubierto, un bosque de Uganda. En 1947, científicos de la Fundación Rockefeller expusieron en la selva a un macaco dentro de una jaula como parte de un estudio sobre la fiebre amarilla y en su lugar apareció el Zika.

Como la fiebre amarilla o el dengue, lo transmite el mosquito tropical Aedes aegypti, que pica de día. Hasta 2007 el virus estuvo confinado a la franja cálida de África y Asia y era más una molestia que una amenaza; la enfermedad que causaba era parecida a una gripe, añadiendo síntomas como erupción cutánea y conjuntivitis. Todo ello remitía al cabo de una semana sin necesidad de tratamiento. De hecho, se cree que solo uno de cada cuatro infectados llega a desarrollar síntomas.

El virus del Zika (o ZIKV) comenzó a extenderse en 2007 por el Pacífico. En 2009, un estudio ya advertía de su posible propagación “a otras islas del Pacífico y a América”. La predicción se hizo realidad: en 2013 afectó a la Polinesia Francesa, y en abril de 2015 comenzó en Brasil un brote que se ha expandido a gran parte de América y el Caribe y que ya ha exportado casos a Europa, incluyendo España.

En pocos meses, el Zika se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza para las autoridades sanitarias. El Ministerio de la Salud de Brasil sitúa los casos de infección en 2015 entre 440.000 y 1.300.000, a los que se ha ido sumando un número creciente en al menos 22 países del continente americano.

La preocupación viene motivada porque la benignidad del virus puede no ser tal, al menos en un tipo de pacientes: las mujeres embarazadas, sobre todo si resultan infectadas durante el primer trimestre de gestación. En Brasil, de 2014 a 2015 se multiplicaron por 20 los casos de microcefalia, una anomalía congénita que reduce el cerebro y el cráneo de los fetos y que puede afectar gravemente al desarrollo o ser fatal.

El Ministerio de la Salud de Brasil contabiliza ya casi 3.500 casos de microcefalia, con 68 muertes. El pasado noviembre, las autoridades sanitarias brasileñas encontraron la relación al detectar la presencia del Zika en la sangre de los afectados.

Aunque los científicos han advertido de que aún es pronto para confirmar que el virus es la causa de la microcefalia, anteriormente ya se había sospechado de complicaciones neurológicas en algunos pacientes. El riesgo podría agravarse por el hecho de que se ha mostrado también la transmisión sexual del Zika y se ha sugerido que podría contagiarse por transfusiones sanguíneas.

El problema reside en que, por su escaso impacto hasta ahora, el Zika es todavía prácticamente un desconocido. La base de datos PubMed de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos aún recoge solo 145 estudios relacionados con el virus —como comparación, hay cerca de 5.000 trabajos publicados sobre el Ébola—. De estos, 54 se han publicado desde que comenzó el brote brasileño.

Aún no hay tratamientos específicos ni vacunas, y los métodos de prevención recomendados por la OMS se limitan a controlar las poblaciones de mosquitos y tratar de evitar las picaduras con barreras físicas o repelentes. Las autoridades han empezado a actuar: el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) ha alertado sobre los viajes a las zonas afectadas, sobre todo para las mujeres embarazadas. Otros países han seguido el ejemplo, y varios gobiernos americanos han aconsejado evitar los embarazos. Por su parte, la OMS “no recomienda restricciones de viajes o comercio”.

Pero ¿realmente hay para tanto? Respuestas de organismos como la OMS a brotes anteriores han recibido críticas, bien por excesivamente alarmistas, como en la gripe A H1N1 de 2009, o bien por insuficientes, como en la epidemia de Ébola que comenzó en diciembre de 2013.

El problema del Zika es que, pese a sus casi 70 años en el catálogo de los virus, aún es una incógnita. “Sabemos muy poco sobre el riesgo del ZIKV, y desconocemos qué volumen puede alcanzar el brote y cuál es el riesgo exacto para las mujeres embarazadas”, señala el epidemiólogo de la Universidad de Oxford (Reino Unido) Oliver Brady. “Incluso si las recomendaciones resultan exageradamente cautas a largo plazo, la OMS y los gobiernos solo pueden aconsejar sobre las pruebas disponibles hoy”.

De la misma opinión es el médico y experto en políticas de salud pública de la Universidad de Toronto (Canadá) Kamran Khan. “Estas políticas son una indicación de que hoy, sin vacunas, ni antivirales eficaces, ni maneras de evitar las picaduras al 100%, hay pocas intervenciones disponibles para atajar la amenaza del Zika”, apunta Khan a este diario. “Como mínimo, tiene sentido que las mujeres embarazadas estén informadas de los riesgos, para que puedan decidir con conocimiento de causa”, añade.

El experto aclara que las medidas adoptadas en estos casos se ajustan al Reglamento Sanitario Internacional (RSI), un tratado vinculante para sus 194 estados firmantes; aunque, agrega, sus disposiciones están sujetas a interpretación.

Khan y Brady son coautores de un modelo de simulación que predice cómo se extenderá la epidemia de Zika y que sus creadores explican en la revista The Lancet. El modelo se basa en variables como el tráfico aéreo, que hoy es una de las principales vías de propagación de epidemias. Los resultados son poco alentadores, como la posibilidad de que, más allá de las regiones cálidas, el Zika se establezca como una enfermedad estacional en regiones templadas: “Argentina, Italia y Estados Unidos tienen más del 60% de su población en áreas sujetas a transmisión estacional del virus”, escriben los investigadores.


*Fuente: Material de Internet
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